martes, 21 de febrero de 2012

Jubilarse a los 75

Fabulas de Fredrik

¡ Jubilarse a los 75!

Alejandro Fischer

Para asegurar las ganancias de las grandes trasnacionales y su existencia; junto a otras medidas sociales y reformas laborales; es una ocurrencia inteligente, de clase.

El trabajo es una ecuación social, en la que el capital, a como de lugar, se hace amo y señor. Los medios de producción, ya los tiene usurpados, alquilados o convenidos a precios irrisorios.

“A como de lugar”, significa, la lacra que ha encadenado al ser humano, en este estrujamiento mortal del Imperio, en contra de las grandes masas de trabajadores y sus derivados.

Este estrujamiento a mostrado una radiografía infernal: 25.000 niños mueren de hambre cada día; para no tener hambre, miles de niños, niñas se prostituyen, los que tienen suerte, a los seis años están trabajando en lugares inimaginables para la mentalidad humana, en esta etapa del desarrollo social.

Gracias al perfeccionamiento de las ganancias, el matar no es un crimen, más bien es un negocio redondo. Es como preparar el terreno para una siembra; la miseria, las muertes, los niños abandonados, la droga, son los fertilizantes, para poder fortalecer las columnas imperiales.

Cuando el capital se desparrama y descontrola, es difícil pararlo.

Quizás la única manera sea, que el mismo Imperio se vea amenazado por si mismo y reaccione. Ordena su tablero y empieza de cero.

El fascismo, nazismo, son los perros de presa que el imperio deja en libertad cada vez que se siente amenazado y descontrolado. Provoca la muerte de chincol a jote.

La segunda guerra mundial es el ejemplo mas cercano a nosotros: 48 millones de muertos, 27 millones soviéticos, 9 millones de alemanes, 500 mil gringos, 450 mil ingleses; entre otras nacionalidades.

En Febrero de 1943, el Ejercito Rojo, finalizaba el sitio alemán en contra de Stalingado. Desde Moscú empezaba la marea roja, que terminaría en abril y mayo de 1945 en Berlín; con la bandera de la hoz y el martillo flameando en la casa de gobierno nazi.

No trato de tirarle flores o tortas al ejército de la Unión Soviética, pero así fue la muerte y la vida en esos instantes, en que la locura de los poderosos, necesitaban arreglar sus barajas, para impedir su indiscutible caída.

Las contradicciones de la existencia humana y del capital han seguido, mas menos, siendo igual.

Marx hablaba del destino del capitalismo, para allá va, pero no va derecho, y a cada coletazo de alacrán muestra su poder. El capital es poderoso y no es tonto. Utiliza cada fisura, ignorancia, anhelo, envidia, contradicción, natura, para poder seguir existiendo con sus privilegios.

El imperialismo yanqui es el gran amo de las cosas, y no es ningún chiste.

De una u otra manera, tiene a las economías europeas de rodilla, eso de rodillas, no es solamente en los dineros, sino en lo ideológico, ético y moral. La mayoría de los gobernantes del mundo son marionetas indecentes del imperio, que le dan vuelta las espaldas a su pueblo, cierran los ojos; no escuchan los lamentos, los iracundos movimientos sociales, que exigen los derechos a la vida, a una vida digna.

Jubilarse a los 75, inteligente idea del imperio.

En nuestro planeta hay pareceres para todos los gustos. Tienen que ver con la educación. Con la educación y la clase.

Con razón se les decía a los inteligentes de mi tiempo, que había que ser tonto, sino te robaban los rusos. Y esa verdad tampoco es chiste. Es increíble, lo que el imperio gasta para atraer a cerebros privilegiados a estar a su servicio. El chantaje, la sobada de espalda y si no resulta, el asesinato. No son dos, los científicos iraníes asesinados por el Imperio.

La educación y la clase. Para el humanismo es una razón de ser. La inteligencia es bellaca si sirve para matar.

En cambio al servicio de la clase trabajadora, es bienestar, igualdad, responsabilidad. No va en beneficio de algunos elegidos, es patrimonio del colectivo.

De allí el esfuerzo del imperio de mantener en sus garras los medios de comunicación, es desde allí que los valores se confunden y se venden.

Una hamburguesa, un sostén, un calzoncillo, un festival, el poto de la Kena, el parimiento de la Victoria, sea mas importante y “encachado ”que el medio litro de leche de Salvador Allende, que los comedores infantiles, que la “Editorial Quimantu”, que los cordones industriales, que los sindicatos, que los liceos, primarias y universidades.

Mas encima hay algunos avispados que inventan cosas como la Teletón, para que los pobres mismos, emocionados, agradecidos, descubran los “parches curitas”, otros mas eróticos, encierran a “califas” en cajas de pizarreño, para que muestren a medio mundo los valores sexuales y de convivencia de la sociedad imperial en la actualidad.

¡Y las demandas de los estudiantes las criminalizan!

¡ Dios mío!

Mi generación, se maravillaba con “Pin-Pon”.

Hay cosas que se y entiendo, pero me dejan con un signo de interrogación, mas grande que la de Condorito.

Por las interpretaciones y la perseguida de la historia. Nuestros trabajadores chilenos, cuando yo era cabro, jubilaban de acuerdo a los años de servicio. En algunos sectores eran 30 años de servicios. Entraban a trabajar a los 16 y algo mas… a los 46 estaban listos para disfrutar la vida; mentira, la limosna de jubilación, obligaba a seguir trabajando. Es decir, el imperio, transformaba, transforma, los años de trabajo proletario, en una soga cruel y de miseria, de “harakiri” obrero.

Y no falta algún hijo de su madre, en el país que fuera, que opina que no habría ningún problema de seguir trabajando hasta los 75 y más.

Ese, nunca se ha meado las manos para mitigar los callos, nunca ha bajado kilómetros debajo de la tierra, bajo el mar, buscando carbón para calentar la piel del riquerio y de nosotros también.

Cuando en Hiroshima y Nagasaki, se cerraron para siempre los parpados quemados del habitante descuidado, al imperio le importo un pepino… Allí, todos eran inocentes de los anhelos del imperio. El capital necesitaba con urgencia arreglar sus cartas y probar sus armas.

Actualmente, en el mundo entero, el alacrán, esta complicado. En sus sueños imbéciles, a lo mejor cree, que sobrevivirá a los estallidos de la muerte y permite a sus marionetas, asesinos, olfatear y provocar a Irán, Siria.

Sera posible ser tan ciego, soberbio, enfermo de poder, de no ver que existen armas infernales en otras manos diferentes, que también pueden destruir nuestro planeta varias veces.

La bomba atómica lanzada en Hiroshima asesino a 80.000 habitantes. Actualmente, esa bomba es una cuestión de cabro chico. Las fabrican hasta en las escuelas.

Y todo para que:

La juventud no tiene trabajo ni estudio ni techo, los viejos, andan buscando tarros en las calles, a los trabajadores en general los chantajean, para que puedan conservar sus puestos de trabajo, todo se vende a empresas privadas, la salud, la educación, la vivienda es un negocio de las grandes empresas trasnacionales. Todos los sueños, anhelos, tienen precios que te obligan a vender el alma.

Y todo. Para que unos pocos la pasen el descueve.

¡Puta que somos tontos!

Tengo fe en mi creencia colorada. “…Que la tierra de todos sus frutos, dicha y paz a nuestro hogar, que el trabajo sea el sostén que a todos, de su abundancia hará gozar”.

Como digo mi hermano Lautaro, que anda picando el ajo, actualmente en la patria, “tenemos que salir todos a las calles, todo el pueblo, se tiene que entender que el imperio nos ve como carroñas, como abono”.

Y tiene razón, las calles y plazas son las escuelas de sublevación de los pueblos. Todos en esos recintos, el imperio no podrá tirar un tiro. Pero tiene que ser…Todos juntos, moros y cristianos.

Toda una marea de asalariados, de estudiantes, juventud y viejos

A los 75, no llego.

Gracias.