En el 242 aniversario de su natalicio (2):
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
O´HIGGINS,
para celebrarte
a media luz hay que alumbrar la sala.
A media luz del sur en otoño
con temblor infinito de álamos.
a media luz hay que alumbrar la sala.
A media luz del sur en otoño
con temblor infinito de álamos.
Eres Chile, entre patriarca y huaso,
eres un poncho de provincia, un niño
que no sabe su nombre todavía,
un niño férreo y tímido en la escuela,
un jovencito triste de provincia.
eres un poncho de provincia, un niño
que no sabe su nombre todavía,
un niño férreo y tímido en la escuela,
un jovencito triste de provincia.
(Pablo Neruda: “Canto General”)
2. UNA NIÑEZ DIFÍCIL
Bernardo O’Higgins nació en Chillán Viejo el 20 de agosto de 1778. Su padre
fue Ambrosio O’Higgins, un irlandés al
servicio del monarca español; su madre, Isabel Riquelme, una bella joven
chillaneja de 22 años. No pudieron casarse. Las leyes españolas prohibían a los funcionarios del rey contraer
matrimonio. La llegada del niño debió
ser ocultada. Fue arrebatado a su madre.
Su Partida de Nacimiento,
fechada en Talca el 20 de enero de
1783, la otorgó Pedro Pablo de la Carrera , cura y vicario de
esa villa, quien certifica que
bautizó ‘subconditione’ a un niño
llamado Bernardo O’Higgins que nació en
el obispado de Concepción el 20 de agosto de 1778, hijo del maestro de campo,
General de este Reino de Chile y Coronel de los reales Ejércitos de S.M., don
Ambrosio O’Higgins, y de una señora
principal de aquel obispado, también soltera, que por su crédito no he
expresado aquí su nombre”.
Sin embargo, al niño se le llamará Bernardo Riquelme. Los oligarcas y charlatanes lo apodarán “huacho”.
“En Chillán nadie sabía quienes eran
los padres de aquel fortachón de cara redonda, ojos azules y cabello castaño.
Cuando el niño cumplió cuatro años, una escuadra de húsares lo llevó a la finca de Juan Albano
Pereira, en Talca, a quien Ambrosio O’Higgins había conocido durante su primera
visita a Chile. Casimiro, hijo del portugués, cinco años mayor que Bernardo, se
hizo su inseparable e íntimo amigo.
Aquel mismo año, Isabel, casada poco
después de nacido Bernardo, quedó viuda. Comenzó a frecuentar la hacienda de
Juan Albano y Bernardo conoció al fin el cariño materno” (V. Razuváez:
“Bernardo O’Higgins: Conspirador, general, estadista”, página 26)
Bernardo
estudió primero en un colegio de los franciscanos para hijos de jefes mapuches de Chillán. Allí
supo quien era su padre, quien había sido designado Intendente de Concepción en 1786. Al año
siguiente fue nombrado Gobernador de Chile. Entonces, en 1790, lo envió para continuar sus estudios
a Perú. Tenía 12 años. En Lima, ingresó al Colegio de San Carlos, de los
jesuitas, donde estuvo cuatro años estudiando junto con hijos de dignatarios
españoles.
Pero don Ambrosio seguía su
ascendente carrera. En 1796, asumió como Virrey del Perú. Entonces el joven
Bernardo debió viajar a Inglaterra.