martes, 15 de septiembre de 2020

HACE 111 AÑOS NACIÓ ROBERTO PARADA


 

                                                    Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                     Centro de Extensión e Investigación

                                                     Luis Emilio Recabarren,  CEILER

 

                                       


 

Conocí personalmente a Roberto Parada en el desarrollo del XVII Congreso Nacional del Partido Comunista. Se había inaugurado el domingo 10 de octubre de 1965. Prosiguió, a partir del lunes es 11, en el Teatro Baquedano. 

La primera sesión plenaria se inició a las 9 horas, cuando Luis Corvalán, luego de declarar abierto el torneo y saludar a las delegaciones extranjeras llegadas con posterioridad al acto inaugural, ofreció la palabra al diputado Manuel Cantero, presidente de la Comisión Organizadora del XVII Congreso.  Este propuso los nombres para formar la presidencia y las comisiones del evento.  La lista fue aprobada por unanimidad. Fui uno de los miembros de esa presidencia. 

En una de las sesiones plenarias se ofreció la palabra al delegado del Partido Comunista de Estados Unidos. Ofició con traductor el compañero Roberto Parada. Recuerdo como su potente voz hizo vibrar la sala.

 

SUS INICIOS

 

Roberto Parada nació en Concepción el 15 de septiembre de 1909. Estudió Inglés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. 

Fue dirigente de la FECH. Participó en el movimiento que derrocó al dictador Carlos Ibáñez del Campo el 26 de julio de 1931. También en el establecimiento de la República Socialista (4 al 16 de junio de 1932)

Luego de ejercer la docencia como profesor de inglés en varios establecimientos del sur del país, se integró al movimiento que dio origen al Teatro Experimental Universidad de Chile. Allí actuó junto a María Maluenda, con quien se casó en 1946. También se encontraban los escritores  Pedro de la Barra y José Ricardo Morales; más los actores Bélgica Castro, Pedro Orthous, Domingo Piga, Rubén Sotoconil, Domingo Tessier, los hermanos Santiago y Héctor del Campo.

Roberto Parada fue actor, director teatral y docente durante  más de 50 años sobre las tablas. Además, un destacado militante comunista.

 

VOLODIA LO EVOCA

Volodia Teitelboim en “La muerte de un actor. Roberto Parada vuelve volando” lo recuerda:

“Tenía Roberto cierto parecido físico con Neruda, siendo el actor más airoso. Cuando Antonio Skármeta decidió presentar una imagen cinematográfica del poeta en Ardiente Paciencia (aquella que recomendara Rimbaud y Neruda evocó, como virtud capital, en su discurso de aceptación del Nobel, en Estocolmo) no vaciló en confiar la tarea a Parada. En Portugal se filmó la película.

Cuando el fascismo se abatió sobre nuestra patria, él diría su discurso por la libertad de cualquier modo. María escarbó en la historia más antigua de la dignidad. Del proceso a Sócrates, hace más de dos mil años, de su apología ante los jueces atenienses, extrajo, con fidelidad estricta, la defensa de los derechos del hombre en el Chile en el umbral del año 2000. 

Roberto encarnó al viejo filósofo por teatros en muchas ciudades y pueblos pequeños, en casas particulares, como quien defiende sus puntos de vista, expresa sus principios, su derecho al libre examen, en medio del fanatismo salvaje, que pretende suprimir con la violencia y la muerte el derecho a discrepar. En esas representaciones, el actor-ciudadano no se estaba defendiendo ni justificando. Razonaba en profundidad, alegando por la vuelta de Chile a la libertad. Esa apología era un ataque mordaz contra la tiranía. El dictador y la dictadura nunca se lo perdonarían.

Durante una representación de Primavera con una Esquina Rota, de Benedetti, le comunican que su hijo José Manuel ha aparecido degollado por los cuchilleros de Pinochet, junto a Manuel Guerrero y Santiago Nattino. Se le propone suspender el espectáculo. El se yergue y responde: "El público no espera". Los asistentes -enterados del hecho- escuchan al actor dedicar la función al hijo atrozmente inmolado. No le descubren un trémolo en la voz. Pero algo se la ha quebrado adentro. Un resorte, por ahora invisible, está roto”.

 

 

 

                                     Roberto Parada junto a María Maluenda

 

Roberto  Parada se destacó por su fuerte y hermoso tono de voz, lo que lo hizo participar en varios discos de poesía, destacándose "Viva Chile mierda" de  Fernando Alegría. 

En 1978, junto al  Grupo Ortiga y el coro de Waldo Aránguiz grabó la Cantata de los Derechos Humanos “Caín y Abel”, obra musical de Alejandro Guarello, con textos del sacerdote Esteban Gumucio.

Además, representó el papel de Pablo Neruda en la película “Ardiente Paciencia”, obra literaria de Antonio Skármeta, quien también participó en la realización de la película como director y guionista. La película fue rodada en 1983, y contó además con las actuaciones de  Oscar Castro Ramírez y Marcela Osorio. 

Roberto Parada participó en otros quince films y actuó en doce obras de teatro.

En mayo de 1986, sufrió una trombosis. La persecución de la dictadura  lo llevó a abandonar el país junto a su esposa, rumbo a Buenos Aires, luego a Estocolmo y posteriormente a Moscú, en busca de tratamiento. Falleció  en la capital de la Unión Soviética el 20 de noviembre de 1986.