martes, 3 de septiembre de 2019

LUIS CORVALÁN Y LOS 50 AÑOS DE LA UNIDAD POPULAR (12)







LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE LA UNIDAD POPULAR (I)




                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                               Centro de Extensión e Investigación
                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER








Fue la más corta campaña presidencial de la Izquierda. Apenas duró siete meses y 13 días. Pero, a diferencia de la del 64, fue una campaña a todo vapor. A la ofensiva. Unida a las luchas sociales. Con el activo rol jugado por los cerca de 15 mil Comités de base de la Unidad Popular, los CUP. Estos, además de las tareas propiamente electorales –divulgación del Programa, propaganda, búsqueda de adhesiones, organización de mítines, etc., - tomaron los problemas concretos de la gente del sector en que actuaban, hicieron conciencia sobre ellos e impulsaron la lucha por sus soluciones.

Fue una campaña realizada al calor de los agudos combates de los trabajadores por sus reivindicaciones. Se utilizó, además, la huelga como arma política. Por ejemplo, el 19 de marzo de 1970, paralizó totalmente la zona del carbón en repudio a la visita que a ella efectuó el candidato Alessandri.

El 8 de mayo de 1970, “El Siglo” publicó el informe de Luis Corvalán titulado “Abrir paso al triunfo de la Unidad Popular”, rendido en una sesión plenaria del Comité Central del PC. En él afirmaba:

“La campaña electoral se desarrolla en los marcos de un ascenso victorioso de la lucha reivindicativa de las masas. Sólo en el curso del presente año hemos visto alzarse al combate a cientos de miles de chilenos, que exigen la solución a sus problemas, la satisfacción de sus necesidades más apremiantes... A través de estos combates se definen las posiciones de cada clase, se va plasmando el gran frente único del pueblo, crecen las fuerzas que están por el cambio, se despiertan y acumulan las fuerzas que están por el cambio, se despiertan y acumulan nuevas energías revolucionarias, se va forjando la victoria.” 

El 12 de mayo, en plena campaña presidencial, tuvo lugar el primer paro nacional campesino en la historia de Chile.

Y Salvador Allende fue un excelente candidato.

El 8 de julio, convocados por la CUT, paralizaron sus actividades los trabajadores de todo el país. Fue un paro con claro contenido político: contra los intentos golpistas de la derecha y de los elementos sediciosos de las fuerzas armadas. Ese día hubo concentraciones en muchos puntos del país. Varias en Santiago. En una de éstas, efectuada en Plaza Tropezón, carabineros de civil montaron una provocación y dispararon contra los manifestantes. Cayó asesinado Miguel Ángel Aguilera, un joven comunista, miembro de la Brigada Ramona Parra, de 18 años.

Sus funerales fueron un inmenso río de gente emocionada y combativa, con banderas rojas y consignas que estremecían las calles: “Compañero Miguel Ángel Aguilera... presente.... Ahora y siempre.”

Víctor Jara compuso, en homenaje al joven comunista caído, su hermosa canción “El alma llena de banderas”, que – según afirma Joan Jara, en si libro “Víctor Jara, un canto truncado” – “captaba exactamente aquel fervor y expresaba el sentimiento de una lucha épica en la que hay que afrontar incluso la muerte.”

Esa canción fue la contribución de Víctor Jara al Segundo Festival de la Nueva Canción Chilena, que tuvo lugar en agosto de 1970.

El crimen de la Plaza Tropezón no fue la única acción represiva durante los últimos meses del gobierno de Frei Montalva. En Puente Alto, la policía atacó a estudiantes, dando muerte a dos de ellos: Claudio Pavez y Patricio Núñez.

El 3 de agosto de 1970, Aniceto Rodríguez, entonces Secretario General del Partido Socialista, leyó un discurso a través de una cadena parcial de emisoras. Tenía por título “La violencia reaccionaria democristiana” y denunciaba los crímenes perpetrados bajo la administración del PDC. Sostuvo textualmente:

“En el gobierno de Frei, como nunca en la historia, se han enlutado las banderas del socialismo y del pueblo de Chile. Que nuestros mártires heroicos sirvan para acerar más nuestra voluntad de lucha, para ser los primeros en el combate, los más abnegados, porque ellos cayeron por Chile, por la clase trabajadora, defendiendo el pan, la justicia y la libertad.”

Durante la Campaña electoral, la Unidad Popular hizo públicas las Primeras Cuarenta Medidas del Gobierno de Allende. En ellas se planteaban las soluciones a los problemas más urgentes y sentidos del pueblo. Entre otras: viviendas populares, asistencia médica gratuita en los hospitales, la entrega de medio litro de leche diario a cada niño hasta 15 años, la disolución del Grupo Móvil de Carabineros, etc.

De interés para conocer la situación en las FF AA durante la campaña presidencial es la información que entrega un soldado constitucionalista.

“El martes 4 de agosto – relata el general Carlos Prats en sus “Memorias” – se realiza una reunión en la casa del ministro Ossa (Sergio Ossa Pretot, ministro de Defensa de Frei. Nota del autor), a la que asiste el ministro Rojas (Patricio Rojas, de Interior), los tres Comandantes en Jefe y yo, para analizar el complejo panorama electoral y esclarecer los márgenes de empleo de las FF.AA. y de Carabineros en el mantenimiento del orden público durante el acto electoral. En esa oportunidad, el Almirante Porta cumple con hacer presente la preocupación de la oficialidad de la Armada ante la eventualidad de un triunfo de Allende.

“Schneider – prosigue el general Prats – es enfático en sostener su tesis de que el Mando Militar debe atenerse estrictamente al dictado constitucional, sin que haya cabida para que sectores de las FF.AA. piensen en posiciones al margen de los postulados explícitos de la Carta Fundamental.”

                                                                                         (Continúa)