domingo, 22 de octubre de 2023

Pueblo.

 



Comentario radial y escrito.

 

 


Los 1.500 cuerpos de milicianos de Hamás hallados eleva a más de 3.000 los  muertos en la guerra entre Israel y Palestina 

Me angustio con mi saber, con mi creer saber, apago lámparas, me oscuro, me escondo, me acallo; con el saber se me olvida la palabra, las ventanas arrancan, las puertas se cierran sin bisagras, me arranco pá adentro. 

Los amos del capital, los traficantes del odio ensucian con la muerte infame, el momento en que la vida, tiene el digno segundo de partir. 

Con mi saber, intento esconder los cuadernos, no quiero que la niñez ausente de Gaza, sienta que su vivir, tenga tan temprana y escalofriante muerte.

 

¡Chemimare!

 

Pero no, tengo responsabilidad de gritar, de empelotar la infamia camuflada en las ansias incontrolables de poder, del que ya es más fuerte. 

Tengo que ventilarlo al mundo. 

Si nos es con la palabra, con el sentido común, con la razón que arropa el humanismo, los mañanas; con que me enojo. 

La humanidad a desarrollado y prostituido la palabra, los sonidos, las causales del vivir y continuar.

 

Tengo miedo, me aterra el mercader de la palabra escrita, oral. 

El Mercurio, el Mundo, muñecas de la mentira selectiva. 

Tu, yo, ustedes, hemos vivido un tiempo complicado, muy complicado y al mismo tiempo hasta la tusa de esperanzas, de sueños y de trabajo. 

Me duele hablar de muerte, la búsqueda de justicia social, de libertad, le muerden los talones. 

Me atrevo a gritar que el triunfo de Salvador Allende arropado y protegido por la Unidad Popular, ha sido, por más de medio siglo, nuestro propio anden programático, trabajado y sufrido. 

Y digo esto, para reafirmar mil veces que el presidente heroico, convivio con el partido de Recabarren, como si fuera su propia casa, su mismito comedor y olla.

 

El presidente y los de la hoz, sabían y saben que otro mundo, sin matarse a granel, es posible, que el humanismo, el sentido común puede construir su propia acequia. 

Si se fue capaz en 1970 vencer al riquerio, la esperanza es y sigue, más alta que los Andes. 

El enemigo principal del proceso programático de la Unidad Popular, fue y es el mismo enemigo que tiene hoy el humanismo y la justicia social, en el mundo entero.

 

Nuestro Pablo Neruda denunciaba, combatía y disparaba a prosa limpia, en su: “Incitación al Nixonicidio y de alabanza de la Revolución Chilena”.

No es en vano el decir del poeta; medio siglo se fue y dejamos por segunda vez en nuestra existencia de ser perseguidos, acechados, proscritos y muertos por el imperio.

 

No, no fue en vano su escribir en el prólogo de ese libro que veía la parca adinerada: 

“Así pues, el largo título de este libro corresponde al estado actual del mundo, al próximo pasado y a los que ojalá, dejemos atrás como un espectáculo de amenaza y dolor.”

 

Eso escribió el poeta. 

Se fue Nixon y llegaron nueve representantes más, enfilados todos a la Doctrina Monroe. 

Este último, Joe Biden, como el guerrero de Irak, Busch, tendrán medalla de estiércol por el genocidio perpetuado en Bagdad y del actual asistido y permitido del sionismo en Palestina. 

Que al igual que el fascismo, son huestes ideológicas creadas para proteger los privilegios de una casta invisible, pero más sanguinaria y hambrienta que pirañas en acecho.

 

El nacer para luchar por la edificación de un nuevo país, es el sentir estratégico, de nuestro existir; por eso maldigo el anticomunismo, por eso aborrezco la manipulación, la mentira, que desparraman los medios de comunicación pertenecientes a las inmensas corporaciones privadas, que existen gracias a la explotación e ignorancia del hombre por el hombre. 

¡Ando picao con la ignorancia mal habida! 

Leo comentarios orales o escritos acerca de los malditos comunistas; escucho los decires en las redes sociales, en las intervenciones condenatorias en los parlamentos del mundo, en tertulias y cumpleaños; es para ponerse a llorar. 

No digo esto por lo que piensan y dicen, lo digo por no poder entender la clase de país que los formo, de sus de formadores educacionales y de la “sociedad social” que obtuvieron sus valores y principios.

 

Todavía creen que nos comíamos a las guaguas.

Casi toda mi formación intelectual, del saber, la obtuve en colegios religiosos. Los sacerdotes que me dieron herramientas para abrirme el cuesco jamás hablaron mal del comunismo, no recuerdo ni que lo hayan mencionado. 

Quizás, mejor dicho, lo sé, esos sacerdotes que fueron mis maestros, vivieron en carne propia los horrores del nazismo en la segunda guerra mundial.

 

Y ese vivir maldito de la guerra, no significaba que tenían que ser comunistas. Pá ná. 

Es más bien una pregunta interactiva con uno mismo. 

¿Para qué vinimos? 

¿Qué podemos hacer, si ya nos trajeron? 

¡Necesito de ti, de ellos, de ellas para vivir! 

Es una cuestión ideológica, dialéctica, es, cómo poder interpretar el vivir nuestro dé cada día.

 

Yo era “niño cabro”, 10/12 años quizás, me mandaban a buscar el semanario El Siglo, a las oficinas de LAN Chile, en Copiapó. 

Me acuerdo clarito cuando Leonel Sánchez, en el Mundial del 62, le pego un combo en el mentón, al jugador Italiano Mario David por chancho. 

Y el haber ido a buscar El Siglo, tampoco significa que sea hoy militante comunista, 60 años lacriento, es pá ponerlo en un cuadro. 

Tampoco quiere decir que los comunistas son angelitos con alitas rojas, conozco algunos pasados e infiltrados, que hasta Drácula se persigna.

 

Todo cambia, menos las matemáticas, por eso digo, que, si es, era, refutable la Dictadura del Proletariado, como tal se imagina y se ha enseñado, es exclusivamente por que el riquerio utilizara todos los medios miserables “habidos y por haber” para conservar sus privilegios. 

Y viendo por la ventana actual, la de hoy, sin un “Estado excepcional de Emergencia” El Salvador, lo digo con responsabilidad política, seguiría siendo un país delincuente…Y duele, porque hay sangre de Internacionalistas en sus suelos vegetales. 

Porque razón, el Imperialismo Yanki, tan democrático el caballero, no lo bloquea como lo ha hecho por más de 61 años con Cuba, no tengo idea, no quiero tener idea, pero si tengo idea, del porque les están levantando las penitencias y castigo a la República Bolivariana de Venezuela. 

Se imaginan ustedes que paraíso de país sería hoy Cuba, sin la existencia del bloqueo. 

Solamente en un Estado de Excepción permitido y ejecutado por el pueblo, se podría saber de la inmensa corrupción, en la que se aposenta nuestro Estado de Derecho. 

De adonde salieron tantas riquezas y reinos dentro de un territorio con 1.000300 de pobrerío. Sin llamar a la fila a la ponderosa clase media.

 

Seria maravilloso saber, gracias a un supuesto Estado de Excepción, entender, saber, de ese 1% de nuestra población que es dueña de casi la mitad de las riquezas que produce mi paisito lindo y pavo. 

Ahora, esta odiada Dictadura del pueblo, seria también como una suerte de auditoría a gran escala. Algo falla, alguien anda robando. 

Se da una suerte maligna como la que tiene Cuba. 

Todos los países del mundo condenan en las Naciones Unidas el bloqueo, sin embargo, nadie se amarra los pantalones y condenan al Imperio por condenar criminal y artero. 

Lo mismo pasa con Israel, escriben los magistrados mandatos para respetar la razón y geografía de Palestina. 

Han muertos en Gaza más de 4.000 seres humanos, más de 13.000 heridos; la mayoría mujeres y niños. 

En Ucrania, la muerte vale un carajo, miles hacen cola para comprarla. 

El gobierno popular de Salvador Allende mostro al mundo, que existe una posibilidad, sin matar a nadie, de construir un país diferente, socialista. 

Todo depende, del sentido común del pueblo, su educación, su saber. 

La pobreza es una herramienta del riquerio para mantener tu conciencia social ciega, sorda y muda. 

Alejandro Fischer Alquinta. 

Estocolmo 20231022