Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
La derecha chilena tiene un nutrido prontuario de acciones antidemocráticas, que van desde el derrocamiento de Bernardo O’Higgins hasta el golpe fascista del 11 de septiembre de 1973.
El 15 y 16 de mayo de 1829
tuvo lugar elecciones presidenciales. Resultó reelecto como Presidente de
La segunda y tercera mayoría, fue obtenida por los conservadores Francisco Ruiz-Tagle y José Joaquín Prieto, respectivamente. Sin embargo, la mayoría liberal del Congreso designó como vicepresidente a Joaquín Vicuña, quien había obtenido la cuarta mayoría.
Esta situación desencadenó una rebelión de la oposición: pelucones, estanqueros y o’higginistas, que culminó con la renuncia de Pinto. Éste entregó el poder al Presidente del Congreso, el liberal Francisco Ramón Vicuña.
Entre tanto, se
había producido la rebelión del ejército del sur comandado por el golpista José Joaquín Prieto, quien avanzó hacia
Santiago donde, los conservadores comandados por Diego Portales organizaban un
levantamiento. Era el comienzo de la guerra civil de 1829 y 1830.
El gobierno liberal organizó su ejército, al mando de los
generales Francisco de
El 14 de diciembre de 1829 se llevó a cabo la batalla de Ochagavía, donde no hubo vencedores y se llegó al acuerdo de poner a la cabeza del ejército y del gobierno al general Ramón Freire.
Sin embargo, este acuerdo fracasó porque los conservadores en Santiago, liderados por Diego Portales, tomaron el mando y buscaron someter a Freire a su autoridad, situación que llevó a que éste último tomara partido por el bando liberal y dimitiera de su cargo.
Así, mientras Freire marchaba hacia Coquimbo con algunas
tropas, a fin de organizar una guerra civil,
en Santiago,
El conflicto continuó hasta el decisivo 16 de abril de 1830, fecha en la que se desarrolló la batalla Lircay, cerca de Talca, donde Freire fue derrotado por Prieto, consolidándose el fin del gobierno liberal y el comienzo de la denominada “época portaliana”.
La guerra Civil de 1829 - 1830, donde los vencedores
fueron los conservadores liderados por el general Prieto marcó el inicio de un nuevo periodo
gobernado por la clase conservadora en Chile que duró aproximadamente 30 años,
con una nueva constitución que durará 92
años, tres gobiernos autoritarios de diez años, una guerra injusta con Perú y Bolivia y represiones contra los liberales como exilios y la dada de baja
a generales liberales.