sábado, 13 de enero de 2024

Viajando

 


Comentario radial y escrito.

 

 


 

 

De cabro chico se, que, a casi a todos mis congéneres les fascina saber lo del otro. 

Ya sea solamente por saber, por compartir, por divulgarla, por ganarse puntos y estima, por envidia o por entretenimiento. 

Y como todos somos más menos iguales; el entreverado es grande. 

Y no solamente a los de al lado, la geografía no es un obstáculo. Menos ahora, cuando la cibernética te ayuda a no caminar tanto. 

Ese querer saber, no es extraño, es nuestra segunda piel, además, según yo, la curiosidad, el saber, ha sido un factor indispensable para nuestra adaptación, sobrevivencia y desarrollo de nuestra especie humana en el planeta. 

Si el relator, ese que lleva y trae, le pone harto color; tiene asegurado el pan, el techo, la guitarra y el día de mañana. 

Yo soy, uno de esos que cuentan cosas del diario vivir. 

Aclaro; manifiesto cosas, para descubrir la mentira, con la esperanza puesta, que sirva para aunar criterios. 

Llevo como 63 años contando historias, cuentos. 

En mi vida laboral, sobre todo en el exilio, el contar cosas, vivencias, han sido mí “material didáctico”, aunque sea en lengua ajena, diferente. 

Ha sido, mi forma de exponer conocimientos, incentivar a los desafíos, apuntalar, escuchar, animar para saber de los saberes, sobre todo sus consecuencias y desparramos. 

Unos días atrás, por ponerle a unas consecuencias mucho color, me dijeron que era un irrespetuoso. 

Bien retado me dejaron. 

Eso de, al pan pan y al vino vino, se pisan callos y contradicciones. 

Como no decir, que, por la misma tierra que sostuvo al Nazareno, hoy, más de 23.000 seres humanos han sido destrozados, el 70% son niños, niñas. 

¿Qué generación tendrán los palestinos? 

Yo no quiero hablar de muerte, yo quiero saber porque nos matan, porque esas bestiales y extremas diferencias entre los humanos. 

Dicen que el humano puede discernir, entonces porque, una familia cualquiera, y de adonde sea, les va en la vida como las huifas; y ese huifas, se hace cotidiano en todas las generaciones venideras, como en la cuarta generación, “será claro”, que el vivir en pobrerío es la forma de existir. 

Sin derecho al pataleo. 

Y el Mario, tiene casa con jardín y piscina, dos autos y una moto, solamente porque su padre ha trabajado mucho, y el padre de su padre también, el bisabuelo y el tatarabuelo… 

Así, podemos llegar generación tras generación, hasta el Puerto de Palos. 

¿Sera así la cuestión?

“Uno pá mí, otro pá ti, otro pá mí/ Uno på mí, otro pá ti, otro på mí”. 

Cuando yo tenía 9 años, la Revolución Cubana, entraba victoriosa en la morena Habana. 

Cuba, es hoy, el mayor y sublime ejemplo de lealtad a una idea, a la igualdad social, de representación popular, soberana, gigante, impregnada de libertad, responsabilidad soberana, dependiendo solamente de la voluntad de pueblo, de principios y valores que se arropan en : ¡La tierra para el que la trabaja! 

Esto no quiere decir, qué en Cuba, todos anden contentos. 

Pá ná. 

La revolución, en su lucha titánica contra la infamia del Imperio yanki, que no la deja vivir dignamente, engendra anticuerpos, engendrados por la ignorancia, la avaricia y la traición. Todos estos anti-Cuba son apuntalados desde afuera. Por eso, antes de saber andar, hay que entender y practicar la VIGILANCIA REVOLUCIONARIA. 

Al decir esto me duelen todos mis dolores. 

Quiero hablar de Cuba y de sus cosas y me atraganto de jazmines. 

Las distintas colonias imperiales de habla hispana que existieron en nuestro sur tuvieron una misma matriz, ser amo de todo lo conquistado, de todo lo que se ve, de lo que no se ve, de todo lo que brilla. 

Su población colonial, su organización política o administrativa fue también diferente. 

En mi paisito por ejemplo, Chile, los habitantes que vivían al sur del Biobío, eran, son, de “mechas muy cortas y explosivas”; la bravura de las huestes hispanas invasoras, no les llegaban ni a los talones. 

Para poder arrinconar al pueblo Mapuche y a otros genuinos, los invasores fueron poco a poco reemplazados por contingentes convictos, traídos desde cárceles imperiales. 

Más que soldados, eran criminales aventurados con la promesa de ser liberados por sus servicios a prestar. 

Es decir, matar. 

No sé cuántos convictos fueron traídos desde España para enfrentar a los guerreros del sur al Biobío. 

Cuantos millones de mestizos salimos de esas llamas, de esos malones sin baile. 

Es cuestión de censo. 

O creen ustedes acaso, que ese peculiar hablar que poseemos, tan diferentes al resto del sur y siempre en transformación, es porque somos choros. 

Nuestra piel mestiza, nos dice, que tantos esclavos traídos de África, a Chile no llegaron. 

Además, Bernardo O’Higgins había abolido la esclavitud. 

Chile fue una Capitanía, una organización que necesitaba puros milico, sedientos de domar Araucanía. 

Cuando Concepción fue construida, sus diez primeros años, los Mapuches la destruyeron 3 veces. 

Experimentando vergüenza y una hipocresía descomunal, digo que la tierra de Lautaro y Galvarino, de Guacolda, fue robada, sin preguntarle a ningún Toqui o Machi; fue ultrajada, vejada por el Estado de Chile, que la anexo al Estado como propiedad privada. 

Han pasado más de 200 años de ocupación cobarde. 

Los Virreinatos, es decir la organización imperial y pomposa estaban en el Perú, en el Rio de la Plata, Argentina y sobre todo en “la Nueva España”. 

La Nueva España”, abarco México y la parte norte de américa del sur, como El Salvador, Guatemala, Honduras y otros. 

Esta región, Nueva España, antes de la llegada de los invasores genocidas, estaban habitadas por civilizaciones con un desarrollo integral, que no tenían nada que envidiarles a los invasores u a otros ladrones de la época. 

Recuerdo lo dicho por una mujer, cuyo nombre no recuerdo y que no vale la pena recordar, que no podemos comparar las impresionantes civilizaciones europeas con las de nuestro sur. 

Ustedes saben de los calendarios sangrientos y golpes de mando que se dieron en Francia con su Revolución y sobre todo, la foto que ponen para ensordecer el silencio, la “Toma de la Bastilla”. 

Igualdad, Fraternidad, Libertad 

Dicen que las revueltas en Francia, por conseguir la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad dieron fin al calendario absolutista del feudalismo. 

Que existan hoy en día, monarquías republicanas, es una contradicción propia de las añoranzas. 

Trato de explicarme los cambios sociales, brutales y políticos, de artefactos, de herramientas que arrinconaron y cambiaron su mundo del trabajo, la forma de producción, de organización y de una clase media, que, mantiene irrefutablemente en el poder al “riquerio”, vestido para la historia con mameluco, corona o corbata. 

Cuando el pueblo, ese que hace las cosas, se organiza y comienza a cuestionar a rebelarse de la infame vida que lleva, ese vivir infeliz riendo, el riquerio se siente amenazado y actualiza sus medios de influencias y de poder. 

Cuando esas dos clases se enfrentan, una clase alta con serios problemas de ganancias, de estancamiento, la clase trabajadora se agita rebelde, tenaz; la clase media, no haya para donde mirar, se descontrola. 

No puede deshojar margaritas, una situación revolucionaria puede ser de tal magnitud, que puede perder pan y pedazo. 

Mejor espera y aguaita: Va pa arriba, va pa abajo, se queda en el medio, se va pa abajo...Anda loca…Y más cínica que el que vendió el agua. 

En América latina Los golpes de Estados, las revueltas sociales, las persecuciones políticas, eran cuestiones de todos los días. 

Al término de la segunda guerra mundial, derrotado el fascismo, la justicia social, como concepto ideológico de la clase obrera, argumentado sobre todo por el hacer heroico del Ejército Rojo, del desarrollo industrial de la Unión Soviética, se transformó concreto y deseado, en una actitud de lucha ideológica. 

En Chile, esa actitud política, de clase fue, es, un peligro enorme para el Imperio gringo, quien comenzó a utilizar como “caballo de troya” un anticomunismo salvaje, ignorante, y reaccionario; por ejemplo, 76 años atrás formulando la “Ley de defensa permanente de la democracia”, dejando al Partido de Comunista de Chile, fuera de la ley por 10 activos años. 

La justicia social es una instancia de vida, siempre en desarrollo, siempre a la par de los grandes logros integrales del hacer de la humanidad. La Justicia social está en la dignidad del trabajo. 

Años atrás, “los viejos” me responsabilizaron de una actuación en la Universidad de Estocolmo del “TROPICANA”. 

Ha sido, lo más cerca que he estado de mi país caribeño; entendí como en un cuento a José Martí, a Fidel, a Haydee, a Camilo, a Raúl, a Vilma. 

Una vez, siendo niño, le robe a una hermana de mi padre, unos habanos que había traído de un viaje a Cuba. Tres días anduve enfermo. 

Si no fuera por el Gobierno Cubano, comunista, Cuba no existiría. Habría sido multiplicado el burdel, el cartel, la trata de blanca y negras también, la corrupción rastrera y servil del Imperio. 

Vean ustedes a Haití, vean Republica Dominicana, sientan a Puerto Rico con Trump tirándole papel higiénico. 

Aquí me quedo…Estoy cansado y espantado con y por, la ira de los pudientes.

 

Alejandro Fischer Alquinta. 

Estocolmo 20240108