domingo, 30 de agosto de 2020

EL DÍA INTERNACIONAL Y NACIONAL DEL DETENIDO-DESAPARECIDO







                                              


                                              Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                                               Centro de Extensión e Investigación
                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER


                                   


Del  24 al 28 de noviembre de 1981 se desarrolló en Caracas, Venezuela,  bajo el lema “Hasta Encontrarlos”, el II Congreso Latinoamericano de Familiares de Detenidos Desaparecidos. En ese encuentro, al cual asistieron más de cien organizaciones del continente,  nació FEDEFAM, la Federación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Latinoamérica.

Una de sus fundadoras fue Sola Sierra Henríquez, quien posteriormente en noviembre de 1988 en el VIII Congreso de FEDEFAM, fue elegida  miembro de su Comité Ejecutivo como Encargada de Relaciones Internacionales.
En esa calidad, Sola Sierra representó a la Federación ante las Naciones Unidas en la Comisión de Derechos Humanos y en la subcomisión para la Prevención y la discriminación, que funcionaban en Ginebra, Suiza.

En el año 2011, una iniciativa de FEDEFAM, apoyada por la Organización de Naciones Unidas instauró el 30 de agosto como el Día Internacional del Detenido Desaparecido.


CHILE:  LAS OPERACIONES DE NOCHE Y NIEBLA

La presión de la solidaridad internacional y las denuncias de la Iglesia Católica chilena sobre los crímenes de los agentes de Pinochet,  obligaron a la dictadura a esconder sus ensangrentadas garras.

Entonces recurrieron al ejemplo de las “Operaciones de Noche y Niebla” de la policía secreta de Adolfo Hitler. A partir de 1976, la tiranía  privilegió  el siniestro método de los detenidos desaparecidos. Por ejemplo, en junio de ese año, el 52% de los patriotas detenidos desaparecieron sin dejar rastros en manos de los órganos represivos.

Con este sistema, la tiranía creyó perpetrar el crimen perfecto. Sin testigos, sin cadáveres de las víctimas, no existían pruebas de sus fechorías.

Pero no contaron los fascistas con la heroica lucha de los familiares de los secuestrados, quienes con ayuda de la Vicaría de la Solidaridad del Arzobispado de Santiago de la Iglesia Católica, presentaron 4.783 recursos de amparo entre 1973 y 1976. De éstos, ninguno fue acogido por la Corte de Apelación o la Corte Suprema de Justicia. (Revista “Hoy” N.º 52, 24 a 30 de mayo de 1978, página 11).




La abierta complicidad de la “Justicia” con los crímenes de la dictadura, no desanimó a los familiares de los secuestrados que continuaron su lucha por saber el destino de sus seres queridos.

El 14 de junio de 1977, en la sede de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL)   se inició la primera huelga de hambre de los familiares de detenidos desaparecidos, que se prolongó hasta el 23 de ese mes. Tomaron parte en ella 26 familiares: 24 mujeres y dos hombres. 

Simultáneamente, grupos de mujeres, también familiares de detenidos desaparecidos entregaban simultáneamente a 16 órganos de información una declaración donde  se señalaba el inicio de la huelga de hambre y sus objetivos.
Chile fue conmovido por la noticia. Pronto la prensa y la radio informaron del hecho.

 En las calles se distribuyeron volantes y aparecieron rayados en las murallas  La solidaridad se hizo presente: hubo declaraciones públicas de juristas, personalidades políticas y sociales, se ofrecieron misas en su respaldo.  En el mundo se  levantó una gran ola solidaria: Declaraciones, huelgas de hambre en apoyo.

Pinochet se vio obligado a reconocer, por primera vez, la existencia de detenidos desaparecidos, comprometiéndose  ante el entonces Secretario General de Naciones Unidas, Kurt Walheim, a entregar información sobre los 36 parientes de los participantes en la huelga”.

Naturalmente, el tirano no cumplió. Pero, esta huelga de hambre marcó el inicio de una nueva etapa en las luchas contra la dictadura. Estas ya no serán protagonizadas sólo por los sectores más consecuentes, sino que adquirirán un carácter de masas.

Por otra parte, la solidaridad internacional alcanzó un momento muy alto, precisamente en respuesta al valiente episodio llevado a cabo en la sede de la CEPAL en Santiago, que contribuyó a convertir el “crimen perfecto” tramado por el dictador, en un bumerang contra él.

EL DÍA NACIONAL DEL DETENIDO DESAPARECIDO EN CHILE

En Chile, esta fecha se conmemora desde 2006 como un aporte a la memoria histórica y al reconocimiento a las víctimas y a sus familiares.
Según los datos confirmados acumulados  por la Comisión Rettig ( I y II ) y la Comisión Valech ( 2004 y 2010 )    los detenidos desaparecidos durante la dictadura fascista suman 1.102 personas.

Rindamos homenaje a la memoria de las heroínas y héroes que, en la lucha contra el fascismo y por la democracia cayeron en las garras de los agentes de Pinochet. Fueron secuestrados, ocultados, torturados y asesinados.

Honor y gloria eterna a que  los entregaron lo más preciado que tiene el ser humano, la vida, por un Chile democrático.