Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El 31 de octubre de 1992, hace 30 años, el papa Juan Pablo
II rehabilitó definitivamente a Galileo Galilei, 359 años, 4 meses y 9 días después de que
fuera condenado por el Santo Oficio a retractarse por defender la teoría
heliocéntrica de Copérnico en la que se establecía que
COPÉRNICO REFUTA VERSIÓN BÍBLICA
Nicolás Copérnico, astrónomo polaco, había expuesto en
1542 su teoría heliocéntrica, que
refutaba la teoría geocéntrica de Ptolomeo, aceptada por
GALILEO GALILEI RESPALDA LAS IDEAS DE COPÉRNICO
En 1632 Galileo publicó su libro “Diálogo acerca de los máximos Sistemas del
Mundo”. En él,
respaldó las ideas de
Copérnico. La obra tuvo gran acogida en
amplios sectores. Ello
molestó a
EL JUICIO
La inquisición lo obligó a comparecer en Roma, acusándolo
de introducir en su libro doctrinas heréticas. Galileo tenía 68 años, estaba
muy enfermo y agotado. El juicio se inició el 9 de abril de 1633 con un
interrogatorio. Ante la falta de pruebas
concretas, se le obligó a confesar bajo la amenaza de que si no lo hacía
sufriría torturas. Galileo aceptó confesar. Lo que lleva a cabo en una
comparecencia ante el tribunal el 30 de abril. Una vez obtenida la confesión,
se le condenó.
El 22 de junio de 1633, el sabio Galileo Galilei fue
obligado por la fatídica Inquisición católica a abjurar de sus ideas
científicas. Fue en el convento romano de Santa María. Luego se leyó la
sentencia. Se le condenó a prisión perpetua. Se le conminó a abjurar sus ideas,
cosa que hizo seguidamente. Tras la abjuración, el papa conmutó la prisión por
arresto domiciliario de por vida. Se le permitió iniciar su pena como invitado
de su amigo el arzobispo de Siena. Luego continuarlo en su villa de Arcetri,
cerca de Florencia, próximo al convento donde residían sus hijas: la hermana
María Celeste y la hermana Arcángela.
Allí, siguió trabajando en el problema del movimiento, cuyo estudio había iniciado en Pisa medio siglo antes
Y SIN EMBARGO SE MUEVE
Galileo Galilei debió vivir confinado
en la villa Arcetri, en las afueras de Florencia. Fue allí donde pronunció su famosa
frase: “Eppur si muove” (“Y sin embargo se mueve”).
Galileo murió el 8 de enero de 1642 en
El 13 de marzo de 1736 se erigió en su honor un Mausoleo
en
La perversa y reaccionaria Inquisición, cruel instrumento
de
No han sido fáciles los
avances de la ciencia sobre las falsas creencias. Muchos héroes del saber
debieron sufrir las penas del infierno de parte de quienes pretendieron poseer
la verdad absoluta. Algunos de esos combatientes por el futuro fueron quemados
en la hoguera.
Gracias a sus sacrificios, la rueda de la historia sigue girando.
El papa Juan Pablo II
pretendió “rehabilitar” a Galileo Galilei. Lo que hizo fue reconocer los
hechos, los porfiados hechos. Lo hizo 359 años, 4 meses y 9 días después de la condena al sabio
italiano.
¿Más vale tarde, que nunca?