Uno de los mitos de nuestra historia:
Iván Ljubetic Vargas, historiador
del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Canales
de televisión, radios y la prensa escrita se llenan estos días de “aires
dieciocheros
Mucha
propaganda comercial. Repiten hasta el cansancio: “los días patrios”, “el
nacimiento de la patria”… Y no se pueden quejar fabricantes, matarifes,
comerciantes, feriantes, dueños de las líneas de buses interprovinciales. A
pesar de las alzas de precio y la pandemia, las ventas aumentan. Todo cachito
p’arriba.
Se
eleva el fervor patrio
Se
usa y se abusa de la bandera nacional. Y hasta escuchamos música folklórica por
los medios.
El
gobierno neoliberal Piñera también se pone. Con sus permisos para el “
Y todo esto, fruto de un mito, de una gran
mentira histórica, que nadie ha tenido el valor de enmendar.
Cuando se habla del “
El emperador Napoleón Bonaparte
En
el año 1808, Napoleón Bonaparte invadió España. Derrocó e hizo prisionero al
monarca Fernando VII, colocando en el trono a su hermano José Bonaparte, al que
los hispanos bautizaron como “Pepe botella”.
Los
españoles resistieron al invasor. Organizaron una guerra de guerrillas. Crearon
juntas de gobierno, las que se unieron en una Junta Central. Ésta pretendió
tener autoridad sobre las colonias españoles de América.
CRIOLLOS RICOS APROVECHAN
En
nuestro país, los oligarcas criollos (nacidos en Chile) vieron en los
acontecimientos ocurridos en España una ocasión propicia para arrebatarle el
poder político a los oligarcas españoles residentes, que controlaban
Los criollos argumentaron que esa Junta
Central no tenía derecho a gobernar a los reinos de América, pues las colonias
pertenecían al rey y no a la nación
hispana. En eso tenían razón.
TAMBIÉN
UN PAPA
El
corrupto Papa Alejandro VI
El licencioso Papa Alejandro VI, el “Papa
Borgia” (padre de Lucrecia Borgia) había dictado el 4 de mayo de 1493
UN
CABILDO “ABIERTO” SÓLO PARA LOS CRIOLLOS
Los criollos lograron convencer al titubeante
gobernador del Reino de Chile, Mateo de Toro y Zambrano, quien aceptó la
convocatoria de un Cabildo Abierto para el 18 de septiembre de 1810.
Este
Cabildo no fue en absoluto abierto. Las invitaciones fueron realizadas por los
criollos. De los 1.700 españoles residentes, sólo recibieron la invitación 14.
El resto de los 450 asistentes que
repletaban el salón del Consulado a las 9 de la mañana del día señalado, eran
partidarios de designar una Junta.
Sólo
pudieron ingresar a la reunión las personas que portaban una invitación que rezaba:
Cabildo “abierto” del 18 de
septiembre de 1810 en Santiago
“Para el 18 del corriente, espera a usted el
muy ilustre señor Presidente con el ilustre Ayuntamiento en la sala del Real
Tribunal del Consulado, para tratar de
las medidas de seguridad pública, discutiéndose allí que sistema de gobierno
debe adoptarse para conservar siempre estos dominios al señor don Fernando
VII”.
Se inició el Cabildo Abierto. Se eligió una
Junta de Gobierno de nueve miembros, encabezada por el propio Gobernador. Sólo
los dos secretarios y uno de los cinco vocales eran partidarios de librar al
país del dominio extranjero. Con este paso, los criollos le arrebataron el
poder a los españoles residentes en el país.
En
otras palabras, ese 18 de septiembre no
es el día de nuestra Independencia ni lo ocurrido hace 207 años fue, como
algunos han proclamado, “una gesta
libertaria”.
Por
tanto, el mito de la “historia
oficial” de señalar el 18 de septiembre como el día de
EL
ACTA DE
Los mismos grandes terratenientes criollos, que habían
convocado el Cabildo del 18 de septiembre de 1810, firmaron el 9 de febrero de
1817, una servil Acta de Sumisión al rey Fernando VII, en la cual abjuraban de
todo movimiento libertario y repudiaban a los patriotas.
En este vergonzante documento, servilmente manifestaban “su íntima y decidida adhesión que tenemos a la sagrada causa de nuestro
legítimo monarca el señor Fernando VII…”
Renegaban de los patriotas y pedían…”Castigar, como es justo,
la osadía y el orgullo de los insurgentes de la otra banda”.
No vacilaban estos traidores a ofrecer a los
enemigos de la patria “…sus vidas, y sin
reserva de cosa alguna estaban prontos y
resueltos a defender los sagrados derechos del rey, a cuya obediencia
vivimos gustosamente sujetos”.
Al pie de tan ignominioso documento figuraban
apellidos como Larraín, Aldunate, García Huidobro.
SE
EQUIVOCÓ
Pero les falló el olfato a los traidores. Aún no se
secaba la tinta de esa acta infamante, cuando el Ejército Libertador, al mando
de los generales José de San Marín y
Bernardo O’Higgins, luego de realizar la proeza de cruzar la cordillera
de los Andes, pisaba suelo chileno. Tres días después, el 12 de febrero de
1817, derrotaba a las tropas del rey en la batalla de Chacabuco.
Lo que ignoraron los oligarcas era que los 300
valientes, encabezados por Bernardo O’Higgins, que se habían lanzado en un audaz salto por sobre las
trincheras enemigas, en Rancagua el 2 de octubre de 1914, más otras unidades que encontraron en el camino,
se dirigieron a Argentina para preparar allá la revancha.
Después de la derrota de Rancagua, Chile volvió a
estar sometido al rey de España, desde octubre de
El Ejército Libertador chileno-argentino
cruzando la cordillera
La
emancipación del yugo colonial español fue un proceso que duró siete años. Se
inició en forma vacilante y contra la voluntad de los participantes en ese
Cabildo de 1810. Esta lucha, con triunfos y derrotas, en que fue necesario
hacer uso de las armas, fue encabezada
por un grupo de líderes, como los
hermanos Carrera, el fraile Camilo
Henríquez, el guerrillero Manuel Rodríguez.
Entre ellos se
destacó Bernardo O’Higgins Riquelme, el más grande padre de nuestra
Patria.
¿POR
QUÉ SE MANTIENE ESE MITO POR MÁS DE DOS SIGLOS?
Porque
la historia oficial pretende atribuir a la oligarquía criolla el mérito de
haber logrado la emancipación patria del sistema colonial español; para hacer aparecer a los latifundistas de
entonces, como los forjadores de nuestra Independencia.
La verdad es que esa oligarquía fue aliada
del rey español y luchó contra los intereses de Chile. Durante
¡CUIDADO
EXTREMO!
Si
quieres seguir la corriente, celebra en casa con hasta cinco invitados. En un
patgio hasta diez. Pero ten cuidado. Porque, este “
¡QUE NO TE METAN EL
DEDO EN
Celebra las fiestas, pero que no te metan
el dedo en la boca. No estarás celebrando ningún nacimiento de
El verdadero Día de nuestra Independencia
es el 5 de abril de 1818. Fecha en que culminó el proceso emancipador, al
derrotar el ejército chileno-argentino a las tropas del rey español en la
batalla de Maipú.
Bernardo O’Higgins
Riquelme, padre de