martes, 15 de septiembre de 2020

CIEN AÑOS DE MARIO BENEDETTI

 

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

 


Mario Benedetti nació en Paso de los Toros (Tacuarembó, Uruguay) el 14 de septiembre de 1920, hijo de Brenno Benedetti y Matilde Farrugia, quienes, siguiendo sus costumbres italianas, lo bautizaron con cinco nombres familiares como Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia.

Cuando tenía dos años, la familia se trasladó  a Tacuarembó y Montevideo. Allí, en 1928, Benedetti inició sus estudios primarios en el Colegio Alemán. Luego en el Liceo Miranda, donde realizó estudios secundarios de manera incompleta por las dificultades económicas familiares, y la Escuela Raumsólica de Logosofía.

Trabajó  desde los catorce años  en la empresa Will L. Smith, S.A. de repuestos para automóviles. Allí fue vendedor, cajero, taquígrafo, contable.

En 1939, se trasladó a Buenos Aires, donde hizo también un poco de todo y  descubrió su vocación de poeta.

Volvió a Montevideo en 1941, donde  fue funcionario en la Contaduría General de la Nación y donde (desde 1945 hasta 1974, con la clausura de la publicación), se integró en la redacción del semanario “Marcha”,  en el que se formaron  tres generaciones uruguayas de intelectuales (con Juan Carlos Onnetti, Eduardo Galeano, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Alfredo Zitarrosa, Daniel Viglietti o Idea Vilariño como nombres principales). En 1945, Benedetti fue director de la sección literaria.

Ese mismo año publicó su primer libro de poemas, ´”La víspera indeleble”. 

El 23 de marzo de 1946, contrajo matrimonio con Luz López Alegre, su gran amor y compañera de vida, a la que conoció desde que eran niños. 

En 1948, regreso a Montevideo. Dirigió la revista literaria “Marginalia”. 

También apareció su primera obra ensayística, “Peripecia y novela”, a la que siguió su primer libro de cuentos, Esta mañana (1949), con el que obtuvo el Premio del Ministerio de Instrucción Pública, galardón al que Mario Benedetti accedió en repetidas ocasiones, hasta que en 1958 renunció a él por discrepancias con su reglamentación.

Por esa fecha participó activamente en el movimiento contra el Tratado Militar con los Estados Unidos, su primera acción como militante, y publicó los poemas de “Sólo mientras tanto” (1950), editado por “Número”, una de las revistas literarias más destacadas de la época. 

En 1953 apareció “Quién de nosotros”, su primera novela, que, aunque bien recibida por la crítica, pasará casi desapercibida entre el público. En 1959 fue publicado su  volumen de cuentos Montevideanos  y en 1960 su novela, “La tregua.

Éste fue esa última obra, la que supuso la consagración definitiva del escritor y el inicio de su proyección internacional (la novela tuvo más de un centenar de ediciones, fue traducida a diecinueve idiomas y llevada al cine, el teatro, la radio y la televisión). 

1960 fue una fecha significativa para la trayectoria personal y política del autor. Después de vivir  cinco meses en Estados Unidos (que, dijo, se le «atragantó» por múltiples motivos: el materialismo, el racismo, la desigualdad), se adscribe abiertamente al grupo de intelectuales afines a la Revolución Cubana («un sacudón que nos cambió todos los esquemas, que transformó en verosímil lo que hasta entonces había sido fantástico, e. hizo que los intelectuales buscaran y encontraran, dentro de su propia área vital, motivaciones, temas y hasta razones para la militancia»).

Entonces escribió  su primer texto explícitamente comprometido, “El país de la cola de paja (1960)”.

Aumentó su participación política y vivió momentos de intensa actividad intelectual y también de militante: lidera el Movimiento de los Independientes del 26 de Marzo que luego integrará el Frente Amplio (alternativa a los dos clásicos partidos: el Blanco y el Colorado). 

Tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973 renunció a su cargo en la universidad. Por sus posiciones políticas, debió abandonar Uruguay, partiendo a un largo exilio de casi doce años que lo llevó a residir en Argentina, Perú, Cuba y España, y que dio lugar también a ese proceso bautizado por él como desexilio: una experiencia con huellas tan profundas en lo vital como en lo literario.

Largos años  vivió y escribió alejado de su patria y de su esposa, quien tuvo que permanecer en Uruguay cuidando de las madres de ambos.

Regresó a su país en marzo de 1983, se integró como Miembro del Consejo Editor en la nueva revista “Brecha”, que dará continuidad al proyecto interrumpido de Marcha.

Siguió escribiendo. Sus nuevas  obras fueron: “Recuerdos olvidados”, 1988, “Viento del exilio”, 1981; “ Primavera con una esquina rota”, 1982;  “Las soledades de Babel”, 1991; “Preguntas al azar”, 1986;  “El mundo que respiro”, 2001; “Insomnios y duermevelas”, 2002;  “El porvenir de mi pasado”, 2003; “Existir todavía”, 2004;  “Adioses y bienvenidas”, 2005; “Testigo de uno mismo”, 2008; “Geografías”, 1984; “La borra del café”, 1992;  “Andamios”, 199; “Perplejidades de fin de siglo”, 1993.

El 17 de mayo de 2009, falleció Mario Benedetti  en su casa de Montevideo, a los 88 años de edad. 

El gobierno uruguayo decretó duelo nacional.  A los pies del ataúd se acumularon decenas de flores y bolígrafos que la gente depositaba como último tributo al escritor.

Al día siguiente, en el  Cementerio Central se le rindió homenaje por las calles de Montevideo acompañado por miles de personas.