Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
Luis Víctor Cruz Steghmanns nació en Tacna el 25 de agosto de 1892, cuando esta ciudad estaba dentro del territorio chileno. Su padre, Zoilo Cruz, era oriundo de Curicó; su madre, Teodora Steghmanns, de Valdivia.
JOVEN SE INCORPORA A LA LUCHA
Desde niño tuvo ideas libertarias, las que lo impulsaron a incorporarse a las filas comunistas, entregando su vida entera a la causa de la clase obrera. Fue destacado periodista proletario. Participó en la fundación del periódico “El Socialista”, de Antofagasta, que posteriormente pasó a llamarse “El Comunista”, del cual fue su director.
Al lado de Recabarren, luchó más de quince años en Antofagasta. Fue elegido diputado por Tarapacá y Pisagua por el período 1921 – 1924, formando parte de la Comisión de Instrucción Pública de la Cámara.
Entre 1924 y 1925 se desempeñó como Secretario General de la Federación Obrera de Chile, FOCH, primera central sindical nacional, fundada en 1919.
MILITARES Y EL PARTIDO COMUNISTA
En 1924, estando Luis Víctor Cruz a la cabeza de la FOCH, ocurrieron hechos en que relacionaron a militares y obreros.
El 5 de septiembre, se constituyó una Junta Militar y Naval (JMN), en la quedaron representadas casi todas las unidades de la guarnición de Santiago, a través de sus comandantes y ayudantes, participando además un buen número de capitanes y tenientes, además de oficiales de la Marina y Carabineros. Eran 41 miembros en total. La mayoría, progresista.
En una reunión del 6 de septiembre, el capitán Carlos Millán, propuso la formación de una Comisión de Difusión Obrera, que tendría como objetivo contactarse con los sectores populares y organizaciones sindicales. La idea fue aprobada y el propio Capitán Millán quedó a su cabeza. Hubo numerosas reuniones con la FOCH. En ellas participaron Recabarren y Luis Víctor Cruz
El 8 de septiembre, esa Junta Militar Naval presionó al Parlamento y logró que, sobre tabla, se aprobaran 16 proyectos de ley, las llamadas leyes sociales, tramitados por largo tiempo.
ACCIONES EN LA DIVERSIDAD
Luis Emilio Recabarren, Luis
Víctor Cruz y sus camaradas eran antimilitaristas. Recabarren escribió en el
periódico “Justicia”, de Santiago, con fecha 5 de octubre de 1924: “Hemos sido,
somos y seremos siempre antimilitaristas, porque estamos convencidos que el
militarismo es afrenta a toda civilización, es la carga más inútil y más pesada que soportan los pueblos, y es la
amenaza permanente a todos los derechos... El militarismo será siempre la
fuerza opresora con que la clase capitalista explote al pueblo”. Sin embargo,
los comunistas supieron aprovechar la oportunidad que brindaban a los
trabajadores un grupo de militares consecuentes.
Por su parte, Carlos Millán y el resto de la oficialidad progresistas no eran comunistas. Por el contrario. En una entrevista publicada en Ercilla el 28 de julio de 1965, el militar Carlos Millán, ya en retiro, dijo: “Usted me comprenderá si le digo que la muerte de Recabarren, cuando se quitó la vida, me produjo una honda impresión y visité el local en que velaron sus restos como una respuesta personal a la cordialidad de su trato y la amplitud de su criterio social, que me hicieron respetarlo como hombre y antagonista, aun cuando él era el jefe de una doctrina que no acepto y que rechazo”.
Sin embargo, a pesar de sus
diferencias ideológicas, ambos sectores
fueron capaces de realizar actividades comunes.
DOS GOLPES MILITARES
Con el golpe militar del 11 de septiembre de 1924 una Junta reaccionaria tomó el poder, que chocó inmediatamente con la progresista JMN. Ésta fue disuelta el 13 de septiembre. Pero la Comisión de Difusión Obrera siguió funcionando por casi cien días más.
El 19 de diciembre de 1924, Chile fue estremecido con la noticia de la muerte de Luis Emilio Recabarren.
El 23 de enero de 1925, otro golpe militar, llevado a cabo por oficiales progresistas, derrocó la Junta militar reaccionaria. Esta acción fue apoyada por el Partido Comunista y la FOCH. Una Comisión, de la que formó parte Luis Víctor Cruz, se entrevistó con la nueva Junta de Gobierno.
HOMENAJE OBRERO A MILITAR PROGRESISTA
El 26 de abril de 1925, líderes obreros realizaron un acto en homenaje al recientemente ascendido mayor Millán. Fue en reconocimiento hacia la oficialidad que actuó a comienzos de septiembre de 1924 y en enero de 1925.
En esa ocasión, Luis Víctor Cruz pronunció un discurso en representación de la FOCH. En nombre del Partido Comunista, lo hizo Salvador Barra Woll.
El festejado dijo que no le
resultaba extraño el local de los ferroviarios (donde se realizaba el acto),
pues allí “se han efectuado una serie de encuentros entre militares y
trabajadores”. En otra parte de su intervención dijo que “lamentaba el
desaparecimiento del gran idealista obrero Luis Recabarren”.
PERO NO DURÓ MUCHO
Las acciones de ese grupo de militares progresistas fueron un breve, aunque importante, episodio en nuestra historia, que se comenzó a cerrar con el regreso al Gobierno de Arturo Alessandri Palma, que había sido sacado de La Moneda por el golpe reaccionario del 11 de septiembre de 1924 y repuesto en su cargo de Presidente de la República después del golpe del 23 de enero de 1925.
Alessandri retornó de su exilio en Italia en marzo y recuperó la Presidencia, pero en verdad quien asumió el poder fue el coronel Carlos Ibáñez, como Ministro de Guerra. Ello marcó el fin de este período de entendimiento entre militares y obreros, a la vez que el inicio de otro período de represión contra el movimiento obrero.
La masacre de La Coruña, perpetrada el 4 de junio de 1925, fue un nuevo ejemplo que mostró que las fuerzas armadas serán siempre, como dijo Recabarren, “la fuerza opresora con que la clase capitalista explote al pueblo”.
UNA CONFERENCIA ESCLARECEDORA
Luis Víctor Cruz, siendo aún dirigente máximo de la FOCH, dictó en 1925 una charla en Santiago sobre el tema de las leyes sociales y su aplicación. En ella planteó que los revolucionarios (el Partido Comunista y la FOCH) entendían las leyes y reformas sociales como conquistas del proletariado en la lucha de clases, que debían ser aprovechadas por los trabajadores para continuar “haciendo fuego más certero contra la clase capitalista”.
Explicó que la posición ante las
reformas sociales diferenciaba a los revolucionarios de los reformistas, que
planteaban que las reformas permitían por sí solas la liberación total de los
obreros, y de los anarquistas, que negaban absolutamente la eficacia de las
reformas sociales.
HACÍA TEMBLAR LA CÁMARA
Llegó nuevamente a la Cámara de Diputados en 1926, ahora representando a la Séptima Circunscripción Departamental Santiago, por el período que finalizó en 1930, pasando a formar parte de la Comisión Permanente de Industria y Comercio y de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
En las dos oportunidades que ocupó el cargo de diputado, “hizo temblar el hemiciclo parlamentario –como escribió El Siglo con fecha 1º de abril de 1947- por medio de discursos que eran verdaderas proclamas contra el imperialismo que recién sentaba sus reales en el salitre y constituía un Estado dentro del Estado chileno, gracias a la política vendepatria de la oligarquía feudal”.
Por ejemplo, en la sesión del 6 de
mayo de 1926, denunció en la Cámara que la Compañía del Ferrocarril de Tarapacá
destinaba la suma de 90 mil libras esterlinas anuales para pagar jueces,
Ministros de Cortes, diputados y senadores, que actuaban como gestores
administrativos. Incluso, a pesar de las amenazas recibidas, dio a conocer los
nombres de los que actuaban como funcionarios a sueldo de esa empresa.
INTENTARON QUITAR SU NACIONALIDAD
Por todo esto, la reacción vio en Luis Víctor Cruz a un enemigo peligroso e intentó arrebatarle su calidad de diputado e incluso negarle la nacionalidad chilena, argumentado que había nacido -como efectivamente era- en Tacna.
(A raíz de la Guerra del Salitre,
Chile conquistó al Perú la región de Tarapacá. Por medio del Tratado de Paz de
1883, Perú cedió a Chile todo el territorio ocupado por el ejército invasor por
diez años; acordándose que, después de ese lapso, se realizaría un plebiscito para que las poblaciones
de las ciudades del extremo norte decidieran a que país querían
pertenecer. El plebiscito no se llevó a cabo. En vez de éste, el Tratado del 3
de agosto de 1929 resolvió que Tacna pasaba a ser parte del Perú y Arica, de
Chile. Por tanto, hacia 1892, año en que nació Luis Víctor Cruz, Tacna era
territorio chileno y lo siguió siendo hasta agosto de 1929.)
DESTERRADO A MÉXICO
En 1927, iniciada la dictadura de Carlos Ibáñez, Luis Víctor Cruz fue desterrado a México. En ese país, entregó su valioso aporte al movimiento revolucionario del pueblo azteca. Ocupó un alto cargo en la Confederación de Trabajadores de México, CTM. Por esas actividades fue expulsado de esa república.
Regresó a la patria. Volvió a
recorrer la pampa salitrera, educando y organizando.
REGIDOR EN SAN
ANTONIO
Después se trasladó al puerto de
San Antonio, donde fue elegido por dos períodos –de
Luis Víctor Cruz ocupó el puesto de Administrador de El Siglo, cuyo primer ejemplar había sido voceado en las calles de nuestra geografía el 31 de agosto de 1940.
SU ÚLTIMO DISCURSO
Pronunció su último discurso en Rancagua (lo repitió ese mismo día en Graneros) el 19 de diciembre de 1944, con motivo de cumplirse el 20º aniversario de la muerte de su camarada, familiar y amigo, Luis Emilio Recabarren Serrano.
Sus últimos días, aquejado de una larga y terrible enfermedad, los vivió al lado de su hermana Zoila, quien lo cuidó mientras estuvo en el Hospital San José de Santiago, donde falleció a las 22 horas del lunes 31 de marzo de 1947. Sus restos fueron velados en la sede del Comité Central del Partido Comunista de Chile. (Ver “El Siglo”, 1 de abril de 1947)
Los funerales tuvieron lugar el miércoles 2 de abril de 1947. Concurrieron a ellos delegaciones de todo el país.
Dejó cuatro hijos: Germán, Emilio,
Pedro y Teodoro.
UNA CALLE LLEVA SU NOMBRE
En Tejas Verdes (Llo-Lleo)
una calle lleva el nombre de Luis Víctor Cruz. Está
ubicada en dirección a un barrio de sufridos
pescadores, los “boquinos”, ubicado entre la Playa de Llo-Lleo y la
desembocadura (boca) del Río Maipo. Ahí
está su nombre, junto a gente de trabajo, humilde, que cosecha del mar el pez nuestro de cada día.
Sus restos mortales descansan en el
Cementerio General de Santiago, en la misma tumba junto a su camarada, amigo y
familiar Luis Emilio Recabarren Serrano.
Y algo más: en la tumba del
Cementerio General donde descansan los restos mortales de Luis Emilio
Recabarren, sus hermanas y otros familiares, entre ellos Luis Víctor Cruz,
aparece como fecha de fallecimiento de este último el 2 de septiembre de 1947,
cuando su deceso ocurrió el 31 de marzo
de 1947. (Ver “El
Siglo”, 1 de abril de 1947).