viernes, 9 de octubre de 2020

JUAN CHACÓN CORONA

  

 

                                                         Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                          Centro de Extensión e Investigación

                                                          Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 


                                              

 

                   “En esta fábrica ( de vidrios La Nacional) funcionaba un curso de

                    hombría. Uno de los obreros más grandes y macizos, amarrado  

                    a un poste por una mano y un pie, enfrentaba a uno de los  

                    chicos que se sentía ya con ganas de pasar a la categoría de

                    hombre. Generalmente, el chico conseguía dar dos o tres

                    golpes, pero un aletazo del grandote lo hacía arar. Juan era alto

                    para su edad, forzudo y duro. Cuando le tocó el turno, tumbo a

                    uno de los campeones. Esto no me lo contó él. Lo supe por uno

                    de sus viejos compañeros de trabajo de entonces, un día que

                    hacían recuerdos.

                    Así supe también que en sus primeros tiempos de fabricano, mi

                    papá se dedicó al deporte; fue corredor ciclista”

                        (Mundo Chacón en “Chacón”, de José Miguel Varas)

                                      

                      

LABORANDO DESDE LOS CINCO AÑOS 

Juan Chacón Corona nació  el 9 de octubre de 1896 en Lampa, pueblo agrícola, que por entonces tenía unos 1.500 habitantes. Hijo de Francisco Chacón y Luciana Corona (ella era una mapuche del lado de Río Bueno).  Casado con Aída Silva Ahumada, obrera  peletera, hasta su muerte fue militante del  Partido Comunista. Tuvieron dos hijos: Lucía y Mundo. 

Debió trabajar antes de ir a la escuela.  A los 5 años ordeñaba vacas, cuidaba ovejas. Se  levantaba a las 2 o 3 de la madrugada.

Fue a la escuela entre los 8 y 11 años. A esa edad abandonó el colegio y Lampa. Viajó a Santiago. No le gustó. Se dirigió a Valparaíso con la idea de alistarse en la Marina. No lo aceptaron. Volvió  a la capital. Trabajó como obrero en la construcción, de oficial de un albañil. Vivía en el barrio Matadero. Laboró como repartidor de pan y, después, de leche.

 

OBRERO A LOS 14 AÑOS 

En 1910, cuando  tenía 14 años, comenzó a trabajar como obrero en la Fábrica de Vidrios ‘La Nacional’ en  Santiago. Por entonces asistía a reuniones de un Centro Social organizado por los anarquistas. Eran 14 jóvenes vidrieros los que se juntaban.

En 1916 quedó cesante. Se fue al norte, donde ofició de obrero en loa oficina salitrera Paposo. Volvió a Santiago y a la fábrica de vidrios.

Fue uno de los 1.300 obreros que en 1919  participaron en la huelga que duró 45 días. La ganaron.

 

CONOCE A RECABARREN

En ese movimiento conoció a Luis Emilio Recabarren. Poco después

ingresó al Partido Comunista.

Los trabajadores de la Fábrica de Vidrios  se constituyeron en la base del Consejo Nº 5, vidrieros, de la FOCH.  Juan Chacón fue designado su Secretario General, iniciándose como un gran activista sindical.

En 1923 quedó cesante y pasó a integrar las “listas negras”. Comenzó una etapa de hambres y persecuciones.

 

VENDIENDO SANTOS DE YESO 

Se debió dedicar a comerciante ambulante de vasos, copas y botellas. También santos de yeso. Aprovechaba su nuevo oficio para entrar a los fundos a hacer agitación política. Por un corto tiempo trabajó como jardinero en el Parque Cousiño. Ofició de sombrerero, concretero, enfierrador, albañil.

Se formó el Sindicato de Obreros de la Construcción.  Chacón participó en el Consejo Provincial de la FOCH. No encontraba trabajo.

Era por entonces una especie de funcionario sin sueldo del Partido. Fue elegido miembro del Comité Regional Santiago.

 

EN EL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA 

En diciembre de 1925,  Chacón pasó a formar parte del Comité Central del Partido Comunista.

En 1926 sufrió su primera detención. Bajo la dictadura de Ibáñez actuó en la clandestinidad. Sus actividades las llevaba a cabo en Santiago y también en las provincias de Bio-Bío, Malleco y Cautín. Fue detenido en la capital y relegado a la Isla de Más Afuera, en el archipiélago de Juan Fernández, donde permaneció 11 meses.

Regresó a Santiago y el Partido lo envió a Valparaíso, donde trabajó como arenero. Regresó a la capital.

 

EN TEMUCO 

En 1928, junto con su compañera Aída se trasladan a Temuco. Ella trabajó en esa ciudad como peletera; él en la construcción. Formó parte del Comité Regional Cautín del PC.

En 1930 fue enviado de nuevo a Valparaíso. A fines de ese año el Comité Central de trasladó a ese puerto.

En marzo del año siguiente viajó al sur. A su regreso fue detenido, pasando 61 días en la cárcel. Luego trabajó como sombrerero en la capital. En ese tiempo era miembro del Comité Central.

 

MÁS DETENCIONES Y RELEGACIONES

Entre 1931 y 1932, varias veces sufrió prisiones y en dos ocasiones, relegaciones: a Petorca y a la Isla Mocha. En 1933 cayó tres veces a prisión. Una de esas, fue al participar en el IX Congreso Nacional del PC, iniciado en marzo de 1933 en Lo Ovalle y finalizado a comienzos de abril en la Cárcel de Santiago.

En junio de 1934, fue uno de los 300 delegados a un Congreso de la FOCH que fueron detenidos y conducidos a la cárcel. Después de una huelga de hambre de 8 días, liberaron a la mayoría; quedando 16 prisioneros, entre  ellos  Chacón. Conquistaron su libertad a través de una nueva huelga de hambre que duró 17 días. La salud de ellos quedó seriamente dañada.

En 1936, su compañera Aída ingresó a las filas comunistas.

 

LA FEDERACIÓN NACIONAL CAMPESINA 

En 1937, Chacón tomó parte en el Congreso Nacional Campesino efectuado en Santiago,  con participación de 200 delegados y  en el que nació la Federación Nacional Campesina, de la cual Chacón fue elegido su secretario general.

En la campaña presidencial de 1938, en que el  Frente Popular llevó como candidato a Pedro Aguirre Cerda, Chacón ocupó el  puesto de Encargado Nacional Agrario.

 

DIPUTADO 

En marzo de 1941 fue elegido diputado por Valparaíso, dedicando sus principales esfuerzos al trabajo agrario. Especialmente atendía a las huelgas campesinas en todo el país. También dedicó más tiempo a estudiar. Formaba parte, además del Consejo Directivo Nacional de la CTC, representando al campesinado.

En ese año, fue separado de la Comisión Política del Comité Central. A raíz de ello sufrió un infarto cardiaco, que lo tuvo un mes hospitalizado.

En 1945 la familia se trasladó a Santiago.

 

VICEPRESIDENTE DEL INSTITUTO DE ECONOMÍA AGRÍCOLA

En los primeros meses del gobierno de González Videla (1946-1947),

ocupó el cargo de Vicepresidente del Instituto de Economía Agrícola.

Juan Chacón hacía recuerdos de ese tiempo:

“Una de las primeras escaramuzas se produjo cuando hice salir de mi oficina (del Instituto de Economía Agrícola)  a una delegación de terratenientes trigueros, molineros e industriales del pan, que iban a pedir alzas. Se fueron furiosos a quejarse ante el traidor. Minutos  después éste me llamó por  citófono desde La Moneda para llamarme la atención por haber tratado mal a ‘estos caballeros’. De paso, me insinuó  que debía estudiar con ellos las alzas que pedían. Le dije que él era el Presidente de la República y yo del Inecona por voluntad del pueblo para cumplir un programa.

- Mientras yo esté en este puesto –le dije- no firmaré ninguna autorización de alza. Tampoco voy a renunciar voluntariamente. Si usted quiere me echa. Entonces yo mismo le voy a explicar al pueblo por qué usted dio ese paso.

Se suavizó,  me dijo que no me enojara y terminó diciendo que un día de esos me iba a invitar para conversar a solas. No me invitó nunca.

Arreció entonces la campaña contra el Partido y en especial contra mí. La revista ‘Topaze’ me sacaba en todos los números.

Como los terratenientes no entregaban el trigo para crear escasez de harina y de pan, ordené requisar todo el trigo de las mismas eras, usando camionetas del Inecona y del Comisariato. La gritería fue espantosa. Después yo  mismo me preocupé de asegurar la distribución y el abastecimiento tanto en Santiago como en provincias...” Citado por José Miguel Varas en “Chacón”, página 125)

 

DE NUEVO EN EL TRABAJO CLANDESTINO

A partir de la traición de González Videla, que inició la participación contra el PC en octubre de 1947, Chacón debió pasar nuevamente al trabajo clandestino. Eludiendo la policía que lo acosaba, realizó un ejemplar trabajo en la provincia de Cautín, donde quedó a la cabeza del Comité Regional. Se dedicó a reconstruir el Partido, poniendo especial cuidado en el funcionamiento de las células y en el cumplimiento de los deberes de cada militante. Por entonces, usaba la chapa de ‘Don Ramón’.

 

EN PISAGUA

La represión prosiguió durante el segundo gobierno de Ibáñez.  Chacón continuó en el trabajo clandestino. En 1956 fue detenido y relegado a Pisagua. En ese campo de concentración cumplió los 60 años.

Liberado, viajó siempre en 1956 a China. Fue su primera salida al extranjero.

 

MUERE SU FIEL COMPAÑERA 

En septiembre de 1957 sufrió la pérdida de su  heroica y fiel compañera Aída de las Mercedes Silva, con quien estuvo unido durante 31 años y tuvieron diez hijos de los cuales sobrevivieron sólo dos: Lucía y Mundo.

El recio combatiente quedó destrozado interiormente, pero continuó entregando lo mejor de sí a la causa del pueblo.

En 1960 visitó Cuba. En 1961 fue candidato a diputado por Talca. No salió elegido. Pero sigue en esa región trabajando como activista agrario.

Ese año viajó a Bulgaria.

En 1964, al cumplirse sus 68 años de edad y 48 en la lucha social, el Pardo Comunista organizó varios años en su homenaje.

 

SU ÚLTIMO VIAJE

En febrero de 1965, viajó a Temuco, con el fin de visitar a un profesor que estaba enfermo. Pensaba ir a Nueva Imperial. Pero a poco llegar, sufrió una crisis cardiaca. Murió, a los 69 años.

Recuerdo ese día 15 de febrero de 1965. Estábamos reunidos como Comité Regional Cautín del Partido Comunista en mi casa de la calle Andrés Bello, en Temuco. Sonó el timbre. Abrimos la puerta y entró trémula y llorosa una compañera. Y nos lanzó la inesperada  y terrible noticia: ¡murió el compañero Chacón! 

Sabíamos que estaba en Temuco, en casa de un camarada muy amigo suyo, habíamos  estado con él, pero no teníamos la más leve idea de que estuviera enfermo. Y ahora la compañera que llegó corriendo hasta nosotros, nos dejaba atónitos.

El compañero Juvenal Valdés, entonces secretario del Comité Regional, dio por finalizada la reunión. Todos nos dirigimos para ayudar en los trámites para trasladar los restos mortales del querido compañero Juan Chacón a la capital,  según  las instrucciones recibidas del Comité Central. En eso llegó  desde la capital mi camarada y amigo Mundo Chacón con  la tarea de llevar el ataúd con el  cuerpo de padre en tren a Santiago.

En la Estación ferroviaria de Temuco, en esa ciudad del sur a la que el compañero Juan Chacón Corona estuvo ligado por tantos combates,  lo despedimos decenas de comunistas. Fue un triste momento. 

 


Estación ferroviaria de Temuco 

En la Estación Central estaban esperándolo cientos de compañeros, entre ellos, los miembros del Comité Central. 

En los funerales, realizados en el Cementerio General, despidieron a  uno de los más grandes dirigentes campesinos de la Historia de Chile, muchos de sus camaradas. Hubo emotivos y combativos discursos de ellos fue pronunciado por su hija Lucía, quien dijo:

“A ti, camarada Juan Chacón Corona, a ti que tanto te debemos tus hijos, vengo a acompañarte, como tú lo hicieras cuando éramos tus pequeños hijos, cuando te sentíamos ausente del hogar por los múltiples sufrimientos de que fuiste víctima, cuando la cárcel nos arrancaba de tu lado, cuando la mesa pobre de nuestra humilde casa no tenía pan, ni el plato que faltaba con frecuencia…

De la mano contigo fuimos temprano hacia el combate, porque no tuvimos nada, porque sufrimos tanto, porque fueron las noches demasiadas largas y negras, porque nuestra madre se nos fue y quedaste tú, como una guía, como un faro luminoso, es que quiero agradecerte y prometerte continuar tu ejemplo, como hasta ahora lo hemos hecho” (Lucía Chacón: Discurso en el Cementerio General, citado por José Miguel Varas en “Chacón”, páginas 146 y 147)