Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“En suma, la dinámica
de la lucha de clases, junto con
colocar a
Chile en los comienzos de la ruta que podía
conducirlo
al socialismo, lo colocó también en los
umbrales del
fascismo”. (“Hernán Ramírez Necochea:
“El fascismo
en la Evolución
política de Chile hasta
página 30)
EL FASCISMO HIJO LEGÍTIMO DEL
IMPERIALISMO
La sociedad capitalista
es un régimen en que existen dos clases antagónicas: la burguesía, dueña de los
medios de producción, y los trabajadores que, para poder subsistir, deben
vender su fuerza de trabajo a los poseedores de los medios de producción.
Como en toda sociedad
dividida en clases antagónicas, en el capitalismo existe un Estado, que es un
instrumento de dominación de la minoría (los capitalistas) sobre la mayoría
(los trabajadores).
En todo régimen con
clases antagónicas, existen las luchas de clases. A veces oculta, subterránea,
otras abierta. Para los trabajadores
esta lucha contra la burguesía tiene tres aspectos: lucha económica, lucha
ideológica y lucha política.
La burguesía ejerce su
dictadura sobre la mayoría de la población en la forma más sutil posible. La clase dominante cubre su dictadura con una
capa cosmética de democracia. Se celebran elecciones. Se realizan cambios siempre que no perjudican los intereses de la
burguesía. Cambios a lo gatopardo.
Pero cuando los
trabajadores llevan adelante la lucha económica, exigiendo reivindicaciones
socioeconómicas, como, por ejemplo, aumento de salarios, y esas
luchas adquieren fuerza, entonces las clases dominantes convierten esas luchas
económicas en conflictos políticos. Intervienen los gobiernos burgueses a favor
de los patrones, emplean la violencia reaccionaria utilizando militares y
policías. Masacran. Ello ocurrió alrededor de 50 veces en el Chile del siglo
XX.
Y cuando los
trabajadores, utilizando los mismos medios de la burguesía, logran ganar parte
del poder, el Ejecutivo, y desde ahí realizan cambios revolucionarios en
dirección al socialismo y, si a eso se agrega, un poderoso movimiento obrero,
un Partido Comunista con doscientos mil militantes, fuertes organizaciones
sindicales, trabajadores con firme conciencia de clase y con un irrestricto
apoyo a su gobierno, entonces la
burguesía, que ve peligrar su poder,
lanza por la borda todo el aparataje democrático, que ya no le sirve, y echa
manos al fascismo, la forma más violenta y cruel de sus métodos de dominación.
¿POR QUÉ EL
IMPERIALISMO ECHÓ MANO AL GOLPE FASCISTA EN CHILE?
Ocurrió en Chile el 11
de septiembre de 1973. El imperialismo y la reacción criolla emplearon la forma más violenta y cruel de golpe de
estado, un golpe fascista. El violento asalto del gobierno; la destrucción de
toda forma de democracia, el exterminio
físico de los revolucionarios, comenzando por el heroico compañero Presidente.
Esto, con el objetivo de paralizar
por el terror al pueblo. Un ejemplo
concreto de ello fue el bombardeo de La Moneda. Inútil
desde un punto de vista militar, pero efectivo para infundir el miedo a la
población.
El golpe fue la
respuesta de la burguesía más reaccionaria a los avances logrados por el
movimiento obrero. No fue sólo la “inspiración” de un grupo de milicos
antipatriotas y traidores.
Fue la respuesta a los
avances alcanzados por un poderoso movimiento obrero, creado por Luis Emilio
Recabarren en la segunda década del siglo XX, cuya conquista más importante
hasta ahora, ha sido el Gobierno Popular.
Fue la respuesta
contrarrevolucionaria llevada a cabo por
parte de la burguesía chilena, de sus partidos, como el Partido Nacional
(los actuales UDI), la
Democracia Cristiana y otros grupúsculos. Pero, lo
determinante fue la acción de la
burguesía más poderosa y reaccionaria del mundo, el imperialismo
estadounidense. Ella encabezó la conjura contra el Gobierno de Allende.
Fue su reacción ante la
fuerza que el ejemplo chileno ejercía en los pueblos del mundo y en especial de
América Latina.
Por eso se unieron en
una “santa alianza” Nixon, Kissinger, la
ITT , la Pepsi
cola, la Anaconda ,
la Kennecott ,
Frei Montalva, Patricio Aylwin, Onofre Jarpa, Sergio Diez, Francisco Bulnes,
Pedro Ibáñez, Jaime Guzmán, El Mercurio, La Tercera y otros medios de comunicación. Todos
representantes de los intereses del imperialismo, los latifundistas y la
burguesía monopolista criolla.
El golpe del 11 de septiembre de
1973 fue un golpe fascista.
Fascista por la violencia física y sicológica
que se empleó y, porque su objetivo no era reemplazar a un gobierno por otro,
sino cambiar de raíz el proyecto revolucionario y popular impulsado por la Unidad Popular , por
otro contrarrevolucionario, que impuso a sangre y fuego: el neoliberalismo, el
capitalismo más salvaje. Para lograrlo emplearon el terrorismo de estado,
perpetrando el genocidio del pueblo chileno. Primero empleó la represión masiva, después creó organismos
para detener, torturar, hacer desaparecer y asesinar en forma selectiva. Entre estos estaban la DINA , CNI, el Comando
Conjunto, etc. Fueron miles las víctimas de la violencia fascista.
Su objetivo era cambiar a
Chile en todos sus aspectos. Y, desgraciadamente, en 17 años lo lograron.
EL GOLPE
FASCISTA EN DESARROLLO
Recuerda Carlos Toro: “Alrededor
de las 5,30 horas sonó el teléfono. Atendí. Me llamaban los compañeros
ferroviarios de Valparaíso para informar que: ‘la escuadra había regresado en
la madrugada a Valparaíso y que en ese momento la marinería se estaba tomando
las instalaciones ferroviarias del puerto’. Con esta nueva noticia, llamé
inmediatamente a Tomás Moro. Me atendió Joan Garcés. Mira, le dije, se está
dando un conato subversivo de la marina en Valparaíso.
Tengo la impresión de
que fue la primera alerta que él llegó al Presidente. Aunque no estoy seguro de
ello. También pudo recibirla por otros conductos.
En seguida llamé a Mario Zamorano y le relaté los hechos y me respondió:
‘yo me voy a encargar de avisarle a los
miembros de la
Comisión Política , para que se dirijan de inmediato al local
del Partido en calle Vergara. Nos vemos allá’.” (Carlos Toro: “La
Guardia muere , pero no se rinde…Mierda. Memorias”, página 81)
A las 6,20 de la mañana del 11 de septiembre de
1973, el presidente Allende recibió un llamado telefónico en su residencia de
Tomás Moro. Se trasladó a La
Moneda. A las 8,30 las tropas golpistas se apoderaron de las
calles de la capital.
Los fascistas instaron a
rendirse al Presidente. Les respondió:
“Como generales traidores que son no conocen a los hombres de honor”.
Numerosos ministros, hombres
de gobierno, dirigentes de la UP ,
sus hijas Beatriz e Isabel, llegaron a reunirse con Allende. Éste ordenó salir a las mujeres y a los hombres
que no tienen armas: “Vivos serán más
útiles para la lucha revolucionaria”.
A las 9,15 se inició el
ataque contra La Moneda ,
defendida apenas por menos de 40 combatientes. Los asaltantes del poder
embistieron con infantería, blindados, artillería. A las 12 horas, aviones
rasantes bombardearon el Palacio de Gobierno.
Allende se dirigió al pueblo en cuatro
oportunidades por radio. En su último discurso transmitido por Radio Magallanes
del Partido Comunista, dijo:
“… La historia no se detiene
ni con represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada, éste es
un momento duro y difícil.”
“Ante estos hechos sólo me cabe decirles a los trabajadores: ¡Yo no voy a
renunciar! Colocado en un tránsito histórico pagaré con mi vida la lealtad del
pueblo. Y les digo que tengo la certeza que la semilla que entregáramos a la
conciencia digna de miles y miles de chilenos no podrá ser cegada
definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los
procesos sociales ni con el crimen, ni con la fuerza. La historia es nuestra y
la hacen los pueblos”.
“¡Trabajadores de mi
patria! Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento
gris y amargo, donde la traición pretende imponerse.
Sigan ustedes sabiendo
que, mucho más temprano que tarde, abrirán las grandes alamedas por donde pase
el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile, viva el
pueblo, vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas
palabras, teniendo la certeza que mi sacrificio no será en vano.
Tengo la certeza que por
lo menos, habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la
traición.
Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal
tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. Me seguirán oyendo.
Siempre estaré junto a ustedes, por lo menos mi recuerdo será el de un hombre
digno que fue leal con la patria…”
Durante 16 años y seis meses, del 11 de
septiembre de 1973 al 11 de marzo de 1990, el pueblo chileno sufrió una de las
tiranías más sanguinarias de la historia de la humanidad.
El Partido Comunista fue
perseguido con saña: dos Comités Centrales y uno de las Juventudes Comunistas fueron
detenidos, y asesinados. Forman parte de la lista de detenidos desaparecidos.
José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino son horriblemente
degollados.
El régimen fascista barrió con todo elemento democrático: quemó los Registros Electorales; prohibió los partidos políticos y las organizaciones sindicales; disolvió el Congreso, que fue reemplazado por un nuevo poder legislativo: los comandantes en jefe de las tres ramas de las FF AA y el Director de Carabineros.
La dictadura se "institucionalizó" a través de
A.- EL GENOCIDIO
La
base teórica de los crímenes perpetrados
por la dictadura fue la
Doctrina de Seguridad Nacional: la guerra de exterminio
contra el enemigo interno, calificado genéricamente como comunismo.
CIFRAS OFICIALES DE
VÍCTIMAS DE LA
DICTADURA FASCISTA
Hubo cinco instancias oficiales
para estudiar los atropellos a los derechos humanos bajo la dictadura: la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación o Comisión Rettig
(marzo de 1991), la
Comisión Rettig II, la Corporación Nacional
de Reparación y Reconciliación (febrero 1992, La Comisión Nacional
sobre Prisión Política y Tortura o
Comisión Valech (2004) y la
Comisión Valech II (2010). Las cinco, luego de recibir
miles de testimonios, evacuaron un informe.
De la suma de todos estos informes, las cifras
oficiales entregan un total final de 3.227 víctimas 2.125 asesinados y 1.102
detenidos- desaparecidos.
Además, los agentes de la dictadura detuvieron y
torturaron a 31.831 patriotas. Más de 200
mil personas fueron lanzados al exilio, repartidos en 50 países.
B.- EL
MODELO NEOLIBERAL
El modelo neoliberal fue
aplicado en Chile por la dictadura
utilizando al país, en base al terrorismo de Estado, aplastando todos
los derechos de los trabajadores, se atacó la salud, la educación, la seguridad
social, todo con el fin de aumentar las ganancias de los empresarios.
El fundamento económico del neoliberalismo se centró en la
competencia, eliminando (o limitando al máximo) el papel del Estado. Así, se
entiende que el mercado se regula por sí mismo, eliminando las empresas más
débiles y premiando a las más rentables.
En el período 73-90 se privatizaron y se
devolvieron 725 empresas y activos pertenecientes a la CORFO ; de ellas 343 fueron
devueltas a sus dueños por estar requisadas o intervenidas. 35 fueron
privatizadas dos veces. Las llamaron “el área rara”, porque fueron
privatizadas, quebraron, por lo que la dictadura las estatizó, les dio solvencia, y las volvió
a privatizar. En su mayoría fueron bancos afectados por la crisis de 1982 y los
créditos no pagos y las recién constituidas AFP.
En cuanto a los precios, el
Estado no debía entrometerse, ni siquiera en los productos de primera
necesidad. La teoría establece que la competencia y la ley de oferta y demanda
son los factores que marcan lo que cuesta cada artículo.
Se redujeron los impuestos sobre la renta. Por
contrario, los de valor agregado (como el IVA, que pagan todos los chilenos)
subieron para cubrir las necesidades presupuestarias. Esto benefició a las
rentas altas y a las empresas frente a los población trabajadores.
El neoliberalismo en Chile perjudicó a gran parte de la población. Los buenos
datos macroeconómicos contrastaban con la microeconomía; es decir, con lo que
la gente percibía en su hogar.
La inflación que se había
reducido en 1981 volvió a dispararse posteriormente. El cambio fijo con el
dólar debió eliminarse cuando la deuda externa alcanzó los 16.000 millones de
dólares. El gobierno se vio obligado a intervenir algunas empresas en 1983 para
impedir su quiebra.
Por otra parte, los sueldos
sufrieron una gran reducción. Se calcula que en el periodo entre 1974 y 1980
los sueldos reales equivalían apenas a tres cuartos de los de 1970.
En cuanto al desempleo,
este aumento de manera muy considerable. La bajada de aranceles —que perjudicó
a las empresas nacionales— y otros factores llevaron a que la cesantía llegara a un 30 % entre 1982 y 1983.
1)
SU ESPURIO ORIGEN
Fue
redactada por el senador UDI Jaime Guzmán. Aprobada por la Junta de Gobierno a través
del Decreto-Ley 3464 y “ratificada” por
el Plebiscito del 11 de septiembre de 1980. Este fue un escandaloso fraude. Hasta el integrante de la Junta Militar de
Gobierno, general Gustavo Leigh, reveló que antes de la singular consulta a la
ciudadanía ya le habían dicho por cuánto ganaría la aprobación a la Constitución
pinochetista. Miles de agentes de
seguridad y funcionarios del gobierno en todo el país los que votaron varias
veces por el "Sí". Aprovecharon
que no existían registros electorales para llevar a cabo el fraude.
Para votar bastaba presentar
el carnet de identidad, incluso vencido. Los presidentes de las mesas fueron nombrados
por los alcaldes (designados por
Pinochet), y los dos vocales sorteados también por el alcalde. Los recintos de
votación fueron los escogidos por los alcaldes. A cada sufragante se le marcó
con tinta indeleble el pulgar derecho. Pero no era indeleble.
Los jefes de local,
designados por la autoridad militar correspondiente, enviaron actas, talones y
antecedentes al alcalde; de allí pasaron al gobernador y al intendente".
Todo "atado, y bien atado".
La cifra de los electores en ese plebiscito provocó, desde su conocimiento, enormes sospechas por el elevado número: 6.271.868 que contrastaba con el de 3.661.898 electores que participaron en la última elección del período democrático, en marzo de 1973. En abril de 1982, se realizó un censo de población que permitió despejar definitivamente las dudas y confirmar las sospechas. Se estableció así que los mayores de 18 años, al 11 de septiembre de 1980, eran 6.668.240 personas, lo que significa que para aprobar
Los amañados resultados entregados por la
dictadura fueron: Por el SI: 4.204.879 votos (67,04%). Por el NO: 1.893.420 votos (30,19%).
2) CERROJOS PARA LA DEMOCRACIA
En
1979, Jaime Guzmán, su principal ideólogo, señaló que la Constitución fascista
debía asegurar "Que si llegan a gobernar los adversarios,
se vean constreñidos a seguir una acción no tan distinta a la que uno mismo
anhelaría, porque el margen de alternativa que la cancha imponga de hecho a
quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducido para hacer
extremadamente difícil lo contrario”. Es
decir, colocar candados a cualquier posibilidad de democracia.
El
espíritu de la norma fundamental queda también reflejado en un fallo del Tribunal
Constitucional del año 2016 en el que declaró
inconstitucional un proyecto que confería a los sindicatos la titularidad para
negociar colectivamente. "Cabe tener presente que la actual Constitución
tiene particularidades. No se trata de una Constitución totalmente neutra.
Ninguna lo es. Y, respecto de las materias objeto de examen, ciertamente no lo
es", señaló en su resolución este organismo, que precisamente es uno
de los principales candados de la Constitución vigente.
Esta
rigidez ha bloqueado la modificación de múltiples materias desde la vuelta a la
democracia. Muchas de ellas están asociadas a las Leyes
Orgánicas Constitucionales, que requieren un quorum de 4/7 del Congreso. Estas
mayorías calificadas, que en el caso de reformas a la Constitución llegan a
los 2/3, o trampas como la eliminación de la posibilidad de plebiscito, no
nacieron con la
Carta Fundamental de 1980, sino que fueron parte del “pacto
de transición a la democracia” de 1989.
COMBATIENTES POR LA DEMOCRACIA
La
dictadura cambió también la conciencia social. Amplios sectores de trabajadores
perdieron su conciencia de clase, el espíritu de solidaridad clasista, su
combatividad. Fueron ganados por el consumismo, el egoísmo, la apatía, el
conformismo, el apoliticismo. Otro tanto sucede con vastos estratos de jóvenes.
Pero fueron miles de
chilenos que, guiados por sus ideales revolucionarios y democráticos, combatieron contra la
dictadura. Muchos de ellos fueron detenidos y torturados, secuestrados y
asesinados. Más de 500 militantes comunistas cayeron en la lucha antifascista.
La primera manifestación
pública antidictatorial después del
golpe lo constituyó el funeral del poeta Pablo Neruda, el 25 de
septiembre de 1973.
Fueron los sectores populares, entre ellos los
comunistas, los únicos en combatir por la democracia desde los inicios de la
dictadura.
Entre 1973 y 1975, heroicos
grupos de patriotas se esforzaron para que sus organizaciones políticas y
sindicales no sucumban en la guerra total que, en su contra, habían desatado los generales.
De 1975 a 1977, etapa de
reorganización. Recién entonces el PDC cesó su apoyo a la tiranía y pasó a una
pasiva oposición.
Entre el 14 y el 23 de
junio de 1977 tuvo lugar la primera huelga de hambre de los familiares de
detenidos-desaparecidos. . Esta acción marcó el comienzo de una nueva etapa en
la lucha antifascista: surgieron las primeras expresiones de masas contra la
dictadura.
En agosto de 1977, se
celebró el primer Pleno del Comité Central del Partido Comunista, durante la
tiranía. Allí se analizó lo ocurrido durante el Gobierno Popular, sus logros y
falencias. Con un profundo sentido autocrítico se pasó revista a la actuación
del PC en esos mil días, sus aportes y deficiencias. Se señaló que la carencia
de una acertada política militar constituye un "vacío histórico". Se
rindió emocionado homenaje a los caídos en la resistencia antifascista.
El año 1978 estuvo marcado por las masivas huelgas de las ollas vacías en Chuquicamata, El Salvador y Huachipato.
En 1980, el Partido
Comunista proclamó la política de Rebelión Popular de Masas: el empleo de todas las formas, incluso la
violencia más aguda, para derrotar la tiranía.
El PC organizó exitosas
marchas contra el hambre, que tuvieron lugar el 19 de agosto y el 30 de
septiembre de 1982. También acciones de protestas que el 24 de marzo de 1983,
se realizaron en 20 ciudades del país.
El 11 de mayo de 1983,
convocada por la
Confederación de Trabajadores del Cobre, se llevó a cabo la Primera Jornada
Nacional de Protesta. Esta masiva demostración contra el régimen marcó el
inicio de una nueva e importante etapa de la lucha antifascista.
Ese año, se efectuaron otras seis acciones de
este tipo, que comenzaron a arrinconar a la dictadura. Esta se vio obligada a
ceder espacios a la oposición. Es así, como aparecieron revistas críticas y
surgieron a la vida pública los partidos políticos. En agosto, se constituyó la Alianza Democrática ,
liderada por la DC ;
en septiembre, el Movimiento Democrático Popular, que encabeza el PC.
El 14 de diciembre de 1983,
se fundó el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Se multiplicaron las acciones
de desestabilización de la tiranía: cadenazos, apagones, ataques a agentes del
terrorismo de estado.
En 1984, hubo cuatro
grandes jornadas de protesta; en 1985, otras cinco.
En abril de 1986, se
constituyó la
Asamblea Nacional de la Civilidad , la más amplia coalición social en la
historia de Chile. También el Comité Político Privado en el que participan
todos los partidos políticos de oposición.
El 2 y 3 de julio de 1986, tuvo lugar la más grande y combativa jornada de protesta antifascista. De seguir la tendencia en alza que han tenido estas acciones, en Septiembre de ese año, el país sería ingobernable para el tirano.
Pero no prosiguieron las
grandes jornadas de protesta. Al ver la envergadura que tomaban y las claras
perspectivas de una salida democrática de masas, el imperialismo intervino más
groseramente que antes en los asuntos internos de Chile. Presionó a la Democracia Cristiana
y a otros partidos de centro derecha. Estos
abandonaron la
Asamblea Nacional de la Civilidad , disolvieron el Comité Político
Privado, renunciaron a la lucha frontal con
la dictadura y buscaron el camino de una salida pactada con ella.
Sólo los partidos populares
prosiguieron las acciones contra Pinochet. Pero ocurrieron dos reveses que
debilitaron ese camino: el descubrimiento del arsenal patriota en Carrizal, en
agosto, y el fracaso del intento de tiranicidio, en septiembre de 1986.
El 26 de junio de 1987,
cumpleaños de Allende, el PC y un sector del PS constituyeron la Izquierda Unida.
El 7 de octubre, se llevó a
efecto un paro general convocado por el Comando Nacional de Trabajadores. El 19
de noviembre, se realizó un gran acto de la oposición en el Parque O'Higgins.
En febrero de 1988, 13
partidos acordaron participar en el plebiscito convocado por la dictadura,
renunciando a toda acción contra ella.
Entre estos, estaban los partidos que habían
formado la
Unidad Popular , excepto el Partido Comunista. Sólo éste siguió planteando la necesidad de continuar acciones de masas contra la tiranía, para
construir una salida democrática y popular, sin amarres que impidieran alcanzar
una real democracia.
Entre las acciones que convocó el Partido Comunista estuvo la
exitosa marcha contra el hambre del 11 de julio de 1988. Además, llamó a
trabajar y a votar por el NO en el plebiscito.
El 5 de octubre, venció el
NO en el plebiscito. Fue derrotado Pinochet en sus pretensiones de continuar a
la cabeza de la dictadura.
La salida pactada en Chile, significó el reemplazo del gobierno de la dictadura, por otro, el dela
Concertación , cuya principal función, determinada por los amarres
impuestos por Pinochet, fue impedir el acceso al poder del movimiento popular.
El 11 de marzo de 1990 asumió La salida pactada en Chile, significó el reemplazo del gobierno de la dictadura, por otro, el de