Iván Ljubetic
Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El
gran enemigo de la
Unidad Popular tenía su sede en el exterior. Era el
imperialismo estadounidense. Hacia 1970,
110 empresas estadounidenses tenían
inversiones en Chile por un total de alrededor de 1 mil 500 millones de
dólares.
Por
ello, en cada ocasión en que se evidenció la posibilidad del triunfo del
candidato antiimperialista Salvador Allende, aumentaron su intervención en
Chile la CIA , la ITT y otras entidades de
Estados Unidos. Y ese peligro para los consorcios extranjeros estuvo presente
desde las elecciones del 4 de septiembre de 1958, cuando quedó demostrada la
gran fuerza electoral de la
Izquierda chilena.
LA
“SANTA ALIANZA” CONTRA LA
UNIDAD POPULAR
En
plena campaña presidencial del 70, ante la envergadura que tomaba la campaña de
la Unidad Popular ,
la CIA y la ITT coordinaron sus acciones.
El 16 de julio de 1970 se reunieron Harold Geneen, Presidente Mundial de la ITT , con William Broe,
director de la CIA
para América Latina - servicios clandestinos.
Esta
conversación tuvo lugar en el Hotel Sheraton Carlton de Washington. Geneen informó
que la ITT estaba
dispuesta a entregar a la CIA
más de un millón de dólares para impedir un posible triunfo de Allende.
Ya
estaba constituida la "santa alianza" contra la Unidad Popular. La
formaban el gobierno de Estados Unidos, la CIA , las transnacionales con inversiones en
Chile; más sus aliados locales: la oligarquía, la derecha de la Democracia Cristiana
y el sector fascista de las Fuerzas Armadas. Los unía sus intereses de clase,
reflejados en su anticomunismo.
Según
antecedentes entregados en el Informe de la Comisión Church
del Senado norteamericano, la CIA
invirtió en acciones de técnicas encubiertas en Chile, entre 1963 y 1973, la
cantidad de13 millones 400 mil dólares.
LUIS
CORVALÁN MAÑANA DEBEMOS TRIUNFAR
El
3 de septiembre, Luis Corvalán, Secretario General del PC, pronunció un
discurso por cadena de radioemisoras. Llevaba por título "Mañana debemos
triunfar" y en él afirmó:
"El
momento que vivimos es favorable al triunfo y al éxito... El día de mañana es
decisivo. De la movilización masiva y a primera hora hacia las urnas, de la
vigilancia de los apoderados en cada mesa, del control de los cómputos, del
desbaratamiento de toda martingala, de la actitud de cada uno de nosotros puede
depender, en último término, el resultado que arrojan las urnas...
"En
manos del pueblo está su futuro. El Partido Comunista lo llama a emplearse a
fondo en la batalla de mañana, a elegir a Salvador Allende presidente de la
república y a seguir caminando unido en pos de sus nuevos destinos."
VIERNES
4 DE SEPTIEMBRE DE 1970
Desde
antes de las 7,30 comenzaron a llegar los vocales y apoderados de las mesas en
los diversos lugares de votación. Había nerviosismo, tensión, expectación en el
ambiente.
A
las 8, empezaron a desfilar los ciudadanos. Emitían su voto, algunos después de
hacer fila durante horas. Las radios y la televisión hacían reportajes,
entrevistas, adelantaban vaticinios.
Las
mesas que habían iniciado su funcionamiento a las 8, cerraron la votación a las
16. Las otras debían seguir recibiendo electores hasta cumplir las 8 horas
establecidas en la Ley
de Elecciones. Comenzaron los escrutinios. En cada mesa se repetían las mismas
escenas: alegría en los rostros de los partidarios del candidato, cuyo nombre
leía el presidente de la mesa en la
Cédula Única.
Ni
un alma en las calles. Toda la gente junto al televisor o la radio. La mayoría,
en sus casas. Los dirigentes en los locales de las candidaturas.
A
las 20 horas, según escribe Ignacio Gayango en “Chile: el largo camino político
al golpe”, página 8: "El Ministro del Interior, Patricio
Rojas, avisaba telefónicamente a Jorge Alessandri que su candidatura iba
triunfando; al mismo tiempo, el Subsecretario retardaba por varias horas la
entrega de cómputos."
Los
resultados parciales daban leve ventaja a Salvador Allende, que no votó en esa
ocasión por estar inscrito en Punta Arenas. Los periodistas de radio y
televisión contribuían a crear confusión, algunos repetían una y otra vez que”
Allende lleva la delantera, pero que aún falta la mayor parte de los resultados
de las mesas de mujeres y ahí...”
A
las 22 horas tanques del Ejército aparecieron en el centro de Santiago. Rodearon
La Moneda.
Cerca
de la medianoche, Chile estalló en gritos, abrazos, lágrimas de alegría y
banderas. Faltando cinco minutos para las 24 horas, el general Camilo
Valenzuela, comandante general de la Guarnición de Santiago, comunicó a Salvador
Allende, en nombre del ministro del Interior y de las Fuerzas Armadas, que
había obtenido la primera mayoría relativa y que el Gobierno autorizaba la
celebración de un mitin de sus partidarios a las 0 horas y 30 minutos.
Jóvenes
democratacristianos salieron a la calle y se abrazaban con los de la Unidad Popular. El
candidato de su partido fue el primero en reconocer el triunfo de Allende. En
un gesto generoso y de hidalguía envió a éste un telegrama en que le dice: "Salvador, felicitaciones por la
victoria. Más honrosa mientras más dura y difícil. Ella le pertenece al pueblo,
pero también es tuya. Radomiro Tomic." (Citado por José Lavretski en
“Salvador Allende”, página 118)
Pero
la derecha del PDC no tuvo igual actitud. Al contrario.
Por
su parte, la reacción -asustada con su propia propaganda del miedo- se escondía
en sus casas y palacetes. Cerraron a machote puertas y ventanas. Algunos
preparaban las maletas para salir del país. Otros, comenzaron a conspirar para
cerrarle el camino hacia La
Moneda al pueblo. Esa misma noche crearon el grupo fascista
"Patria y Libertad".
La
gente allendista salió a la calle, alegre, entusiasta, eufórica, pero serena y
disciplinadamente. No hubo nada parecido al caos, a la invasión de los barrios
de los ricos, que anunciaba la campaña del terror.
MADRUGADA
DEL SÁBADO 5 DE SEPTIEMBRE DE 1970
El
acto del 4 se inició al empezar el 5 de septiembre. Fue en la Alameda , frente a la sede
de la Federación
de Estudiantes de Chile, FECH.
Desde
uno de sus balcones habló Allende al país. Agradeció el apoyo recibido. Recordó
que esta victoria es fruto de una larga y difícil lucha. Evocó a quienes la
hicieron posible.
“Esto que hoy culmina es una larga jornada” –dijo el
candidato triunfante. “Yo sólo tomo en mis manos la antorcha que encendieron
los que antes que nosotros lucharon junto al pueblo y por el pueblo”.
Tenía razón, una vez más, Allende. Lo ocurrido ese 4 de
septiembre no fue algo espontáneo. Era
el resultado de un largo proceso de unidad y de luchas. Un camino iniciado, en
los albores del siglo XX, por un obrero tipógrafo llamado Luis Emilio Recabarren.
Y en ese proceso los comunistas jugaron un importante rol.
Esa
madrugada, Allende contrajo un compromiso:
"Para los que están en la pampa o la estepa,
para los que me escuchan en el litoral, para los que laboran en la
precordillera, para la simple dueña de casa, para el catedrático universitario,
para el joven estudiante, el pequeño comerciante o industrial, para el hombre y
la mujer de Chile, para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el
compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo -actor
fundamental de esta victoria- es ser auténticamente leal en la gran tarea común
y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el Compañero
Presidente."
Más
adelante, emocionado, señaló:
Y finalizó categórico: "A la lealtad de ustedes, responderé con
la lealtad de un gobernante del pueblo; con la lealtad del Compañero
Presidente." (Editora Quimantú:
“Allende. Su Pensamiento Político”, página 13)
Horas
después, se conocieron los cómputos oficiales. Concurrieron a las urnas
2.954.799 electores. Allende obtuvo 1.070.334 votos, un 36,22% del total;
Alessandri, 1.031.159 votos, un 34,9% y Tomic, 821.801, un 27,81%. Votos nulos
y en blanco, 31.505.
La victoria del 4 de septiembre de 1970 abrió el camino,
un difícil camino, hacia el Gobierno
Popular encabezado por Salvador Allende.
COMIENZAN
LOS 60 DÍAS AL ROJO
Difícil,
complicado, lleno de peligros, fue el período comprendido entre el 4 de
septiembre y el 3 de noviembre de 1970.
La
"santa alianza" del imperialismo y la reacción criolla no
escatimaron esfuerzos ni medios en sus maniobras
para impedir que Salvador Allende llegara a La Moneda. Los fascistas
civiles se organizaron el mismo 4 de septiembre.
LOS DOS PROYECTOS DE LA CIA
Para
contribuir a su realización, llegaron a Chile 400 agentes de la Agencia en septiembre, que
se agregaron a los de la
Estación de la
CIA , que funcionaba desde antes en Santiago.
LA
“FÓRMULA ALESSANDRI”
El
Proyecto Track I fue conocido como "Fórmula Alessandri". Según el
Informe Church "consistía en
inducir una cantidad suficiente de votos parlamentarios para elegir a
Alessandri, en el entendido que éste renunciaría de inmediato, abriendo así el
camino para una elección especial en que Frei podría legalmente presentarse
como candidato." (Informe
Church, citado por “El Siglo”, del 11 al 17 de septiembre de 1993, página 2)
Jorge
Alessandri, el derrotado abanderado de la oligarquía, dio su aprobación al plan
de la CIA.
El
entonces presidente de la
República y la derecha del PDC apoyaron este camino. Un
Memorándum de la ITT
afirmaba:
"Frei y su partido (por lo menos el grupo que
él comanda) tiene un profundo interés en esto (la "fórmula
Alessandri". Nota del autor) por dos razones: bloquearía la asunción al
poder de un Marxista, y también daría a los democratacristianos una posibilidad
de retomar el poder, respaldados esta vez por los partidarios de
Alessandri."
(Documentos Secretos de la ITT , página 13)
En
otro Memorándum se sostiene:
"Los diarios de 'El Mercurio' son otro factor
clave. Es extraordinariamente importante mantenerlos vivos y publicando entre
ahora y el 24 de octubre. Son la única voz francamente anticomunista que queda
en Chile y están bajo gran presión, especialmente en Santiago. Este puede
resultar el talón de Aquiles de la gente de Allende." (Ibidem,
página 10)
LAS
FUERZAS POPULARES A LA
OFENSIVA
La
ciudadanía que había dado a Allende la primera mayoría relativa estaba decidida a no dejarse escamotear la limpia
victoria. Las fuerzas populares se movilizaban. Actuaban activamente los
comités de la Unidad
Popular , CUP.
Tuvieron
lugar actos de apoyo al triunfo de la Izquierda. Especialmente
impresionante fue el mitin efectuado en Santiago el domingo 13 de septiembre.
En esa concentración Salvador Allende afirmó:
"La Unidad Popular no se niega al diálogo con la Democracia Cristiana...
Los puntos de duda que pudieran albergar están resueltos con claridad meridiana
en el Programa que hemos entregado al pueblo." (Revista
“·Ercilla” N. 1834, 16 a
22 de septiembre de 1970, página 15)
El
14, el Partido Comunista realizó un Pleno de su Comité Central. En el Informe,
entregado por Orlando Millas, se sostuvo:
"El Partido Demócrata Cristiano tiene perfecto
derecho, de acuerdo con su gravitación electoral, parlamentaria y política, a
participar en este diálogo con la Unidad Popular. Lo que nosotros hemos objetado es
que pretenda erigir cualquier especie de monopolio sobre la democracia, que no
pretendemos ejercerlo los partidos de la
UP y que nos parece que tampoco corresponde que los vaya a
ejercer otro partido." (Revista “Ercilla”N.1840, 23 a 29 de septiembre de 1970,
página 11)
En
el seno del PDC existía una dura confrontación entre las posiciones de
izquierda y de derecha. Radomiro Tomic, líder de la primera, había señalado:
"El resultado del 4 indica que un tercio se
pronunció por el pasado con Alessandri y dos tercios se volcaron por seguir en
la acelerada política de cambios estructurales que inició Frei." (“Ercilla” N. 1839, 16 a 22 de septiembre de 1970,
página 8)
Consecuente con ello, el excandidato
democratacristiano, planteó la necesidad de apoyar a Allende en el Congreso
Pleno del 24 de octubre, a condición de que éste aceptara el Estatuto de
Garantías.
Se llamaba así un documento elaborado por una comisión
formada por los senadores Prado, Fuentealba y Aylwin; además del vicepresidente
del partido Jaime Castillo y el diputado Luis Maira.
Las principales garantías planteadas por la DC eran:
1. Respeto
por el Estado pluralista chileno:
2. Mantener
el carácter no deliberante de las FF.AA.;
3. Educación
pluralista;
4. Funcionamiento
de la organización sindical;
5. Garantías
administrativas;
6. Precisión
de las reformas constitucionales; y
7. Respeto
a los principios y organización del PDC.
Todos estos puntos no sólo estaban contemplados en el
Programa Básico de Gobierno de la
UP , sino que eran postulados levantados por los partidos de la Izquierda.
Como una manera de garantizar el cumplimiento del
Estatuto, la DC
puso como aval a las Fuerzas Armadas y exigió la incorporación de sus demandas
a la
Constitución Política del Estado.
El
lunes 22, la DC
ratificó el Estatuto con una plataforma concreta. Al día siguiente, se
iniciaron las conversaciones entre Salvador Allende y los dirigentes
democratacristianos.
El
Partido Demócrata Cristina acordó apoyar a Allende en la votación del Congreso Pleno.
Ello sepultó la “fórmula Alessandri”.
MOVIMIENTO SEDICIOSO DE
MILITARES CRIOLLOS
Los enemigos de Allende
estaban desolados. Un documento de la
ITT , fechado el 16 de octubre y enviado por Hal Hendrix a
E.J. Gerrity, advertía:
“A menos que haya un
movimiento por parte de elementos militares disidentes a mediados de la próxima
semana, el consenso en Santiago es que Salvador Allende triunfará fácilmente en
el Congreso Pleno del 24 de octubre y asumirá como presidente el 4 de
noviembre.” (“Documentos Secretos de la ITT ”, página 40)
Entre los uniformados de
“alto rango” involucrados en el movimiento sedicioso estaban el General de
División, comandante de la
Guarnición de Santiago, Camilo Valenzuela Godoy; el
Vicealmirante y Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval,
Hugo Tirado Barros; el comandante de la
FACH , Carlos Guerraty, y el Director General de Carabineros, Vicente
Huerta.
El plan consistía en
derrocar el Gobierno de Frei a través de un golpe e instaurar una Junta
Militar, encabezada por el general Camilo Valenzuela. Con ello le cerrarían el
paso a Salvador Allende.
Un obstáculo se alzaba ante
los sediciosos: el Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider
Chereau. Este tenía a la fecha 41 años.
Oficial de Estado Mayor, de brillante carrera; designado Comandante en Jefe el
23 de octubre de 1969.
EL
PARTIDO COMUNISTA Y LAS FF AA
Luis Corvalán escribió:
“Apenas
conocido el resultado de las elecciones del 4 de septiembre de 1970, el enemigo
buscó afanosamente el golpe de Estado para impedir que Salvador Allende
asumiera la Presidencia
de la República. Con
tal fin, confió en el carácter de clase de las FF.AA. y trató de usarlas a su
favor.
“En
esas circunstancias, Salvador Allende y los partidos de la Unidad Popular
entraron en un diálogo activo con las diversas instituciones militares. A
nuestro partido le correspondió un papel especial en este diálogo en relación
con el Ejército. Los compañeros Volodia Teitelboim, Américo Zorrilla y José
Cademártori mantuvieron diferentes reuniones con varios generales y fueron los
principales intermediarios entre ellos y el compañero Allende. El compañero Allende
tuvo en alta estima estos contactos.” (Corvalán
Luis: Informe al Pleno del Comité Central del PC, agosto de 1977.Ediciones
Colo-Colo, página 26)
EL
SEDICIOSO PRESIDENTE FREI MOTALVA
El presidente Eduardo Frei
Montalva jugó un papel importante en la
realización de los proyectos antipopulares elaborados por la Agencia Central de
Inteligencia estadounidense.
En
el ya citado Memorándum de la ITT ,
de fecha 17 de septiembre, se sostiene:
“El Presidente ha dicho en privado a sus más
próximos colaboradores, a Alessandri y a un visitante del Departamento de
Estado durante el último fin de semana en Viña del Mar, que no se puede
permitir que el país se vuelva comunista, y que es preciso impedir que Allende
llegue al Gobierno. Sin embargo, en
público se mantiene fuera de la pelea hasta ahora... Nunca se le ha visto
demostrar coraje en la quemada; enfrenta el dilema de no querer que se le acuse
ni de entregar Chile al dominio comunista, ni de contribuir a una posible
guerra civil... “
Por eso – agrega el documento de la ITT – el embajador Edward
Korry “no ha dejado a Frei tranquilo un momento, hasta el punto de decirle que
‘se ponga los pantalones’.” (“Documentos
Secretos de la ITT ”,
página 12)
EL NO MUY EXTRAÑO EPISODIO VIVIDO POR EL GENERAL
PRATS
El General Carlos Prats, cuando ocupaba el cargo de
jefe del Estado Mayor de la
Defensa Nacional vivió un episodio que él relata así:
“El viernes 25 de septiembre (de 1970) me ocurre lo
más insólito que podía esperar de ese tenso juego de muñequeo a que se nos
sometía. A las 9,30, un destacado democratacristiano me plantea directamente,
en actitud nerviosamente complacida, que ante la intransigencia de Schneider
(Comandante en Jefe del Ejército) para detener a la Unidad Popular , el
presidente Frei estaba dispuesto a que yo encabezara un movimiento que lo
derrocara y enviara al extranjero... “
“Enseguida desarrolla su plan: había que ‘apoderarse
de noche de La Moneda ,
enviar a Frei al extranjero, cerrar el Congreso, suspender la vigencia de los
partidos políticos, utilizar en cargos claves a gente de confianza que ellos
podrían señalar y, normalizada la situación, llamar de nuevo a elecciones’. Yo
escuchaba hipnotizado al caballero de arquitectura de la época victoriana... “
“Calmadamente, le respondo que me extrañaba que todo
lo dicho se me transmitiera por su conducto y no por intermedio del ministro
Ossa... “
“Que el plan maestro que me había expuesto era muy
cómodo para la DC ,
pero que iba a conducir a un desastre nacional más grave que el que se trataba
de evitar y que los militares no teníamos por qué mancharnos de sangre las
manos exclusivamente para resolver por la fuerza un dilema que es de exclusiva
solución política... “
“Mi interlocutor queda desconcertado y me dirige una mirada
ceñuda cuando me retiro.” (Prats
González, Carlos: “Memorias”, páginas 173, 174 y 176)
LA “OPERACIÓN
ALFA”
Paralelamente
a la “fórmula Alessandri”, la CIA
impulsaba el Proyecto Track II. Según el Informe Church, la llamada “segunda
vía” fue iniciada “por el presidente Nixon el 15 de septiembre, cuando instruyó
a la CIA para que
jugara un papel directo en la organización de un golpe militar en Chile.” (Informe Church, página 71, citado por “El
Siglo” del 11 al 17 de septiembre de 1993, página 2)
Los fascistas
confeccionaron la llamada “Operación Alfa”. Su objetivo: secuestrar al
Comandante en Jefe del Ejército. Fallaron
en dos oportunidades el 19 y el
20 de octubre de 1970.
.
El jueves 22 de octubre de 1970 a las 7 de la mañana los terroristas se
reunieron en Américo Vespucio Norte. Dieciséis de ellos fueron identificados en
el fallo de la
Justicia Militar.
Luego de impartirse las
últimas instrucciones, se dirigieron en sus vehículos a la esquina de Martín de
Zamora con Américo Vespucio. Allí esperaron. Conocían bien el recorrido
habitual que realizaba el General Schneider. Cada uno se ubicó en el lugar asignado.
Todos estaban armados y contaban con los elementos necesarios.
Minutos después de las 8
salió el Comandante en Jefe de su hogar. Se ubicó en el costado derecho del
asiento trasero del Mercedes Benz, modelo 1966. Su conductor era el Cabo
Primero Leopoldo Mauna Morales. Se inició el acostumbrado camino.
En la esquina de Sebastián
Elcano, donde debían doblar a la derecha, se les adelantó un Fiat 1500, de
color blanco. No les llamó esto la atención. Pero si se hubieran fijado mejor,
habrían reparado en un pañuelo en el espejo retrovisor exterior. Era la señal
para indicar que es el coche guía del operativo.
En el recorrido por Martín
de Zamora hacia el poniente, el Mercedes Benz fue sobrepasado por otro vehículo
de los fascistas que, junto al Fiat blanco, marcharon precediendo al General.
Al cruzar la calle Soria,
un Jeep Willys se ubicó detrás del Mercedes. Poco antes de llegar a Américo
Vespucio, un Dodge Dart azul maniobró de tal manera que obligó al chofer
militar virar hacia el lado sur de Martín de Zamora, por el cual continuó su
recorrido. Al Jeep Willys se le sumaron otros tres vehículos.
A pocos metros de Américo
Vespucio, los coches que precedían al Mercedes frenaron bruscamente, obligando
a éste a detenerse. El Jeep lo chocó por detrás, inmovilizándolo.
De inmediato, Jaime Melgoza
Garay corrió hacia el costado izquierdo del auto del General Schneider. Llevaba
una pistola Colt en la mano. Con él, se acercaron otros dos terroristas. Uno de
ellos, con un combo, rompió el vidrio trasero de ese lado. Simultáneamente
otros tres individuos se aproximaron por la parte derecha. Uno de éstos, con
otro combo, destrozó el vidrio trasero de su lado.
Producido
el primer rompimiento de vidrios por el costado izquierdo del coche militar, el
General Schneider, presumiblemente habría tomado su pistola Star calibre 6,35 mm , N.º 111.451, en espontánea
actitud defensiva ante la agresión de que era objeto por ese costado, momento
en que Melgoza apuntó y disparó la
pistola que portaba hacia el interior del vehículo, hiriendo al Comandante en
Jefe del Ejército en su mano derecha. Seguidamente después de aquel disparo,
dos de los tres participantes que actuaban al lado derecho del Mercedes Benz,
de pie y situados frente a la ventanilla trasera, dispararon repetidamente sus
revólveres Ruby Extra hacia el interior del vehículo, impactando dos de ellos
en la espalda del General... Producido lo anterior, los participantes en
calidad de actores de estos hechos huyeron desordenadamente. (Ver: “El Caso Schneider. Operación
Alfa”. El fallo de la Justicia Militar ,
suscrito por el General de División, Orlando Urbina, y el Coronel de Justicia,
Francisco Saavedra, Editorial Quimantú.
página 140 y siguientes)
Un
Memorándum de la ITT ,
enviado por Hal Hendrix a Edward J. Gerrity, con fecha 22 de octubre, informaba:
“Bob Berrellez llamó desde Santiago para informar que
poco después de las 8 horas de hoy se había producido un atentado contra la
vida del General René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército de Chile...
“Los observadores –agregaba– especulan que el atentado es una revancha
contra Frei que no habría impedido asumir a Allende o un atentado para provocar
una violenta reacción de la extrema izquierda. Lo último es considerado
improbable por la rígida disciplina lograda por el Partido Comunista.” (“Documentos Secretos del ITT”, página 55)
El General Prats relata: “El
jueves 22 de octubre me encontraba trabajando en mi oficina del quinto piso del
Ministerio de Defensa Nacional, cuando a las 8,30 suena el citófono interno y
siento la emocionada voz del ayudante del Comandante en Jefe, comandante
Santiago Sinclair, quien me avisa apresuradamente que Schneider ha sido víctima
de un atentado, que está herido y que fue trasladado al Hospital Militar.
“Parto
con el General Manuel Pinochet al Hospital Militar y nos encontramos con la
dolorosa noticia que el estado de Schneider es gravísimo.” (Prats González, Carlos. “Memorias”, página
184)
SALVADOR ALLENDE PROCLAMADO
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
Apenas conocida la noticia
del atentado contra el General Schneider la indignación estalló en todo el
país. Los sectores democráticos se movilizaron contra el peligro de un golpe
militar. Se reunieron las organizaciones políticas de la Unidad Popular , los
comités de base, la Central
Única, los sindicatos. Chile entero estaba alerta.
En medio de este clima
sesionó, el 24 de octubre, el Congreso Pleno, formado por el Senado y la Cámara de Diputados. Era un
total de 200 parlamentarios: 80 de la Unidad Popular , 75 democratacristianos y 45 del
Partido Nacional y de la
Democracia Radical.
Se produjo la votación. Allende
recibió 153 sufragios; Alessandri, 35. Siete parlamentarios votaron en blanco y
5 no concurrieron a la sesión.
A las 13 horas del sábado
24, Salvador Allende fue proclamado presidente de la República por el
Congreso Pleno, por el período 1970– 1976.
Ese día, a las 19 horas los
tres Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas -los Generales Prats y Guerraty
y el Almirante Tirado- más el General Director de Carabineros, Vicente Huerta,
visitaron en cumplimiento protocolar al presidente electo en su domicilio.
Todos, excepto el General Prats, estaban comprometidos con el plan sedicioso,
dirigido por la CIA.
El Proyecto Track II ya no
corría. La valiente actitud del Comandante en Jefe lo echó por tierra. El General Schneider falleció diecinueve
horas después de la proclamación de Allende.
El lunes 26, sus restos
fueron llevados a la
Catedral Metropolitana a las 8 horas. Mucha gente concurrió a
expresar su dolor y el respeto al militar constitucionalista. Se ofició una
misa de Réquiem. Asistió Frei y el Presidente Electo. Son ellos los que
encabezaron los multitudinarios funerales. En el Cementerio, habló el General
Prats en nombre de las Fuerzas Armadas. Definió a Schneider como "héroe de
la paz y mártir de la democracia."
En el himno “Venceremos” se
le rinde homenaje:
"Recordando
al soldado valiente
cuyo
ejemplo lo hiciera inmortal
enfrentemos
primero a la muerte
traicionar
a la Patria
jamás."
La "Operación
Alfa" resultó un bumerang para los sediciosos. Logró el efecto contrario
al que esperaban los fascistas: se consolidó la posición de Salvador Allende y
de la Unidad Popular.
El 27 de octubre, el
presidente Frei nombró al General Carlos Prats Comandante en Jefe del Ejército.
El 2 de noviembre de 1970,
se hizo cargo del Ministerio del Interior el abogado y regidor de la Comuna de La Reina , Daniel Vergara
Bustos.
Fue el primer funcionario
ministerial del Gobierno Popular. Este
militante comunista tendrá a su cargo tomar, al día siguiente, el juramento de
rigor a los ministros y Subsecretarios designados por Salvador Allende.
Finalizaban los “60 días al
rojo”. Dos meses en que los enemigos del pueblo intentaron todo por impedir que
Allende asumiera como presidente de Chile.
Pero, a su vez, un período
en que las fuerzas populares buscaron y encontraron la manera de derrotar esas
maniobras. Para eso la UP
mantuvo entrevistas y logró acuerdos con el PDC; se llevaron a cabo positivas
entrevistas con las FF.AA.; y, lo que resultó fundamental, los trabajadores y
otros sectores democráticos estuvieron en constante y combativa movilización. Y
en todas esas acciones, los comunistas jugaron un papel importante.
Así estaban las cosas en Chile cuando amanecía noviembre de 1970.