Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
El jueves 30 de diciembre de 2014 los medios de
comunicación -la inmensa mayoría
controlados por la derecha- lanzaron con indisimulado entusiasmo la noticia de
la “primera” renuncia de un ministro (es
este caso ministra) del Gobierno de la Nueva Mayoría. Helia Molina “renunciaba”
a su cargo de Ministra de Salud.
LAS
RAZONES DE ESTE REGALO DE FIN DE AÑO
Este regalo para la reacción criolla, tuvo por
causa unas declaraciones de la ex Ministra publicadas el jueves 30 de diciembre
de 2014 por el periódico vespertino del clan Edwards “La Segunda”.
La entonces Ministra de Salud, sostuvo: “En
clínicas cuicas, familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas”.
Fue, esta
verdad más grande que la cordillera de
los Andes, el detonante.
La valiente Helia Molina no pidió perdón por sus
palabras. Dijo: “No me arrepiento de
nada de lo que digo”
Pero explicó algo que debe tomarse muy en cuenta:
“Fueron declaraciones ‘off the record’”
El
periódico del poderoso clan Edwards faltó a la ética profesional. No
podía publicar algo entregado a condición de no hacerse público. Sobre todo
cuando el tema de la entrevista era las inversiones en la Salud y no el aborto.
PRESIONES Y RESPUESTA TIMORATA
La reacción ante la publicación de “La Segunda” fue inmediata y contundente. Por
ejemplo, la Asociación de Clínicas de Chile rasgó vestiduras cual blanca paloma
(no olvidar el asesinato de Eduardo Frei Montalva en una de esas “prestigiosas”
clínicas).
Entonces ocurrió algo increíble desde el propio
Ministerio de Salud se desautoriza a la
que era hasta entonces su Ministra. ¿Quiénes están detrás de tan vergonzante
actitud?
Después de ello, no le quedaba a la Ministra sino
renunciar. En vez de encontrar la solidaridad de un Gobierno al que se
entregó leal y eficazmente durante diez meses, éste -en forma timorata- ante la presión de los sectores reaccionarios
le obligó a renunciar.
Entonces nos preguntamos, ¿quién manda hoy en
Chile? ¿Basta unas declaraciones, por “inoportunas” que sean, para dar de baja
una ministra?
Helia Molina abandonó el edificio del
Ministerio en medio de grandes aplausos
de los funcionarios que laboraron con ella. Deja su cargo con la solidaridad y
el aplauso de todos los sectores democráticos del país.
COMO
ANILLO AL DEDO
Casualmente, el finalizar el día de la salida del Ministerio de Salud
de Helia Molina, se levantó el secreto de la investigación del Caso Penta. Lo
que pone nuevamente en un primer plano
un caso en que están involucrados siete honorables de la UDI, quienes habrían sido beneficiados
con el traspaso irregular de dinero a sus campañas electorales de parte del
Grupo Penta.
¡Qué oportuna para la derecha esta primera baja
del Gobierno de la Nueva Mayoría!
ALGO
SOBRE “LA SEGUNDA”
El periódico nació el 26 de julio de 1931, día en
que un poderoso movimiento democrático obligó a renunciar al dictador Carlos
Ibáñez del Campo. Como los acontecimientos de esa fecha fueron tan numerosos no
pudieron ser captados en su totalidad por “Las últimas Noticias”, entonces el
clan Edwards decidió sacar como vespertino “La Segunda”.
Este, como todas las publicaciones de la empresa
El Mercurio y La Tercera (de COPESA) jugaron un siniestro rol de cómplices de
los crímenes de la dictadura de Pinochet. Un solo ejemplo, cuando los agentes
del tirano asesinaron a 119 patriotas, esos órganos reaccionarios difundieron
la noticia de que habían muerto en enfrentamientos entre ellos mismos.
“La Segunda” tituló así en 1975:
¿De un periódico con esta ética, se puede confiar
que respete un off the record?