Estimados compañeros,
compañeras amigos y amigas:
Con motivo de conmemorarse
hoy 19 de diciembre 91 años del fallecimiento de Luis Emilio Recabarren
Serrano, el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren CEILER,
la Confederación de trabajadores de la Construcción, La Fetram, la Universidad
Abierta Luis Emilio Recabarren y la Municipalidad de Recoleta, convocaron a
homenajear al Padre del Movimiento Obrero Chileno y Fundador del Partido
Comunista de Chile.
Hicieron uso de la palabra
el compañero Max Berrú, el compañero José Santos por la CNTC y el Vice
Presidente del CEILER compañero Iván Ljubetic, adjuntamos su intervención en
este emotivo acto.
Saludos fraternales
Carlota Espina
Secretaria ejecutiva
CEILER
RECABARREN
91 AÑOS DESPUÉS
Hace 91 años, un día como
hoy, el 19 de diciembre de 1924, alrededor de las 7 de la mañana, en esta misma
comuna de Recoleta, en una casa ubicada en calle Santa Filomena 195, con una
pistola máuser, Luis Emilio Recabarren Serrano, puso fin a su existencia y
entró por los umbrales de la
inmortalidad.
¡Cuánta falta nos haces,
maestro y guía, 91 años después de tu
partida!
Cuánta falta nos haces –Recabarren-
hoy en la compleja situación que vivimos,
cuando necesitamos de tu sabiduría, de
tu fuerza revolucionaria, de tu espíritu de
sacrifico.
Hoy, cuando el movimiento
obrero, que tú forjaste en el segundo decenio del siglo XX, aún no se recupera
de los terribles golpes que le asestó la dictadura fascista.
Ahora, cuando amplios
sectores de trabajadores carecen de conciencia de clase; cuando el movimiento
sindical está débil y maniatado con el plan laboral de José Piñera, desde los
tiempos de la dictadura cívico-militar fascista; cuando el Partido que tú
fundaste en 1912, es pequeño.
Cuánta falta nos hace
–Recabarren- tu decisión y acción para
crear conciencia de clase en los trabajadores. Tu incansable labor de educador
de masas. Tus 11 periódicos. Tus numerosos artículos en la prensa obrera.
Tu clara convicción sobre
el rol del único medio de comunicación con que entonces se contaba.
En 1899 escribiste: “La
prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por
donde debemos andar”.
En 1901, señalaste: “La
prensa obrera, tiene por misión sagrada, contribuir a la ilustración, y difundir la cultura en las costumbres de
los pueblos”.
En 1906, enfatizaste: “La prensa es la voz del pueblo. No hay periódico insignificante. El más pequeño es
tan terrible como el más formidable ariete”.
Y en tu histórico discurso del 15 de julio de
1921 en la Cámara, expresaste: “Yo encuentro de una sublimidad majestuosa el
pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores,
lancheros de Tocopilla- que soñaban con
tener una imprenta. Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos, juntaron el dinero para comprar una imprenta
y publicar un periódico”.
¿Qué dirías tú, qué harías
tú hoy –Recabarren-, ante la ofensiva
reaccionaria a través de sus poderosos medios de comunicación y la casi nula
respuesta de los revolucionarios?
Estamos seguros que no
aceptarías que la CUT no tenga un periódico y una radio, menos aún que tu
Partido no posea un diario, que
cotidianamente libre la imprescindible lucha ideológica contra los enemigos de
clase.
Recabarren, cuánta falta
nos hace tu ingenio, tu creatividad y capacidad para utilizar el teatro, las
canciones, el arte, para educar y crear conciencia en los trabajadores.
Tú no conociste radio ni
televisión. Pero de haber existido en tu tiempo, las habría sabido utilizar. No
nos cabe la menor duda.
Cómo te echamos de menos
-Recabarren- impulsando a los trabajadores a salir a la calle, a defender la Reforma Laboral, contra la cual
se lanzan los grandes patrones, los mismos que compran parlamentarios para
defender sus intereses, que hacen
colusión y elevan sus super ganancias a costa de la gente sencilla, a los que
se unen parlamentarios de la derecha y algunos senadores de la Nueva Mayoría,
como el inefable Ignacio Walker. Reforma
Laboral, que fue aprobada por la Cámara de diputados, pero que ahora, desde el Ejecutivo, concretamente el
ministro de hacienda, el PPD Rodrigo Valdés,
y la ministra del trabajo, la democratacristiana Ximena Rincón, intentan desvirtuarla en su esencia.
Cómo nos hace falta
–Recabarren- tu voz potente y tu actitud
educadora, en la Cámara de Diputados para hablar –como nos cuenta Elías Lafertte- “ante los
honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario
sencillo y claro, con su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que
tenía que decir, las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones
indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las cuestiones más revolucionarias; todo lo
exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones” (Cierre
de comillas)
Cómo nos falta –Recabarren-
tu internacionalismo consecuente y sin
vacilaciones. Capaz de tener una profunda visión de la llamada Guerra del
Pacífico, como cuando en tu conferencia dictada en Rengo en septiembre de 1910,
dijiste:
“La clase capitalista, o burguesa como la
llamamos, ha hecho evidentes progresos a partir de los últimos cincuenta años,
pero muy notablemente después de la
guerra de conquista de 1879 en que la clase gobernante de Chile anexó la región
salitrera”.
Internacionalismo, del que
nos entrega su testimonio el historiador boliviano Guillermo Lora, quien
escribió: “En 1919, inspirada por Luis Emilio Recabarren, la Federación Obrera
de Chile se dirigió a las Organizaciones Obreras Bolivianas para estrechar
relaciones y procurar una actuación coordinada”.
En ese documento, la recién
fundada FOCH planteó: “Debemos considerar,
queridos compañeros, que todos
los que pertenecemos a la clase trabajadora no podemos contar con más apoyo que
el que puedan proporcionarnos nuestros hermanos y que jamás podremos conseguir
el triunfo de nuestros ideales si no formamos un block único y sólido, capaz de
oponer formal resistencia a este monstruo fatídico y avasallador: La
explotación capitalista…”
Finalizaba esa nota,
llamando a “consolidar fuertemente el cariño que mutuamente se profesan las
clases trabajadoras de Bolivia y Chile”
Y por entonces, habían
transcurrido sólo 36 años del fin de la guerra del salitre, en la que murieron
23 mil soldados chilenos, bolivianos y peruanos, para que el salitre pasara a
manos del imperialismo británico.
Hace 91 años, un día como
hoy, el 19 de diciembre de 1924 alrededor de las 7 de la mañana, en esta misma
comuna de Recoleta, en una casa ubicada en calle Santa Filomena 195, con una
pistola máuser, Luis Emilio Recabarren Serrano, puso fin a su existencia y
entró por los umbrales de la
inmortalidad.
Desde hace 91 años no
tenemos su presencia física. Pero siguen vivos, actuales, su pensamiento, su
obra, su ejemplo. Y hay miles de recabarrenistas que, leales a su legado,
entregan lo mejor de sí para continuar por la senda del obrero tipógrafo.
Un puñado de ellos, hemos
constituido el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren,
CEILER.
Y hoy, junto a la
Municipalidad de Recoleta, la Confederación Nacional de Sindicatos de
Trabajadores de la Construcción, la Universidad Abierta Luis Emilio Recabarren
y la Federación de Trabajadores de la Región Metropolitana, FETRAM, hemos
convocado a este homenaje al padre del Movimiento Obrero chileno, al fundador
del Partido Comunista de Chile, al reconstructor del movimiento sindical
clasista, al impulsor de la prensa y la cultura proletaria, al ejemplar
diputado comunista.
Estamos aquí plenos de
optimismo, de fuerzas, para continuar caminando por el difícil, pero hermoso
camino que nos señaló el más grande educador de masas de la historia de Chile.
Por eso, con Pablo Neruda,
decimos:
“Recabarren, hijo de Chile,
padre de Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierras y tormentos
nace la fuerza de los días
venideros y vencedores.
Tú eres la patria, pampa y pueblo,
arena, arcilla, escuela, casa,
resurrección, puño, ofensiva,
orden, desfile, ataque, trigo,
lucha, grandeza, resistencia.
Recabarren, bajo tu mirada
juramos limpiar las heridas
mutilaciones de la patria.
Juramos que la libertad
levantará su flor desnuda
sobre la arena deshonrada.
Juramos continuar tu camino
hasta la victoria del pueblo”.