Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Para contribuir a su realización, llegaron a Chile 400
agentes de
El Proyecto Track I fue conocido como "Fórmula
Alessandri". Según el Informe Church "consistía en inducir una cantidad
suficiente de votos parlamentarios para elegir a Alessandri, en el entendido
que éste renunciaría de inmediato, abriendo así el camino para una elección
especial en que Frei podría legalmente presentarse como candidato."
Jorge Alessandri, el derrotado abanderado de la
oligarquía, dio su aprobación al plan de
Eduardo Frei Montalva, entonces Presidente de
La
decisión de
Según se relata en el libro: “El Caso Schneider.
Operación Alfa”, editado por Quimantú, en el fallo de primera instancia
suscrito por el Juez Militar Titular, General de División Orlando Urbina H. y
por el Auditor de Ejército en propiedad, Coronel de Justicia Francisco Saavedra
M., relativo al “Caso Schneider”, se lee:
“Elementos contrarios a la posibilidad
constitucional –ya cierta– de que se eligiera al candidato Salvador Allende
Gossens, por ser de ideología marxista, en reuniones efectuadas, entre otros
lugares, en Diagonal Oriente Nº 1410, domicilio del reo Roberto Viaux, en la
oficina del reo Julio Fontecilla ubicada en calle Huérfanos ‘en la cuadra del
Entre los uniformados de “alto rango” involucrados
en el movimiento sedicioso estaban el General de División, Comandante de
El plan consistía en derrocar el Gobierno de Frei a
través de un golpe e instaurar una Junta Militar, encabezada por el general
Camilo Valenzuela. Con ello le cerrarían el paso a Salvador Allende.
Un obstáculo se alzaba ante los sediciosos: el
Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider Chereau.
Este tenía a la fecha 41 años de edad. Oficial de
Estado Mayor, de brillante carrera; designado Comandante en Jefe el 23 de
octubre de 1969, reemplazando al General Sergio Castillo Aránguiz, llamado a
retiro a raíz del “Tacnazo”, movimiento sedicioso del Regimiento Tacna de Santiago,
que encabezó el general Roberto Viaux.
El General Schneider había expresado en una entrevista publicada por El Mercurio el 7 de mayo de
1970, que el Ejército era “garantía de una elección normal y de la asunción al
poder de cualquiera que hubiese sido elegido por el pueblo, fuera de que
hubiese logrado la mayoría absoluta o por decisión del Congreso Pleno, en el
caso de que ninguno de los candidatos hubiera obtenido más del 50% de los
sufragios.” Nació así
Después del 4 de septiembre, Schneider insistió en
su posición constitucionalista. Cuando detectó pasos sediciosos en las filas
del Ejército, no vaciló en salirle al encuentro. Se reunió con la alta
oficialidad y con la tropa, repitiendo – incansable – su posición.
El 8 de octubre, los altos mandos de las Fuerzas.
Armadas, presididos por el General Schneider, resolvieron -según informaba Ercilla en su edición Nº
1947, del 8 al 14 de noviembre de 1972-
“acatar la decisión que adopte el Congreso Pleno”.
“OPERACIÓN
ALFA”: PRIMER FRACASO
Los sediciosos confeccionaron la llamada “Operación
Alfa”. Su objetivo: secuestrar al Comandante en Jefe del Ejército.
Relata el General Prats, en sus “Memorias”: “El
lunes 19 de octubre, los generales ofrecemos una comida de camaradería a
Schneider, anticipando la celebración de su primer aniversario de Comandante en
Jefe que, en realidad, se cumplía el 27... Esa noche se viven gratos momentos
de camaradería, de los que hacía tiempo no teníamos oportunidad de disfrutar.
“Bastante pasada la medianoche – continúa el
General Prats -, Schneider se despide y luego lo hago yo. Nos dirigimos a los
sendos domicilios, conduciendo nuestros autos particulares, pues no quisimos
ocupar los conductores, porque los dos vivíamos muy próximos a la casa del
Comandante en Jefe. Jamás se nos pasó por la mente la siniestra celada que a
ambos se nos había tendido esa noche y de la que nos libramos fortuitamente,
porque no fueron oportunamente identificados nuestros automóviles.”
En el fallo de
“El conocimiento de que el 19 de octubre el cuerpo
de generales le ofrecía una comida a su Comandante en Jefe en la casa fiscal de
éste, ubicada en calle Presidente Errázuriz, resolvieron efectuar su secuestro
esa misma noche, el trayecto de regreso a su domicilio particular de calle
Sebastián Elcano y, al efecto, premunidos todos de armas, gas lacrimógeno,
éter, cuerdas, algunos se apostaron frente a la casa donde se efectuaba esa
reunión, con un equipo de Walkie Talkie, los que se encargarían de avisar a los
otros que se ubicaron en otros automóviles, en las cercanías, la salida del
General Schneider, los que a su pasada, lo seguirían en calle Del Inca; pero
cuando pretendieron cumplir su designio, el plan les fracasó pues el Comandante
en Jefe, en vez de usar el automóvil Mercedes Benz, que conocían y preveían que
ocuparía, se fue a su domicilio en su auto particular marca Opel, lo que los
confundió perdiéndolo de vista.”
SEGUNDO FRUSTRADO INTENTO
Al día siguiente, 20 de octubre, los complotadores
volvieron a llevar a cabo la “Operación
Alfa”. Se apertrecharon de pimienta, cloroformo, tela adhesiva y cuerdas.
Embarcados en varios autos se ubicaron en
Son las 18,30. El General Schneider subió al
Mercedes Benz. En medio del intenso tránsito de esa hora, el chofer se
adelantó, sin sospechar lo que estaba ocurriendo. Los terroristas intentaron
seguirlo. La gran cantidad de vehículos le dificultaron el paso y lo perdieron
de vista.
Fue el segundo fracaso en la realización de la
“Operación Alfa”.
Los conspiradores debían llevar adelante su acción
a más tardar el 22 de octubre en la mañana. De otra manera, no tendría los
efectos esperados por ellos en las Fuerzas Armadas antes del Congreso Pleno. Se
reunieron en un departamento de la calle 10 de Julio Nº 066. Allí ultimaron los
detalles del plan que debían llevar a cabo el 22, en Martín de Zamora con
Américo Vespucio.
El 21 de octubre, cerca de las 20 horas, se
juntaron en un camino de tierra cerca del puente que une Avenida Matta con el
Parque Cousiño. Sobre hojas de diario, con automóviles de juguetes estudiaron
los movimientos que realizarían.
Esa noche, a las 23 horas, hicieron un simulacro de
la maniobra en el sector de Los Domínicos. Participó un vehículo que simuló ser
el Mercedes Benz. El golpista Jaime Requena hizo el papel de Schneider; Carlos
Labarca, el de su conductor.
Se pusieron de acuerdo en el rol de cada uno en el
criminal atentado que perpetrarían en la mañana del día siguiente.
ACORRALANDO AL COMANDANTE EN JEFE
La tercera tenía que ser la vencida. Eran las 7 de
la mañana. Los terroristas se reunieron en Américo Vespucio Norte. Dieciséis de
ellos fueron identificados en el fallo de
Luego de impartirse las últimas instrucciones, se dirigieron
en sus vehículos a la esquina de Martín de Zamora con Américo Vespucio. Allí
esperaron. Conocían bien el recorrido habitual que realizaba el General Schneider.
Cada uno se ubicó en el lugar asignado. Todos estaban armados y contaban con
los elementos necesarios.
Minutos después de las 8 salió el Comandante en
Jefe de su hogar. Se ubicó en el costado derecho del asiento trasero del
Mercedes Benz, modelo 1966. Su conductor era el Cabo Primero Leopoldo Mauna
Morales. Se inició el acostumbrado camino.
En la esquina de Sebastián Elcano, donde debían
doblar a la derecha, se les adelantó un Fiat 1500, de color blanco. No les
llamó esto la atención. Pero si se hubieran fijado mejor, habrían reparado en
un pañuelo en el espejo retrovisor exterior. Era la señal para indicar que se
trataba del coche guía del operativo.
En el recorrido por Martín de Zamora hacia el
poniente, el Mercedes Benz fue sobrepasado por otro vehículo de los fascistas
que, junto al Fiat blanco, marcharon precediendo al General.
Al cruzar la calle Soria, Jeep Willys se ubicó
detrás del Mercedes. Poco antes de llegar a Américo Vespucio, un Dodge Dart
azul maniobró de tal manera que obligó al chofer militar virar hacia el lado
sur de Martín de Zamora, por el cual continuó su recorrido. Al Jeep Willys se
le sumaron otros tres vehículos.
A pocos metros de Américo Vespucio, los coches que
precedían al Mercedes frenaron bruscamente, obligando a éste a detenerse. El
Jeep lo chocó por detrás, inmovilizándolo.
EL ATENTADO
De inmediato, Jaime Melgoza Garay corrió hacia el costado izquierdo del auto del
General Schneider. Llevaba una pistola Colt en la mano. Con él, se acercaron
otros dos terroristas. Uno de ellos, con un combo, rompió el vidrio trasero de
ese lado. Simultáneamente otros tres individuos se aproximaron por la parte
derecha. Uno de éstos, con otro combo, destrozó el vidrio trasero de su lado.
El ya citado fallo de
“Producido el primer rompimiento de vidrios por el
costado izquierdo del coche militar, el General Schneider, presumiblemente
habría tomado su pistola Star calibre
OPINIÓN DE
Un Memorándum de
“Bob Berrellez llamó desde Santiago para informar
que poco después de las 8 horas de hoy se había producido un atentado contra la
vida del General René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército de Chile...
“Los observadores –agrega– especulan que el
atentado es una revancha contra Frei que no habría impedido asumir a Allende o
un atentado para provocar una violenta reacción de la extrema izquierda. Lo
último es considerado improbable por la rígida disciplina lograda por el
Partido Comunista.”
Otro documento de
“La eliminación del General Schneider de un puesto
clave de comando (Jefe de las Fuerzas Armadas) hace a Allende y a los
comunistas aún más vulnerables que antes. El General Schneider herido
mortalmente en un atentado la semana pasada, ha sido descrito como favorable a
Allende. Se sabe que continuamente bloqueó los intentos golpistas de generales
más decididos... Se piensa que si los balazos a Schneider no fueron realmente
el preludio al golpe, fueron una hábil maniobra para eliminar de las alturas al
único hombre que habría permitido a Allende infiltrar y neutralizar al
Ejército.”
CONGRESO PLENO PROCLAMA A
ALLENDE
Apenas conocida la noticia del atentado contra el
General Schneider la indignación estalló en todo el país. Desde el primer
momento estuvo claro para las fuerzas populares de donde venía la violencia
terrorista. Por ello, los sectores democráticos se movilizaron contra el
peligro de un golpe militar. Se reunieron las organizaciones políticas de
En medio de este clima sesionó, el 24 de octubre,
el Congreso Pleno, formado por el Senado y
Se produjo la votación. Allende recibió 153
sufragios; Alessandri, 35. Siete parlamentarios votaron en blanco y 5 no
concurrieron a la sesión.
A las 13 horas del sábado 24, Salvador Allende fue proclamado
Presidente de
MUERE EL GENERAL SCHNEIDER
Ese día, a las 19 horas, los tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas
Armadas - los Generales Prats y Guerraty y el Almirante Tirado - más el General Director de Carabineros,
Vicente Huerta, visitaron en cumplimiento protocolar al Presidente electo en su
domicilio. Todos, excepto el General Prats, estaban comprometidos con el plan
sedicioso, dirigido por
Pero el Proyecto Track II ya no corría. La valiente
actitud del Comandante en Jefe lo había echado por tierra.
El General Schneider falleció diecinueve horas
después de la proclamación de Allende.
"El
domingo 25 de octubre - relata el General Prats en sus Memorias -, a las 7,30,
me avisan telefónicamente del Hospital Militar que Schneider ha sufrido un paro
cardíaco. Llego a las
HOMENAJE A UN SOLDADO EJEMPLAR
El lunes 26, sus restos fueron llevados a
Las fuerzas populares le rindieron homenaje en uno
de sus cantos de lucha:
"Recordando al soldado valiente
cuyo ejemplo lo hiciera inmortal
enfrentemos primero a la muerte
traicionar a
UN BUMERANG
La "Operación Alfa" resultó un bumerang
para los sediciosos. El asesinato del Comandante en Jefe del Ejército logró un
efecto contrario del que esperaban: se consolidó la posición de Salvador
Allende y de
Un Memorándum de
"Contra lo que todos esperaban, los militares
no se movieron contra Allende durante el fin de semana. Se creía que el
asesinato de Schneider era el preludio al golpe."
El 27 de octubre, el Presidente Frei nombró al General
Carlos Prats Comandante en Jefe del Ejército. Éste narra así su primer acto en
ese puesto:
"A las 10,30 del miércoles 28 de octubre,
reúno a los generales y les informo de mi nombramiento como Comandante en Jefe
en propiedad y les declaro que, mientras dure mi gestión de mando, mantendrá
inflexiblemente la misma línea doctrinaria defendida por Schneider con el
sacrificio de su vida."