martes, 29 de septiembre de 2015

Ganar o perder




Bienvenida a compañero Evo Morales en Chile
Santiago 10 Marzo de 2006


"Bolivia no ha ganado nada", repite el stablishment chileno, con la misma arrogancia ciega con la cual anunciaba su razonable optimismo, su seriedad, su autosuficiencia... al final su trágica distancia de los mundos en que vivimos todos. La prensa oficial se apura en recordar que el 84 % de los chilenos no quiere oír hablar de ceder una pulgada, un milímetro de territorio. Quieren creer que al final todo esta bien, que las razones del orden, de la pedante seriedad de pavos reales se impondrán y todo esto será un mal recuerdo rápidamente olvidado y que los bolivianos y sus exóticos e irresponsables dirigentes volverán a desaparecer en el páramo de la invisibilidad,  donde ponen todo eso que desprecian, ningunean y desconocen. 

Bolivia, y lo que es mejor, los bolivianos, hace varios años que vienen ganando. Y lo que es mejor aun, se lo han ganado a pulso, peleándole al supuesto destino de país mendigo, a ese estado colonial que durante siglos sojuzgó a los pueblos. Bolivia es hoy día un buen motivo para tener esperanzas, sonrisas y sueños. Y nada ha sido fácil, nada fue regalado.

Como saben desde hace años siento que en esas tierras se crean ideas americanas, se construyen proyectos indios, se inventan nuevas maneras de estar en el territorio, desde lo que somos, desde lo que tenemos. También saben que durante años he unido mi mirada a esas historias. La última vez que estuve en La Paz fue en la Primavera del año pasado, no andaba filmando. Tuve mucho tiempo para hablar con mucha gente, para pasear sin rumbo, para escuchar y ver. Pensaba entonces en como en estos pocos años la sociedad ha cambiado, Escribí mis impresiones en el Blog: http://rene.davila.free.fr/index.php?Diario-de-rodaje-epilogo      

Después de tantas batallas la sensación que se me impuso es la de un país que por primera vez tiene auto-estima, para usar un término común, y no usar esas palabras prohibidas por la siutiqueria reinante, palabras como dignidad.

Ganar o perder. Con sus pobres cuentas pragmáticas los que mandan en Chile creen que pueden negar la realidad, escamotearla y hacer un enésimo pase mágico para mantener todo en orden. En realidad los que mandan, esa pequeña oligarquía plutocrática, ni siquiera se ocupan de todo. Dan la dirección, y sólo cuando es urgente desplazan a las castas operativas y entran al terreno. En temas como estos no tienen necesidad, se sienten en terreno seguro, en medio de certidumbres que se entroncan con los mitos fundadores. "Chilenos todos..."

En Chile hemos estado perdiendo y ganando. Y tal vez lo mas importante de lo que hemos ganado es cierto escepticismo respecto de las verdades indiscutidas hasta hace muy poco. Falta mucho; la maquinaria aplastante aun domina mentes y voluntades sin que haya mucho escándalo; todavía nos venden culebras, nos engañan  o nos mandan para la casa. Que haya un 16% de chilenos dispuestos a favorecer una salida soberana de Bolivia al Pacífico me parece auspicioso, pareciera que me conformo con poco. No les creo nada a las encuestas, pero 16 % es un buen punto de partida.

Cuando uno viaja por el continente, cuando se sale del encierro del valle central y del dominio cultural metropolitano con su reino de patéticas certidumbres inamovibles, uno puede pensar que en una de esas las cosas cambian; los pueblos se rebelan, los creadores crean, los pensadores piensan... Se puede osar pensar en que las cosas puede que "Siempre han sido así..." pero pueden cambiar.

Cuando comencé a filmar en Bolivia este ciclo documental, hace 13 años, nadie daba un copeck por el MAS, los cocaleros y Evo Morales. El presidente hablaba con acento norteamericano, resultado de su formación en la mera capital del imperio y en las calles los indios debían ceder el paso a los blancos.

En Chile las cosas han cambiado mas de una vez y muchas cosas se han obtenido con el esfuerzo y la abnegación del pueblo, tampoco nos han regalado nada. Aqui también hay dignidad y coherencia, también tenemos mucho que aportar a la historia de los pueblos. Lo que nos falta es aquello que mas odian las elites, la capacidad colectiva de imaginar, de soñar, de pensar una sociedad diferente. Pero puede venir, y muchos estamos en eso.

René Dávila


Santiago 24 de septiembre 2015