viernes, 18 de septiembre de 2020

¿QUÉ OCURRIÓ EL 18 DE SEPTIEMBRE?

 


Uno de los mitos de nuestra historia:

 

 

                                                      Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                       Centro de Extensión e Investigación

                                                       Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

 

 


 

Canales de televisión, radios y la prensa escrita se llenan estos días de “aires dieciocheros

 

Mucha propaganda comercial. Repiten hasta el cansancio: “los días patrios”, “el nacimiento de la patria”… Y no se pueden quejar fabricantes, matarifes, comerciantes, feriantes, dueños de las líneas de buses interprovinciales. A pesar de las alzas de precio y la pandemia, las ventas aumentan. Todo cachito p’arriba.

 

Se eleva el fervor patrio

 

Se usa y se abusa de la bandera nacional. Y hasta escuchamos música folklórica por los medios.

 

El gobierno neoliberal Piñera también se pone. Con sus permisos para el “18” hace su aporte: nos pone al borde de un  contagio nacional. Para ello, el Ministerio de la salud (¡no hay salud!), inventó el fatal  “fondéate en tu casa”

 

Y todo esto, fruto de un mito, de una gran mentira histórica, que nadie ha tenido el valor de enmendar.

Cuando se habla del “18”, se trata naturalmente del 18 de septiembre de 1810, día en que –afirman los despistados- nació la Patria.

 

LA HISTORIA COMENZÓ CON NAPOLEÓN

 









El emperador Napoleón Bonaparte

 


En el año 1808, Napoleón Bonaparte invadió España. Derrocó e hizo prisionero al monarca Fernando VII, colocando en el trono a su hermano José Bonaparte, al que los hispanos  bautizaron como “Pepe botella”.

Los españoles resistieron al invasor. Organizaron una guerra de guerrillas. Crearon juntas de gobierno, las que se unieron en una Junta Central. Ésta pretendió tener autoridad sobre las colonias españoles de América.

 

 CRIOLLOS RICOS APROVECHAN LA OCASIÓN

En nuestro país, los oligarcas criollos (nacidos en Chile) vieron en los acontecimientos ocurridos en España una ocasión propicia para arrebatarle el poder político a los oligarcas españoles residentes, que controlaban la Real Audiencia, la que, junto con el Gobernador, eran las máximas autoridades en la colonia.

Los criollos argumentaron que esa Junta Central no tenía derecho a gobernar a los reinos de América, pues las colonias pertenecían al rey y no a la  nación hispana. En eso tenían razón.

 

TAMBIÉN UN PAPA










El corrupto Papa Alejandro VI




El licencioso Papa Alejandro VI, el “Papa Borgia” (padre de Lucrecia Borgia) había dictado el 4 de mayo de 1493 la Bula Intercaetera por la  que repartió, “en nombre de Dios” las tierras a las que había llegado Cristóbal Colón. Una región portuguesa al oriente, entregada a la persona del rey de Portugal; otra española al occidente, otorgada  al monarca hispano. El único  problema que creó esa Bula  fue  la imprecisión de la línea demarcatoria. Esto fue resuelto por ambas partes  interesadas, por medio  del Tratado de Tordesillas, en 1494, que determinó que  esa línea correría a 370 leguas al occidente de Cabo Verde. En esa Bula del Papa Borgia se basaron los oligarcas criollos para decir: que Chile había sido dado por la divina providencia a la persona del rey y no a toda España.

 

UN CABILDO  “ABIERTO” SÓLO PARA LOS CRIOLLOS

 Los criollos lograron convencer al titubeante gobernador del Reino de Chile, Mateo de Toro y Zambrano, quien aceptó la convocatoria de un Cabildo Abierto para el 18 de septiembre de 1810.

Este Cabildo no fue en absoluto abierto. Las invitaciones fueron realizadas por los criollos. De los 1.700 españoles residentes, sólo recibieron la invitación 14. El resto de los 450 asistentes  que repletaban el salón del Consulado a las 9 de la mañana del día señalado, eran partidarios de designar una Junta.

Sólo pudieron  ingresar a la reunión  las personas que portaban  una invitación que rezaba:

   

                   

              Cabildo “abierto” del 18 de septiembre de 1810 en Santiago

 

“Para el 18 del corriente, espera a usted el muy ilustre señor Presidente con el ilustre Ayuntamiento en la sala del Real Tribunal  del Consulado, para tratar de las medidas de seguridad pública, discutiéndose allí que sistema de gobierno debe adoptarse para conservar siempre estos dominios al señor don Fernando VII”.

Se inició el Cabildo Abierto. Se eligió una Junta de Gobierno de nueve miembros, encabezada por el propio Gobernador. Sólo los dos secretarios y uno de los cinco vocales eran partidarios de librar al país del dominio extranjero. Con este paso, los criollos le arrebataron el poder a los españoles residentes en el país.

 

LA PATRIA NO NACIÓ UN “18”

En otras palabras, ese 18 de septiembre  no es el día de nuestra Independencia ni lo ocurrido hace 207 años fue, como algunos han  proclamado, “una gesta libertaria”.

Por tanto, el  mito de la “historia oficial”  de  señalar el 18 de septiembre como el día de la Independencia de Chile, no  tiene asidero alguno en los hechos ocurridos en esa fecha.

 

EL ACTA DE LA TRAICIÓN

Los mismos  grandes terratenientes criollos, que habían convocado el Cabildo del 18 de septiembre de 1810, firmaron el 9 de febrero de 1817, una servil Acta de Sumisión al rey Fernando VII, en la cual abjuraban de todo movimiento libertario y repudiaban a los patriotas.

En este vergonzante documento,  servilmente manifestaban “su íntima y decidida adhesión que tenemos a la sagrada causa de nuestro legítimo monarca el señor Fernando VII…” 

Renegaban de los patriotas y pedían…”Castigar, como es justo, la osadía y el orgullo de los insurgentes de la otra banda”.

No vacilaban estos traidores a ofrecer a los enemigos de la patria “…sus vidas, y sin reserva de cosa alguna estaban prontos y  resueltos a defender los sagrados derechos del rey, a cuya obediencia vivimos gustosamente sujetos”.

Al pie de tan ignominioso documento figuraban apellidos como Larraín, Aldunate, García Huidobro.

 

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

Pero les falló el olfato a los traidores. Aún no se secaba la tinta de esa acta infamante, cuando el Ejército Libertador, al mando de los generales José de San Marín y  Bernardo O’Higgins, luego de realizar la proeza de cruzar la cordillera de los Andes, pisaba suelo chileno. Tres días después, el 12 de febrero de 1817, derrotaba a las tropas del rey en la batalla de Chacabuco.

Lo que ignoraron los oligarcas era que los 300 valientes, encabezados por Bernardo O’Higgins, que se habían  lanzado en un audaz salto por sobre las trincheras enemigas, en Rancagua el 2 de octubre de 1914, más  otras unidades que encontraron en el camino, se dirigieron a Argentina para preparar allá la revancha.

Después de la derrota de Rancagua, Chile volvió a estar sometido al rey de España, desde octubre de 1814 a febrero de 1817. Pero en Mendoza, con el decisivo apoyo solidario del General José de San Martín, gobernador de la provincia de Cuyo,   se organizó el Ejército Libertador. Su comandante en jefe era el general San Martín y estaba dividido en tres cuerpos; dos comandados por los argentinos Las Heras y Soler; el tercero, por O’Higgins. A comienzos de 1817 inició el cruce de la Cordillera. El 12 de febrero, derrotó en la batalla de Chacabuco a las tropas realistas.

 

            

          El Ejército Libertador chileno-argentino cruzando la cordillera

 

LA INDEPENDENCIA DE CHILE FUE UN PROCESO

 

La emancipación del yugo colonial español fue un proceso que duró siete años. Se inició en forma vacilante y contra la voluntad de los participantes en ese Cabildo de 1810. Esta lucha, con triunfos y derrotas, en que fue necesario hacer uso de las armas,  fue encabezada por un grupo de líderes,  como los hermanos  Carrera, el fraile Camilo Henríquez, el guerrillero Manuel Rodríguez.   Entre  ellos  se   destacó Bernardo O’Higgins Riquelme, el más grande padre de nuestra Patria.

 

 

¿POR QUÉ SE MANTIENE ESE MITO POR MÁS DE DOS SIGLOS?

 

Porque la historia oficial pretende atribuir a la oligarquía criolla el mérito de haber logrado la emancipación patria del sistema colonial español;  para hacer aparecer a los latifundistas de entonces, como los forjadores de nuestra Independencia.

La verdad es que esa oligarquía fue aliada del rey español y luchó contra los intereses de Chile. Durante la Reconquista española, como hemos visto, traicionaron a la patria.

 

¡CUIDADO EXTREMO!

Si quieres seguir la corriente, celebra en casa con hasta cinco invitados. En un patgio hasta diez. Pero ten cuidado. Porque, este “18” de fonda familiar se puede transformar en  contagio nacional. ¡Que no te fondeen!

 

¡QUE NO TE  METAN EL DEDO EN LA BOCA!

Celebra las fiestas, pero que no te metan el dedo en la boca. No estarás celebrando ningún nacimiento de la Patria.

El verdadero Día de nuestra Independencia es el 5 de abril de 1818. Fecha en que culminó el proceso emancipador, al derrotar el ejército chileno-argentino a las tropas del rey español en la batalla de Maipú.

 

                  

                      Bernardo O’Higgins Riquelme, padre de la Patria