En el 128 aniversario de su nacimiento:
EL
GENERAL DE LOS HOMBRES LIBRES
Iván Ljubetic
Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Augusto Nicolás Calderón Sandino nació el 18 de mayo de 1895 en la ciudad de
Niquinohomo (Departamento de Masaya, Nicaragua). Hijo de Gregorio Sandino -un
adinerado cultivador de café-, y Margarita Calderón, una indígena sirvienta en
la plantación de éste. En
TESTIGO DE
Sandino tenía 17 años de edad, cuando en julio de 1912,
presenció la primera intervención de las tropas estadounidenses en Nicaragua
Éstas apoyaron al Gobierno conservador del presidente Adolfo Díaz, ante a una
sublevación en su contra. El 4 de octubre de 1912, el general
liberal Benjamín Zeledón, murió en combate
al ser derrotadas sus fuerzas de la fortaleza de El Coyotepe, tras
feroces combates en la entrada de la ciudad de Masaya. El joven Sandino quedó
impresionado con la imagen del general patriota, cuyo cadáver era llevado en
una carreta por los Marines para ser sepultado en el pueblo de Catarina.
SE FORJA COMO COMBATIENTE ANTIIMPERIALISTA
En 1921 Sandino se
dirigió a la costa caribeña de Nicaragua. Después a Honduras, donde trabajó como
empleado en un ingenio azucarero.
En 1923 viajó a Guatemala, donde laboró en las
plantaciones de
Durante su estada en México
comenzó a tomar parte en diversos grupos
revolucionarios. Sandino
se convirtió en un ferviente defensor del nacionalismo y, sobre todo, del
antiimperialismo, en particular en la resistencia contra la ocupación
estadounidense. Sandino regresó a Nicaragua el 10 de junio de1923.
GABRIELA MISTRAL SOLIDARIZA CON SANDINO
En ese año 1923, Gabriela Mistral, poeta chilena Premio
Nobel de Literatura, llamó a los pueblos
del continente a sumarse al pequeño David que enfrentaba al Goliat prepotente.
Se refería a la lucha por
Convocó, con voz encendida, a los jóvenes para que formaran una legión de
combatientes e ir a pelear junto a los hermanos
nicaragüenses, ofrendando –decía-
incluso lo más preciado que tiene el ser humano, su propia sangre, en
señal absoluta de sacrificio solidario.
GENERAL DEL EJÉRCITO LIBERAL
Durante
Alcanzó varias victorias sobre
las tropas conservadoras. Ello atrajo nuevos efectivos a
su columna, la llamada Columna Segoviana. Llegó a contar con 800 hombres de
caballería. Los triunfos de Sandino, contribuyeron -en parte- para que los
liberales tomaran la iniciativa en la guerra y empezaron el avance general
hacia el Pacífico.
GOBIERNO AUTORIZA INTERVENCIÓN
YANQUI
El 6 de febrero de 1927, los
liberales sitiaron la ciudad de Chinandega. Luego de cruentos combates,
lograron tomarla. Quedaron numerosos muertos y heridos de ambos bandos.
Entonces el presidente nicaragüense autorizó al Mayor James J. Meade para que sus marines reemplazaran a las
tropas conservadoras en la defensa de Managua, pues con la caída de Chinandega,
la capital quedó seriamente amenazada.
El 19 de febrero de 1927, una
compañía de marines ocupó Chinandega. Para entonces, el número de marinos
estadounidenses en Nicaragua había ascendido a 5.000 y 464 oficiales. Los
invasores participaban activamente en los conflictos internos de Nicaragua.
SANDINO SE REBELA CONTRA
TRAICIÓN
Ante el eminente peligro de
una intervención directa de Estados Unidos contra los liberales, el jefe de su
ejército, José María Moncada, decidió pactar. A pesar que tenía el control sobre casi todo el
país, se rindió a la entrada de Managua.
Con fecha 4 de mayo de 1926 firmó
el Pacto del Espino Negro, en que aceptó
la continuidad del gobierno conservador hasta las elecciones de 1928.
Sandino se opuso a la paz impuesta por las fuerzas de
ocupación y se retiró al inexpugnable cerro El Chipote, donde tenía su base
principal.
En respuesta a la cobarde
acción de Moncada, Sandino exclamó: “No me vendo, ni me rindo. Yo quiero
patria libre o morir”. A partir de ese momento enarboló una bandera roja a la
que agregó una franja negra. Así señaló su decisión de que la lucha sería hasta
conseguir la libertad o la muerte.
SANDINO INICIA LUCHA CONTRA INVASORES
Con sólo veintinueve hombres (eran 30 con él) y 40 rifles,
Sandino inició una guerra nacional contra el invasor y los gobiernos
entreguistas de Díaz y Moncada.
En un Manifiesto fechado el 2 de septiembre de 1927, Sandino planteó que: ya no se trataba de una guerra
civil, sino una lucha entre patriotas e invasores, porque tanto conservadores
como liberales habían pedido la intervención de los marines estadounidenses.
Poco a poco Sandino incrementó sus efectivos, hasta llegar
a tener unos 6000 hombres. Era el llamado Ejército Defensor de
El 16 de julio de 1927 tuvo
lugar la histórica batalla de
Ocotal. Sandino, después de tomar casi
toda la ciudad, fue obligado a retirarse
luego que sus tropas fueran diezmadas por aviones de la marina
estadounidense que bombardearon y ametrallaron la ciudad.
La población civil de Ocotal
sufrió el primer bombardeo aéreo por un
escuadrón de aviones de la historia de la aviación militar.
En este primer combate,
Sandino fue derrotado por la preparación y poder de fuego de los marines. Entonces
empleó la guerra de guerrillas.
En el combate de "El
Bramadero" (27 de febrero de 1928), las tropas de Sandino infligieron una
terrible derrota a una patrulla de invasores. En la fase final del combate los
sandinistas utilizaron los temibles machetes, herramientas de trabajo del
campesino nicaragüense convertidas en eficaces armas blancas capaces de
decapitar de un solo tajo a un hombre. A partir de ese momento los marines,
quienes llamaban «bandidos o bandoleros» a los hombres de Sandino, empezaron a
llamarlos «guerrilleros».
SANDINO HONRA DE LATINOAMÉRICA
En 1928, estando en París
volvió a escribir sobre el héroe nicaragüense: “El general Sandino carga sobre
sus hombros vigorosos de hombre rústico, su espalda viril de herrero o
forjador, con la honra de todos nosotros. Gracias a él la derrota nicaragüense
será un duelo y no vergüenza; gracias a él, cuando la zancada de botas de siete
leguas que es la norteamericana, vaya bajando hacia el Sur, los del Sur se acordarán de ‘los dos mil
de Sandino’ para hacer lo mismo”. (Citado por Mario Céspedes en Recados para
América. Textos de Gabriela Mistral”. Santiago, 1978, página 45)
Al comprobar los oficiales
estadounidenses que los marines eran incapaces de derrotar a los soldados de
Sandino, decidieron emplear la táctica de enfrentar a nativos contra nativos. Comenzaron a formar
un nuevo ejército nicaragüense, la llamada Guardia Nacional de
Nicaragua, entrenado, equipado y financiado por EE. UU., y comandado por
oficiales estadounidenses. Si bien esto significó un aumento considerable de
las tropas que combatían a Sandino, no influyó en el curso de la guerra de
forma significativa.
Los sandinistas expandieron sus zonas de operaciones más
allá de Las Segovias alcanzando zonas de Jinotega, Matagalpa, Chontales, Boaco,
Chinandega, la costa Caribe e incluso la capital Managua. Las
propiedades de los estadounidenses eran destruidas en los numerosos ataques
sandinistas, y los colaboracionistas capturados eran sumariamente ejecutados.
NICARAGUA NO ES UNA
COLONIA
En 1931, estando en Nueva York, Gabriela Mistral escribió un recado titulado “La cacería de Sandino”. Allí
denunció:
“Míster Hoover (Herbert Klark Hoover presidente de EE UU
entre 1929 y 1933) ha declarado a Sandino ‘fuera de la ley’. Ignorando eso que
llaman derecho internacional, se entiende, sin embargo, que los Estados Unidos
hablan del territorio nicaragüense como del propio, porque no se comprende la
declaración sino como lanzada sobre uno de sus ciudadanos: ‘Fuera de la ley
norteamericana’...
“La frase cocedora de Mr. Hoover suena como ese Halalí de
las grandes cacerías, cuando sobre la presa que ha asomado el bulto en un claro
del bosque, el cuerno llamador arroja a la jauría. Es numerosa la jauría esta vez hasta ser fantástica:
sobre unas lomas caerán cinco mil hombres y decena de aeroplanos. También
equivale la frase a la otra de uso primitivo: ‘Tantos miles de pesos por tal
cabeza’, usada en toda la tierra por los hombres de presa.
Lástima grande que la cabeza enlodada del herrero que la
prensa yanqui llama bandido, sea, por rara ocurrencia, una cabeza a la cual
sigue anhelante el continente donde vive toda su raza y una pieza que desde
Europa llaman de héroe nato y de criatura providencial los que saben nombrar
bien...
Mr. Hoover, mal informado a pesar de sus veintiún
embajadas, no sabe que el hombrecito Sandino, moruno, plebeyo e infeliz ha
tomado como un garfio la admiración de su raza, excepto uno que otro
traidorzuelo o alma seca del Sur.”
(Mario Céspedes: obra citada, páginas 92 y 93)
SE VAN LOS MARINES
En 1933 el presidente Franklin Délano Roosevelt proclamó
la “política de buena vecindad”, lo que significaba la retirada de todas las
fuerzas militares de Estados Unidos de los países de la cuenca del Caribe,
incluyendo Nicaragua. Sin embargo, conscientes de su derrota, ya desde
hacía algún tiempo los marines preparaban su retirada: paulatinamente dejaron
de participar en los combates, y no sólo entrenaban clases y soldados, sino
también oficiales nativos.
En 1933 las fuerzas estadounidenses oficialmente
abandonaron el territorio nicaragüense, sin haber podido matar o capturar a su
enemigo, y menos aún vencerlo.
Retirado los marines, Sandino envió al nuevo presidente
liberal, Juan Bautista Sacasa, una propuesta de paz, que fue aceptada. El 2 de
febrero de 1933 terminó oficialmente la guerra. El ejército de Sandino,
exceptuando a un grupo de protección de 100 hombres, fue oficialmente
desarmado.
EL ASESINATO DE SANDINO
En la noche del 21
de febrero de 1934 Augusto César Sandino -en compañía de su padre,
Gregorio Sandino, el escritor Sofonías Salvatierra (ministro de Agricultura) y
sus lugartenientes, generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor- acudieron
a una cena en
Al día siguiente,
LOS SOMOZAS
EN 1936 Anastasio
Somoza García derrocó al presidente
Sacasa y se tomó el poder. Gobernó de
manera dictatorial durante 40 años, con breves períodos en los que imponía un
presidente títere y contando siempre con el respaldo de EE. UU. Esto le
permitió acumular una enorme fortuna.
Anastasio Somoza García fue baleado en un acto de
ajusticiamiento el 21 de septiembre 1956 por el joven poeta Rigoberto López
Pérez. Al frente del país quedaron, sin embargo, sus hijos Luis Somoza Debayle,
como presidente, y Anastasio Somoza Debayle, como jefe director de
EL FRENTE SANDINISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL
Carlos Fonseca Amador y otros revolucionarios, fundaron en
1961 el Frente Sandinista de Liberación Nacional como un movimiento de
oposición armada a la dictadura de los Somoza. En 1979 derrotaron al hijo menor de Somoza García (Anastasio
Somoza Debayle). Vencieron los revolucionarios nicaragüenses y gobernaron
desde 1979 hasta 1990.
Después, con los triunfos electorales, del 10 de enero de 2007 y del 6 de noviembre de 2016, el Frente
Sandinista de Liberación Nacional, ha gobernado otros dos períodos. En los
tres, el presidente ha sido Daniel
Ortega Saavedra.