Comentario radial y escrito
Sebastián Edward Figueroa,
economista y escritor; vástago de la familia Edward, esa familia que, en su
seno se columpiaba Agustín Edwards Eastman, dueño del diario El Mercurio, el
mismito que participo con Nixon, Kissinger, en la planificación del golpe
fascista en 1973; escribía, que, le preocupaba mucho la similitud del programa
de gobierno de Jeannett Jara, con el programa de la Unidad Popular de Salvador
Allende.
Y tiene toda la razón.
Aunque, quiero creer, que, el
programa que viene de esta izquierda progresista y permanente como la piedra,
encabezada por una comunista, debe ser encuadernada de otra manera, el país, no
es el mismo.
Hay que revisar, políticamente
responsable, más entendido los andenes que se quieran conseguir y resguardar;
saber resguardar.
Esa cuestión leninista de un paso
para adelante y dos para atrás, es una, llave maestra que arome, escarbe y
vista los caminos.
Este decir de saber resguardar,
tiene que ver con los conceptos, “fuerza propia” dentro de las “correlaciones
de fuerza” que existen y hay que desarrollar.
Los contenidos de los programas de
los diversos candidatos en las primarias les calzaban a los cuatro candidatos.
La elección de Jannette Jara como
candidata de la izquierda, es el triunfo de la madures política del pueblo, de
entender que el habitante comunista es diferente; su pensar, su creer, sus
ansias de construir, su fuerza, su tozudez, viene del amor infinito que le
tiene a la humanidad, al planeta entero.
Quiero asomar las elecciones
parlamentarias de 1973, meses antes de la tragedia fascista, el partido comunista
obtuvo la más alta votación de su historia.
Es decir, el pueblo de Chile
comenzaba a entender el porqué de la problemática que vestía al gobierno
popular.
Su historia de calabozos, de la
ignominia del martirio, de la muerte y la mentira, los transforma en
individuos, individuas diferentes, que saben, entienden, lo que hay que hacer
por la dignidad de vivir.
Es una alegría comprender que el
pueblo haya entendido que el arma más letal que poseen los comunistas es el
saber del lápiz, del pizarrón, de la historia del hambre y prisión, del
conocimiento y explicación del porque somos un país pordiosero, cuando, en
realidad, tenemos tanto recursos como cualquiera, sin la necesidad de matar ni
invadir a nadie.
La Unidad Popular, Gobierno de
Salvador Allende, fue, para nosotros, lo mas hermoso conquistado, es por eso,
que no podemos olvidar jamás, que, fuimos derrotados políticamente.
La cuestión fue horrible, cruel.
Fuimos derrotados políticamente,
y, urge, construir, una actitud revolucionaria vestida omnipotente en la UNIDAD
DE ACCION, para eliminar de esta manera, las estructuras estratégicas y
permanentes de Estado, que han mantenido a nuestro país, por más de 110
años en la pobreza de sus miserias.
La cuestión es muy retriste.
Si no construimos esa UNIDAD DE
ACCIÓN, estaríamos traicionando a la memoria, a nuestra gente que no está,
estaríamos traicionando la siempre mentada democracia.
Estaríamos ignorando las concretas
40 medidas del hacer político de la Unidad Popular. Hacer político, que obligo
al riquerio, a cometer unas de las bellacadas más grande de nuestra historia de
país.
¡Ese es el meollo del asunto!
Lo otro elemental es, que solos,
no llegamos ni a la esquina. Tenemos que estudiar los errores cometidos,
estudiarlos.
Cada paso que se dé tiene sus
particularidades, sus enemigos reales, sus enemigos engrupidos, sus enemigos
ignorantes.
Cosa no tan curiosa, mas bien de
escapulario, la falta de viviendas, las previsiones, fueron urdidas por el
riquerio para ganas poder y recursos para su molino.
Hoy, pretenden seguir, por
costumbre, apretando los callos del pueblo.
Por ahí, tiene que venir el
pedicuro rojo.
Llegar, políticamente a la
realidad de hoy, exige una humildad, una sinceridad inmensa y una armadura de
litio y cobre inquebrantable.
Cuando yo era niño, era como que
si todos eran amigos. Se vivía así, porque así se veía la cuestión.
Yo vivía en un campamento minero,
mi padre era profesor, a mi madre, la sociedad, le tenia pega como dueña de
casa.
Digo esto así, porque es mi
partido quien, tiene por primera vez en su historia de partido, poner el cogote
en la guillotina del buen vivir.
Ahora, para nosotros, no es tan
complicado en los saberes, cumplimos 113 años, luchando por la dignidad del
país.
Sabemos lo que hay que hacer, Y,
hacerlo así, como pensamos, no podemos hacerlo solos, no queremos ser solos,
eso no es democracia, ni menos soberanía. Además, no tenemos la fuerza propia
necesaria para aplicar lo antes luchado.
Me permito la insolencia de decir
que, antes de la batalla presidencial, después de ella y todo el caminar de un
país ejemplar, tenemos que identificar al enemigo inmediato.
Muchos apuntaran a los Patrióticos
de Kast, esos que están salpicados por el crimen en Paine y se hacen los de la
chacra.
No, no son ellos, más bien, es la derecha
de Evelin Matthei. Quizás, no sea la candidata ideal, lleva en su vestido y
figura, la infamia fascista del gobierno militar; pero, en verdad digo que,
ella representa, él poder inmenso del neoliberalismo, que la tiene de
guaripola, es enorme, inmensamente enorme.
Los otros candidatos, son los
bufones de la comparsa, que se roban los votos de la ignorancia.
Matthei, es el juntar, todo el
poderío acumulado a través de corrupciones invisibles por más de 60 años en un
solo uniforme.
Y eso, es harto.
Vean ustedes ese poder de la
oposición, como esta representado en las cámaras legislativas, en el poder
judicial.
En agosto, septiembre, octubre y
noviembre te quiero ver en aulas y calles, en talleres, en cada pedacito de
vida, por ahí te quiero querer revolucionario.
Debemos irnos a los cerros y
quebradas, al desierto y contar que podemos tener todos, una casa bonita con
patio y jardín…Y aquellos, que estudien y sacan un diploma de médico, de
ingeniero, de abogado, de profesor, quizás podrá tener la misma casa con
piscina adentro.
El que tiene terreno para vid y
tubérculos, se les ayudara con el agua o con lo que sea.
El entender este ramal, ayudara a entender
nuestra propia incipiente y anciana revolución.
Yo hablo a través de mi propia
experiencia, me arranco del “cajón con vidrio” y digo:
No hay cosa más hermosa, que
sentirse comunista. He vivido la ternura de la solidaridad, he sentido que
somos habitantes con los mismos derechos y obligaciones. Más obligaciones que
derechos, sin esas obligaciones, no podríamos tener casa propia, con jardín y
piscina.
Y entre obligaciones y derechos,
pueden salir en las coaliciones, instancias inmaduras, que se van por otras
esquinas y declaran Caldera, territorio libre de Atacama.
Hay que tener un cuidado único.
Hay que saber de los orígenes, que
muchas veces, los valores y principios que edificaron esos orígenes no tienen
nada que ver con lo que pensaba Cristo o José Miguel Neyra.
Estos días para mí, han sido muy
complicados, muy inevitables, muy de ausencias que duelen. Me he descuidado de
algunas haceres y decires que no entiendo.
Ese decir, que Jannette Jara,
congelara su militancia comunista.
Yo no sé quien lo invento, me
acuerdo de los “festines de guaguas”, o que la tierra es plana.
El ser militante comunista, es una
postura real, es hacerle amaneceres de combate a las injusticias sociales, es
vencerle al hambre y miseria. Ser comunista es tender su mano para ser dos
contra el odio.
No se puede negar nunca ser
comunista, ni en broma. Nosotros no tenemos gallos como los tuvo Pedro.
En las tareas que se vienen hay
que hablar de los comunistas, tiene que ser necesario el hablar del partido, de
sus errores, porque lo hemos tenido, de sus aciertos y sus sueños.
Este aspecto, tiene que estar en
la bitácora presidencial.
Sino pá que.
Fuimos el vestir de Salvador
Allende.
Llegar al socialismo a través del
sentido común.
Alejandro Fischer Alquinta.
Estocolmo 20250707