martes, 25 de junio de 2024

Conciencia social.

 



Comentario radial y escrito.


 

 





Entiendo la política como una herramienta para razonar la orgánica de un país, de la vida. 

En la objetividad, eso de razonar la orgánica, es una cuestión de clase, de mirar para los lados, dialéctica para resolver las contradicciones que se dan al caminar, las diferencias y los predios. 

Toda mi vida he estado entreverado con los que aplican la política para saltar los enrejados y poder exponer sus ideas, sus vivencias, su ciencia. Ciencia que explican otra manera de vivir, sin que nadie, absolutamente nadie, tenga o se sienta, en una miserable vida. 

Desgraciadamente, estas ideas, sus aplicaciones y sus levantares, provocan una violencia de clase, de tal magnitud, que toda la existencia en el planeta está en un veremos.  

La violencia puede ser un estado, un elemento sabio, maravilloso o un momento de locura insana para avasallar, matar, dominar.  

La violencia, es parte de nuestra natura.  

Por eso el pataleo y grito, al salir a la calle por vez primera. 

Actualmente, eso que la democracia emana del poder del pueblo, de su conquistada y organizada soberanía, hincha a unos, un cuanto hay, y, enflaquece interrogante a otros, también, en un cuanto hay.

Y, hablando honestamente, los que ennoblecen la práctica de la política para el pueblo, son re pocos. 

Es cuestión de sentir por donde anda Atahualpa, Cafrune, Mercedes. 

Es cuestión de saber de Gramsci, de Dimitrov, de Hernández y Lorca. 

Es cuestión de saber, Angela Davis, de Gladys y de Berta, de Lenin, Recabarren, de Gaspar Diaz, de Ramona y de Olegario. 

Y para los que reflexionan, analizan y desenfundan, el enjambre es muy complicado. 

Hoy por ayer y por mañana, me da vergüenza, como ensucian el hacer de la política. 

La ignorancia social, cívica, la ausencia brutal de la empatía es esencial para proteger al poderío conservador, momio.  

No tiene nada que ver con la cultura del pueblo, ella no miente, se miente.   

Los medios de comunicación engalanaban los Juegos Olímpicos 2024 aclamando su sede en Paris, capital del país de la democracia. 

País, que se está apretando actualmente el cilicio.  

Los más menos liberales, quieren subirse alegóricos y empujar el fascismo de Le Pen. 

Francia y Alemania, son países que extrañamente, después de una guerra devastadora y de frio, sean actualmente tan poderosos que tienen en sus manos, el vivir o el morir de Europa...Y, por ende, la incógnita, la incertidumbre en los otros continentes. 

Ellos, y, su gente que componen el riquerio, con otros países, no menos poderosos, como el Reino Unido, Países Bajos, Italia, España, y, los millones y millones que vamos de yapa, en bicicleta, somos cómplices de los sepultureros.  

Una absoluta minoría, dueña de todo, que ya no se esconde, camina de lado, “a lo Mikael Jackson”, a lo Pantera Rosa, es la que tira los dad 

El entender estas cosas, y poder probarlas, me dan ganas de llorar y volver a los andenes anteriores, al vientre.  

Los medios de comunicación informan, divulgan que, gracias a un minucioso plan logístico de inteligencia estadounidense israelí, 4 rehenes en cautiverio por más de 8 meses por Hamás han sido liberados, encontrándose en muy buen estado de salud. 

El inteligente y peligroso asalto por la agresividad de la población Gaza Hari, se ve reflejada en los 274 palestinos muertos en el rescate. 

Fueron bombardeadas casas y edificios, 64 niños no jugarán nunca más, ni con trompos ni volantines; a 57 mujeres, no les importara la ley trans, la del velo, de la tercera pastilla, o la del aborto; 52 ancianos no tendrán jubilación. 

Los que quedaron heridos, por misericordia y bondad, son como 300.  

¡No cacharon ni una! 

Los que alguna vez, fueron tratados por bestias y como a bestias, hoy, en tierras ajenas, hacen lo mismo que la bestia. 

¿O quizás no? 

Sionistas judíos en los campos de exterminio de la bestia parda, no había; la historia no dice nada. 

¿Me ayudan a entender?

Nuestras generaciones de 100 inviernos, para no irme más atrás, para que volver a ese vivir de rapiñas, de invasiones y genocidios, de nuestra historia, pa` que.  

Hoy, enrollamos en alambres de púas, el hacer de las ideas, en expresiones y acciones, haciendo de la humanidad, una carnicería planetaria. 

Yo sé de gente, que, para argumentar y justificar su indiferencia social, dicen que siempre ha sido así. 

El poder del riquerio, es tan poderoso que nos insensibilizan de tal manera, que no entregamos, ni recibimos valores o principios éticos a nuestros contemporáneos, ni tampoco damos, a los que llegan.  

Les mentimos. 

El fascismo me quito todo.  

Con clavos oxidados, amarrando una tragedia como en una longaniza, tuve que nacer de nuevo.  

Y nací cojo, viejo, triste y amargo. 

Los seres humanos que han vivido los exilios andan cojos de por vida. 

Este viajar es muy complicado; los ramales, me han atraído siempre, en ellos, pueden existir ideas, experiencias, para construir caminos nuevos, o, bajarse del viajar. 

Sin embargo, siento que, este ande y bifurcación, que tenemos hoy en el mundo, los cimientos son de barro y muerte. 

Es la única manera de explicarme, la existencia y avance de los perros de presa del Capital, en el poder político, en casi todo el mundo. 

Hemos vendido la posibilidad de hacer de la política una herramienta para parir moral, ética, justicia social. 

Miren ustedes, como el imperialismo tiene arrinconada la inigualable Cuba. Mi vieja hermosa. 

Es una infamia. 

Y el hacer de la política que va formando la conciencia de clase, hoy por hoy, es agua, pan y techo, “es sujeto histórico”, es como la olida al poto de los perros.  

Se identifica integral al enemigo y al amigo de clase también. 

Mucho tiempo atrás, en una reorganización de estamentos antifascistas, escuche una interpelación agresiva de un compañero a otro.: 

¡Usted no tiene, ni instinto de clase! 

Sonó muy fuerte. 

En esos tiempos, los revolucionarios éramos como el orégano. 

Por experiencia espere y calle.  

Una primavera anterior, conocí a uno, que, de tanto disparar, se le tranco la cuestión y siguió tirando balas con la mano. 

En las dos ocasiones, la del instinto de clase, y, la del que tiraba las balas con la mano; fueron en tiempos de incertidumbre; nadie dijo nada.  

Yo tampoco, 

Tu silencio, mi silencio, da crédito y otorga. 

Soy antifascista, mi existencia real de vida, esa del pan, de la casa, del vino, de los amigos, de mi célula, de guitarras y de rabia, me alcanza y me arropa para ser un antifascista militante y activista, y para redondear, soy militante comunista.  

Mi visión particular del fascismo, del nazismo, es que son los perros de presa de los poderosos, están entrenados para cuidar privilegios, para crear caos de espanto, confundir, arrancar; luego por encanto, la cordura vuelve, y se revuelve el naipe de nuevo.  

Suena trágico y chueco, pero espero esa actitud en Ucrania y en Gaza. 

Llegaran financistas, ingenieros y banqueros, como el BlackRock, Repsol, a jugar de nuevo al Monopolio. 

El fascismo, es muy peligroso.  

El fascismo en sí, tienen sus propias ideas, es decir, se arranca con los tarros. Y, la derecha madre, oportunista y zagas, a veces, los basurea en público y los niega.

Son tácticas de aseo, para la foto.  

Para eso fueron creados. 

El fascismo no es como el nazismo. 

El nazismo es visceralmente racista.  

Son altos, robustos, ojos claros, militaristas convencidos, y, que son la última arruga.  

Los chilenos tenemos a un Kast, a un Rojo. 

En mi tiempo había un Pablo, un Guzmán, 

Los Larraín en femenino y de clase alta y oligarca, sembraron odios, en todos los años 60/70. 

El nazismo es programático, de elite, es fanático, inmoral, su misoginia es notable.  

Solo existen ellos y necesitan geografías inmensas, para poblarla con su única y propia gente.  

Fueron motivados para las causales, de la segunda guerra mundial.  

La Unión Soviética, China, ya, se transformaban en escollos que había que anular. 

Colonia Dignidad en Chile, es un genuino ejemplo de su pensar y hacer.  

Imagínense ustedes, las de poblaciones y escuelas que se podrían construir en esos terrenitos. 

Por eso me estrujaba de pena y risa, de la ignorancia y desfachatez de algunos nazistas del sur y del norte de Chile; flacos o gordos, de 1.50 de estatura, mechas tiesas y nariz ñata, portando banderas incitando a una raza superior. 

Reeditados, reeditadas admiradores de Jorge González van Marees. 

En el año 1938, cabros nazistas, intentaron iniciar un golpe de estado en contra de él “León chileno, de Tarapacá”, león número uno; Arturo Alessandri Palma, querían restituir al General Ibáñez del Campo a la presidencia.  

Se tomaron un edificio que pertenecía a la Universidad de Chile. 

No fueron escuchados por sus patrones. 

Consumaron solamente su muerte. 

Apresaron a 63 nazistas y fueron conducidos al edificio de la Caja del Seguro Obrero; 59 de ellos fueron fusilados. 

Esto termino llamándose, “Matanza del Seguro Obrero". 

Estas muertes que se dan por la “guaraca” de la derecha, a veces, se asoman destellos de no sé qué cosas.  

La muerte por fusilamiento repercutió en el país en forma inédita. 

Ni Ibáñez ni Alessandri, fueron “los jovencitos de la película”  

En las elecciones fue elegido presidente el candidato del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda. Su lema: “Gobernar es educar”. 

Presidente, que más tarde, permitiría que Pablo Neruda, rescatara y trajera en el Winnipeg, a refugiados españoles de la guerra civil, acinados en un campo para refugiados en Francia.  

Volviendo a los nazis.  

Ellos necesitan espacios extensos, estructuras, y, las oligarquías de nuestro sur, no comulgan mucho con ellos.  

Los miran como a cuervos.  

Creo más bien, que calza con el empeño criminal que pone Europa y los yanquis, por enviar armas a Ucrania, para que mueran ucranianos, creyendo quizás en la locura, que puedan vencer al gobierno de ese inmenso territorio de la Federación Rusa.  

Deliran que, si cae Rusia, los portones que resguardan el misterio de Asia, se podrán abrir de par en par. 

Creer eso es una locura, una locura siniestra.  

Rusia, China, no necesita para nada territorios de occidente para existir.

Escuchaba a un político de derecha, jinetes del mercado, candidato a un posadero en el parlamento de la Unión Europea, indignado por el avance de la industria automotriz de china, que tenía invadido el mercado de occidente. 

La fabricación de autos eléctricos en España estaba arrinconada, las fábricas tenían que reducir drásticamente personal. 

Es decir, la competitividad en el mercado es buena, solamente cuando el capital es privado y occidental, que pueda así, mangonear a su favor, costos y ganancias. 

El fascismo, es otra cosa.  

El fascismo entra rápido y se arrulla en la pobreza que lleva y viste el pueblo. 

El fascismo puede sin asco ni vergüenza asesinar a un presidente, encarcelar a un alcalde, como lo hace con Daniel Jadue, o llevarse un rio o un lago pa` la casa. 

El fascismo tiene hogares por donde pueda tener cortijo. 

Las Torres, Iraq, Trípoli, Chile, Venezuela, Cuba, El Salvador. 

Es populista, expresa en su discurso las necesidades de la gente común, esa que no tiene “ni instinto de clase”.  

Es totalitario como el nazismo, pero es territorial, nacionalista, localista. 

Se trata de ser emperador, hasta donde mis ojos te vean. No más allá.  

Para eso están, las sucursales con vida propia. 

Viene amasado por una oligarquía terrateniente, rural, de la piedra, del agua, de la independencia, utiliza la inseguridad social, la provoca, manteniendo un país entre “Tongoy y los Vilos”, escena favorable para la delincuencia, para el descontrol intelectual del pueblo. 

Su estructura de poder se fundamenta en la servidumbre, en el nuevo rico, en la ignorancia civil, en la despolitización del proletariado.  

Los resultados de poder, es tan inmensa, tan poderosa, que una alcaldía, un país, una región, un capitán, una intendencia, un abogado, un ladron y criminal, depende del sentir del dueño del fundo. 

Su expresión, su razón de ser, se manifiesta envenenando toda idea que exprese lo contrario a sus postulados.  

La propiedad privada, la familia y la mujer en la cocina o en el bordado, es primordial.  

No es como una supremacía racial, como el nazismo, para el fascismo, es una cuestión de derecho. 

El nazismo en chile, como mastín de sangre o de guaripola no ha funcionado, pero el fascismo, es una obra maestra. 

En una reflexión comentaba que:  

Sin la práctica de la mentira, sin la práctica de la falsedad, que otorga la codicia y la ambición de poder; “la lucha de clases no tendría razón de existir”.  

Estaba equivocado. ofendo la integridad del género humano. 

Puse en duda la conciencia social. Pongo en duda la lucha de clases, como herramienta indispensable, como acequia, para que todos salgan mojados, de acuerdo con lo melgado. 

La lucha de clases te da una identificación social, que te permitirá mirarte al espejo y verte tal cual eres. 

Y ese espejo, es complicado, es de “Blanca Nieve”.  

El pueblo trabajador es inmenso, la izquierda de ese pueblo se pone sectario y levanta en su propia casa, con familia y todo, banderas de Maquiavelo. 

Ese verte, te lo ha dado la sociedad en la que tú has contribuido a levantar. 

El Cuico se verá al espejo y luchará para continuar cuico. Y ese luchar del cuico, del “momiaje transnacional, imperial” que camina de costado, macabro, maligno, torcido por placer.  

Arriesga hasta la última guerra nuclear.  

Si yo me miro al espejo, no me queda otra que apretar los glúteos, ponerles más pepino a los enfrentamientos de clase, acercarme más radios y redes, a través de ellos, ellas, seguir poniendo ladrillos en la muralla, de la justicia social.

 

Alejandro Fischer Alquinta. 

20240616