El mito y la verdad histórica de hace 78 años:
Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Las tropas nazis pisoteaban
Europa. El 22 de junio de 1941, Hitler
inició
PERO…
Pero tuvo lugar la victoria del ejército rojo en
Stalingrado, que marcó el inicio de la gran contraofensiva soviética, En agosto
de 1943 en el Arco de Kursk fueron derrotados los hitlerianos y destruidas grandes cantidades de sus
tanques. En enero de 1944 las hordas nazis habían sido expulsadas del suelo
ruso. Estaba ya claro que el avance soviético era incontenible y que era
cuestión de tiempo que derrotara a Hitler. Entonces, sólo entonces…
“EL PARTIDO DE LOS
FUSILADOS”
El 18 de mayo de 1944, el líder comunista Maurice Thorez, en una alocución por radio, llamó al pueblo francés a la insurrección armada general contra los ocupantes alemanes. No pocos de sus compatriotas habían colaborado con el gobierno establecido en Vichy por Phillipe Petain, Pierre Laval y otros traidores a la nación francesa.
Esos eran los enemigos declarados, pero una parte importante de la burguesía gala también se confabuló con los gobernantes de Vichy, los hitlerianos y los círculos más reaccionarios de Inglaterra y Estados Unidos, para cerrarle el paso a las fuerzas progresistas agrupadas por el Partido Comunista Francés, conocido como “el Partido de los Fusilados” por la alta cuota de sangre ofrendada en la lucha por la liberación de la patria.
EL DESEMBARCO DE NORMANDÍA
El desembarco de Normandía, bajo el nombre en clave de
“Operación Overlord”, tuvo lugar sólo cuando los mandos militares de Estados
Unidos, Inglaterra y otros países occidentales, llegaron a la conclusión que la
heroica lucha de los soviéticos había debilitado sustancialmente a
El 6 de junio de 1944 fue señalado como el Día “D”. En esa fecha, a la una y treinta de la madrugada, empezaron a ser echados al agua los medios de desembarco de tropas y material de guerra. La zona donde debían tomar tierra las fuerzas de invasión —en un sector de 80 kilómetros— estaba defendida únicamente por dos divisiones alemanas del Séptimo Ejército del Tercer Reich.
La noche del 5 al 6 de junio los aliados habían lanzado
tres divisiones de paracaidistas en la retaguardia inmediata del frente con la
misión de destruir las vías de comunicación y evitar la llegada de refuerzos a
las tropas alemanas en la costa. A las seis y treinta de la mañana
arribaron a la orilla las primeras oleadas de invasores. Bajo la cobertura de
los cañones de la flota y de la aviación de apoyo; ese día desembarcaron
156.000 combatientes aliados y sólo aparecieron en el aire 50 aviones enemigos.
En las operaciones de
desembarco participaron 36 divisiones, de entre 15 y 20 000 hombres cada una de
ellas. El mando aliado disponía de 5 mil 49 aviones de caza, mil 467
bombarderos pesados, mil 645 bombarderos medianos y ligeros, 2 mil 316 aviones
de transporte y mil 591 planeadores.
Se utilizaron 6 mil 483 buques,
entre ellos cinco portaaviones, seis acorazados, 25 cruceros, cerca de un
centenar de destructores e igual número de submarinos. Pertenecían a las Marinas de Guerra
y Mercante de Inglaterra, Estados Unidos, Canadá, Holanda, Noruega, Polonia,
Francia y Grecia.
EL SEGUNDO FRENTE
El desembarco de Normandía dejó abierto el Segundo Frente
de
El avance de las tropas
angloestadounidenses en Francia- integradas también por canadienses,
australianos, neozelandeses, franceses libres, etc. — se vio facilitado por el
ejército soviético, que venía triturando a las fuerzas fundamentales de
LOS MAQUIS
Durante toda la ocupación nazi,
las unidades de
Luego de producido el
desembarco de Normandía, atacaron y derrotaron a las guarniciones alemanas en
la dirección del avance de las tropas expedicionarias aliadas, abriéndoles el
camino. Justo en el sector delante de la zona de desembarco los francotiradores
y guerrilleros dirigidos por los comunistas liberaron 42 ciudades y centenares
de pueblo. Contribuyeron así a que las fuerzas desembarcadas pudieran
afianzarse y ampliar la base de operaciones conquistada.
Maurice Thorez, secretario general del PC francés, escribió en su obra “Hijos del Pueblo”: “Después del 6 de junio asistimos a un levantamiento en masa desde Bretaña hasta los Alpes y desde los Pirineos hasta el Jura. Departamentos enteros se liberaban ellos mismos. Es una verdadera insurrección nacional… y aquí los comunistas marchan de nuevo al combate en primera fila”
El historiador francés Pierre de Montauban señaló: “Sin la fijación por la guerrilla de importantes efectivos enemigos, sin los retrasos considerables impuestos por los guerrilleros a las unidades alemanas de intervención, los aliados habrían sido, probablemente, arrojados al mar”. (Cahiers du Communisme, Nº. 8, 1950. p. 61).
¿FUE DECISIVO EL SEGUNDO FRENTE?
Al cumplirse los 75 años del Día “D” se realizaron una serie de ceremonias y se
desató una campaña a través de los medios de comunicación, colocando a ese
episodio como el hecho decisivo en el fin de
Es innegable su importancia y es impresionante la cantidad de soldados y elementos bélicos allí utilizados. Pero no puede negarse que ha sido el episodio bélico más manipulado en la historia de la humanidad. Contrariamente a lo sostenidos por historiadores occidentales y la prensa norteamericana e inglesa, no jugó un rol decisivo en el curso de la guerra. Entre otras cosas, porque el Segundo Frente se abrió tardíamente, cuando la suerte del Tercer Reich estaba ya echada.
A propósito de esto último, el historiador ruso G. Deborin afirmó: “La premeditada demora en la apertura del
Segundo Frente constituyó un grandísimo crimen de los círculos reaccionarios de
Inglaterra y los Estados Unidos. ante todos los pueblos, incluidos el inglés y
el norteamericano, alzados en la lucha contra los esclavizadores fascistas. La
no apertura del Segundo Frente a su debido tiempo costó a los pueblos multitud
de víctimas”.
Casi inmediatamente después del desembarco, el General
Dwight D. Eisenhower, Comandante en Jefe de los ejércitos aliados, exigió a la
población francesa cesar la lucha armada contra los ocupantes alemanes. Por su
parte, el General Koenig, jefe del Estado Mayor del General Charles de Gaulle,
jefe de las fuerzas de
Lo que ambos
pretendían era que
Otra prueba de esa posición antipopular era que, a pesar de
la enorme superioridad numérica y material sobre su adversario, el avance de
las tropas aliadas no pasaba por término medio de 4 kilómetros por día.
El historiador ruso Deborin sostuvo en su “Historia de
La resistencia parisina,
encabezada por los comunistas y dirigida por
el obrero metalúrgico Henri Rol-Tanguy
rodeó rápidamente los núcleos de resistencia de los alemanes. Los
invasores se pusieron de inmediato en posición defensiva y se ordenó a una
división de las SS que se pusiese en camino hacia París.
El 13 de agosto de 1944, los trabajadores del Metro de la
ciudad, así como
El 18 de agosto el Partido Comunista Francés convocó a una
huelga general en la ciudad, Entonces se
incorporaron al alzamiento muchos
obreros parisinos. Se levantaron barricadas, para dificultar los
desplazamientos de los vehículos alemanes. Se produjeron cada vez más violentas escaramuzas con las
tropas alemanas de ocupación, que alcanzaron su punto más alto el 22 de agosto
de 1944.
Por otra parte, se produjeron
combates de importancia en
El 20, el mando de
Por otra parte, junto a los
acontecimientos que se sucedían en el centro de la ciudad, en las afueras se
producían escaramuzas y emboscadas, preparadas por resistentes y partisanos
comunistas.
Luego de obtener la aprobación
del general Charles de Gaulle, el general Leclerc ordenó el avance hacia París
(contra las órdenes de su superiores estadounidenses) a los elementos de vanguardia y
reconocimiento de la 2ª División
Blindada del ejército francés, Formaba parte de ella la 9ª Compañía de
Reconocimiento, al mando del capitán Raymond Dronne, conocida como
UNA VEZ MÁS CONTRA
En vísperas y en el transcurso
de la insurrección de París, en agosto de 1944, los mandos anglo-norteamericano
e hitleriano en Francia sostuvieron negociaciones secretas acerca de la
supuesta retirada voluntaria de los nazis de
Mientras esto sucedía, la
aviación inglesa y la norteamericana bombardeaban los barrios obreros de las
ciudades francesas, que para nada constituían objetivos militares, al tiempo
que destruían los puertos, las fábricas de aviación y otras empresas, tratando
así de debilitar la industria gala y minar toda competencia futura de su parte.
En cambio, en Alemania, esa
misma fuerza aérea destruía también las barriadas obreras, pero respetaba los
objetivos militares del enemigo, como fábricas de guerra y almacenes cuyos
capitales estaban vinculados a monopolios de EE.UU. e Inglaterra.
Sin embargo, todas estas actuaciones increíblemente
traicioneras tenían un freno: el incontenible avance del Ejército Rojo hacia
occidente y la gran pujanza del movimiento guerrillero y de las fuerzas
progresistas en Europa y en las propias naciones capitalistas aliadas.
Por fin, el 23 de agosto se formó en el París liberado por
los patriotas, el gobierno provisional de
A 78 años de ocurrido, los aliados occidentales, siguen
dedicándose a ensalzar y manipular ese Día “D”, el que se produjo cuando casi no era necesario, porque el daño
colosal ya estaba hecho. Londres y Washington habían sido
responsables del retardo de la invasión a Europa más allá de todo raciocinio.
A lo largo de la guerra en el
Viejo Continente, los EE.UU. y sus aliados derrotaron a 176 divisiones
alemanas, mientras el Ejército Rojo destruyó a cerca de 400 de las mejores
grandes unidades de
En el invierno de 1944-45 en Las Ardenas, Bélgica, una gran
contraofensiva germana sobre el frente occidental causó una debacle a las
tropas aliadas que no terminó en catástrofe total, gracias a la grandiosa
ofensiva lanzada por el mando soviético en Polonia, a pedido del premier inglés
Winston Churchill.
El rol decisivo para derrotar la bestia parda lo jugaron los heroicos combatientes del Ejército Rojo.
Esta es la historia verdadera; lo demás, mito.