domingo, 15 de septiembre de 2024

Ay, recuerdo, que mal te llevo.

 



Comentario radial y escrito

 

 

 


 

 

El miércoles 11 de septiembre del 2024, escribía, que esa fecha es un recuerdo que alforja 609 meses atropellándose “en patota.”  Y sobreviviendo se atragantan, sobreviviendo, se atragantan, se atragantan.

 

Confunden implacable. 

No pueden salir de a uno, están amarrados como helechos. 

En estos 609 meses amalditados, se me asoman en un solo recuerdo, 4 existencias de editorial maligno, los 4, con una misma inmoralidad y origen, que, de alguna manera nos degrada en colectivo y en disparejo.

 

1.- La guerra de la OTAN y Rusia.

2.- El Sionismo, largo tiempo inventado. 

3.-La pérdida de Mercado del Imperialismo mundial 

4.- La inmoralidad desenfrenada.

 

Se me asoma el punto tres; la pérdida de mercado del capital financiero internacional. Tengo que explicarme tanto incidia carajo, tanto crimen de lesa humanidad.

 

O creen ustedes, que el golpe fascista cívico militar del septiembre acuecao, fue solamente porque las 40 medidas del programa de gobierno de la Unidad Popular, asustaron al capital. 

No olviden que, en marzo, en elecciones parlamentarias de ese mismo año, el pueblo, entendió la problemática política, de clase, que provocaba el accionar desestabilizador de la derecha oligarca; y él pueblo lo demostró en las urnas. Eso evito la destitución del presidente Allende, y, lo más importante, la continuación de un gobierno que quería construir a través del entendimiento, del conocimiento, de lo ético y moral, un nuevo país. 

Chile, se estaba convirtiendo en una ventana de puertas abiertas por donde el mundo podía ver, sentir, otra forma de existir, otro mercado, otra relación del hombre con el medio productivo, de entrar en compromisos, en acuerdos, que permitían, despacito, pero seguro, que el poder político, habitara en manos del pueblo.

 

Eso, sería el comienzo de una verdadera libertad, de la verdadera soberanía de los pueblos, allí, en donde descansa la democracia. 

Por decirlo corto, el patio trasero de los gringos no sería nunca más un patio, serian republicas soberanas.

 

Sin injerencia alguna, solo solidaridad internacionalista. 

Lo que sucede hoy Venezuela, en Cuba, en Nicaragua, en Honduras, no escapa a esas garras chupa sangre. 

Este punto tres, tiene que ver también, con el conflicto cobarde y criminal entre occidente, Estados Unidos y Eurasia.

 

¡La propiedad de la tierra! 

En todos los conflictos bélicos en los que está involucrado los Estados Unidos, es por lo mismo. 

Por el poder hegemónico. 

Yo primero, luego, yo también. 

Sientan la tragedia de la mujer afgana.

 

Desde los quemantes granos de arena del Sahara, se escuchan al pueblo heroico saharaui, a lo iracundo digno de Polisario. 

Y los muertos en el Congo, en Yemen, no se ven. 

Esta cuestión bellaca de la Mujer Afgana, tienen orígenes en una versión aterradora, arista y manipulada para sionistas y Talibanes.

 

Quien modelo a Bi Laden, porque las Torres Gemelas, porque la mentira de Iraq, Libia 

¿Quién viste el petróleo de Helena, en una Troya imaginaria, será la OTAN el caballo mastín?

 

Vivimos tiempos de una muerte practicada. 

Por arriba de las pilastras, prostituyen a la pobre Ucrania manipulada, cebándola a exigir armas OTANIANAS, que pueden irracional romper las líneas rojas.

 

Líneas rojas que presagian muerte y destrucción masiva. 

Por debajo del mostrador, las ansias de poder son codicias trasmitidas generación tras generación. Son ciegas, no tienen olfato ni principios.

 

Quieren hacer creer que Rusia, no sabía de las consecuencias de esta guerra mentirosa y complicada.

 

¿Dónde está la razón? 

El Fascismo avanza y se camufla de tal manera, que,  se asoma como un  botón de olivo, en el Congreso Español. Congreso que legisla bajo el amparo de un gobierno denominado progresista, de izquierda, permitiendo y empujando suavemente, que la derecha extrema y momia, proponga reconocer a Edmundo Gonzales, como presidente electo de Venezuela.

 

Es una tragedia que da risa. 

Se me asoma Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, reconocer a Juan Guaidó, presidente Interino de Venezuela. 

Puta el odio pá grande.

 

La culpa la tiene Simón Bolívar y Francisco de Miranda. 

Los que saben y siembran moral, dicen que el fascismo es una ideología peligrosa, y, que los pueblos éticamente civilizados lo tienen proscrito. 

La idea de Venezuela de levantarse iracunda, como pueblo antifascista, es un acierto para la salud de la humanidad.

 

El fascismo es totalitario, nacionalista, antidemocrático y cobijado bajo las alas de la ultraderecha y esta de inmensidad enana de lo fáctico. 

Sin embargo, esas características no lo hacen absolutamente peligroso; actualmente hay gobiernos con esas características, clasistas y antifeministas, racistas; y el mundo occidental, hasta nosotros, los de cordillera y mar, mirando para otro lado, buscamos hacer negocios con patriarcados y tiranías heredadas.

 

Lo peligroso y letal de esta ideología, él fascismo, es, PORQUE LOGRA ATRAER EL APOYO POPULAR. 

Es decir, a cierto pueblo desclasado por la injusticia social, por la miseria, POR LA INFAMIA DE LA EXPLOTACION DEL HOMBRE POR EL HOMBRE, producen lumpen proletario, cívicamente ignorante, inmoral por dentro, inmoral por fuera.

 

Ese pueblo, levanta banderas pardas. 

Sin embargo, se quiera o no se quiera, también es nuestro pueblo.

 

Vean a nuestros verdugos de septiembre. No todos eran de casta, al contrario. 

En todo el mundo capitalista, neoliberal, especialmente en los Estados Unidos, las cuentan, no le salen a su favor y tanto no le salen, que tienen que culpar a medio mundo por su vaticinado derrumbe.

 

Que las migraciones, que los indocumentados, que los totalitarios, que los comunistas. 

Los comunistas, en mi tiempo joven, nos comíamos a las guaguas; actualmente, según Trump, candidato presidencial, atacando con elogios a su contrincante, Kamala Harris, acusándola de marxista, manifestaba que, los inmigrantes se comen gatos y perros.

 

Todo perjuro es válido, incluido el genocidio. 

En verdad, se trata de otra cosa.

 

El gran capital, aplicando el neoliberalismo, las guerras, las injerencias y confiando en su poderío obtenido en la guerra fría, se olvidó, por su altanería y codicia de los países que supuestamente, ya habían sido sobrepasados, vencidos. 

Al despertar de sus ensueños hegemónicos se dieron cuenta que los mercados no estaban, mejor dicho estaban, pero estaban ocupados satisfechos con materia más buena y más barata. 

En Suecia, por ejemplo, parte del Imperio Volvo, tiene ojos achinados, este nuevo integrante obligo a la Ford a desaparecer del mercado de camiones. Unos días atrás una fábrica inmensa de batería, tiene que cerrar el boliche y más aún, le debe al Estado sueco, lo que respira 

La Volkswagen, en Alemania, tiene que cerrar algunas puertas, la industria china es mejor y mas barata.

Con una guerra, con dos guerras, tres guerras y matanzas, desestabilizando todo, corrompiendo todo, creen, que el Gran Capital, pueden recuperar la hegemonía que tuvieron y que ya no tienen.

 

El punto número 4, escapa a todo raciocinio, que clase de sociedad puede concebir esa inmoralidad salvaje, inhumana, como la practicada contra Giséle Pelicot. 

Mujer, que por más de una década era drogada por su marido y violada por hombres infernales incentivados no sé, por qué cosas.

 

Y aún más, se sospecha que no es solo Giséle, hay hijos y nietos. 

Es una pesadilla social…Social y de clase. 

Digo social y de clase, para asomar y avergonzar mi paisito; ver que hace la justicia con Eduardo Macaya, que hace la justicia con las mujeres ucranianas, argentinas y polacas, desnudas esperando en un yate. 

Mujeres condenadas por el mercado, antes que nacieran, a cooperar al placentero vivir de individuos a lo Luis Hermosilla. 

Y anda a saber tú, en esas vidas de poder que engendran la miseria y la pobreza, cuantas victimas más habrá.

 

El fascismo, el nazismo, el sionismo son ideologías inventadas, sanguinarias, con recursos inmensurables, que son aplicadas cuando se teme una revolución político social, que podría construir una sociedad totalmente diferente.

 

Como arreglamos este embrollo… 

Lo que dijo el traidor de la palabra, Vargas Llosa, es cierto; hay que sufragar siempre, pero hay que votar bien. 

Tenemos que educar al pueblo, un pueblo culto, ético, y más encima con conocimientos cívicos , se le hace difícil, muy difícil al imperio, meterse en la cocina. 

Hay que  mostrarle al pueblo, ese que hace las cosas, que son ellos, el sujeto histórico que cambiara la historia. 

Alejandro Fischer Alquinta. 

Estocolmo 20240912