miércoles, 30 de septiembre de 2020

VÍCTOR JARA EN SU 88 NATALICIO


                      

                                             Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 

                 

 


 

Nace  el 28 de septiembre de 1932 en Quiriquina, localidad ubicada cerca Chillán Viejo.  Su niñez transcurre  en el lugar campesino de Lonquén , cerca de la ciudad de Talagante, arrullado por el canto de su madre y laborando en las duras faenas campesinas, detrás del arado o en la trilla. Ayuda desde los seis años a su padre,  Manuel, que es un inquilino, que no sabe leer ni escribir. La madre, de nombre Amanda, de estatura baja y gordita, con una bella sonrisa. Son cuatro hermanos: María, Georgina, Eduardo y Víctor. Posteriormente nacería un quinto, Roberto.

 

AMANDA

La madre, el pilar de la casa, se empeña y logra que sus hijos estudien en la escuela. Víctor se destaca como buen alumno. Posteriormente, la familia se traslada a la capital, a la Población Los Nogales, cerca de la Estación Central. Víctor y su hermano Eduardo concluyen sus estudios primarios en una escuela católica de la población.

La madre consigue un puesto como cocinera en un pequeño restaurante ubicado frente a la Estación Central. Trabajando muy duro algunos años, logra reunir lo suficiente para comprar un puesto en el mercado.                                                                                                                                                                      La familia se muda a una casita en la calle Jotabeche. Como está lejos del mercado la madre debe salir a las dos de la madrugada, pues los clientes comienzan a llegar a las cuatro. Manuel ya no vive con ellos.

Víctor con la idea de poder ayudar a su madre en el negocio, entra a estudiar  contabilidad en un instituto comercial.

En marzo de 1950, muere la madre de un ataque cardíaco. Para Víctor que, por entonces,  tiene 15 años de edad es un golpe muy duro. Entra al Seminario de la Orden de los Redentoristas en San Bernardo, abandonándolo en 1952. Hace el Servicio Militar en la Escuela de Infantería de San Bernardo. Terminado éste, vuelve en mayo de 1953 a la Población Los Nogales, después de tres años de ausencia. Lo acoge la familia Morgado y un grupo de amigos. Consigue un puesto de portero en el hospital local.


EN EL CORO UNIVERSITARIO

Por la prensa se impone del anuncio de una prueba para ingresar al  Coro Universitario para cantar en ‘Carmina Burana’. Postula. Es aceptado como tenor. Participa en la producción de Uthoff en el Teatro Municipal, vestido con un hábito marrón de monje.

 En 1954 viaja al norte con un grupo de nuevos amigos del coro, para recoger e investigar la música popular de la zona. Al regresar a Santiago, presencia una función de un grupo de  pantomima  recién formado por  Enrique Noiswander. De inmediato habla con éste, quien lo invita a participar en una  prueba en el estudio donde ensaya el grupo. Víctor muestra su sentido de movimiento y  expresividad. Entonces le ofrecen la oportunidad de estudiar en el grupo de mimos.

 

EL TEATRO

En 1955 se matricula en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. También se incorpora al Conjunto de Cantos y Danzas Folklóricas Cuncumén.

En 1957, Víctor cursa el segundo año en la escuela de teatro. Por entonces comienza  a frecuentar el café Sao Paulo, en el centro de Santiago, donde se reúnen a mediodía artistas e intelectuales. Ahí conoce a Violeta Parra, conocida sólo por un pequeño círculo de personas en Chile, pero que acababa de regresar  de su primera visita a Europa.

Violeta vive por esa época en La Reina en un pequeño bungalow. Víctor la visita con frecuencia. Allí conoce a Ángel Parra y se convierten en grandes amigos.    

JOVEN COMUNISTA    

1958 es un año decisivo en la vida de Víctor Jara. Comienza a militar en las Juventudes Comunistas de Chile, ello en plena campaña presidencial, en la que el Frente de Acción Popular postula como candidato a Salvador Allende.

En 1959 vive su primera experiencia como director teatral, dirigiendo “Parecido a la Felicidad” de Alejandro Sieveking. Viaja con esa obra a Argentina, Uruguay, Venezuela y Cuba.

En 1961 realiza una gira a Europa como director artístico del Cuncumén. Ese mismo año compone “Paloma quiero contarte”, canción con que inicia su trabajo de creación musical y poética. La graba, junto a otra de sus composiciones, “La canción del minero”, en un LP del Cuncumén.

 

EN ÑUÑOA

 


En 1963, Gregorio de la Fuente,  director  de la Casa de la Cultura de Ñuñoa, le propone fundar una Escuela de Folklore. Con ayuda de Maruja Espinoza, una componente del Cuncumén, Víctor  organiza los cursos y enseña las danzas folklóricas que más le gustaban; Maruja se concentró en la enseñanza de la guitarra. En un par de años  un grupo numeroso y entusiasta  de alumnos  hizo posible la  formación de un conjunto, del que posteriormente, surgieron varios solistas. Víctor trabaja en Ñuñoa hasta 1968.  Desde 1963 a 1970 forma parte del equipo estable de directores del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile,  ITUCH.

Realiza múltiples actividades artísticas, sin olvidar sus tareas políticas. En 1969 es figura principal en el Mitin Mundial de Jóvenes por Vietnam, realizado en Helsinki, Finlandia. Ese año obtiene el principal premio en el Primer Festival  de la Nueva Canción Chilena con “Plegaria a un labrador”

 

DURANTE EL GOBIERNO POPULAR

En 1970 se dedica de lleno a la campaña presidencial de la Unidad Popular,

Durante el Gobierno de Salvador Allende labora en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado, UTE. En 1971 viaja a distintos países como embajador cultural de Chile. Se edita ese año su LP “La Población”.

Entre 1972 y 1973 compone la música de continuidad de Televisión Nacional. Viaja a la Unión Soviética y Cuba. Participa en trabajos voluntarios y en la campaña parlamentaria que culmina el 4 de marzo de 1973.

El martes 11 de septiembre de 1973 Víctor está en la UTE. Debe participar en un acto en que el Presidente de la República se dirigirá a todo el país comunicando su decisión de llamar a un plebiscito para salir de la crisis política provocada por la oposición. Se produce el golpe fascista. Soldados del ejército rodean la Universidad. Al día siguiente invaden el recinto universitario. Toman prisioneros a  los profesores, funcionarios y alumnos que se encontraban ahí. Son conducidos al Estadio Chile: Víctor va entre ellos. 

Víctor es cruelmente torturado. Luego lo acribillan con 44 balazos. Asesinan al cantor popular, pero sus canciones siguen muy vivas. 

Las masas   alzadas en rebelión popular contra el neoliberalismo  desde el  18 de octubre de 2019 cantan “El Derecho a vivir en paz”.