Este blog tiene por finalidad dar a conocer la recopilación de algunos materiales como boletines, revistas, diarios, documentos, etc., que contribuirán en parte a mantener viva la memoria histórica del pueblo chileno, como asimismo la de algunos paises que conjuntamente a sus organizaciones han contribuido a la lucha por la liberación de la humanidad y la lucha por la conquista del socialismo y comunismo a nivel mundial. (BLOG DEDICADO A LOS 100 AÑOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE.1912-2012)
lunes, 30 de abril de 2012
Vamos mi Argentina.
domingo, 29 de abril de 2012
Lo que Obama conoce
viernes, 27 de abril de 2012
Por la unidad de las luchas sociales
Acuérdate de abril
jueves, 26 de abril de 2012
Acto Aniversario Casa Memoria José Domingo Cañas
Casa Memoria José Domingo Cañas tiene el agrado de invitarlos cordialmente a su 2do Aniversario que se llevará a cabo el día domingo 29 desde las 15h. con un acto artístico cultural en la vereda como en los viejos tiempos.
villagrimaldi@villagrimaldi.cl - www.villagrimaldi.cl
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viernes, 20 de abril de 2012
142 aniversario del natalicio de Vladimir Ilich Lenin
DECLARACIÓN PÚBLICA COMUNISTAS CHILENOS SALUDAN Y RESPALDAN NACIONALIZACIÓN DE YPF
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE ENVIA CARTA DE APOYO A CRISTINA FERNANDEZ
Excelentísima Señora
viernes, 13 de abril de 2012
La Cumbre de las guayaberas
Fidel Castro Ruz
Obama, el primer Presidente negro de Estados Unidos -sin dudas inteligente, bien instruido y buen comunicador-, hizo pensar a no poca gente que era un émulo de Abraham Lincoln y Martin Luther King.
Hace cinco siglos una Bula Papal, aplicando conceptos de la época, asignó alrededor de 40 millones de kilómetros cuadrados de tierra, aguas interiores y costas a dos pequeños y belicosos reinos de la península Ibérica.
Ingleses, franceses, holandeses y otros importantes Estados feudales fueron excluidos del reparto. Interminables guerras no tardaron en desatarse, millones de africanos fueron convertidos en esclavos a lo largo de cuatro siglos y las culturas autóctonas, algunas de ellas más avanzadas que las de la propia Europa, fueron deshechas.
Hace 64 años fue creada la repudiable OEA. No es posible pasar por alto el grotesco papel de esa institución. Un elevado número de personas, que tal vez sumen cientos de miles, fueron secuestradas, torturadas y desaparecidas como consecuencia de sus acuerdos para justificar el golpe contra las reformas de Jacobo Árbenz, organizado por la Agencia Central de Inteligencia yanki. Centroamérica y el Caribe, incluida la pequeña isla de Granada, fue víctima de la furia intervencionista de Estados Unidos a través de la OEA.
Más grave todavía fue su nefasto papel en el ámbito de Suramérica.
El neoliberalismo, como doctrina oficial del imperialismo, cobró inusitada fuerza en la década del 70 cuando el Gobierno de Richard Nixon decidió frustrar el triunfo electoral de Salvador Allende en Chile. Una etapa verdaderamente siniestra en la historia de América Latina se iniciaba. Dos altos jefes de las Fuerzas Armadas chilenas, leales a la Constitución, fueron asesinados y Augusto Pinochet impuesto en la jefatura del Estado, tras una represión sin precedentes en la que numerosas personas seleccionadas fueron torturadas, asesinadas y desaparecidas.
La Constitución de Uruguay, un país que se había mantenido durante muchos años en el marco de la institucionalidad, fue barrida.
Los golpes militares y la represión se extendieron a casi todos los países vecinos. La línea de transporte aéreo cubana fue objeto de brutales sabotajes. Un avión fue destruido en pleno vuelo con todos sus pasajeros. Reagan liberó al autor más importante del monstruoso crimen de una prisión en Venezuela, y lo envió a El Salvador a organizar el intercambio de drogas por dinero para la guerra sucia contra Nicaragua, que costó decenas de miles de muertos y mutilados.
Bush padre y Bush hijo, protegieron y exoneraron de culpa a los implicados en estos crímenes. Sería interminable la lista de fechorías y actos terroristas cometidos contra las actividades económicas de Cuba a lo largo de medio siglo.
Hoy, viernes 13, escuché valientes palabras pronunciadas por varios de los oradores que intervinieron en la reunión de cancilleres de la llamada Cumbre de Cartagena. El tema de los derechos soberanos de Argentina sobre las Malvinas -cuya economía es brutalmente golpeada al privarla de los valiosos recursos energéticos y marítimos de esas islas-, fue abordado con firmeza. El canciller venezolano Nicolás Maduro, al finalizar la reunión de hoy, declaró con profunda ironía que “del Consenso de Washington se pasó al Consenso sin Washington”.
Ahora tenemos la Cumbre de las guayaberas. El río Yayabo y su nombre indio, totalmente reivindicado, pasarán a la historia.
Fidel Castro Ruz
Abril 13 de 2012
9 y 40 p.m.
Tomado de: www.cubadebate.cu
jueves, 12 de abril de 2012
HACE DIEZ AÑOS, EL FASCISMO…
Catoncitos habemus
Editorial de El Siglo, edición 1605 del 13 de abril de 2012
Marco Porcio Catón (234 a 149 a. c.), político, escritor y militar romano fue apodado El Censor y desde entonces la tradición nombra así a quienes se atribuyen tal “oficio”. No se trata, por cierto, de un elogio, pues se los llama así, “catones”, por su exagerada e infundada pretensión de intervenir en la vida de la gente, en los niveles tanto público como privado.
Estos señorones dan lecciones, pontifican, prohíben… Y cuando tienen poder, lo utilizan con total perversión para imponer a los demás sus gustos y preferencias, así como sus fobias que disfrazan de “principios”.
Para legitimar su gestión prohibitoria, se amparan en una calidad moral en la que sólo ellos creen. Al parecer, el primer Catón, el romano, sí era un incorruptible, un intachable.
¿Es el caso de los que pretenden tomar hoy su lugar?
Pero no se trata de descalificar a los nuevos catones, por enormes que sean las vigas de sus ojos, pues aún de malas bocas pudieran escaparse algunas verdades. Aunque no sea éste el caso.
De lo que se trata, en verdad, es del contenido de sus catonadas. Se manifiestan contra toda “exclusión” –bien es cierto que con algunas y significativas salvedades- pero a ese ejercicio democrático le imponen algunas restricciones que más que enriquecerlo lo disminuyen hasta el punto de hacer de la “inclusividad” algo simplemente retórico.
Ellos –los nuevos catones- parten de una pretensión que quieren instalar como indiscutible: que son dueños de la verdad y de la moral, la coherencia y otras yerbas. Y que, en tanto tales, pueden –¡y deben!- distribuir certificados de buena conducta. Son algo así como el barómetro que marca “democracia” o no democracia…
Su “excelencia” en tales materias los habilitaría para distinguir y prescribir y, naturalmente, prohibir y llegado el caso reprimir.
Señalan los límites y levantan las barreras: sí, es cierto, no les cabe sino asumirlo, los comunistas –pues de ellos se trata, qué duda cabe- pueden estar en los municipios –ojalá hasta el nivel de concejales, nada más allá. Hasta es posible, ya que no queda más remedio, que estén en el parlamento.
Pero de allí a que puedan entrar en alguna suerte de “diálogo republicano” con otras fuerzas políticas, hay una distancia que ellos se encargarán “catonamente” de precisar. Es la vieja política de la “contención”.
¿Y a que le temen estos catoncitos de a tres por chaucha? ¿Temen, por ejemplo, que a quienes concuerden, ¡en algo!, con los comunistas se les contaminen algunas de las bacterias que caracterizan, como enemigos del orden y la moral, a los que han conocido en sus filas a los Recabarren, Neruda, Lipschutz, Quintana, Coloane, de la Barra, Carvajal, Teitelboim, por mencionar sólo a algunos?
¿Tan poca confianza tienen en la solidez de los principios de quienes se sienten a conversar con los comunistas tras objetivos compartidos, que no ven otro alivio a sus obsesiones que prohibirles todo contacto?
¿A quién están “conteniendo” en estrechas fronteras? ¿A los comunistas o a todos aquellos que en algún momento, y por razones públicamente expuestas, concluyan en la necesidad, o conveniencia, de embarcarse en propuestas programáticas comunes y en los medios políticos de hacerlas realidad?
Lo que están haciendo –o diciendo, que es una forma de actuar- “altos personeros” de la derecha desde el gobierno, el parlamento y otras instancias de diversas naturalezas- es el ejercicio más antidemocrático que se pueda concebir. Es un abuso de poder, un aprovechamiento desvergonzado de sus redes comunicacionales y, lo que es más inaceptable, una impudicia.
Pero, y hasta nuevo aviso, “catones habemus”.
EL DIRECTOR
Una vida compartiendo la belleza
Compartimos esta interesante entrevista de El Siglo(edición 1604) con el querido y gran compañero Miguel Castillo Didier, quien recientemente fue condecorado con la Orden al Mérito Artístico y Cultural Pablo Neruda
Pablo Orellana
Desde muy niño, Miguel Castillo Didier emprendió un intenso viaje. Levantó el ancla y emprendió su propia odisea: la atracción fascinante por la literatura y la música, la rebeldía contra la injusticia y la explotación del hombre. Su padre, Francisco Castillo, profesor de inglés y filosofía, un sindicalista católico de izquierda “parecido a Clotario Blest”, le inculcó la pasión por el estudio de los idiomas.
En su juventud, mientras estudiaba castellano, derecho y música, trabajó como secretario de Volodia Teitelboim y de Cipriano Pontigo. Como traductor de las obras de Kavafis y Kazantzakis, y de otros poetas griegos, ha recibido numerosos galardones, incluyendo la Orden del Fénix que le fue entregada por el gobierno de Grecia. Es el Director del Centro de Estudios Griegos, Bizantinos y Neohelénicos “Fotios Malleros”, miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española, y un largo etcétera.
Entre tanta investidura no cabe espacio para la soberbia, constantemente revela su admiración a los “otros”, el amor a su compañera y la devoción por sus alumnos. Al enfrentarse a él, siempre habrá una mano de acogimiento: si queréis conocer a un hombre sencillo, preguntad por Miguel Castillo.
¿Cómo se gesta su amor por la lengua griega?
“Todo nació en el pedagógico. Tuve la suerte de estudiar castellano, en que el profesor de griego era Fotios Malleros. No era obligatorio, por lo tanto era un curso libre. Se estudiaba latín y después las lenguas romances. De inmediato pensé en estudiar griego para conocer la evolución de esta lengua. Me inscribí y duré los 4 años, el profesor era bien severo y de a poco se fue achicando el curso, pero tuvo el mérito de enseñar no solo el griego clásico, sino que por su cuenta empezó a ofrecer cursos sobre Bizancio, o sea la parte medieval del griego. Al comienzo no propició que los alumnos se encaminaran hacia el griego actual, él quería que fuéramos unos buenos filólogos clásicos, pero poco a poco lo fuimos sometiendo a preguntas y empezó a darse cuenta de que iba a haber alumnos que seguirían hacia adelante la cultura griega.”
“Poco a poco me fui metiendo con los poetas modernos, y me favoreció que aparecieron en Argentina las primeras traducciones de Nikos Kazantzakis, hechas del francés pero autorizadas por él, como la novela «Cristo de nuevo crucificado». Y otro griego, Jorge Razis, que trabajaba en Valparaíso, realizó por primera vez en Chile una conferencia sobre poetas griegos modernos. Fui, y supe por primera vez de Constantino Kavafis, y tres poemas de él que se habían traducido al español, “Ítaca”, “El dios abandona a Antonio” y “Súplica”. Entendí que esos poetas no podían tener solo esa obra, sino otros poemas y toda una cultural detrás de ellos. El mérito de Fotios Malleros, fue abrir a sus alumnos, no solo el amor por la Grecia clásica, su gran legado, sino que por estas otras etapas que también tuvieron sus valores más ignorados.”
El año 68, cuando se crea el Centro de Estudios Griegos, está en el decanato de la Facultad de Filosofía y Educación don Hernán Ramírez Necochea …
“Tengo una veneración por don Hernán Ramírez, un gran estudioso, un gran militante comunista, y no sé cómo se daba tiempo para todo, siendo decano de la “hermana pobre” de la universidad, como es nuestra facultad, él seguía trabajando, estudiando, escribiendo y, por supuesto, haciendo sus clases. Sus libros sobre el movimiento obrero son maravillosos. También tengo profunda admiración por otro gran compañero: Fernando Ortíz. Y soy testigo de cosas muy hermosas. Con lo difícil que era la vida clandestina, siempre mantuvo una profunda fe en que se terminaría la dictadura, me decía: “usted compañero verá el fin de esto, lo vamos a ver”. Una vez me dijo que quería escuchar órgano, y me pidió que le tocara. Fue con su compañera a la Iglesia Alemana, donde yo tocaba, y estuvo dos horas escuchándome. Después me pidió que le pasara la Odisea de Kazantzakis, que es un mamotreto inmenso, más de 33.000 versos, porque quería leerlo. La leyó, me la devolvió, y la comentamos. Todo esto en medio del horror. Era como la búsqueda de una tranquilidad espiritual, en medio de tanta muerte. Él siempre, con mucha dignidad, mantuvo la fe en que todo el horror se terminaría. Recuerdo que un día llegó a mi casa muy impactado y decaído: había caído la dirección del partido en Calle Conferencia. Yo, luego, salí al exilio a Venezuela, y en septiembre me enteré de su caída. Por estos recuerdos es que mantengo mi admiración a toda prueba por él.”
Tiene usted una relación muy íntima con el más cabal de los instrumentos musicales: el órgano. ¿Cómo se inició en la música?
“Es el rey de los instrumentos. Mi familia es de músicos, y en la casa de mi abuelita yo escuchaba tocar a mi tía, que era concertista en piano, estudiando a Chopin completo, mañanas enteras. No pude de niño entrar al conservatorio, y cuando lo logré hacer, el año 70, opté a órgano. Así es que combinaba todo, el conservatorio, el trabajo en el senado, y unas pocas horas de clases en la universidad. Hasta que un buen día no volví más. Después en Venezuela, seguí estudiando órgano, y hasta eso me ayudó a sobrevivir, el griego y el órgano. Yo realicé un catastro de los órganos de Caracas y de Venezuela, y se restauraran 6 órganos. Yo tengo un pequeño órgano de tubos en la casa, que lo gané traduciendo la “Odisea” y que lo financió la esposa de Kazantzakis, y que fue fabricado por un artesano de Alsacia. Eso es muy importante porque puedo estudiar en la casa.”
El oficio del intérprete está en la traducción y en la ejecución musical ¿Cuáles son las mayores dificultades de esto?
“Son dos cosas indispensables para que se conozca la obra de arte. Tanto en la traducción como en la música, se plantean varios problemas paralelos. Cada uno tiene un criterio, una medida, una apreciación que puede ser bastante distinta, lo mismo pasa con la poesía. A mí me preguntaban cuál sería el principio básico cuando se traduce, y yo decía que uno tiene que conocer las dos lenguas muy bien, pero sobre todo conocer la propia, tener una gran sensibilidad poética, un bagaje poético, de modo que con todo lo que el poeta quiso decir, y con los medios que quiso decirlo, tratar de hacer el paralelo más fiel posible. Cuando no se puede es cuando los medios de las lenguas son completamente distintos. Kavafis usó bastante el lenguaje coloquial, cuando él en un poema dice “cama”, dice la palabra equivalente a “cama”, porque uno se acuesta en una “cama”, nadie dice “estoy cansado, me voy al lecho”, sin embargo entendemos la palabra “lecho” como poética, como arcaica, pero no la usamos jamás. Lo mismo pasa en ese caso, hay dos palabras en griego, una que es un poco arcaica y de nivel poético tradicional que sería “lecho”, y la otra es como uno habla todos los días. “Caballo”, en el poema de “Los caballos de Aquiles”, yo, había puesto “Los corceles de Aquiles”, y después autocriticando me veo que él no usa la palabra equivalente a “corcel”, sino a “caballo”, porque nadie dice “fui al campo y monte en un corcel”. Finalmente quedó como debería ser, “Los caballos de Aquiles” y no los “corceles”. Y ese respeto sacrosanto por lo que quiso decir el poeta, lleva a no cambiar nada, porque se estaría falsificando, uno está al servicio de esa mente creadora. Así es que hay un paralelo y hay este examen de conciencia, y estas dudas y este escrúpulo, en ambas cosas, el de tocar y traducir.”
¿Qué impresión tiene al recibir la Orden al Mérito Pablo Neruda?
“Hay algo curioso, nuestro centrito es el más chico de la facultad y es el que más ha publicado, y la facultad es la más pobre de la universidad, por lo que el aporte es bastante grande en comparación a lo poquito que somos. El hecho de traducir y enseñar, que están muy juntos, es dar a conocer lo que yo lo resumo en esa frase de «compartir la belleza». Lo mismo pasa con la música, porque cuando uno toca quiere entregar esa cosa hermosa, y lo mismo pasa con la traducción. Compartir la belleza a través de la traducción, la música y a través de la enseñanza. Y agradecer, por lo que uno ha recibido.”
Ese viaje permanente en la vida y en la obra de Kavafis y de Kazantzakis, implica la búsqueda de un destino para la que no hay descanso, la utopía…
“La metáfora más clara de la vida es un viaje. Desde el nacimiento, donde se abre la conciencia, hasta la muerte. Y ese viaje, como dice el poema, está lleno de aventuras y conocimientos, penas y alegrías. Entonces, esta especie de invitación a la vida, de “himno a la vida” como dice Yourcenar por el poema Ítaca, es realmente así. Uno piensa es que ese camino, ese viaje, no va a terminar pero termina, es la realidad. Y que ese camino sea hermoso, con aventuras, con belleza, con conocimiento, pero que no sea para uno solo; y de eso es lo que se trata, de entregar a los demás, y mostrar su agradecimiento a la vida, y esa idea viene desde la Odisea de Homero.”
¿Cuál es el destino de su viaje?
“Es difícil decirlo, porque ya a estas alturas no hay mucho futuro, uno comienza a conformarse con tener fidelidad a ciertas cosas, como el socialismo, que sigo pensando que es el ideal más grande, y lo difícil de cambiar al ser humano, ese es sin duda el gran ideal. En una sociedad así es cuando se podría dar la poesía, la música, las oportunidades para todos, y que realmente las personas se sientan hermanos, y la fidelidad a ese ideal justifica la vida, porque uno siente que ha vivido por algo.”
¿Tiene esperanza en las nuevas generaciones? ¿Cree que los jóvenes llegarán a Ítaca?
“Con los jóvenes que conozco, sé que sí. Hay una cantidad muy grande de jóvenes con inquietudes, con amor al estudio y a la belleza, que no están conformes con esta sociedad, luchan contra la injusticia y por un mundo mejor. A pesar que uno no va a ver esas cosas, uno tiene que seguir construyendo lo que puede, y luchando en lo que se puede.”