Por: Fidel Castro Ruz
Pasado mañana, 9 de mayo, se conmemorará el 70 aniversario de la Gran
Guerra Patria. Dada la diferencia de hora, cuando elaboro estas líneas, los
soldados y oficiales del Ejército de la Federación de Rusia llenos de orgullo,
estarán ejercitando en la Plaza Roja de Moscú con los rápidos y marciales pasos
que los caracterizan.
Lenin fue un genial estratega revolucionario que no vaciló en asumir las
ideas de Marx y llevarlas a cabo en un país inmenso y solo en parte
industrializado, cuyo partido proletario se convirtió en el más radical y audaz
del planeta tras la mayor matanza que el capitalismo había promovido en el
mundo, donde por primera vez los tanques, las armas automáticas, la aviación y
los gases asfixiantes hicieron su aparición en las guerras, y hasta un famoso
cañón capaz de lanzar un pesado proyectil a más de cien kilómetros hizo constar
su participación en la sangrienta contienda.
De aquella matanza surgió la Liga de las Naciones, una institución que
debía preservar la paz y no logró siquiera impedir el avance acelerado del
colonialismo en África, gran parte de Asia, Oceanía, el Caribe, Canadá, y un
grosero neocolonialismo en América Latina.
Apenas 20 años después, otra espantosa guerra mundial se desató en Europa,
cuyo preámbulo fue la Guerra Civil en España, iniciada en 1936. Tras la
aplastante derrota nazi, las naciones cifraron sus esperanzas en la
Organización de las Naciones Unidas, que se esfuerza por crear la cooperación que
ponga fin a las agresiones y las guerras, donde los países puedan preservar la
paz, el desarrollo y la cooperación pacífica de los Estados grandes y pequeños,
ricos o pobres del planeta.
Millones de científicos podrían, entre otras tareas, incrementar las
posibilidades de supervivencia de la especie humana, ya amenazada con la
escasez de agua y alimentos para miles de millones de personas en un breve
lapso de tiempo.
Somos ya 7 300 millones los habitantes en el planeta. En el año 1800 solo
había 978 millones; esta cifra se elevó a 6 070 millones en el año 2000; y en
el 2050, según cálculos conservadores, habrá 10 mil millones.
Desde luego, apenas se menciona que a Europa Occidental arriban
embarcaciones repletas de emigrantes que se transportan en cualquier objeto que
flote, un río de emigrantes africanos, del continente colonizado por los
europeos durante cientos de años.
Hace 23 años, en una Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y
Desarrollo expresé: “Una importante especie biológica está en riesgo de
desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales
de vida: el hombre”. No sabía entonces sin embargo cuan cerca estábamos de
ello.
Al conmemorarse el 70 aniversario de la Gran Guerra Patria, deseo hacer
constar nuestra profunda admiración por el heroico pueblo soviético que prestó
a la humanidad un colosal servicio.
Hoy es posible la sólida alianza entre los pueblos de la Federación Rusa y
el Estado de más rápido avance económico del mundo: la República Popular China;
ambos países con su estrecha cooperación, su avanzada ciencia y sus poderosos
ejércitos y valientes soldados constituyen un escudo poderoso de la paz y la
seguridad mundial, a fin de que la vida de nuestra especie pueda preservarse.
La salud física y mental, y el espíritu de solidaridad son normas que deben
prevalecer, o el destino del ser humano, este que conocemos, se perderá para
siempre.
Los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria, lo
hicieron también por la humanidad y por el derecho a pensar y a ser
socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas, y a salir de la
prehistoria.
Fidel Castro Ruz
Mayo 7 de 2015
10 y 14 p.m.