sábado, 31 de marzo de 2018


En el 101 aniversario de su nacimiento:

 

             HERNAN RAMIREZ NECOCHEA



                                                                        
                                                                  Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                                                   Centro de Extensión e Investigación
                                                                   Luis Emilio Recabarren,  CEILER

                                                      


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Hernán Ramírez Necochea   nació en Santiago el 29 de marzo de 1917. En 1934   ingresó al Partido Comunista de Chile, en el que militó hasta su muerte y, en ese mismo año,  comenzó a estudiar en el Instituto Pedagógico. En 1938  recibió el título de Licenciado en Filosofía con mención en Historia.
Realizó estudios en Estados Unidos, Inglaterra, España, Unión Soviética y Checoslovaquia.

EN EL INSTITUTO PEDAGÓGICO
Ejerció como profesor de historia en liceos de Santiago. En 1945 comenzó  a trabajar en  el Instituto Pedagógico, como ayudante de cátedra del profesor Juan Gómez Millas.
En 1952,  fue profesor fundador de la cátedra de Historia Económica y Social.

“LA GUERRA CIVIL DE 1891”
Su primer libro, titulado  “La Guerra Civil de 1891”,  tiene un extenso prólogo  del historiador Guillermo Feliú Cruz. En él, refiriéndose a Hernán Ramírez, relató: “Me tocó conocerlo y apreciarlo  en el Departamento de Historia en la época en que fue mi alumno. Era casi un niño. Dentro de una seriedad desconcertante, disciplinado, estudioso, fino y delicado en su trato, Hernán Ramírez poseía un temperamento ardiente, apasionado y reflexivo. Un profundo don de observación le distinguía de sus compañeros”.
“En Hernán Ramírez –continuaba don Guillermo Feliú Cruz- me ha parecido ver, por la claridad del pensamiento y la disciplina de su espíritu, un artista embebido en los estudios históricos. El don de la armonía me parece su más acentuada característica intelectual”.
Finalizaba  su prólogo  afirmando: “Lo que yo no había conocido y nunca consideré un factor decisivo en las causas de la Revolución de 1891, era la acción de esta aristocracia, mejor dicho ahora con precisión, de una plutocracia al servicio de intereses que no fueran los permanentes del país... Esta es una conclusión desafortunada a la que  he llegado después de la lectura de este libro.”
Ya en esa, su primera obra, Hernán Ramírez Necochea, demostró sus  notables cualidades: un historiador serio, documentado y muy riguroso que, utilizando el marxismo, desentrañó las claves para explicar muchos momentos de la historia de Chile.

“HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO”
En 1956,  fue publicado su libro “Historia del Movimiento Obrero en Chile. Antecedentes- Siglo XIX”.
En la introducción de esta notable obra, escribió Hernán Ramírez:
“Ni la clase  obrera ni el movimiento por ella generado han merecido la  debida atención de los hombres de estudio; existe así, inédito, un gran capítulo de la historia nacional...  Ha llegado el momento de llenar este vacío”
Uno de los méritos de este libro  fue demostrar con antecedentes irrefutables que la lucha obrera no apareció en Chile, como sostienen algunos historiadores, sólo en el siglo XX, sino en la centuria anterior. En 1834, se produjo en el mineral de plata de Chañarcillo la primera huelga obrera y durante los restantes años del siglo XIX hubo no menos de 110.

“BALMACEDA Y LA CONTRARREVOLUCIÓN DE 1891”
Hernán Ramírez tenía una notable modestia y gran sentido autocrítico. En 1958  apareció su tercer libro: “Balmaceda y la Contrarrevolución de 1891”.
En él explicó:   “En 1951 publiqué un libro titulado ‘La guerra Civil de 1891. Antecedentes económicos’.  Esa obra, a pesar de sus defectos –que reconozco-, encontró benévola y favorable acogida; tanto así, que a los pocos meses de publicada, la edición se agotó.
Desde entonces para acá –continúa el historiador-,  he tenido oportunidad suficiente para reflexionar sobre las observaciones muy atinadas hechas por lectores, colegas y críticos. Por otra parte, en estos siete años, realicé nuevas investigaciones  tanto en Chile como en Inglaterra... A la luz de los nuevos elementos de juicio que había logrado reunir, emprendí la tarea de rehacer el libro publicado en 1951, introduciendo algunas modificaciones importantes en su estructura”.

DIRIGENTE SINDICAL DEL MAGISTERIO
Hernán Ramírez  fue un responsable y activo miembro de la organización sindical del Magisterio, un luchador decidido por la educación del Estado. Participó en varios eventos de su gremio,  la Sociedad Nacional de Profesores, que agrupaba a los maestros de liceos. Por ejemplo, en la Tercera Convención Nacional, efectuada en abril de 1958., Hernán presentó un documentado trabajo sobre el profesorado secundario y el Estado Docente. Sus tesis sirvieron de base para algunas de las resoluciones aprobadas en esa Tercera Convención, realizada durante el  segundo Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo.
Una de ellas,  planteaba “la reducción del monstruoso horario de 36 horas que actualmente desempeñan los profesores de Educación Secundaria y declarar que ninguna reforma podrá prosperar mientras el profesorado carezca de tiempo suficiente para el estudio, la reflexión y el perfeccionamiento de su profesión docente”.
Otra resolución, sobre el estado Docente,  exigía: “Que el total de subvenciones destinadas a colegios particulares se supriman y los dineros pasen  a integrar el Fondo Nacional de Educación.”   Era abril de 1958.
En esa Convención de los maestros secundarios del país, Hernán Ramírez fue elegido director de la Sociedad Nacional de Profesores, SONAP.

“ANTECEDENTES ECONÓMICOS DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE”
En 1959 fue editado el cuarto libro de Hernán Ramírez. Su título “Antecedentes económicos de la Independencia de Chile”. En el Prefacio, el autor escribió: “El juicio que merezca este ensayo a los estudiosos y a los lectores interesados en la materia, será una referencia muy valiosa en la prosecución de mis estudios sobre la historia económica de Chile; me permitirá aquilatar en que medida la orientación de mis esfuerzos es correcta y científicamente válida”.
En esa obra planteó, refiriéndose a la principal causa de la Independencia:
”Hacia fines del siglo XVIII, las posibilidades de mayor expansión de nuestro país eran entrabadas por su calidad de colonia. Todos sus elementos, comprimidos por la potencia metropolitana y por estructura del Imperio habían llegado a un máximo de crecimiento posible dentro del molde colonial. Pero,  las férreas ligaduras que le ataban a España, impedían que tales elementos –dotados ya de propias energías- pudieran continuar su desarrollo. Se suscitó de esta manera un antagonismo o contradicción entre los intereses de Chile y los de la Metrópoli”.
En otra parte agregaba: “Los pocos patriotas que ‘pensaron’ la Independencia, representaron la conciencia naciente de un profundo proceso en desarrollo; ellos actuaron con tesón y audacia y, colocados en una encrucijada pudieron dar cima a sus propósitos”.

“HISTORIA DEL IMPERIALISMO EN CHILE”
En 1960 publicó Hernán Ramírez su quinto libro, “Historia del imperialismo en Chile”. Esta obra le sirvió de base para obtener el grado de Doctor en Ciencias Históricas en la Universidad Carolina de Praga.

“ORÍGENES Y FORMACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE”
En 1965 apareció su sexto libro. Título: “Orígenes y formación del Partido Comunista de Chile”. En el prefacio escribió: “El estudio de su pasado  (del Partido)  permite desentrañar con nitidez la dinámica de la lucha de clases en Chile; es decir, permite ver la totalidad de las fuerzas que operan en la sociedad, la naturaleza y orientación de esas fuerzas, las contradicciones  que hay entre ellas y la forma cómo se comportan”
“ESTADOS UNIDOS Y AMÉRICA LATINA”
También en 1965 se publicó su obra “Estados Unidos y América Latina. 1930-1965”.Colección Realidad americana. Colección vertientes de la libertad. Editora Austral, 1965. 298 páginas.
Finaliza esta obra, escribiendo: La revolución latinoamericana está en marcha; ha comenzado un movimiento semejante al de 1810. Los pueblos de América Latina, gradualmente y con vigor, se colocan a la altura de esa legión de próceres –conocidos y anónimos- a quienes todos veneran porque tuvieron el coraje de rebelarse y de luchar bravamente contra los metrópolis que sojuzgaban a sus patrias.
“Esta epopeya que tenemos por delante la van a escribir las masas hambrientas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados, la van a escribir las masas progresistas; los intelectuales honestos y brillantes que tanto abundan en nuestras sufridas tierras de América Latina; lucha de masas y de ideas; epopeya que llevarán adelante muchos pueblos maltratados y despreciados por el imperialismo, nuestros pueblos desconocidos hasta hoy que empiezan a quitarse el sueño. Nos consideraba rebaño impotente y sumiso y ya se empieza a asustar de ese rebaño: rebaño gigante de doscientos millones de latinoamericanos en los que advierte ya a sus sepultureros el capital monopolista norteamericano”(*)
(*) Segunda Declaración de la Habana. 1962.

EL DECANO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA
En 1967,  Hernán Ramírez  fue elegido decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, jugando desde cargo un importante papel en las luchas por la reforma universitaria.
En entrevista publicada por la revista Araucaria Nº 3  de 1978,  a la pregunta  de si   la Reforma 1967- 1969  fue  fundamentalmente obra del  movimiento estudiantil,  respondió:
“En gran medida, sí. Los estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso primero, de  la Universidad Católica de Chile enseguida y luego los de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, fueron quienes asumieron la responsabilidad de promover el proceso reformista en sus respectivas corporaciones. Pero, muy rápidamente, encontraron eco entre los académicos...”
El entrevistador interrumpe: “¿Y usted qué papel desempeñó? Porque recuerdo muy bien que se le llamó el ‘Decano de la Reforma’.”
Contestó Hernán Ramírez, con su característica modestia:
“Me parece que en asuntos como los que ahora merecen nuestra atención, las actuaciones personales no cuentan mayormente. En realidad,  me correspondió desempeñar cierto papel en la reforma de la Universidad de Chile. Creo que en esto, el azar y las circunstancias tuvieron mucho que hacer. Pienso que fundamentalmente fui intérprete, portavoz y ejecutor de la voluntad de mi Facultad, prácticamente de toda ella. En algún sentido, fui punto de convergencia de aspiraciones colectivas y pude actuar en función de ellas. Por otro lado, pienso que mi militancia política –que de ningún modo menoscababa mi condición de universitario, sino más bien la enriquecía- y aún mi calidad de profesor de Historia, me permitieron ser sensible a los procesos que tenían lugar en el país y comprender el lugar que en ellos correspondía a la Universidad”.
EN EL EXILIO
El 11 de septiembre de 1973 se produjo el golpe militar que instauró la dictadura fascista. Hernán Ramírez, como muchos otros patriotas, debió salir al exilio. Tenía 56 años de edad.  Vivió el destierro en París, junto a su esposa la profesora Matilde Aguirre. Desde Francia siguió atentamente lo que ocurría en Chile.  Participó en las acciones solidarias con la lucha del pueblo contra la tiranía. Trabajó en la Universidad de Vicennes.
Falleció en el destierro, en París,  el 21 de octubre de 1979.

“LAS FUERZAS ARMADAS Y LA POLÍTICA EN CHILE”
En 1984 fue publicado por la Casa de Chile en México su libro “Las Fuerzas Armadas y la política en Chile”. En él se explica:
“El profesor Hernán Ramírez Necochea trabajaba aún en el presente texto, cuando la muerte interrumpió una vida y una obra plenas de significado”.

SEGUNDA EDICIÓN DE “ORÍGENES Y FORMACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE”
También en 1984, la editorial Progreso de Moscú publicó una segunda edición de “Origen y Formación del Partido Comunista de Chile”.
En el prólogo  firmado  en París en junio de 1979, sólo cuatro meses antes de su fallecimiento, Hernán Ramírez  relató:
“Este libro debió haberse publicado en Chile a fines de 1973. Sin embargo, los acontecimientos que han tenido lugar a partir del 11 de septiembre de ese año, impidieron que tal cosa sucediera. Sus originales fueron quemados  y sólo pudo salvarse una fracción del primer borrador manuscrito. Venciendo no pocas dificultades, pude rehacer el trabajo que el lector tiene ahora en sus manos”.
Más adelante señaló: “He reescrito este libro en un tiempo de tinieblas para mi Patria... Con él he querido, antes que nada, rendir mi modesto  y emocionado homenaje de admiración y respeto a todos mis compatriotas que fueron inmolados o martirizados, que sufrieron y sufren el terror, que no se han doblegado, que conservan su integridad de hombres y de ciudadanos dignos y que combatieron y combaten –hasta el sacrificio- por el restablecimiento de la paz, la justicia y la libertad de Chile y por la reanudación del curso de una historia nacional que nos enorgullece y que ha sido ominosamente  interrumpido.”