En su 118º natalicio:
Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Conocí
al compañero José Vega Díaz en 1991
cuando, acompañado por el camarada Américo Zorrilla, llegamos a su modesto
hogar. Andábamos buscando antecedentes sobre Luis Emilio Recabarren para el
libro que aparecería en 1992 con el nombre de “Don Reca”. El compañero Vega
Díaz nos proporcionó importantes antecedentes. Conversé con él en varias oportunidades.
Poco después, el 18 de abril de 1994, su viejo y aguerrido corazón de comunista
ejemplar dejó de latir.
EN LA PAMPA
SALITRERA
José
Vega Díaz había nacido en Sotaquí, Ovalle, el 15 de agosto de 1902. Sus padres
fueron Crispín Vega y Cruz Díaz. Estudió en una escuela primaria desde los 6 a los 12 años. A esa edad
entró a trabajar en las salitreras como minero, y en ferrocarriles en el puesto
de ayudante de calderero. A los 17 años fue elegido dirigente sindical en las
salitreras. También de la
Federación Obrera de Chile, FOCH, al constituirse ésta en
1919.
SE INCORPORA AL PARTIDO COMUNISTA
Ingresó a las filas del
Partido Comunista. Ocupó el puesto de máximo dirigente de esta colectividad en
Tocopilla. En esa ciudad, en 1924, cuando tenía 22 años de edad, comenzó a
laborar como tipógrafo. Colaboró en la revista ‘Vanguardia’ y en los periódicos
‘El Despertar de Tocopilla’, ‘Defensa Obrera’, de Iquique. Fue publicista,
regente de taller, redactor y director de ‘El Socialista’, de Antofagasta, que después
se pasó a llamar ‘El Comunista’.
ASÍ LO RELATÓ UN COMUNISTA
AUSTRÍACO
En julio de 1930, José
Vega junto con su camarada Manuel González Vilches, llevaron a cabo una audaz e increíble acción.
Tuve la suerte de encontrar un manuscrito inédito, escrito
por el comunista austriaco Federico Glaubauf, dirigente de la Internacional Comunista.
Lo tituló “Primer encuentro con Chile”. Lo traduje del alemán. Allí relata:
"Fue en julio o agosto de 1930. Una tarde estaba en
una reunión con algunos compañeros en la sede del Partido Comunista argentino,
la 'Casa del Proletariado', en calle Independencia (Buenos Aires), cuando
repentinamente llegó Ítala Codovilla –esposa de Vittorio Codovilla- muy
nerviosa. Buscaba a su esposo, el conocido dirigente comunista argentino. Al no
encontrarlo en el local, me pidió que la acompañara a su hogar, que estaba
cerca.
"Ahí, en el umbral de la puerta de la casa, donde
vivían también otros militantes del Partido, estaban sentados dos hombres. Sus
ropas deterioradas. Se veía que habían hecho un largo viaje. No tenían
equipaje, salvo unos trastos, que cada uno de ellos había unido en un atado, a
la usanza campesina.
"En la habitación de los Codovilla, que era al
mismo tiempo sala de estar, pieza de trabajo y dormitorio, uno de los hombres
-alto y con un tupido bigote- se sacó el viejo sombrero y de él extrajo un muy
bien doblado papel, que legitimaba a ambos como representantes del entonces
ilegal Partido Comunista de Chile”.
CRUZARON A PIE LA
CORDILLERA
"El compañero alto era el "huaso"
González; el otro era conocido en el Partido como 'El Negro' (se trataba de los
compañeros Manuel González Vilches y de José Vega Díaz, que fue diputado del
Partido, nota del autor). Habían viajado más de un mes. Primero intentaron
llegar a Argentina pasando por Bolivia. Varias veces fracasaron en sus
intenciones de cruzar esa frontera. Finalmente se arriesgaron a traspasar la
alta cordillera en pleno invierno y sin contar con la ropa adecuada. Así
llegaron a Mendoza. Allí algunos compañeros les proporcionaron el dinero para
viajar hasta Buenos Aires.
"¿Qué los había motivado para hacer ese viaje?
"El senador Hidalgo, que hasta la ilegalización del
Partido, estuvo en su dirección, había afirmado a su regreso de un viaje a
Europa, que la
Internacional Comunista recomendó la disolución del Partido
Comunista de Chile. Los compañeros, que enviaron a los dos delegados, querían
una clara respuesta del parte del Secretariado Sudamericano de la Komintern sobre el
problema planteado. Por eso venían donde Codovilla, pues sabían que pertenecía
al Secretariado Sudamericano. Requerían una respuesta inmediata. De no ser así,
estaban dispuestos a llegar hasta Moscú para lograr la clarificación.
"Para mí – explica Federico Glaubauf – no fue fácil
seguir la exposición de los compañeros. Mis aún precarios conocimientos del
castellano me permitían entenderlo en Buenos Aires, pero yo desconocía las
particularidades del lenguaje chileno y, sobre todo, no podía comprender la
forma poco clara de hablar del 'huaso'.
"Vittorio Codovilla llegó luego. Conocía
personalmente a los delegados. Les aclaró que el senador Hidalgo había
traicionado y que estaba fuera de toda discusión la disolución del Partido
Comunista de Chile".
DIPUTADO COMUNISTA
Ese mismo año de 1930,
Vega Díaz viajó a Rusia Soviética, en
representación del Partido Comunista y la FOCH , para
participar en Moscú en una reunión del
Buró Político de la
Internacional Comunista y en el V Congreso de Internacional
Sindical.
En marzo de 1933 fue
elegido diputado por la
Segunda Agrupación Departamental de Tocopilla, El Loa,
Antofagasta y Taltal.
El diputado del Partido Democrático Juan Pradenas Muñoz,
que apoyaba el gobierno de Arturo Alessandri Palma, pronunció a comienzos de
abril de 1933 un discurso en la
Cámara protestando porque se habían tomado “medidas que vulneran las más elementales garantías
constitucionales y se apresa arbitrariamente a un parlamentario”
Agregaba que: "No creo que el peligro de que se
perturbe el orden social y político pueda estar en los comunistas, sino que más
bien en otros elementos que están vinculados al ejército. Pero el único objeto
al usar de la palabra es protestar del atropello al fuero parlamentario que
significa la prisión arbitraria de un miembro del parlamento como el diputado
señor Vega".
Éste era uno de los 82 delegados al IX Congreso del Partido
Comunista que se realizaba en la casa quinta de la calle Santa Elisa Nº 84 de
Lo Ovalle y que fueron detenidos el 30 de marzo de 1933.
PARTICIPÓ EN UN CONGRESO QUE FINALIZÓ EN LA CÁRCEL
José Vega Díaz relató
posteriormente: “La noche del 30 de marzo
acompañé al sitio de reunión a la delegación de Tocopilla, encabezada por Raúl
Barra Silva, pero cuando me estaba acomodando debajo de una mesa para dormir,
se hizo presente la policía y procedió a cargar cuatro camiones con los 82
delegados... Al pasar por la
Plaza de Armas, rompimos el silencio de la noche con las
notas de La
Internacional. La Cárcel se llenó de gritos contra el
gobierno... Yo asistí a esa reunión, por derecho propio, por ser uno de los dos
diputados que tenía el Partido. El otro, Andrés Escobar, no asistió, no sé por
qué. Y se libró".
"El Mercurio" del sábado 1 de abril de 1933,
informaba:
"Aproximadamente a las 1.30 de la madrugada un
grupo de agentes de investigaciones y fuerza de carabineros rodearon la casa en
cuestión, procediéndose, acto seguido, a escalar los muros para introducirse al
interior del edificio. Una vez dentro de la casa, los detectives se encontraron
en una de las habitaciones en que estaba reunido un grupo numeroso de elementos
comunistas, entre los cuales se hallaba el diputado comunista señor José Vega
Díaz, el Secretario General del Partido
Comunista, señor Carlos Contreras Labarca, y setenta y ocho personas más, entre
ellas tres mujeres".
Agregaba que la
Corte de Apelaciones, en pleno, designó al Ministro Miguel
Aylwin para que resolviera sobre la detención del diputado José Vega.
DESAFORADO
POR PARTICIPAR EN UN CONGRESO LEGAL
El domingo 2 de abril, "El Mercurio" en su
página 23 titula: "Por unanimidad acordó la Corte desafuero al diputado
Sr. Vega D."
En esa misma página, otro artículo tenía un largo
encabezamiento: "Más de quince horas de abrumadora labor significó el
interrogatorio a los comunistas". En él se expresaba: "Cerca de las
12,30 PM, se puso término a todos los interrogatorios, siendo ingresados los
hombres a la Cárcel
Pública y a dos de las mujeres, Edelmira Farías y Ana
Gutiérrez Sandoval, a la
Casa Correccional , en tanto Inés Aravena Villalón era
conducida a la casa de Menores, a disposición del Juez de Menores".
Más adelante se informaba que “el Ministro Miguel Aylwin
ordenó en la tarde del sábado 1 abril de 1933, la libertad incondicional del
diputado José Vega, el que abandonó la Cárcel alrededor de las 17 horas”.
Por su parte, el exdiputado José Vega Díaz en su obra
“El Aprendiz de Comunista”, recordaba: "En la galería 15 se reiniciaron
las sesiones del Congreso, allí aparecieron antiguas posiciones sectarias,
enemigas de la unidad popular y que hablaban de 'Frente Único Proletario'..." Y
agregaba que "el día 4 de mayo, la justicia ordinaria dejó en libertad a
todos los detenidos en Lo Ovalle".
En 1937 fue
reelegido diputado por la
Segunda Agrupación Departamental.
Sufrió detenciones, relegaciones y
fue desaforado en dos ocasiones. Nada lo amedrentó.
Siguió luchando por la causa del
pueblo hasta su muerte, ocurrida en Santiago el 18 de abril de 1994.