Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“¡Memoria eterna a
Federico Engels,
gran luchador y maestro
del proletariado!”
(V.I. Lenin)
Federico Engels nació el 28
de noviembre de 1820 en Barmen, actualmente incorporado a Wuppertall, ciudad de la región de
A la edad de 18 años, motivos familiares le
obligaron a abandonar sus estudios y entrar a trabajar como dependiente en una
casa de comercio en Bremen. Ello no fue obstáculo para que continuara
capacitándose tanto en las ciencias sociales como en la política. Desde muy
joven, aun siendo estudiante del liceo,
sentía un enorme odio hacia la autocracia y la arbitrariedad.
SUS PRIMEROS
CONTACTOS CON EL PROLETARIADO
En 1842 se trasladó a
Manchester, centro industrial de
Inglaterra, como empleado de una casa comercial
de la que su padre era socio. Allí tomó contacto con el proletariado. Se
dedicó a recorrer las barriadas obreras y conocer sus miserables condiciones de vida. No se
conformó con sus propias observaciones. Leyó cuanto se había escrito hasta
entonces sobre la clase obrera inglesa. Fruto de sus observaciones y lecturas
fue su libro “La situación de la clase obrera en Inglaterra”, publicado en
1845. Otros ya habían escrito sobre este tema, pero Engels fue el primero en
afirmar que el proletariado no sólo es una clase que sufre, sino que
precisamente la terrible situación
económica en que vive lo impulsa a luchar por su emancipación definitiva
y que la lucha política de la clase obrera llevará a los trabajadores a
comprender que su única salida es el
socialismo.
Este primer libro de Engels
constituyó una terrible acusación contra el capitalismo y la burguesía y
produjo una enorme impresión. A partir de ese momento, el libro de Engels
comenzó a ser citado como el cuadro que mejor representaba la situación del
proletariado contemporáneo.
Estando en Inglaterra
Federico Engels se hizo socialista. En la ciudad de Manchester tomó contacto
con los dirigentes del movimiento obrero inglés y comenzó a colaborar con las
publicaciones socialistas.
SE CONOCEN PERSONALMENTE CON MARX
En 1844, al pasar por París
de regreso a Alemania, conoció personalmente a Carlos Marx, con quien mantenía
correspondencia. En la capital francesa, Marx se había hecho también
socialista, bajo la influencia de los revolucionarios de ese país.
Los dos amigos escribieron allí, en colaboración, la obra “La sagrada familia, o crítica de la crítica crítica”. Este libro aparecido en 1844 contiene las bases del socialismo materialista revolucionario. ‘La sagrada familia’ era un sobrenombre burlesco dado a los hermanos Bauer y a los adeptos a su filosofía, quienes desdeñaban al proletariado viendo en él una masa carente de todo sentido crítico. Marx y Engels se alzaron con energía contra esta tendencia absurda y nociva.
Federico Engels vivió en
Bruselas y en París desde 1845 hasta 1847. alternando los estudios científicos
con la práctica revolucionaria entre los obreros alemanes residentes en ambas
ciudades.
EL MANIFIESTO
En la capital francesa Marx
y Engels se relacionaron con una asociación clandestina alemana,
“Este pequeño libro – al
decir de Lenin- vale por tomos enteros:
su espíritu viene dando vida y movimiento hasta hoy a todo el proletariado
organizado y combatiente del mundo civilizado”.
Después de la revolución de
1848 ambos pudieron regresar a su patria. En Prusia renana, asumieron la
dirección de la ‘Nueva Gazeta del Rin’,
periódico democrático que se publicaba en la ciudad de Colonia. Se impusieron las
fuerzas reaccionarias. ‘
PRINCIPALES OBRAS DE ENGELS
Entre las obras de Federico
Engels están: el ‘Anti Dühring’, ‘El
origen de la familia, la propiedad y el Estado’, ‘Ludwig Feuerbach y el fin de
la filosofía clásica alemana’, ‘El papel del trabajo en la transformación del
mono en hombre’, ‘Del socialismo utópico al socialismo científico’. “Dialéctica
de
DESPIDIENDO A SU CAMARADA Y AMIGO
El 17 de marzo de 1883, en el cementerio de
Highgate de Londres, Federico Engels al despedir a su amigo y camarada Carlos
Marx, expuso ante su tumba, de manera genial, el enorme aporte realizado a la
humanidad por quien llamó “el más grande pensador de nuestros días”:
“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió le ley del desarrollo de la historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, la concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se venía haciendo.
“Pero no es esto sólo. Marx
descubrió también la ley específica que
mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada
por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas,
mientras que todas las investigaciones anteriores, tanto de los economistas
burgueses como las de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas.
“Dos descubrimientos como
éstos debían bastar para una vida... Pero no hubo un solo campo que Marx no
sometiese a investigación...”
EL CAPITAL
Carlos Marx murió sin haber dado remate definitivo a su grandiosa obra sobre el capital. Este trabajo estaba finalizado en borrador. Engels, después de haber fallecido su amigo emprendió la difícil tarea de redactar y editar los tomos segundo y tercero de ‘El Capital’. En 1885 publicó el segundo tomo y en 1894 el tercero.
El socialdemócrata austriaco
Víctor Adler señaló: “Con la edición de
los tomos segundo y tercero de ‘El Capital’, Engels erigió a su genial
amigo un monumento majestuoso en el que, involuntariamente, grabó con trazos
indelebles su propio nombre”. Y tenía
toda la razón: estos dos tomos de ‘El Capital’ son obras de ambos.
UNA AMISTAD EJEMPLAR
La clase obrera puede decir que su ciencia fue creada por dos sabios y luchadores, cuyas relaciones mutuas son emocionantes muestras de la más sincera y fructífera amistad.
Engels siempre, y en general con toda justicia, se posponía a Marx. En una ocasión escribió: “Al lado de Marx me correspondió el papel de segundo violín”.
Su cariño hacia su amigo fue muy grande. Lo ayudó siempre en las difíciles situaciones económicas por las que atravesó a menudo Marx y su familia. Y fue infinita la veneración a la memoria del amigo muerto.
Como subraya Lenin:
“Federico Engels, luchador inflexible y pensador severo, fue un hombre de una
profunda ternura”.
PROSIGUE
Después de fallecer Marx, Engels, solo, siguió siendo el consejero y dirigente de los socialistas europeos. Acudían a él en busca de consejos y orientaciones socialistas alemanes, españoles, rumanos y rusos. Todos aprovechaban el riquísimo tesoro de conocimientos y experiencias del viejo Engels.
Entre el 14 y el 19 de junio
de 1889 tuvo lugar el congreso de fundación de
Federico Engels falleció en
Londres el 5 de agosto de 1895.