jueves, 3 de enero de 2013

A 40 años…










A 40 años…


Lo transcurrido de la segunda década de este siglo se viene plagando de celebraciones y conmemoraciones centenarias. Por nombrar algunas, el 2010 Chile celebró su segunda centena con terremoto, tsunami, cambio de gobierno y todo; también en Chile, pero el 2012, el Partido Comunista celebró su primer centenario “a estadio lleno”. Otros siglos recordados se han referido a personas eminentes. Suecia conmemoró el 2012 la muerte de su más conocido escritor, una suerte de Pablo Neruda escandinavo, querido por su pueblo y renegado por la burguesía: August Strinberg, y también se recordaron los 100 años del nacimiento del internacionalmente famoso Raoul Wallenberg, que salvara centenas de judíos en Hungría al término de la segunda guerra mundial. Este año, suecos y chilenos conmemoraremos los 100 del nacimiento del diplomático sueco al que todos debemos innumerables vidas salvadas: Harald Edelstam. Y es en relación a la mayor de sus heroicas acciones que lo traemos a colación ahora: salvar a más de mil personas en nuestro país, transformándose para Suecia en uno de sus héroes. Chilenos, uruguayos, brasileros, argentinos, bolivianos y de otros países, fueron rescatadas por él de las garras fascistas tras el golpe militar el 11 de septiembre de 1973. Ahora se cumplen 40 años de esa fatídica fecha y los chilenos lo recordaremos a lo largo de este 2013.

¿Pero qué es lo que vamos a recordar de esas 4 décadas? No sólo el centenario de ese heroico embajador, por cierto. En ese caso, son 40 años de sus avezadas acciones. Tan solo en ese fatídico septiembre tenemos miles de muertes a partir de la inmolación de nuestro Presidente, Salvador Allende, el asesinato de Víctor Jara, la dudosa muerte de Pablo Neruda simbolizándolos hasta ahora a todos los demás. Y, a partir de ese mes, los horrores de la dictadura, sus intentos de asesinar la democracia, la cultura y el futuro de los jóvenes. Habrá que recordar también los efectos del modelo económico impuesto, que por arte y magia de los acuerdos a espalda del pueblo, se prolongan ya por más de 20 de esos 40 años en el marco de una seudo democracia, amarrada y dependiente.

Además, y esta vez con más énfasis incluso, considerando las ansias de recuperar el pasado, de saber lo ocurrido, de inspirar a los jóvenes que ahora encabezan grandes y justas jornadas reivindicativas junto a los trabajadores, lo que debemos recordar es lo que el fascismo destruyó las realizaciones del gobierno más democrático, progresista y creador de la historia chilena.

Será entonces este año una jornada intensa de recapacitación, de estudio, de reencuentro con la verdad y la justicia y de propuestas… con miras al cambio que las elecciones presidenciales nos deben hacer llegar para, definitivamente, “abrir esas grandes alamedas” por las que un Chile digno caminará siguiendo con nuevas fuerzas y nuevas ideas el ejemplo e ideario de nuestro Presidente mártir.

Sea ésta una incitación para que, recuperando la memoria, hagamos del 2013 un nuevo año luminoso para Chile y sus hermanos latinoamericanos.

Ello implica generar momentos de trabajo y reflexión, buscando aportes en la más amplia y unitaria  constelación de ideas y experiencias colectivas y personales, proponiendo proyectos de actos, seminarios, publicaciones y exposiciones. Pronto estaremos haciéndolas nosotros desde esta página, partiendo por invitar a que configuremos una instancia común y unitaria que refleje el sentimiento común de cambiar Chile para mejor. El inicio del año es ya tarde para asumir esta magna pero digna tarea. 

Germán Perotti

Horas después del nuevo año 2013. 

Publicado por www.victorjara.se