14 de mayo de 2015
Ante el asesinato de dos jóvenes estudiantes en la marcha del 14 de mayo
declaramos:
Con profundo dolor recibimos la noticia del asesinato de dos jóvenes
estudiantes en Valparaíso, quienes participaban de la movilización por la
educación. Exequiel Borbarán y Diego Guzmán Farías, este último compañero
militante del comunal Quillota de las Juventudes Comunistas. Dos jóvenes que
cayeron en la lucha por una sociedad distinta, sin ninguna provocación,
simplemente realizando propaganda como tantas y tantos hemos hecho durante
estos años. A sus familiares, amigos y compañeros, nuestro más sentido pésame.
Ambos compañeros fueron parte de los cientos de miles de estudiantes,
profesores, trabajadores de la educación y la sociedad en su conjunto, que
salimos una vez más a las calles, en unidad, con masividad y alegría, para
conquistar los sueños de una educación pública, gratuita y al servicio de las
grandes mayorías. Hemos dicho fuerte y claro que no queremos más una educación
segregada, sujeta a las lógicas crueles del mercado, que ha generado
endeudamiento en cientos de familias. Y hemos ido más allá: queremos una nueva
Constitución, por que no aceptamos una Constitución ilegítima creada a puerta
cerrada en los días más oscuros de nuestra historia y que sostiene un modelo
injusto. Luchamos por un Chile distinto, un Chile donde hombres, mujeres, niñas
y niños vivamos en dignidad, justicia, igualdad y felicidad: un Chile de
derechos garantizados por el que nuestros mártires también estaban luchando.
Este hecho nos muestra que ese Chile de derechos aun no existe; que la
violencia y el individualismo son elementos estructurales del sistema heredado
de la dictadura; que el fascismo contra quienes sueñan con una sociedad
distinta y luchan por ella no ha terminado.
Hay sectores políticos de nuestro país que se han sentido con el derecho de
frenar los procesos de transformación en curso y han contribuido de distintas
maneras a generar un ambiente de criminalización y odiosidad frente a la
movilización social. Les decimos claramente: lo acontecido hoy no nos
amedrentará ni nos inhibirá. No abandonamos la lucha cuando mataron a muchos de
los nuestros para derrotar a la dictadura cívico militar; tampoco lo haremos
ahora en la lucha por conquistar nuestros derechos y profundizar la democracia.
La dolorosa muerte de nuestros compañeros confirma la necesidad de seguir
luchando. Es por eso que hacemos un llamado a continuar con la movilización, a
no amedrentarse, a no permitir que hechos como estos se repitan, a exigir
justicia, y sobre todo, a cumplir los sueños por los que Exequiel, Diego, y
tantas y tantos compañeros han dado la vida. Ante ellos y nuestro pueblo, prometemos
hoy más que nunca, luchar hasta vencer.
Juventudes Comunistas de Chile