Querida compañera, querido
compañero:
Ayer, viernes 25 de mayo de
2018, tuvo lugar en Puente Alto un exitoso
acto inaugural de la recién fundada Filial CEILER CORDILLERA.
Fue un panel que tuvo por
tema la Identidad Chilena y se realizó en la sede del Sindicato de Trabajadores
de la Corporación.
Concurrimos tres directores
del CEILER Central: Alfonso Murúa, Cristóbal Videla y quien escribe esta nota.
El acto se inició con un
emotivo homenaje al querido compañero Max Berrú. Habló el Presidente de la
Filial CEILER CORDILLERA, José Nahuel.
Hubo dos expositores: Daniel
Briones y yo.
Adjunto mi intervención.
Un abrazo,
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
¿Qué se
entiende por identidad?: Es el conjunto de rasgos propios de un individuo o de
una comunidad que los caracterizan frente a los demás.
ALGUNAS VERSIONES DE LA IDENTIDAD
CHILENA
Según Jorge Larraín, existe una
visión militar-racial en que el rol principal
en la conformación de la Identidad chilena lo constituye el ejército y
las guerras.
Este mismo autor señala que “otro
rasgo muy importante de la identidad chilena es la inseguridad. El chileno
siempre se siente inferior frente a los extranjeros, dejándose explotar. Pone
por ejemplo a los pampinos de las salitreras del norte. La falsedad de esta
afirmación es evidente. Recordemos las valientes huelgas de los obreros del
salitre, que fueron aplastadas con brutales masacres por las fuerzas armadas
durante gobiernos reaccionarios:
Masacre en oficina salitrera Chile,
17 de septiembre de 1904; masacre de la
Escuela Santa María de Iquique, el 21 de diciembre de 1907; masacre en la Oficina
salitrera Domeyko, en 1919; masacre en oficina salitrera San Gregorio, el 3 de
febrero de 1921; masacre en oficina salitrera de La Coruña, 4 de junio de 1925;
masacre en la Oficina Maroussia, el 4 de junio de 1925; masacre en oficina
salitrera Pedro de Valdivia, el 17 de
septiembre de 1956.
Según Nicolás Palacios, la identidad
chilena está representada por el “roto chileno”, que es esencialmente bélico.
Según Hernán Godoy, la identidad chilena se forjó durante la
Colonia. Su carácter es una dualidad: sumiso y agresivo indirecto.
¿SOMOS
TODOS LOS CHILENOS IDÉNTICOS, IGUALES?
Veamos…
LAS RAÍCES DE LA ACTUAL SOCIEDAD CHILENA
Finalizado el proceso de la Independencia del sistema colonial español
(1810-1818), Chile pudo vender sus riquezas naturales (plata y cobre) a Inglaterra. Los recursos
obtenidos le permitieron dar gran auge a la minería. Se ampliaron las minas. Surgieron
fundiciones, talleres, fábricas. Para poder exportar los minerales se
construyeron caminos, puentes, puertos, ferrocarriles. Paralelamente
aparecieron formas capitalistas de producción. Y con ellas, dos clases nuevas.
Por un lado, la burguesía o clase capitalista formada por los poseedores de las minas y otras empresas. Por el otro
lado, los que desposeían esas empresas, que para poder
vivir, debían vender su fuerza de trabajo a los capitalistas.
Un obrero tipógrafo, llamado Luis Emilio Recabarren, dio una conferencia
en Rengo el 3 de septiembre de 1910, donde explicó:
“No es posible mirar la sociedad chilena desde un solo punto de vista,
porque toda observación resultaría incompleta. Existen dos clases opuestas”.
EVOLUCIÓN DE CLASE OBRERA: DE UNA CLASE EN SÍ A UNA
CLASE PARA SÍ
La clase obrera chilena surge hacia los años 20 del siglo XIX. Nace
combatiendo. En 1834 se produce la primera huelga obrera en Chile. Fue en el
mineral de plata de Chañarcillo, en la región de Atacama. En el siglo XIX hubo
unas 110 huelgas. Pero hasta el segundo decenio del siglo XX la clase obrera
chilena fue una clase en sí. Existía objetivamente, pero carecía de conciencia
de clase y organizaciones sindicales y políticas propias.
El ya citado obrero metalúrgico Luis Emilio Recabarren, había nacido en
Valparaíso el 6 de julio de 1876. A los 14 años entró a trabajar en una
imprenta de Santiago. A pesar de ser duramente explotado, con largas jornadas y
pésimos salarios, tuvo el valor de leer, de estudiar por su cuenta. Llegó a
tener una importante cultura intelectual y puso sus conocimientos al servicio
de sus hermanos de clase. Se transformó en un líder obrero, siendo el más
grande educador de masas de la historia de Chile.
Empleó la prensa, las
conferencias, las asambleas, las conversaciones personales para educar a
los trabajadores. Logró crear conciencia de clase en amplios sectores de
trabajadores.
El 4 de junio de 1912 en Iquique fundó el Partido Comunista.
El 25 de diciembre de 1919, gracias a su tesonero trabajo nació la
Federación Obrera de Chile, FOCH, la primera central sindical nacional de carácter
clasista.
Cuando culminó esta obra de Recabarren: forjando la conciencia de clase,
creando el partido revolucionario de los trabajadores y fundando la FOCH, la
clase obrera chilena se transformó de una clase en sí en una clase para sí y
jugará un rol cada vez más importante en el desarrollo de la historia de Chile.
LUCHA DE CLASES
Hacia noviembre de 1912, Recabarren escribió: “Las clases existen. Son
un hecho. Desde que existen clases, existe lucha entre ellas.”
En la moderna lucha de clases, los trabajadores enfrentan a sus
explotadores en tres aspectos:
1.- Lucha económica por sus reivindicaciones inmediatas (elevación de
salarios, jornadas de trabajo, seguridad industrial, vacaciones, etc.) El
arma que tienen en esta lucha son las organizaciones sindicales
clasistas. Su instrumento en última instancia es la huelga.
Esta lucha económica ha sido muchas veces transformada en política por
los gobiernos de derecha, interviniendo a favor de los patrones, utilizando a
las fuerzas armadas y perpetrando más de 50 masacres en el siglo XX.
2.- Lucha ideológica para enfrentar y derrotar las ideas regresivas de
la burguesía. Lucha por forjar en los trabajadores conciencia de clase,
conciencia verdadera, es decir que el trabajador piense según sus reales intereses.
Su herramienta es una teoría revolucionaria científica: el marxismo-leninismo.
3.- Lucha política para arrebatar a la burguesía el poder político. Su
instrumento es el partido revolucionario de la clase trabajadora.
NOS PREGUNTAMOS DE NUEVO: ¿EXISTE
UNA IDENTIDAD CHILENA? ¿SOMOS TODOS LOS CHILENOS IDÉNTICOS?
Veamos los hechos, los porfiados hechos.
EN CHILE EXISTE UNA PODEROSA BURGUESÍA
Recabarren refiriéndose al siglo comprendido entre 1810 y 1910, dijo: “Hay progresos evidentes en el
siglo transcurrido, ello no puede negarse. Pero esos progresos corresponden a
la acción de toda la colectividad y en mayor proporción, si se quiere, a la
clase proletaria que es el único agente
de producción, de creación, de ejecución de la ideas y de los pensamientos.
Pero esos progresos ostensibles, son precisamente la causa de la miseria
proletaria. El progreso está construido, pues, con cuotas de miserias.
De todos los progresos que el país se ha beneficiado, al proletariado no
ha correspondido sino contribuir a él, pero para que lo gocen sus adversarios”.
Tiene toda la razón Recabarren. En base a la explotación de los
trabajadores en minas, industrias y
otras empresas y a la especulación financiera, se fue desarrollando una
poderosa clase burguesa o capitalista. Ésta tiene a su cabeza siete
multimillonarios clanes: la familia Luksic, Horst Paulmann, Julio Ponce Leroux, Familia
Matte, Sebastián Piñera, Álvaro Saieh y Luis Enrique Yarur. El año pasado estos
siete clanes reunían un patrimonio de 31.400 millones de dólares. La
construcción de un hospital en Chile cuesta 2.500 millones de dólares. Por
tanto, la fortuna de sólo estos siete clanes en 2017, equivalía a construir 12 hospitales y medio.
Para darnos una idea de lo fabuloso de las fortunas de estos siete
clanes en pesos chilenos corresponde en moneda chilena a 19 billones 939 mil millones de pesos. Un
billón es un millón de millones.
La burguesía chilena, además de tener en sus manos las grandes fortunas,
controla los medios de comunicación y desde el 11 de marzo de 2018 el poder
ejecutivo. Su poder es inmenso.
LOS TRABAJADORES
Frente a la burguesía existen millones de personas que no poseen grandes
ni pequeñas fortunas y que viven de su
trabajo. Son los trabajadores.
En Chile, el ingreso familiar promedio es menor a
30. 563 dólares al año. El de una familia de trabajadores es mucho menor.
Comparemos esta cifra de ingreso
familiar con el patrimonio de Sebastián Piñera, que ocupa el quinto lugar de
los multimillonarios chilenos y que su fortuna
es de 2 mil 700 millones de
dólares. La fortuna de Piñera es 88.342 veces mayor que el ingreso anual
familiar promedio.
¿SOMOS TODOS LOS CHILENOS IDÉNTICOS?
¿Somos idénticos en lo económico los miembros de la burguesía con un
trabajador?
¿Son todos los chilenos iguales en sus condiciones de vida?
¿Tienen todos los habitantes de nuestro país idénticas creencias
religiosas o ideales políticos?
¿Existe una justicia igual para el pobre que para el rico?
¿A QUIENES LES CONVIENE HACER CREER QUE EXISTE UNA IDENTIDAD CHILENA?
A la burguesía y sus cómplices (conscientes o inconscientes). Porque si
la inmensa mayoría de los habitantes de este país tuvieran una conciencia real,
si fueran capaces de darse cuenta como otros, gracias a explotarlos, viven una
vida llena de riquezas y comodidades, la derecha que es la vanguardia política
de la burguesía capitalista, no ganaría ninguna elección.
EL ROL DE LA LUCHA IDEOLÓGICA
Pero, como ocurrió en diciembre de 2017 gana las elecciones
presidenciales. ¿Por qué hay pobres que votan por los ricos, por sus enemigos
de clase?
Porque la burguesía, a través del control que ejerce sobre los medios de
comunicación, lanza constantemente un diluvio de falsas informaciones, oculta
la verdad, miente, engaña. Y ello surte
efecto. Es por eso que, millones de trabajadores tienen una conciencia falsa.
Viven como pobres, endeudados, angustiados por los problemas, pero piensan como
burgueses. En las elecciones o no votan (ayudando con ello a sus enemigos) o marcan preferencia por los representantes
de la clase que los explota. Y están convencidos que todos somos hermanos, que
nos une una bandera tricolor. Estas son falacias, falsedades.
CUANDO LA TRICOLOR FUE MASACRADA
Se iniciaba 1966. Los trabajadores del mineral de cobre de El Salvador
estaban en huelga solidarizando con sus compañeros del mineral El Teniente.
El entonces ministro de Defensa de Eduardo Frei
Montalva, Juan de Dios Carmona, ordenó la ocupación militar de El
Salvador. No había razón alguna para
ello: allí reinaba la tranquilidad y el orden. El operativo tuvo lugar el 11 de
marzo de 1966. Fue realizado por efectivos del Ejército.
Eran alrededor de las 14 horas. En la sede social, trabajadores, mujeres y
niños habían almorzado recién. Algunos
jugaban a las cartas, otros leían o conversaban. También hubo quienes dormitaban. Una comisión lavaba platos y servicios; otra,
ordenaba mesas y bancas. Los niños,
incansables, correteaban alegremente.
De pronto alguien dio la voz de alarma: soldados
habían rodeado el local. Los pequeños,
asustados, corrieron a donde estaban sus padres. Hombres y mujeres se inquietaron.
El oficial a cargo de la tropa, prepotente y
altanero, ordenó desalojar la sede. La
gente se negó. No había motivo para
ello: estaban en su local y no molestaban a nadie. Los trabajadores intentaron
dialogar. La respuesta fue brutal. Los uniformados rompieron los vidrios de las
ventanas y arrojaron bombas lacrimógenas al interior. El aire se hizo irrespirable. Gritos de desesperación y de ira.
Todos salieron corriendo. Unas mujeres se envolvieron con banderas
chilenas, como buscando en el pabellón patrio una protección.
El capitán Alejandro Alvarado Gamboa dio una
orden. Y el estrépito de una descarga se
elevó por encima de los gritos y el ruido de las carreras.
Los soldados dispararon contra la gente
indefensa. Cayeron algunos. Otros siguieron corriendo. Una nueva descarga. Gritos y quejidos.
Una mujer, que llevaba una bandera chilena fue
asesinada. Se llamaba Leopoldina
Chaparro Castillo. Tenía 36 años y
estaba en avanzado estado de embarazo.
Cerca de ella cayó otra: Marta Egurrola de Miles, madre de tres hijos y
otro por nacer.
También cayeron asesinados seis obreros. Ocho muertos y cuarenta heridos fue el saldo
de la masacre. Y, como siempre, después
de una matanza se pretendió culpar a las víctimas.
¿De qué sirvió a esa mujer proletaria cubrirse con la
bandera tricolor?
La bandera de Chile tiene diferentes significados.
Depende de quien la lleve en sus manos.
LA GRAN TAREA: DERROTAR LA PROPAGANDA BURGUESA
Derrotar la propaganda negra de los enemigos de clase es de enorme
importancia. Siguiendo el ejemplo de Luis Emilio Recabarren, el trabajador debe
leer, estudiar la verdadera historia de Chile, conocer las luchas de los trabajadores, saber de las
hermosas lecciones de aquellos que entregaron toda su vida para contribuir a
forjar un Chile mejor. Un Chile sin explotación de los trabajadores, con
democracia, con justicia social, en que todos los seres humanos tengan las
mismas posibilidades.
Ello lo alcanzaremos, como escribió Recabarren en 1910: “aboliendo las diferencias de clases
y convirtiendo a todos en una sola clase de trabajadores, dueños del fruto de
su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes, y con la implantación de un régimen en que la
producción sea un factor común y común también el goce de los productos."
Entonces si, en esa nueva patria nacida de una roja aurora, podremos hablar de una identidad chilena.
Entonces si, en esa nueva patria nacida de una roja aurora, podremos hablar de una identidad chilena.