miércoles, 23 de septiembre de 2020

RECABARREN VIAJA A TOCOPILLA

 

                                               Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                               Centro de Extensión e Investigación

                                               Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                          


       

El 22 de septiembre de 1903, Luis Emilio Recabarren se embarcó rumbo al norte de Chile, acompañado de su esposa e hijo. Su destino era la ciudad de Tocopìlla. 

¿Por qué realizaba ese viaje? 

Porque meses atrás había vivido un hecho  que le resultó inolvidable. En su  discurso “Los albores de la Revolución Social en Chile”, pronunciado en la Cámara de Diputados el 15 de julio de 1921, Recabarren lo evocó así:

“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo de obreros de Tocopilla, y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para comprar una imprenta.  La Mancomunal de Obreros de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a que usted nos acompañe a comprarla’. 

¿Y qué van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.

Me contestaron: ‘Un periódico`.

¿Y quién se los va a escribir?

‘No tenemos quién nos lo escriba; pero confiamos en que usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’

Y concluyeron por decirme:   ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla y nos atienda el periódico’.” 

Recabarren señaló en ese 15 de julio de 1921 en la Cámara: “Yo encuentro de una sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros, estibadores, cargadores, lancheros- que soñaban con tener una imprenta. Ellos mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos,  juntaron el dinero para comprar una imprenta y publicar un periódico”- 

Por eso, Recabarren viajó ese 22 de septiembre  de 1903 al norte.

 

Tocopilla hacia 1900

 

En ese puerto, Recabarren  tuvo  la oportunidad de crear su segundo periódico –“El Trabajo”, de Tocopilla- cuyo primer número apareció el 18 de octubre de 1903. En su editorial definió el rol que jugará ese medio de prensa: “Propagar la moral y la unión del elemento obrero a fin de mejorar su condición social y económica”. Agregaba: “Mi patria es el universo y hacer el bien mi religión”. 

Recabarren tuvo en Tocopilla la oportunidad de tomar contacto directo con los trabajadores de ese puerto y de la pampa salitrera. Ello influirá decisivamente en su formación revolucionaria.

Paralelamente a su labor en la prensa, Recabarren se incorporó a la directiva de la Mancomunal de Obreros de Tocopilla, la  cual será muy pronto víctima de la represión.

El 15 de enero de 19º4, Recabarren y otros tres dirigentes de la Mancomunal fueron encarcelados bajo la acusación de subversivos. Ello obligó a suspender la publicación de “El Trabajo”. El 4 de febrero salieron en libertad. 

Las continuas medidas contra la Mancomunal determinaron que el periódico dejara de publicarse en 1905. En total aparecieron 66  números. 

¿QUÉ SIGNIFICABA  ESCRIBIR UN PERIÓDICO?

Cuando entonces se hablaba de “escribir  un periódico”, de lo que se trataba era de componer las páginas. Y ello se hacía con los tipos o letras,  con los que se debían escribir las palabras, al revés, de atrás hacia delante, de derecha a izquierda. Los que paraban los tipos eran los tipógrafos.

  

                           El difícil sistema de la tipografía

 

Esa era la profesión de Recabarren. Pero él hacía dos labores al mismo tiempo.   Escribía sus artículos  según entendemos el término hoy  y,  al mismo tiempo,  componía  el periódico. Lo hacía simultáneamente.      

“EL MÁS FORMIDABLE ARIETE”

En 1904, Recabarren dio vida a otro periódico en Tocopilla: “El  Proletario”.

En 1906 escribió en “La Doctrina Popular”, de Coquimbo:

“La prensa es la voz del pueblo. No hay  periódico insignificante. El más pequeño es tan terrible como el más formidable ariete”.