miércoles, 5 de febrero de 2020

CON CALCULADORA EN MANO





                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                               Centro de Extensión e Investigación
                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER






Quienes presenciaron el lunes 3 y el martes 4 de febrero de 2020 las sesiones del Senado, en que se debatió la acusación constitucional contra el Intendente de la Región Metropolitana, Felipe Guevara, podrían imaginarse que allí cada parlamentario está decidiendo  cómo votar.

Sobre todo, al oír la tan repetida frase inicial: “He escuchado con mucha atención…”

Nada más alejado de la realidad. Todo viene arreglado de antemano. Hay una preparación previa por parte de cada partido. Naturalmente interviene el  Gobierno a través de ministros y otros funcionarios. Conversaciones secretas. Contactos. Cambios de opiniones.

El resultado de esta acusación era muy importante para el gobierno totalmente  a la baja. Una vez más, la Democracia Cristiana jugó el rol de ayudista del régimen neoliberal-pinochetista. Y tratando de evitar el repudio de la gente, fue determinante  en el fracaso de la acusación sin aparecer votando contra ella.

La votación en la Cámara de Diputados del jueves 23 de enero ya dio una señal. Seis diputados de la Democracia Cristiana estuvieron ausentes y otro se abstuvo.

Luego, en la sesión del Senado del martes 4 de febrero  fueron claves las demagógicas intervenciones de Jorge Pizarro y Carolina Goic: que sí, que no, que se abstendrían “como señal política”.

Para aprobar la acusación se necesitaban 22 votos. Sólo logró reunir 18 votos contra 15 por el rechazo y dos abstenciones.

Se sabía que estarían ausentes los senadores José Miguel Insulza y Rabindranath Quinteros del Partido Socialista y Felipe Harboe del PPD.

Entonces la “señal política” de Carolina Goic y Jorge Pizarro inclinó la balanza. A ello se agregó la ausencia de Ximena Rincón también del PDC.

Y  se pudieron abrazar los amigos del Intendente.

Hay senadores que deben una explicación al país. Son los que reciben muchos millones de pesos y no cumplen con sus funciones, que se corren de sus responsabilidades en momentos claves para el país.

José Miguel Insulza  Rabindranath Quinteros ambos del Partido Socialista, Felipe Harboe del PPD y Ximena Rincón de la DC, ¿no sería hora de dejar de recibir sus rigurosas dietas?

¿Y cuándo los camaleones explicarán su extraña “señal política?  
En vez,  de jugar a prestidigitadores, sacando intendentes de un sombrero, debieran seguir el digno ejemplo de sus camaradas Yasna Provoste y Francisco Huenchumilla.