En el 144º natalicio del líder obrero :
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
Luis Emilio Recabarren fue obrero tipógrafo desde los
catorce años, había nacido en Valparaíso el 6 de julio de 1876 Ahí, en las
imprentas, duramente explotado,
vislumbró la importancia de que la letra de molde se pusiera al servicio de
los trabajadores.
El periodismo fue un aspecto muy importante en la acción
por educar, unir y organizar a
los trabajadores chilenos, llevada
adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.
En 1894 se incorporó al Partido Demócrata, iniciándose en
la lucha social.
SEMBRANDO LA LUZ
Tenía 23 años de edad en 1899, cuando fundó lo que se considera el primer periódico
obrero creado por Recabarren. Fue el
semanario “La Democracia ”, de Santiago.
Al año siguiente escribió: “La prensa obrera es como la
luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
En 1901, señaló en el periódico “La Democracia ”: “La prensa
obrera, tiene por misión sagrada, contribuir a la ilustración, y difundir la cultura en las costumbres de
los pueblos”.
Al año siguiente escribió: “La prensa obrera es como la
luz que señala desde lejos el camino más corto por donde debemos andar”.
UNA
EXPERIENCIA INOLVIDABLE
En 1903 Recabarren vivió un
hecho que le resultó inolvidable. En
su discurso “Los albores de la Revolución Social
en Chile”, pronunciado en la
Cámara de Diputados el 15 de julio de 1921, Recabarren lo
evocó así:
“Yo recuerdo siempre con emoción la vez que llegó un grupo
de obreros de Tocopilla, y me dijeron: ‘Compañero, traemos dos mil pesos para
comprar una imprenta. La Mancomunal de Obreros
de Tocopilla ha logrado reunir este dinero para comprar una imprenta. Venimos a
que usted nos acompañe a comprarla’.
¿Y qué van a hacer ustedes con ella?, les pregunté.
Me contestaron: ‘Un periódico`.
¿Y quién se los va a escribir?
‘No tenemos quién nos lo escriba; pero confiamos en que
usted nos buscará un tipógrafo para que lo escriba’
Y concluyeron por decirme: ‘Esperamos que usted mismo se vaya a Tocopilla
y nos atienda el periódico’.”
Recabarren señaló en ese 15 de julio de 1921 en la Cámara : “Yo encuentro de
una sublimidad majestuosa el pensamiento de estos obreros –peones, playeros,
estibadores, cargadores, lancheros- que soñaban con tener una imprenta. Ellos
mismos, por sí solos, por sus propios esfuerzos, juntaron el dinero para comprar una imprenta
y publicar un periódico”-
UN SEGUNDO PERIÓDICO
Recabarren viajó en septiembre de 1903 al norte. Allá
tuvo no sólo la oportunidad de crear su
segundo periódico –“El Trabajo”, de Tocopilla- sino, además, de tomar contacto
directo con los trabajadores de ese puerto y de la pampa salitrera. Ello
influirá decisivamente en su formación revolucionaria.
Tocopilla hacia
1900
¿QUÉ SIGNIFICABA ESCRIBIR UN
PERIÓDICO?
Cuando entonces se hablaba de “escribir un periódico”, de lo que se trataba era de
componer las páginas. Y ello se hacía con los tipos o letras, con los que se debían escribir las palabras,
al revés, de atrás hacia delante, de derecha a izquierda. Los que paraban los
tipos eran los tipógrafos.
El difícil sistema de la tipografía
Esa era la profesión de Recabarren. Pero él hacía dos
labores al mismo tiempo. Escribía sus
artículos según entendemos el término
hoy y,
al mismo tiempo, componía el periódico. Lo hacía simultáneamente.
“EL MÁS FORMIDABLE ARIETE”
En 1904, Recabarren dio vida a otro periódico en
Tocopilla: “El Proletario”.
En 1906 escribió en “La Doctrina Popular ”,
de Coquimbo: “La prensa es la voz del pueblo. No hay periódico insignificante. El más pequeño es
tan terrible como el más formidable ariete”.
En ese mismo año publicó en “La Vanguardia ”, de
Antofagasta – su cuarto periódico- lo siguiente: “Aviso a mis correligionarios
que estoy organizando una sociedad para establecer en Santiago una imprenta. El valor de la acción es de 50 pesos. El
nuevo diario obrero debe aparecer el 1
de junio de 1906” .
Así nació “La
Reforma ”, diario obrero demócrata, editado en la capital.
En 1911 fundó “El
Grito Popular” de Iquique, último periódico que creó siendo miembro del
Partido Demócrata.
“EL
DESPERTAR DE LOS TRABAJADORES”
El 16 de enero de 1912 apareció
el primer número de “El Despertar de los Trabajadores” de Iquique, el más importante de los 11 periódicos nacidos
gracias al esfuerzo y sacrificio de Recabarren.
Apareció siendo propiedad de la Sociedad Obrera
Cooperativa Tipográfica, constituida
para darle vida al proyecto de un diario
revolucionario en ese puerto. Después, sus socios acordaron donarlo al Partido
Comunista, una vez fundado éste el 4 de junio de 1912.
Fue éste un periódico combativo, valiente. Los
patrones y las autoridades lo persiguieron. Sus propagandistas, por el solo
hecho de serlo, eran despedidos de las faenas, detenidos y enviados a la
cárcel.
UN PERIÓDICO LEIDO POR LOS OBREROS
Pero era leído por los trabajadores. Salvador Ocampo,
quien fuera senador del Partido Comunista, relata: “Yo trabajaba en una
cuadrilla de cargadores de la Chile Exploration Company de Tocopilla. Era
una especie de arrinquín, que ayudaba a los trabajadores en las cosas más
esenciales y les preparaba sus alimentos
para los momentos de descanso... Esto ocurría más o menos en los años 1912 al
14... El 12 yo tenía 10 años de edad... Esta
cuadrilla estaba compuesta por unos mocetones bravos, los más salvajes que
había por esos lados. Todos, la gente más buena y humana que he conocido. Algunos
de ellos compraban ‘El Despertar de los Trabajadores’, que Recabarren editaba
en Iquique y que llegaba hasta allí clandestinamente. Serían unos diez o doce
los que compraban ‘El Despertar’. La cuadrilla se componía de 40 obreros. El
caso es que esta gente compraba el diario y a la hora de almuerzo, al mediodía,
yo veía cómo leían los títulos con
grandes dificultades -eran pocazos los
que sabían leer- y después se guardaban el diario.
Pues bien, cuando supieron que
yo sabía leer, me exigían que se los leyera. Lo primero que me decían era: ‘A ver, compañero
Guachito (así me llamaban a mí), leamos lo que dice Recabarren’. Entonces yo
buscaba si venía algún artículo con su
firma. Y si no venía, les decía: ‘No, Recabarren no dice nada aquí’. Pero ellos
insistían: ‘Bueno, pero es que...¡el editorial!, pues Guachito, ¡esa es la
palabra de Recabarren!”
Qué hermosa escena debió ser esa: cuarenta obreros
pampinos sentados en círculo, escuchando atentamente lo que escribía Recabarren
a través de la lectura que hacía un niño.
EL PERIÓDICO, UN MEDIO DE EDUCACIÓN
El periodismo fue un aspecto muy importante en la acción
por educar, unir y organizar a
los trabajadores chilenos, llevada
adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.
En “El Despertar de los
Trabajadores”, Recabarren publicaba obras de teatro. Tanto propias, como de otros
autores, siempre que tuvieran contenido social.
Entre las piezas teatrales del padre de la prensa obrera
chilena están “Redimida”, que narra la historia de una mujer abandonada que
ingresa a las filas revolucionarias, único camino para lograr una vida mejor.
Otra, es “Desdicha Obrera”, un ataque al clero y a la alta burguesía.
TAMBIÉN EN OTRAS CIUDADES
En ese mismo año publicó en “La Vanguardia ”, de
Antofagasta – su cuarto periódico- lo siguiente: “Aviso a mis correligionarios
que estoy organizando una sociedad para establecer en Santiago una imprenta. El valor de la acción es de 50 pesos. El
nuevo diario obrero debe aparecer el 1
de junio de 1906” .
Así nació “La
Reforma ”, diario obrero demócrata, editado en la capital.
En 1911 fundó “El
Grito Popular” de Iquique, último periódico que creó siendo miembro del
Partido Demócrata.
En 1915 fundó el periódico “El Socialista” en Valparaíso. Un año después, “El Socialista”
de Antofagasta. Luego, este último
cambió de nombre. Se llamó “El
Comunista”. Sobre éste, recuerda
Salvador Ocampo:” Hacia 1924, en
Antofagasta nosotros llegamos a vender 40 mil
ejemplares diariamente de “El
Comunista”, vendíamos más que cualquier otro diario”.
En 1917, estando en Buenos
Aires, Recabarren sostuvo: “La prensa obrera es un medio más de lucha, de
acción, de crítica, de propaganda, de discusión”.
En 1921 en el ya
mencionado discurso en la
Cámara , afirmó el padre de la prensa obrera: “Mientras la
imprenta no estuvo en manos de los obreros, no éramos nadie; vivíamos en la oscuridad,
ignorados; no podíamos desarrollar nuestro pensamiento”.
En ese mismo año 1921 fundó el
periódico “La Federación Obrera ”
y, en 1924, “Justicia”. Ambos de Santiago.
El historiador Hernán Ramírez
Necochea afirma que, hacia 1923,
gracias al incansable trabajo de Recabarren, el Partido Comunista poseía y mantenía 12
periódicos a lo largo de nuestro territorio.
INCANSABLE PERIODISTA
Recabarren no solo creó imprentas. Fue también
laborioso y didáctico
periodista. Escribió en 48 periódicos
chilenos, que aparecían en 24 puntos del país: Arica, Iquique,
Tocopilla, Antofagasta, Taltal, La
Serena , Coquimbo,
Ovalle, Chañaral, Los Andes, Viña del Mar, Valparaíso, Casablanca,
Santiago, Chillán, Talcahuano, Concepción,
Coronel, Lota, Lebu,
Nueva Imperial, Valdivia, La
Unión y Punta Arenas.
Además colaboró en órganos de
prensa de Buenos Aires.
El periodismo fue un aspecto muy importante en la acción
por educar, unir y organizar a
los trabajadores chilenos, llevada
adelante durante 30 años por Luis Emilio Recabarren Serrano.
EDUCADOR DE MASAS
Sin lugar a duda, el padre del movimiento obrero chileno
es el más grande educador de masas de nuestra historia.
Su último artículo, elaborado en conjunto con Luis Víctor Cruz, tuvo por tema la necesidad de dar mayor apoyo al periódico “Justicia” de
Santiago. Apareció en ese mismo diario, con fecha 11 de noviembre de 1924. Treinta
y ocho días después, Recabarren ponía fin a su existencia.
Luis Víctor Cruz (primera
fila) Recabarren (en la segunda)
Pablo Neruda evoca en su ‘Canto General’ la labor de
creador de la prensa obrera
chilena y de periodista de Recabarren. Dice:
“Y
fue por la patria entera
fundando pueblo, levantando
los
corazones quebrantados.
Sus periódicos recién impresos
entraron en las galerías
del carbón, subieron al cobre,
y el pueblo besó las columnas
que por primera vez llevaban
la voz de los atropellados”.
Hoy, a pesar de las dificultades provocadas por las dos
pestes (la del Coronavirus y la del gobierno neoliberal), “El Siglo” continúa la senda trazada por Luis
Emilio Recabarren.