domingo, 20 de diciembre de 2015

RECABARREN 91 AÑOS DESPUÉS


Estimados compañeros, compañeras amigos y amigas:

Con motivo de conmemorarse hoy 19 de diciembre 91 años del fallecimiento de Luis Emilio Recabarren Serrano, el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren CEILER, la Confederación de trabajadores de la Construcción, La Fetram, la Universidad Abierta Luis Emilio Recabarren y la Municipalidad de Recoleta, convocaron a homenajear al Padre del Movimiento Obrero Chileno y Fundador del Partido Comunista de Chile.
Hicieron uso de la palabra el compañero Max Berrú, el compañero José Santos por la CNTC y el Vice Presidente del CEILER compañero Iván Ljubetic, adjuntamos su intervención en este emotivo acto.
Saludos fraternales

Carlota Espina
Secretaria ejecutiva

CEILER





RECABARREN 91 AÑOS DESPUÉS


Hace 91 años, un día como hoy, el 19 de diciembre de 1924, alrededor de las 7 de la mañana, en esta misma comuna de Recoleta, en una casa ubicada en calle Santa Filomena 195, con una pistola máuser, Luis Emilio Recabarren Serrano, puso fin a su existencia y entró por los umbrales de la  inmortalidad.
¡Cuánta falta nos haces, maestro y guía,  91 años después de tu partida!
Cuánta falta nos haces –Recabarren-  hoy en la compleja situación que vivimos,  cuando necesitamos de tu sabiduría, de tu fuerza revolucionaria, de tu espíritu de  sacrifico.
Hoy, cuando el movimiento obrero, que tú forjaste en el segundo decenio del siglo XX, aún no se recupera de los terribles golpes que le asestó la dictadura fascista. 
Ahora, cuando amplios sectores de trabajadores carecen de conciencia de clase; cuando el movimiento sindical está débil y maniatado con el plan laboral de José Piñera, desde los tiempos de la dictadura cívico-militar fascista; cuando el Partido que tú fundaste en 1912, es pequeño.
Cuánta falta nos hace –Recabarren-  tu decisión y acción para crear conciencia de clase en los trabajadores. Tu incansable labor de educador de masas. Tus  11 periódicos. Tus  numerosos artículos  en la prensa obrera.
Tu clara convicción sobre el rol del único medio de comunicación con que entonces se contaba.
En 1899 escribiste: “La prensa obrera es como la luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
En 1901, señalaste: “La prensa obrera, tiene por misión sagrada, contribuir a la ilustración,   y difundir la cultura en las costumbres de los pueblos”.
En 1906, enfatizaste: “La prensa es la voz del pueblo. No hay  periódico insignificante. El más pequeño es tan terrible como el más formidable ariete”.
 Y en tu histórico discurso del 15 de julio de 1921 en la Cámara, expresaste: “Yo encuentro de una sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores, lancheros de Tocopilla-  que soñaban con tener una imprenta. Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos,  juntaron el dinero para comprar una imprenta y publicar un periódico”.

¿Qué dirías tú, qué harías tú hoy –Recabarren-,  ante la ofensiva reaccionaria a través de sus poderosos medios de comunicación y la casi nula respuesta de los revolucionarios?
Estamos seguros que no aceptarías que la CUT no tenga un periódico y una radio, menos aún que tu Partido no posea  un diario, que cotidianamente libre la imprescindible lucha ideológica contra los enemigos de clase.
Recabarren, cuánta falta nos hace tu ingenio, tu creatividad y capacidad para utilizar el teatro, las canciones, el arte, para educar y crear conciencia en los trabajadores.
Tú no conociste radio ni televisión. Pero de haber existido en tu tiempo, las habría sabido utilizar. No nos cabe la menor duda.
Cómo te echamos de menos -Recabarren- impulsando a los trabajadores a salir a la calle, a  defender la Reforma Laboral, contra la cual se lanzan los grandes patrones, los mismos que compran parlamentarios para defender sus intereses,  que hacen colusión y elevan sus super ganancias a costa de la gente sencilla, a los que se unen parlamentarios de la derecha y algunos senadores de la Nueva Mayoría, como el inefable Ignacio Walker.  Reforma Laboral, que fue aprobada por la Cámara de diputados, pero que  ahora, desde el Ejecutivo, concretamente el ministro de hacienda, el PPD Rodrigo Valdés,  y la ministra del trabajo, la democratacristiana Ximena Rincón,  intentan desvirtuarla en su esencia.
Cómo nos hace falta –Recabarren-  tu voz potente y tu actitud educadora, en la Cámara de Diputados para hablar  –como nos cuenta Elías Lafertte- “ante los honorables, lo mismo que ante los obreros, sin modificar su vocabulario sencillo y claro, con su tono tranquilo, sus convicciones firmes. Las cosas que tenía que decir, las decía tranquilamente, impertérrito ante las interrupciones indignadas de sus enemigos de clase. No tenía empacho en plantear las  cuestiones más revolucionarias; todo lo exponía con la sinceridad del que tiene bien arraigadas sus convicciones” (Cierre de comillas)
Cómo nos falta –Recabarren-  tu internacionalismo consecuente y sin vacilaciones. Capaz de tener una profunda visión de la llamada Guerra del Pacífico, como cuando en tu conferencia dictada en Rengo en septiembre de 1910, dijiste:
 “La clase capitalista, o burguesa como la llamamos, ha hecho evidentes progresos a partir de los últimos cincuenta años, pero muy notablemente después de la guerra de conquista de 1879 en que la clase gobernante de Chile anexó la región salitrera”. 
Internacionalismo, del que nos entrega su testimonio el historiador boliviano Guillermo Lora, quien escribió: “En 1919, inspirada por Luis Emilio Recabarren, la Federación Obrera de Chile se dirigió a las Organizaciones Obreras Bolivianas para estrechar relaciones y procurar una actuación coordinada”.
En ese documento, la recién fundada FOCH planteó: “Debemos considerar,  queridos compañeros,  que todos los que pertenecemos a la clase trabajadora no podemos contar con más apoyo que el que puedan proporcionarnos nuestros hermanos y que jamás podremos conseguir el triunfo de nuestros ideales si no formamos un block único y sólido, capaz de oponer formal resistencia a este monstruo fatídico y avasallador: La explotación capitalista…”
Finalizaba esa nota, llamando a “consolidar fuertemente el cariño que mutuamente se profesan las clases trabajadoras de Bolivia y Chile”
Y por entonces, habían transcurrido sólo 36 años del fin de la guerra del salitre, en la que murieron 23 mil soldados chilenos, bolivianos y peruanos, para que el salitre pasara a manos del imperialismo británico.  
Hace 91 años, un día como hoy, el 19 de diciembre de 1924 alrededor de las 7 de la mañana, en esta misma comuna de Recoleta, en una casa ubicada en calle Santa Filomena 195, con una pistola máuser, Luis Emilio Recabarren Serrano, puso fin a su existencia y entró por los umbrales de la  inmortalidad.
Desde hace 91 años no tenemos su presencia física. Pero siguen vivos, actuales, su pensamiento, su obra, su ejemplo. Y hay miles de recabarrenistas que, leales a su legado, entregan lo mejor de sí para continuar por la senda del obrero tipógrafo.
Un puñado de ellos, hemos constituido el Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER.
Y hoy, junto a la Municipalidad de Recoleta, la Confederación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de la Construcción, la Universidad Abierta Luis Emilio Recabarren y la Federación de Trabajadores de la Región Metropolitana, FETRAM, hemos convocado a este homenaje al padre del Movimiento Obrero chileno, al fundador del Partido Comunista de Chile, al reconstructor del movimiento sindical clasista, al impulsor de la prensa y la cultura proletaria, al ejemplar diputado comunista.
Estamos aquí plenos de optimismo, de fuerzas, para continuar caminando por el difícil, pero hermoso camino que nos señaló el más grande educador de masas de la historia de Chile.
Por eso, con Pablo Neruda, decimos:
“Recabarren, hijo de Chile,
padre de Chile, padre nuestro,
en tu construcción, en tu línea
fraguada en tierras y tormentos
nace la fuerza de los días
venideros y vencedores.

Tú eres la patria, pampa y pueblo,
arena, arcilla, escuela, casa,
resurrección, puño, ofensiva,
orden, desfile, ataque, trigo,
lucha, grandeza, resistencia.

Recabarren, bajo tu mirada
juramos limpiar las heridas
mutilaciones de la patria.

Juramos que la libertad
levantará su flor desnuda
sobre la arena deshonrada.

Juramos continuar tu camino
hasta la victoria del pueblo”.