Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
El 22 de agosto de 1926 nació en Talca Ángela Jeria, hija de Máximo Jeria Johnson y
Ángela Gómez Zamora. En 1945 e casó en
Temuco con Alberto Bachelet. Tuvieron
dos hijos: Alberto , nacido el 13 de octubre de 1946, y Verónica Michelle,
nacida el 29 de septiembre de 1951.
Tuvo una larga relación con la Universidad de Chile.
Trabajó en la
Editorial Universitaria
de 1948 a
1958. También en la Oficina
de Presupuesto y Finanzas de la
Universidad , llegando a
ser Directora de Finanzas de la Universidad. Posteriormente ,
en 1969 ingresó a estudiar arqueología en la misma Universidad de Chile.
DURANTE EL GOBIERNO POPULAR
Su esposo, el general Bachelet era conocido como un
militar de perfil progresista y cercano a la izquierda, aunque sin lazos partidarios. A fines de
1972, durante el Gobierno Popular, el
Presidente Allende solicitó a la Fuerza Aérea su destinación al Ministerio de
Economía para asumir la
Secretaría Nacional de Distribución de esa cartera, a la
sazón a cargo de don Orlando Millas.
A comienzos de enero de 1973, el general Bachelet asumió como Director de la Secretaría Nacional
de Abastecimiento y Distribución,
cargo desde el cual
debía dirigir las Juntas de Abastecimiento y Precios, las JAP. Designó como su asesor y jefe de
gabinete, precisamente, al capitán Raúl Vergara Meneses.
FASCISTAS ASESINAN A UN SOLDADO
EJEMPLAR
El martes 11 de septiembre de 1973 el imperialismo y la
reacción criolla llevaron a cabo un golpe cívico-militar, iniciándose la
dictadura fascista. La carrera de
arqueología fue cerrada.
Ese día el general Alberto Bachelet estaba en su oficina
en el Ministerio de Defensa. El general Orlando Gutiérrez, revólver en mano, lo
detuvo por órdenes expresas del comandante en jefe de la FACH , Gustavo Leigh.
Fue puesto en libertad esa misma noche. Volvió a su hogar,
junto a su esposa y su hija Michelle. Redactó de inmediato su renuncia a la FACH.
El 14 de septiembre, su hogar fue allanado y lo detuvieron
nuevamente. Se le envió recluido a la
celda N.º 12 de la cárcel pública en calidad de preso político.
El día 20 de septiembre fue trasladado a la Academia de Guerra Aérea,
la siniestra AGA, para ser interrogado. Con enorme sorpresa, constató que el
fiscal era el mismo general Gutiérrez que lo había detenido el 11. Fue
torturado. Se le mantuvo largo tiempo encapuchado, lo golpearon y le enterraron
objetos punzantes bajo las uñas. Al verlo en muy mal estado, fue examinado por
médicos, los que advirtieron una seria
alteración cardiaca. Lo llevaron al
cercano hospital de la FACH.
En la mañana del martes 12 de marzo de 1974, en el
patio de la cárcel de Santiago el médico, comandante Álvaro Yáñez, se encontró
con el general Alberto Bachelet. Ambos, eran presos políticos de la
dictadura.
El general le contó que el día anterior fue llevado, otra vez, a la Academia de Guerra Aérea, donde lo tuvieron
amarrado y encapuchado, de pie contra una muralla, durante cinco horas.
El general Bachelet le dijo: ‘Me siento muy mal’.
Relata el comandante Yáñez: “Tenía arritmia y le recomendé que
descansara. Se veía colapsado, pálido y
sudoroso. Su presión caía vertiginosamente.
“Fui corriendo donde el Alcaide, a quien insté a que lo
llevara a un hospital. Se negó. Dijo tener orden del alto mando de que ninguno
de los acusados en el proceso ‘Aviación contra Bachelet y otros’ saliera de la cárcel”.
El médico prosigue
su relato: “Volví corriendo a la celda. El general
Bachelet. tenía un paro cardiorrespiratorio. Recostándolo sobre el piso,
intentamos una reanimación con masaje cardíaco y respiración boca a boca. Pero
todo fue infructuoso. Así murió el general Alberto Bachelet: sobre el duro
cemento de una cárcel”, finaliza su dramático testimonio el doctor Álvaro Yáñez.
El 12 de marzo de 1974 cesó de latir el generoso
corazón del militar patriota. Falleció, en brazos de
fieles camaradas de armas, cuando tenía 51 años de edad.
ÁNGELA Y
SU HIJA MICHELLE TORTURADAS
El 10 de enero de
1975 Angela Jeria y su hija Michelle fueron detenidas y conducidas a
Villa Grimaldi.
En Villa Grimaldi, las
amarraron a dos sillas. Así permanecen
cerca de diez horas.
De noche, comenzó el primer
interrogatorio. Les preguntaron por sus contactos políticos, nombres de
dirigentes, actividades clandestinas. A Michelle le dijeron que otra detenida,
luego de ser interrogada y torturada, confesó que sabía que ella era una
activa militante socialista y que tenía contacto con la cúpula de ese partido.
Las separaron. Madre e hija no volverán a verse en varios
días.
Con los ojos vendados, Michelle fue llevada a una pieza
con varios camarotes. Vestía sandalias, jeans y una blusa. Allí́ dentro había
unas siete detenidas.
En el patio, el interrogatorio a Ángela continuó. Le
insistían que debía revelar sus contactos, así́ como los nombres del núcleo
clandestino que integraba. En un momento trajeron a otros detenidos para
carearlos con ella.
Si no respondía,
Ángela recibía un culatazo en los riñones. Su interrogador la manoseaba, le
decía «abuela» para humillarla. La obligó
a pasearse por el patio con la vista cubierta. Le advirtió
que los «métodos» utilizados en el recinto eran eficientes y que terminaría por
hablar.
El interrogatorio por fin terminó. Vendada, amarrada y sin
comer, la madre de Michelle fue empujada a uno de los cajones, llamados por los
torturadores «casas CORVI». Se trataba de minúsculos habitáculos semejantes a
contenedores, construidos especialmente para incomunicar a los detenidos en una
bodega. Ahí́ permaneció durante casi
toda una semana. Lo único que comió durante su encierro fue un durazno que le
dio un guardia.
Al sexto día, un domingo, le permitieron ir por primera
vez al baño.
Igualmente inhumanas, eran las
condiciones en que Michelle se encontraba. Dos veces al día le permitían ir al baño, siempre con los
ojos vendados. Si se quitaba la venda, recibía una bofetada.
Ángela fue de nuevo interrogada. Los interrogadores la
acusaban de ser parte de un complot para asesinar a cuatro generales de la FACH.
CUATRO ÁLAMOS Y AL DESTIERRO
Después de estar más de dos semanas detenidas, fueron conducidas
a Cuatro Álamos, un recinto de detención de la Dina ubicado en el paradero 5
de Vicuña Mackenna. Volvieron a ser separadas. Las ubicaron en piezas
contiguas. Michelle estaba junto a cuatro detenidas. Por las noches podía
conversar con su madre a través de una rendija de la pared.
A los cinco días, Michelle fue liberada. No tenía dinero y
vestía las mismas ropas con las que fue apresada.
Apenas quedó en libertad,
Michelle tomó contacto con la
Oficina de Migraciones Europeas, dependiente de Naciones
Unidas, para conseguir asilo en algún país donde su madre pudiera viajar en
caso de ser expulsada. Luego
de desesperados esfuerzos, logró conseguir visas para ella y su madre para
Bélgica y Australia. Eligió esta última opción, pues ahí́ vivía su hermano
Alberto.
Después de un mes incomunicada, en febrero de 1975, Ángela
Jeria fue llevada al cuartel central de la policía de Investigaciones, en
avenida General Mackenna. Allí pasó su
última noche antes de ser trasladada al Aeropuerto de Pudahuel. Llegó a la sala
de embarque escoltada por personal de Investigaciones.
Michelle y su madre
se reencontraron a bordo del avión de LAN Chile que las llevaba a
Australia.
Fueron recibidas en Australia por Alberto Bachelet hijo,
quien las acogió en su casa de Sídney. El reencuentro familiar fue muy emotivo.
Ambas deseaban trasladarse a Europa para trabajar en la
solidaridad con los perseguidos por la dictadura fascista.
RETORNA Y SU LUCHA CONTINÚA
En 1979 Ángela Jeria volvió a Chile junto a su familia y
se vinculó a organizaciones de derechos humanos y a la izquierda. Fue detenida
varias veces por participar en manifestaciones contra la dictadura militar.
Lucho ejemplarmente por la defensa de los derechos humanos.
En 1990 retomó sus estudios de
arqueología en la
Universidad de Chile, pero los abandonó a pocos pasos de su
titulación.
En 2006 su hija Michelle llegó
a convertirse en la primera mujer en ocupar el cargo de presidente de Chile.
El 21 de noviembre de 2007
Jeria fue galardonada con la
Medalla Senado Universitario por su trabajo en la Universidad de Chile.
En 2013 formó parte de la
segunda candidatura presidencial de su hija Michelle. En julio de 2017 firmó
por la candidatura presidencial de Alejandro Guillier.
En 2014 recibió junto a Pepe
Mujica el premio “Monseñor Leónidas Proaño”
por su contribución a la defensa de los derechos humanos en la región,
otorgado por la presidencia de Uruguay.
El 1 de julio de 2020 Ángela
Jeria fue internada en estado grave en el Hospital de la Fuerza Aérea de
Chile, falleció el 2 de julio a los 93 años en compañía de su familia.
FUENTES:
Wikipedia: “Ángela Jeria”
CIPER CHILE, Andrea Insunza y Javier Ortega. “Los días de persecución y
torturas de Ángela Jeria”