Sábado, 16 Mayo 2015 10:03 Escrito por Hugo Guzmán
Fuente: www.elsiglo.cl
Hugo Guzmán. Santiago. 15/05/015. En entrevista, la diputada también habló
de la defensa de los glaciares y de las verdades sobre las redes sociales. También
contó su experiencia como entrevistadora e insistió en tener educación pública
y nueva Constitución.
Camila Vallejo cuenta cómo se siente de entrevistadora en Radio Universidad
de Chile y dice que en las redes sociales también manda la plata, y que no son
tan libres. Reitera que debe haber Asamblea Constituyente para discutir la
nueva Constitución, porque es el escenario participativo y amplio más adecuado.
Luce tranquila, entrevistada a una hora de entrar a una nueva reunión de la
Comisión de Educación que preside, donde se verá la cara con el Ministro del
ramo, Nicolás Eyzaguirre, y con disputados oficialistas y de derecha. Indica
que, al final del día, “lo fundamental, como objetivo político en el marco de
la reforma educacional, es el fortalecimiento y recuperación de la educación
pública”.
Explica la importancia de la discusión del proyecto de defensa de los
glaciares y vuelve a referirse a la Presidenta Michelle Bachelet: “Se ha visto
demandada a tener fortaleza”, indica.
-¿Cómo te has sentido en el programa de radio que está realizando?
-Bien, más a gusto de lo que esperaba. En un comienzo, la ansiedad y el
nerviosismo estuvieron presentes en el primer programa, pero después me tomé
muy a gusto y en serio la idea de entrevistar a personalidades con el objetivo
de entrar más a fondo en ciertos temas y salir de la posición de la
entrevistada a ser la entrevistadora. Hemos tratado temas de derechos humanos,
educación, las conclusiones de la Comisión Presidencial de probidad y
transparencia, y varios otros importantes.
-¿Cómo sientes ese enroque de ser entrevistada a ser periodista?
-Bueno, periodista no soy, ni lo voy a ser.
-¿No te entró crisis existencial respecto a tu profesión de geógrafa?
-No, para nada. Lo que pasa es que creo que la labor de una parlamentaria
incluye el informar y profundizar en los temas que legisla y los que son de
interés nacional.
-¿Escuchar?
-Escuchar a distintas personas involucradas con esos temas. Queremos
entrevistar a dirigentes sociales, no solo a expertos. También personas del
ámbito internacional. Me parece bien escuchar, hacer preguntas, conducir una
conversación hacia puntos que me parecen centrales y críticos en distintos
temas que están en la palestra o que se informan mal. Porque la manipulación de
los medios es evidente en el día a día, el monopolio de la prensa da cuenta que
necesitamos más fuentes de información y de análisis, que sean alternativos, y
que yo pueda jugar ese rol me parece es reforzar la labor como parlamentaria y
dirigente político de izquierda.
-Cuando empezaste a presidir la Comisión de Educación, se habló de un sello
tuyo. Fue porque a la primera reunión invitaste a representantes sociales de la
educación. Esto de la radio también se ligó a ese sello, de estar cerca de
representantes de la sociedad. ¿Es un asunto de sello?
-Tiene que ver con el sello que la gente de izquierda, los comunistas,
gente progresista, debe darle al ejercicio de la política. Dado el escenario
actual de profunda desconfianza hacia la política, hacia los partidos, hacia lo
que se llama “la clase política”, es más necesario que nunca tener un
acercamiento no solo en lo discursivo, sino en la práctica cotidiana, con la
ciudadanía, con el movimiento social. Me parece necesario, como presidenta de
la comisión, tener instancias permanentes de diálogo, de conversación, de abrir
espacios de participación e incidencia. Eso es fundamental para fortalecer
nuestra democracia, sobre todo en un proceso previo al cambio de la
Constitución, y apuntando a cambiar las reglas del juego de nuestra democracia.
Eso lo promoveré en el desarrollo de la discusión de la reforma, con las
indicaciones y propuestas que vayan ingresando.
-Aunque hay algunos personeros que dicen que el Parlamento está legitimado
para encarar los procesos en curso e incluso asumir el cambio de la
Constitución.
-Me pregunto en qué mundo viven los que dicen eso. Afirmar que todo el
Parlamento está legitimado es totalmente insostenible en el actual escenario
político. La opinión pública ver al Parlamento con mucho descrédito y mucha
desconfianza, no lo ven como una instancia legítima. No solamente porque la
actividad política durante mucho tiempo fue asistencialista, alejada de los
problemas reales y de que la gente piense en cambiar su realidad. La
institucionalidad heredada de la dictadura no permite jugar el juego de la
democracia, siempre se vende la pomada de que votar por un candidato cada
cuatro años es suficiente como ejercicio cívico y democrático y la verdad es
que cuando eliges los representantes al Parlamento, éstos no tienen todas las
herramientas para hacer las transformaciones. Los que dicen que el Congreso
está legitimado, están marcando su posición conservadora y apostando a que la
herencia constitucional pinochetista no sea modificada.
-Pero tú eres integrante del Parlamento. ¿Entonces por qué ese camino?
-Antes de postular al Parlamento sabía que era una institución
desacreditada, deslegitimada, y eso se ha agudizado. Postulé porque tenía la
conciencia de que había que disputar ese espacio, porque nos permite no solo
demandar los cambios, sino tener incidencia y tener votos en el Congreso para
modificar las leyes y proponer otras. Incluso en esta lucha para cambiar la
Constitución. Por ejemplo, metimos un proyecto de ley que faculta a la
Presidencia de la República para convocar a un plebiscito para que se defina,
con participación de todas y todos los chilenos, cual será el mecanismo de
cambio de la Constitución. Se requiere de gente en el Parlamento para generar
los espacios y tener los votos para avanzar hacia un país más democrático.
“DEBEMOS TENER MECANISMO
PARTICIPATIVO COMO LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE”
-¿Crees que en estos meses habrá que intensificar el trabajo por una
Asamblea Constituyente?
-De todas maneras. El discurso de la Presidenta Michelle Bachelet dio
cuenta de que el cambio de la Constitución se va a dar en un marco de profunda
disputa política. Pensar que será algo fácil, algo espontáneo, es no entender
lo que está pasando en nuestro país, de cómo se despliegan las fuerzas
políticas de acuerdo a sus intereses, cómo se despliega el poder económico. Que
la Presidenta haya hablado de un “proceso constituyente” y no de proceso
constitucional, es importante, le puso una fecha de inicio y nos permite
desplegarnos y concientizar respecto a la necesidad de una nueva Constitución. Creo
que debemos tener un mecanismo participativo y amplio como es la Asamblea
Constituyente, y estamos en esa disputa previa a lo que podría ser un
plebiscito. En la calle debe estar la demanda de la A.C. y en Parlamento pelear
esta reforma que permita convocar al plebiscito.
-Hay quienes plantean que el cambio de Constitución debe alojarse en el
Congreso.
-Primero tenemos que legislar sobre la propuesta de plebiscito. En algún
momento tendremos que ratificar una nueva Constitución, independiente de cómo
se genere. Esas son posibilidades abiertas, como que también por un plebiscito
se ratifique la nueva Constitución. Antes de eso, hay que ratificar que la
propuesta de nueva Constitución no sea elaborada por una sola figura o un
Parlamento que está cuestionado. Tiene que ser redactada y construida por un
conjunto de personas representativas de lo social, lo político, lo étnico, y
eso es garantizado por una A.C. Es el mejor escenario para que el poder
constituyente originario, que es el pueblo, se exprese y defina las reglas del
juego en nuestro país.
“LO FUNDAMENTAL ES
FORTALECIMIENTO Y RECUPERACIÓN DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA”.
-Hablemos del tema educación. En esta etapa, ¿dónde sitúas los elementos
claves de la reforma educacional?
-Primero, debemos avanzar en los compromisos presidenciales y
programáticos. Eso significa tener aprobado una nueva política nacional
docente, una nueva educación pública a través de un proceso de
desmunicipalización, y una reforma a la educación superior que permita cumplir
con la gratuidad tan anhelada no solamente por los actuales estudiantes, sino
por los padres de los futuros estudiantes de educación superior. Lo
fundamental, como objetivo político en el marco de la reforma educacional,
independiente del proyecto en cuestión, tiene que ver con el fortalecimiento y
recuperación de la educación pública que en Chile se ve mermada, abandonada,
por parte del Estado, deteriorada por falta de financiamiento.
-El Colegio de Profesores llamó a un Paro Nacional. Las organizaciones
estudiantiles universitarias y secundarias llamaron a una marcha. En todo este
periodo han estado llamando a movilizaciones. ¿Cuál es tu mirada respecto a
eso?
-Los objetivos que te señalaba se van a cumplir si y solo si hay un
movimiento social capaz de impulsar esos objetivos desde la calle y estando
presente el movimiento en aquellos momentos en que se discute y se legisla.
-¿No estorban las movilizaciones al avance de la discusión de la reforma?
-No, yo creo que es necesario que haya movilización social, pero no
cualquier movilización social. Necesitamos un movimiento social unido,
organizado, capaz de generar propuestas, de incidir, que sea proactivo. La
crítica es inherente al movimiento social pero con la crítica no basta. Necesitamos
que el movimiento social llegue con propuestas claras para resolver
ambigüedades, resolver vacíos y disputar aquellos elementos que pudieran ser
insuficientes.
-Al final del día, con esta reforma, ¿saldrá algo insuficiente, suficiente,
quedará una brecha para seguir avanzando en términos de educación?
-La profundidad de los avances que haya, es proporcional a la capacidad que
tengamos de generar correlación de fuerzas en el ámbito político y social. Es
difícil anticiparse al resultado sino conocemos cómo se va a desarrollar el
proceso de incidencia del movimiento social y de correlación de fuerzas. Pero
lo que se avizora en reforma educacional es un tremendo buen comienzo del
cambio en educación. Es una oportunidad histórica, hace décadas que no se
hablaba de reforma en la educación superior por ejemplo, de carácter sistémico,
que aborde el tema del financiamiento mirando hacia la gratuidad, con un nuevo
marco institucional, regulación, fiscalización, término de los negocios. Se
abre un escenario que permite mirar hacia el futuro desde otro piso.
-¿Van a existir nuevas condiciones?
-En lo que se refiere a carrera nacional docente, independiente de que haya
elementos a corregir, es un buen comienzo. Hay una mirada integral hacia el
trabajo docente, hay aumento sustantivo de remuneraciones, estamos hablando de
un muy buen comienzo. El resultado final lo va a indicar las indicaciones, el
rol de los distintos actores, particularmente el Colegio de Profesores, la
agenda de movilizaciones. Lo mismo pasa con desmunicipalización y educación
superior. En desmuncipalización no conocemos el proyecto, pero sabemos al menos
que la dirección es a pensar una nueva educación pública, pensar el rol de las
escuelas públicas, la participación de las comunidades en la generación de
proyectos educativos, cambios en la política de financiamiento para darle
sustento a los proyectos. Las particularidades, las indicaciones, las
propuestas, están en disputa en el marco de la discusión legislativa y en el
marco de las capacidades de incidencia de las distintas organizaciones para
modificar y transformar.
“GLACIARES QUE SE ESTÁN
DESTRUYENDO POR LA ACTIVIDAD MINERA”
-¿Por qué el cuestionamiento en relación al proyecto de protección de los
glaciares?
-Es un tema muy relevante. El proyecto de glaciares busca o buscaba
-nosotros hicimos propuestas junto a organizaciones como Green Pace, Terram-,
el proteger el 85% de los glaciares de Sudamérica. Chile concentra esa
cantidad. Estamos hablando de una fuente de agua dulce muy grande y
estratégica. Hoy no cuenta con ningún tipo de protección, son glaciares que se
están destruyendo por la actividad minera, principalmente de trasnacionales
mineras.
-¿Por qué la destruyen?
-Porque al momento de explotar recursos naturales como el cobre, las
mineras lo que hacen es intervenir la Cordillera de Los Andes, donde se
emplazan muchos de estos glaciares, los hay grandes, pequeños y medianos, sobre
todo en la zona Norte del país y donde están los glaciares más sensibles y que
se están derritiendo más rápido por la actividad de la minería. Mira, por
ejemplo, el transporte de mineral a través de grandes camiones por las laderas
de los cerros, levanta polvo que se deposita en los glaciares y hace más rápido
el proceso de derretimiento por la absorción de calor que se genera. Eso
disminuye la principal fuente de agua dulce en aquellas Regiones que tienen
alto nivel de escases hídrica. Estamos condenando a comunidades, poblaciones,
en el Norte y en el Sur, a nivel de Sudamérica, incluso a nivel mundial, a ver
una disminución de las fuentes de agua, incluso verlas desaparecer. Eso, a la
larga, trae serios efectos para la salud de las personas, para sus vidas, y por
su efecto económico. El Estado tendrá que invertir mucho en procesar el agua de
mar, para hacerla potable, o trasladar comunidades donde ya no haya agua. Esa
fue la matriz del proyecto. Pero la indicación sustitutiva del proyecto apunta,
con el argumento de proteger el 80% y no el 100%, a algo que es insuficiente. Porque
ese 80% está principalmente ubicado en la zona Sur del país, donde se concentra
la gran masa glacial, y que están en los Parques Nacionales fundamentalmente. Pero
el proyecto no se hace cargo de los que no están ubicados en esas zonas y que
son más pequeños pero son la mayoría y tiene un volumen considerable y se
ubican en los lugares donde hay más falta de agua. Entonces estamos con un
proyecto insuficiente. Se habla de extender la protección si se declaran como
reserva estratégica, pero quien determinan eso es el consejo de ministro para la sustentabilidad, donde
participa minería, energía, que tienen intereses puestos en el desarrollo
económico a través de nuestra fuente matriz que es la explotación de recursos
naturales y en eso, el cobre.
-Hay un cuestionamiento al presupuesto en este proyecto.
-Porque es mínimo e insuficiente para financiar las instituciones que
tienen que proteger los glaciales, de financiar glaciólogos, investigadores,
financiar los estudios para encontrar, conocer, describir, inventariar los
glaciares y determinar medidas a tomar. Eso lo paga el mundo privado que tiene
intereses en esas zonas. Para que los pague el Estado necesitamos que tenga los
recursos y los que se ponen a disposición son insuficientes.
-¿Este es un tema emergente, del futuro?
-Es un tema del presente y del futuro. Cuando hablamos de cambio climático,
de protección del medio ambiente, de nuestros recursos naturales, no estamos
con una mirada futurista solamente. Estamos hablando de una necesidad del
presente. Los mal llamados desastres naturales que hemos vivido, que son más
constantes, la falta de agua en el
Norte, es porque no hemos sido capaces de cuidar nuestro medio ambiente, porque
no hemos cuidado el agua, que es como el oro del presente. Es un recurso estratégico.
Sin agua no vivimos. Si no garantizamos las fuentes de agua ahora, los
impactos, que ya se están teniendo, serán brutales. Hay que pensar en esta
generación, no solo en las futuras generaciones. Hay que pensar en las actuales
comunidades, en esas poblaciones que ven afectado el acceso al agua, ven
afectada su actividad económica, afectada su sobrevivencia económica. Los
glaciares contribuyen al abastecimiento del agua, y si no los protegemos ahora,
le hacemos un flaco favor al país e incluso a la Humanidad. En Chile tenemos
una responsabilidad que es de carácter humanitario e internacional.
-¿Hay preocupación de organismos internacionales?
-Exactamente, la hay. Está la Convención de Washington, que habla de
proteger los glaciares y mandata al Estado de Chile a protegerlos. Pero esa
Convención no la hemos hecho valer.
“DOMINACIÓN EN LAS REDES
SOCIALES ESTÁ PRESENTE, TAMBIÉN OPERA QUIEN TIENE MÁS PLATA MANDA”.
-Tú debes ser la parlamentaria que tiene más seguidores en Twitter. Ocupas
mucho las redes e impactas en las redes. Se dice que es “la” forma de
comunicar.
-Creo que es una herramienta más. Tampoco soy una activa militante de
Twitter y redes sociales. Lo ocupo bastante poco en relación a otros
parlamentarios. Lo hago cuando creo que es necesario, para informar, para
contra-argumentar. Es importante usarlo como una herramienta comunicacional.
-Por esa vía se hacen campañas, se instalan ataques o defensas.
-Efectivamente pasa eso. Por eso creo que no hay que sobreestimar mucho las
redes sociales y no hay que ser ingenuos frente a las redes sociales. No
podemos creer que son el espacio más libre de las comunicaciones. Tenemos
medios de comunicación hegemonizados, hay un monopolio detrás de los medios, y
creemos que las redes sociales son libres de eso, pero no es tan real e incluso
se da para el libertinaje. La dominación en las redes sociales está presente,
aquí también opera quien tiene más plata manda; y quienes tienen recursos para
instalar perfiles fantasmas, falsos, para hacer campañas sobre una información
o una desinformación. Eso está presente en las redes sociales. Ante esos
mensajes hay que saber discernir lo que es verdad, lo que es o puede ser falso,
y buscando otras fuentes para corroborar lo que de repente se señala por
Twitter. Detrás de esto hay intenciones políticas muchas veces, casi nada es
neutral o imparcial. Los medios son también herramientas políticas. Creo que
hay que utilizar las redes pero con responsabilidad, con argumentos, y no dejar
de acudir a una segunda o tercera fuente.
-¿Cómo has visto a la Presidenta
Michelle Bachelet?
-He visto a una Presidenta que se ha encontrado en un escenario complejo,
tanto en lo personal como en lo político. El caso Caval da cuenta de eso en lo
personal y en lo político. Una Presidenta que se ha visto demandada no
solamente a tener la fortaleza para hacer avanzar un programa de
transformaciones, sino a no tirar el mantel y desechar lo comprometido. También
tener la fortaleza para hacer avanzar una agenda nueva, que no estaba
contemplada en el programa y que surgió a propósito de los casos de corrupción.
Tener la capacidad de relacionar eso con un tema central que es el cambio de la
Constitución. Hay una Presidenta que logró ver esto como una oportunidad, no
solo como un problema. Combatir la corrupción a través de la regulación y la
transparencia, pero también fortalecer un eje del programa que a mi juicio es
de los fundamentales, que es el cambio de la Constitución.
-¿Y las alusiones a su liderazgo?
-Esto del liderazgo, si es más débil, más vertical o más horizontal, ese
juego que se da en la opinión pública o en los medios, en una perspectiva
oportunista muchas veces, y otras con cierta razón, creo que más allá de si son
autoritarios o carismáticos, son reales cuando se apoyan en el pueblo. Si la
Presidenta, por ejemplo, puso el énfasis en un proceso constituyente que parta
desde la base social, es justamente el liderazgo que se necesita y que hay que
fortalecer.