Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Conocí personalmente a Roberto Parada en el desarrollo del XVII Congreso Nacional del Partido Comunista. Se había inaugurado el domingo 10 de octubre de 1965. Prosiguió, a partir del lunes es 11, en el Teatro Baquedano.
La primera sesión plenaria se inició a las 9 horas, cuando
Luis Corvalán, luego de declarar abierto el torneo y saludar a las delegaciones
extranjeras llegadas con posterioridad al acto inaugural, ofreció la palabra al
diputado Manuel Cantero, presidente de
En una de las sesiones plenarias se ofreció la palabra al
delegado del Partido Comunista de Estados Unidos. Ofició con traductor el
compañero Roberto Parada. Recuerdo como su potente voz hizo vibrar la sala.
SUS INICIOS
Roberto Parada nació en
Concepción el 15 de septiembre de 1909. Estudió Inglés en el Instituto
Pedagógico de
Fue dirigente de
Luego de ejercer la docencia
como profesor de inglés en varios establecimientos del sur del país, se integró
al movimiento que dio origen al Teatro Experimental Universidad de Chile. Allí
actuó junto a María Maluenda, con quien se casó en 1946. También se encontraban
los escritores Pedro de
Roberto Parada fue actor,
director teatral y docente durante más
de 50 años sobre las tablas. Además, un destacado militante comunista.
VOLODIA LO EVOCA
Volodia Teitelboim en “La muerte de un actor. Roberto Parada vuelve volando” lo recuerda:
“Tenía Roberto cierto parecido físico con Neruda, siendo
el actor más airoso. Cuando Antonio Skármeta decidió presentar una imagen
cinematográfica del poeta en Ardiente Paciencia (aquella que recomendara
Rimbaud y Neruda evocó, como virtud capital, en su discurso de aceptación del
Nobel, en Estocolmo) no vaciló en confiar la tarea a Parada. En Portugal se
filmó la película.
Cuando el fascismo se abatió sobre nuestra patria, él diría su discurso por la libertad de cualquier modo. María escarbó en la historia más antigua de la dignidad. Del proceso a Sócrates, hace más de dos mil años, de su apología ante los jueces atenienses, extrajo, con fidelidad estricta, la defensa de los derechos del hombre en el Chile en el umbral del año 2000.
Roberto encarnó al viejo filósofo por teatros en muchas ciudades y pueblos pequeños, en casas particulares, como quien defiende sus puntos de vista, expresa sus principios, su derecho al libre examen, en medio del fanatismo salvaje, que pretende suprimir con la violencia y la muerte el derecho a discrepar. En esas representaciones, el actor-ciudadano no se estaba defendiendo ni justificando. Razonaba en profundidad, alegando por la vuelta de Chile a la libertad. Esa apología era un ataque mordaz contra la tiranía. El dictador y la dictadura nunca se lo perdonarían.
Durante una representación de Primavera con una Esquina
Rota, de Benedetti, le comunican que su hijo José Manuel ha aparecido degollado
por los cuchilleros de Pinochet, junto a Manuel Guerrero y Santiago Nattino. Se
le propone suspender el espectáculo. El se yergue y responde: "El público
no espera". Los asistentes -enterados del hecho- escuchan al actor dedicar
la función al hijo atrozmente inmolado. No le descubren un trémolo en la voz. Pero
algo se la ha quebrado adentro. Un resorte, por ahora invisible, está roto”.
Roberto
Parada junto a María Maluenda
Roberto Parada se destacó por su fuerte y hermoso tono de voz, lo que lo hizo participar en varios discos de poesía, destacándose "Viva Chile mierda" de Fernando Alegría.
En 1978, junto al
Grupo Ortiga y el coro de Waldo Aránguiz grabó
Además, representó el papel de Pablo Neruda en la película “Ardiente Paciencia”, obra literaria de Antonio Skármeta, quien también participó en la realización de la película como director y guionista. La película fue rodada en 1983, y contó además con las actuaciones de Oscar Castro Ramírez y Marcela Osorio.
Roberto Parada participó en otros quince films y actuó en doce obras de teatro.
En mayo de 1986, sufrió una
trombosis. La
persecución de la dictadura lo llevó a
abandonar el país junto a su esposa, rumbo a Buenos Aires, luego a Estocolmo y
posteriormente a Moscú, en busca de tratamiento. Falleció en la capital de