El día 25 de Junio recién pasado, el escritor proletario Nicómedes Guzmán, cumplió 110 años de su natalicio y para recordar parte de su vida, es que les dejamos este escrito del Historiador Iván Ljubetic Vargas.
Boletín Rojo
En su 110° natalicio:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Cuando conversé con mi tío Juan
Vargas Puebla, el 10 de enero de 1991, en su segunda venida a Chile desde México
donde estaba exiliado, me entregó
importantes testimonios. Se refirió a
hechos y personajes. Entre estos, me
habló con enorme cariño, de su amigo y
compañero, Nicomedes Guzmán, el escritor
proletario con quien tenía interminables conversaciones en torno a un botellón en un bar, allá por San Pablo abajo. Recordaba,
por ejemplo, que cuando fue candidato a diputado por el Partido Comunista en
1945, su amigo Nicomedes le había dedicado hermosas palabras en “El Siglo”.
Efectivamente. Al revisar “El Siglo”
del domingo 4 de febrero de 1945, encontré en su página 2,
un artículo de Nicomedes Guzmán titulado "Un Obrero al Parlamento:
Juan Vargas Puebla", que en su parte final señala:
"Para su dignificación y para
su honra, y para honra y dignificación ciudadana, esta institución democrática
que se llama Parlamento, precisa de hombres como Vargas Puebla, forjados en la
lucha por la realización de las grandes esperanzas populares. Los momentos cruentos que vive la
nacionalidad, la realidad social nuestra, en vísperas de abocarse al gran
período social de la posguerra, necesitan de la equidad, la serenidad y
normalidad que sabrán proporcionarle los legisladores más expertos en la lucha
por los altos postulados del pueblo.
Vargas Puebla debe ir al Parlamento,
porque es un genuino hijo del pueblo, y
porque lo sabrá representar como corresponde a su fe en el triunfo de
los anhelos colectivos..."
NACE EN EL SENO DE UNA FAMILIA PROLETARIA
Oscar Nicomedes Vásquez Guzmán,
nació en Santiago el 25 de junio de 1914. Hijo de Nicomedes Vásquez Arzola y
Rosa Guzmán Acevedo. Su padre desempeñó
varios oficios, entre los que se cuenta el de maquinista tranviario y
ocasionalmente heladero ambulante; su madre, por otro lado, dueña de casa,
suplementaba el ingreso familiar con eventuales trabajos como empleada
doméstica.
En su obra “Los hombres
oscuros” reivindica su origen proletario
dedicando esta novela:
A MI PADRE heladero ambulante
A MI MADRE obrera doméstica
Adoptó el nombre de Nicomedes
Guzmán para firmar sus obras.
EN LA POBLACIÓN EL POLÍGONO
Corría la década de 1930, en Santiago. Óscar Nicomedes Vásquez desempeñaba
diversos oficios. Al pasar por calle San Pablo, de regreso a su población El
Polígono, en la comuna de Quinta Normal, veía decenas de niños desamparados. En
más de una fría noche invernal, llevó a algunos de ellos a su humilde casa
para, junto a su esposa, alimentarlos y vestirlos, a pesar de los escasos
recursos que poseían como familia.
Óscar era el escritor que años
después sería conocido como Nicomedes Guzmán,
que dio vida a una de las obras literarias más grandes concebidas en
nuestro país durante el pasado siglo. Creación de enorme contenido social, que
retrató y reflejó con maestría a las
masas pobres que migraban del campo a la ciudad, que se hacinaban en
conventillos y que vivían en la miseria y luchaban por salir de ella.
SUS OBRAS LITERARIAS
En
1938, luego de sus colaboraciones con la revista infantil “El Peneca”,
publicó su primer libro de poesías “La ceniza y el sueño”, Poco después, en
1939, apareció “Los hombres oscuros”. Y, en 1943, salió a luz su novela
capital: “La sangre y la Esperanza”, situada históricamente en el conflicto de
la huelga de los tranviarios de la década de 1930, es una panorámica de una
variada tipología social.
MILITANTE COMUNISTA
Nicomedes Guzmán ingresó
oficialmente al Partido Comunista el domingo 8 de julio de 1945, en el acto de
clausura de la XVI sesión plenaria del Comité Central del Partido Comunista de
Chile. Se realizó en el teatro Caupolicán que se hizo estrecho para contener a
los asistentes. Junto con él recibieron su carné de militante comunista, el
sabio Alejandro Lipschutz, el poeta Pablo Neruda; el director de la Orquesta
Sinfónica de Chile, Armando Carvajal, la soprano Blanca Hauser, la poeta Olga
Acevedo, el poeta Juvencio Valle; el director del Teatro de la Universidad de
Chile, Pedro de la Barra, la maestra María Marchant y varios destacados
dirigentes sindicales.
MÁS LIBROS
En 1951 Nicomedes Guzmán publicó “La luz viene del mar” y, en 1954, “Una moneda al río y otros
cuentos”
LUCHA Y ESCRIBE
Quizás es el único escritor de
extracción proletaria que participa activamente tanto en la lucha social como
de la creación literaria. Su literatura se aboca a la miseria y a la lucha de
los obreros.
Uno de los valores fundamentales
en el sector social realista de la generación del 80, y sobre todo en la obra
de Nicomedes Guzmán, es la elección de los temas vivos en su momento histórico
y de la vida nacional de la época. Estos temas de Nicomedes Guzmán pueden
resumirse en la injusticia social, la explotación, la vida miserable de los
suburbios, la degradación moral en la pobreza y la corrupción en el poder, y
son tratados en su obra desde una perspectiva de identidad nacional. (Otros
autores de la generación del 80 fueron Francisco Coloane, Carlos Droguett,
Volodia Teitelboim y Fernando Alegría)
DURANTE EL GOBIERNO POPULAR
En el Gobierno de Salvador Allende
la editorial Quimantú publicó 50 mil ejemplares de “La sangre y la esperanza”. Sus
novelas y cuentos aparecieron en los textos de estudio y en los programas del
Ministerio de Educación.
BAJO LA DICTADURA
Después del golpe fascista del 11 de septiembre de 1973, las obras de Nicomedes Guzmán fueron eliminadas de los programas escolares. “La sangre y la esperanza” y “Los hombres oscuros” fueron calificadas de subversivas y quemadas en las hoguera
OBRA LITERARIA
Su obra, que abarca tanto la
novela y el relato como la crítica, cuenta entre sus títulos más importantes:
“Los hombres oscuros” (1939), “La sangre y la esperanza” (1943),). Su
producción literaria indaga en la miseria de las zonas suburbanas y se puede
leer como una profunda reflexión sociohistórica sobre las injusticias sociales
de su época.
Su contacto directo con la miseria
despertó una gran rebeldía y un genuino anhelo de justicia. Su obra, desde su
primer libro de poesía en 1934, hasta
sus novelas más importantes, se dedicó a explorar desde una perspectiva
marxista y metafórica, a la vez, las causas y consecuencias de la desigual de
las clases sociales en la sociedad capitalista.
En su vasta trayectoria, Nicomedes
Guzmán se preocupó de afianzar tradiciones, abrir nuevos surcos profesionales,
impulsar el trabajo de escritores inéditos, divulgar y enriquecer lo nacional
creando medios y tribunas.
DE “LOS HOMBRES OSCUROS”
“A nadie le preocupa este bello
detalle de la vida del conventillo: las mujeres madrugadoras trajinan de su
cuarto a la cocina, de la cocina a su cuarto, en los preparativos del miserable
desayuno; algún chiquillo, en otra pileta, se remoja las legañas; alguna chica
triste, envuelta en un añoso chal desflecado, las crenchas en desorden, echa
los pasos hacia el almacén de la esquina, tras una compra; o una vieja temblona
sale a aguaitar al panadero, seguida por un quiltro flaco y tiñoso, de lentos
movimientos. A nadie le preocupa este detalle. Sin embargo, aquí estoy yo y mi
imaginación, devanando la madeja cotidiana.
El frío bribón de la mañana me da
un aletazo. Y termino por lavarme definitivamente”.
DE “LA SANGRE Y LA ESPERANZA”
“Escuché a mí padre pronunciar
unas últimas y viriles palabras, y gritar: -¡Viva la Federación Obrera!... Y lo
vi lanzarse desde arriba con una agilidad asombrosa. Abajo, unos cuantos brazos
suavizaron su caída. -¡Este hombre, Señor, este hombre! Mi madre, abandonando
sus temores, o tal vez impulsada por los temores mismos, salió puerta afuera. Hombres
y mujeres uniformados subían a tropezones la escalera. Otros corrían ya por la
galería buscando refugio. Los que subían no dejaron bajar a mi mamá, que
regresó a la pieza llorando, mordiéndose y hablando incoherencias. De nuevo en
mi puesto, contemplaba la huida de los hombres en la calle. Muchos se
defendían. Se oían disparos. Resbalaban piafando los caballos en las piedras
mojadas por la llovizna. Había gritos. Insultos. Maldiciones. Mi hermana,
ojerosa, desencajada, temblequeante, no cesaba de rezar. Corriendo por García
Reyes, varios maquinistas, entre ellos mí padre, gritaban con vigor, alzando
los brazos: -¡Al Consejo, compañeros, al Consejo! ¡Al Consejo! Algunos trataban
de reprimir el alud de lanceros. Mas la actitud se perdía en inútil heroísmo,
porque al instante caían barridos por las patas de los caballos. Fue en aquel
instante cuando vi al padre de Zorobabel saltar y colgarse del cuerpo de uno de
los lanceros, derribándolo de la cabalgadura. En el suelo, sobre el ripio
mojado, la lucha no duró un segundo. Una lanza lo ultimó al primer puntazo. Y
allí quedó su cuerpo, sangrante, palpitante aún, junto al del soldado caído,
aplastado por las patas de las bestias acezantes. Más tarde, desde el balcón
mismo de nuestro cuarto, entre mi madre y mi hermana, nerviosas y lloríqueantes
todavía, me enternecí viendo a mi amigo Zorobabel llorar junto al cadáver de su
padre, poco antes de que el carro de la Morgue viniera en busca de los cinco o
seis caídos. El depósito estaba resguardado por doble fila de carabineros. Y
muchos tranvías salían, dirigidos por rompehuelgas e inspectores, llevando en
la plataforma dos o tres soldados bien armados. A mí me parecía que todo
aquello era la celebración del dieciocho de septiembre, por la profusión de
banderas que se veía en las lanzas. Coceaban los caballos sujetos por las
riendas a las barreras de hierro y el aire apestaba a guano fresco”.
LA OBRA DE NICOMEDES GUZMÁN
Narrativa
Los hombres oscuros (1939)
La sangre y la esperanza (1943
Donde nace el alba (1944)
La carne iluminada (1945)
La luz viene del mar (1951)
Una moneda al río y otros cuentos
(1954)
El pan bajo la bota (1960)
Estampas populares de Chile:
Crónicas (2007)
Poesía
Croquis del Corazón (1934)
La ceniza y el sueño (1938)
Antologías
Nuevos cuentistas chilenos (1941)
Antología de Baldomero Lillo
(1955)
Antología de Carlos Pezoa Véliz
(1957)
Autorretrato de Chile (1957)
Antología de cuentos [de] Marta
Brunet (1962)
Antología de cuentos chileno
(póstuma, 1969)
SUS OBRAS SON
IMPERECEDERAS
El corazón proletario de Nicomedes
Guzmán dejó de latir en la madrugada del
26 de junio de 1964, un día después de su cumpleaños número 50. Pero el
escritor obrero sigue viviendo en sus obras y éstas son imperecederas.