DEL PAIS
UN PUESTO EN EL COMBATE. . .
LLAMAMIENTO DE LOS INTELECTUALES COMUNISTAS
AL CONJUNTO DE LOS INTELECTUALES CHILENOS:
a los escritores / artistas, a los académicos y estudiantes, a los profesionales y técnicos, a los comunicadores sociales y trabajadores de la cultura.
EDICIÓN DE HOMENAJE DE "PRINCIPIOS" A LOS 78 AÑOS DE PABLO NERUDA.
SANTIAGO DE CHILE
Julio de 1982.
NUESTRO OBJETIVO ES LA LIBERTAD: la libertad de Chile y de su pueblo.
Porque el hombre "alfa y omega, principio y fin, medida de todas las cosas, es el amor, el sueño, el objeto y el sujeto" del transitar histórico de la humanidad, y porque estos mismos hombres, encarnados por nosotros en el pueblo de chile -sufren hoy el despojo de toda libertad.
La libertad, derrotero de millones de hombres y pueblos a través de los siglos, sigue siendo todavía una esperanza no resuelta en vastas latitudes de la tierra, y Chile es de ello trágico ejemplo.
Libertad y cultura, una vez mas, son inseparables. Siendo 1a líbertad superación por los hombres de las condicionantes materiales oríginadas en la naturaleza, asi como de las trabas impuestas por las relaciones de desigualdad, explotación y opresión propias de una sociedad de clases, supone ella conciencia de estas necesidades que limitan a los hombres, trabajo y lucha organizada. Sólo así van abriéndose, histórica y socialmente, las posibilidades de crear los fundamentos reales para el desarrollo pleno de todas las potencialidades del ser humano.
La libertad no es, en consecuencia, únicamente ausencia de prohibiciones, como no es tampoco el solo reconocimiento teórico de derechos que hoy son negados a los chilenos.
Nadie puede hoy dejar de preguntarse seriamente acerca de qué líbertad de pensamiento o de decidir su propio destino y el del país, tienen aquellos que carecen de trabajo y de medios vitales de subsistencia; o cuan libre podrá ser mañana el niño que carece de derechos ahora, incluso el pan, o los miles de jóvenes que no saben que rumbo tomar, porque el país no les ofrece un camino de vida.
No existe libertad para quienes sufren las cárceles del régimen.
No existe libertad para todo aquel que vive en la constante inseguridad, como los incontables trabajadores despedidos hoy de IRT, Fanaloza, Yarur y de cientos de otras empresas víctimas de la creciente cadena de quiebras. No existe la libertad para los miles de trabajadores para quienes las rebajas de sueldos y salarios son constante amenaza. No existe la libertad para todos los chilenos que hoy no saben que creer, sometidos cada día a nuevos bombardeos de insólitos hechos criminales, jamás aclarados plenamente, que, en definitiva, son sólo algunas expresiones de la crisis, degradación y corrupción moral a las que el régimen ha llevado al país.
No es en el sistema de explotación capitalista, en consecuencia -en el que unos pocos controlan los medios para hacer valer sus privilegios en desmedro de la inmensa mayoría- donde la libertad encontrará su reino. Y tanto menos en nuestro Chile de hoy, en el que los intereses del gran capital financiero -expresados y defendidos por el poder fascista para acrecentar y garantizar sus superganancias-, imponen la ausencia de toda libertad, pues para negar una vida digna a la mayoría del país este poder recurre en primer lugar al cercenamiento de todas las libertades ciudadanas.
LA AGRESIÓN DEL RÉGIMEN
Es en este escenario donde los intelectuales de Chile -profesionales y técnicos, académicos y estudiantes, escritores, artistas y trabajadores de la cultura- reciben la agresión múltiple del régimen. Por una parte, inseguridad económica exacerbada. junto a la anulación práctica de muchas de sus capacidades de aporte intelectual a la nación. De otra parte, explotación y represión, que como los pares de una misma tenaza se necesitan mutuamente para someter a todo el pueblo de Chile a una forma de vida empobrecida económica, social y culturalmente.
Día tras dia, el fascismo va quedando al desnudo como lo que efectivamente es: la máxima ruptura con la historia y la cultura de Chile.
Todos los valores y conductas forjados en duras y largas luchas por lo mejor de los chilenos, han sido atacados y puestos bajo amenaza desde el mismo 11 de septiembre de 1973; el verdadero patriotismo -jamás opuesto a la amistad y cooperación con otros pueblos del mundo-; la adhesión sincera a la democracia y el deseo de participar y decidir sobre los destinos del país; el aprecio al trabajo y la creatividad en condiciones adversas; el ejercicio pleno y cotidiano de la solidaridad.
El fascismo es, pues, no sólo la explotación y represión llevados al limite. Es también, por su mismo desprecio a los valores humanos, la anticultura y la antihistoria de Chile.
Para dominar y perpetuarse, el poder fascista embiste sin escrúpulos de ninguna especie, frontal e hipócritamente, contra lo esencial de nuestra identidad como nación y como pueblo. Pretende, al mismo tiempo, que parezcan sinónimos los más antagónicos intereses: los de Chile y los de la reducida casta en el poder -el mando militar pinochetista y la gran burguesía financiera, asociados a los circulos más agresivos del Pentágono y a las empresas transnacionales- buscando puesto que no puede lograr la aprobación consciente de las mayorías, el silencio o la pasividad de los más.
Con la represión presente y amenazante, la tiranía pretende atemorizar y atomizar a los chilenos, borrar nuestra memoria histórica, aniquilar todo espíritu critico e impedir la costumbre de organizarse. en primer lugar entre los trabajadores. Intenta hacer desaparecer todo interés por los destinos de la patria, desprestigiando la política y tratando de embotar la sensibilidad y la razón de quienes piensan. Busca romper la esperanza y la decisión de quienes quieren cambiar a Chile en sentido profundo y positivo. Aspira asi la tiranía a lograr que nadie entorpezca ni obstaculice la politica ejercida desde el poder del Estado y con su ayuda en beneficio de los grupos económicos y del capital transnacional.
Porque como producto de una política económica antipatriótica y antipopular, se ha arrojado al país al borde de la quiebra, con una deuda externa que bordea los 18.000 millones de dólares, una cesantía real que se acerca al 30% de la fuerza de trabajo, con el mas grave daño a nuestra industria, anulándose el esfuerzo histórico de innumerables profesionales, técnicos y científicos chilenos, asi como del conjunto de nuestra clase obrera.
A través de todo este proceso, el gran capital financiero y los monopolios transnacionales se han, hecho dueños del país, en una escalada de concentración del poder y la riqueza jamás vista en nuestra patria.
Estos son el enemigo, la situación y el desafio que los intelectuales de Chile tienen frente a ellos.
Los intelectuales pueden constatar -por su propia experiencia- cómo ha llegado a imperar el desprecio oficial a las mejores tradiciones y valores del pueblo de Chile, cómo se despliega el control, la irracionalidad y la utilización antidemocrática del sistema educacional, cómo se manipula con el aparato de comunicaciones del país, como campea la discriminación económica, la censura arbitraria o el silenciamiento por la vía de la represión directa sobre la creación y difusión artística y literaria.
LA PRIVATIZACIÓN DE LA CULTURA
Todo es válido para el fascismo en su cruzada por destruir el acervo cultural progresista y democrático de Chile y por imponer su paupérrima seudo-cultura, plagada de ideología retrógrada y antihuma-nista.
Tiende asi a estructurarse en el país una "cultura oficial" cada vez más clasista y excluyente, que padece a la vez de encierro en si misma y de cosmopolitismo, puesto que no guarda relación sólida ni con nuestras raices ni con nuestro entorno latinoamericano, como tampoco con las más altas expresiones de la cultura universal.
Al tiempo que se privatiza a la cultura, se convierte a sus productos en mercancía y se la transforma en mecanismo de alienación y de opresión, sea en su variante elitista o en la mal llamada "cultura de masas", que pocas veces pasa de ser algo más que un inmenso negocio.
Frente a esta "cultura oficial" resiste y emerge -en medio de sus ...
Publicado en:
Boletin del Exterior del Partido Comunista de Chile
N° 57 - Enero - Febrero 1983