En el 86º aniversario de su fallecimiento:
Iván
Ljubetic Vargas, historiador del
Centro
de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
A causa de la radiación a la
que estuvo expuesta en sus experimentos, Marie Curie falleció el 4 de julio de
1934 en Passy, Francia. Sin
embargo, sus aportaciones a la ciencia y a la sociedad siempre serán
inmortales.
Había nacido como Maria Salomea Sklodowska el 7 de
noviembre de 1867 en Varsovia, Polonia.
Fue la primera mujer científica en recibir el Premio Nobel y ser la
primera catedrática de la Universidad
de la Sorbona.
SUS PRIMEROS PASOS
Hija del profesor de Física y Matemáticas Władysław
Skłodowski y de la maestra Bronisława Boguska, Marie Curie era la menor de
cinco hermanos. Su infancia se vio marcada por el fallecimiento de una de sus
hermanas a causa del tifus, y a la muerte de su madre por tuberculosis cuando
solo tenía 10 años.
Nació y creció en una Polonia ocupada, casi en su
totalidad, por las fuerzas del Imperio Ruso. A pesar de ser obligados a abandonar la cultura polaca, su familia no
se desligó nunca de sus raíces. La actitud patriota del padre fue castigada al
designarle los trabajos peor pagados. Su familia tuvo serios
problemas económicos. En medio de las
dificultades Marie no cesó en sus deseos
de estudiar. Cursó
los estudios de enseñanza básicos, pero no pudo ingresar en una institución de
educación superior por ser mujer. Entonces, junto a su hermana Bronislawa,
ingresó en una universidad clandestina polaca que admitía mujeres.
Bronislawa se
marchó a París a estudiar. Entones Marie trabajó como institutriz -a la vez que
continuaba estudiando- para poder costearse la matrícula en la universidad. En
1891, con 24 años, Marie Curie se
trasladó a Francia a estudiar en la Universidad de París.
Ello, gracias a sus ahorros y a la ayuda de su padre.
TRAYECTORIA Y APORTACIÓN A LA CIENCIA
A base de esfuerzo y sacrificio, en 1893, Marie Curie se
licenció en Física por la
Universidad de París, siendo número uno de su promoción. Un
año más tarde conoció al también
científico Pierre Curie, quien tiempo después le escribió una carta donde le
decía: “Sería una cosa preciosa, una cosa que no me atrevería a esperar, si
pudiéramos pasar nuestra vida cerca unos de otros, hipnotizados por nuestros
sueños: tu sueño patriótico, nuestro sueño humanitario y nuestro sueño
científico”.
Se casaron en 1895, tuvieron
dos hijas, Irène y Éve.
El interés de Marie Curie por la Física no acabó tras
conseguir su título. Continuó estudiando.
Las investigaciones sobre la radiación del uranio del
físico Henri Becquerel y el descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Röntgen
ayudaron a Curie a elegir el tema de su tesis: Investigaciones sobre sustancias
radioactivas.
Fascinado por los avances de la investigación de su mujer,
Pierre hizo un alto en sus estudios sobre magnetismo, para poder ayudarla.
Cómplices en lo personal y en
lo profesional, Marie y Pierre Curie trabajaron codo con codo en condiciones
nada fáciles. En 1898 anunciaron el descubrimiento de nuevos elementos: el
radio y el polonio, ambos más radioactivos que el uranio. Sin embargo, no fue hasta cuatro
años después cuando pudieron demostrar su hallazgo.
PRIMER PREMIO NOBEL
1903 fue el año del reconocimiento a su trabajo. No solo
consiguió su Doctorado, sino también recibió el Premio Nobel de Física junto a
su marido y a Becquerel por sus investigaciones sobre la radioactividad.
A pesar de la importancia de Madame Curie en estos
hallazgos, no tuvo el mismo reconocimiento que su marido. En 1904, Pierre Curie
fue nombrado catedrático de la
Universidad de París y dos años más tarde pasó a ser miembro
de la Academia
Francesa.
El 19 de abril de 1906, un
carro de caballos atropelló y dio muerte a Pierre Curie. Marie pasó a ocupar la cátedra de Física de
su marido en la
Universidad de la
Sorbona , convirtiéndose en la primera mujer catedrática de
esa universidad.
SEGUNDO
PREMIO NOBEL
Tras la trágica muerte de
Pierre, Marie, profundamente afectada, decidió continuar con sus
investigaciones y su empeño en crear un nuevo y mejor laboratorio en el que
poder trabajar.
Con tenacidad y esfuerzo logró
destacarse en una época donde el machismo y la xenofobia estaban presentes en
todas partes.
Durante los siguientes años,
compaginó su trabajo en la
Universidad con el cuidado de sus hijas y sus investigaciones
sobre el radio. Pronto
descubrió que la radioterapia podría ser un tratamiento contra el cáncer. Esto
hizo que los experimentos de Marie ganaran adeptos y se popularizaran.
Gracias a estas
investigaciones, Marie Curie ganó el Premio Nobel de Química en 1911.
MARIE
CURIE Y LA ACADEMIA DE
CIENCIAS DE FRANCIA
En 1911, la
Academia de Ciencias de Francia discutió si Curie ocuparía el
puesto del fallecido Désiré Gernez (1834-1910). Su incorporación como
miembro fue rechazada. Por entonces,
Marie Curie ya era miembro de la Academia de Ciencias de
Suecia (1910), de la
República Checa (1909) y de Polonia (1909), la Sociedad Filosófica
Estadounidense (1910) y la
Academia Imperial de San Petersburgo (1908). Además de
miembro honorario de muchas otras asociaciones científicas. Durante las
elecciones de la Academia ,
fue difamada por la prensa derechista que la criticaba por ser mujer,
extranjera y atea.
En la sesión plenaria del Instituto de Francia el 4 de
enero de 1911, los miembros del Consejo se aferraron a la tradición de no permitir
miembros femeninos y revalidaron la decisión con una mayoría de 85 votos en
contra sobre 60 a
favor. Cinco días después, en una
reunión secreta, se creó un comité que se encargaría de las nominaciones para
el puesto vacante: admitieron a Édouard Branly,
un inventor que había ayudado a Marconi en el desarrollo de la telegrafía
inalámbrica.
El periódico socialista “L’Humanité” tildó de «institución
misógina» a la Academia ; por su parte, el conservador “Le Figaro” escribió que «¡no se debe tratar de convertir
a la mujer en hombre de inmediato!».
Sólo más de medio siglo después, en 1962, una estudiante
de doctorado del Instituto Curie, Marguerite Perey, fue la primera mujer
elegida como miembro de la
Academia de Ciencias de Francia.
Aunque era una científica famosa por su trabajo en pro de
Francia, la actitud del público hacia Marie Curie tendía a la xenofobia —lo
mismo que había sucedido durante el caso Dreyfus, pues se rumoreaba que ella
era judía. Más adelante, su hija Irène
comentó que la hipocresía pública de la prensa francesa retrataba a su madre
como una extranjera indigna de ser
nominada para un honor francés, en lugar de alguien de otro país que
recibía el premio Nobel en nombre de Francia.
UNA DE LAS PRIMERAS FEMINISTAS
Marie Curie no solo fue una científica pionera, también
tuvo un papel muy importante durante la Primera Guerra
Mundial.
Marie Curie nunca lucró con sus hallazgos. Puso
en primer lugar la solidaridad para los sectores más necesitados. Adquirió
diversos automóviles y máquinas de rayos X portátiles y creó “ambulancias
radiológicas”. Gracias a ello, muchos soldados pudieron salvar la vida. Se
convirtió en la directora del Servicio de Radiología de Cruz Roja francesa.
Acabada la guerra, Marie Curie
regresó a sus estudios y formó parte de diversas academias científicas como la Academia Nacional
de Medicina de Francia en 1922 y obtuvo innumerables reconocimientos.
Marie Curie fue una de las
primeras feministas de la historia. Con su valentía, inteligencia y tenacidad
logró destacarse a nivel mundial, a pesar del entorno machista que reinaba en
esa época. Pero lo más destacable es que jamás perdió su humildad ni su forma
sencilla de ver la vida. Las investigaciones que realizó con su esposo llevaron
a la creación de una nueva disciplina científica: la física anatómica, con una
impresionante variedad de aplicaciones: tratamientos para el cáncer, técnicas
para determinar la edad de objetos y usos en biología nuclear y genética.
Falleció el 4 de julio de
1934.
En 1995, el gobierno francés
decidió homenajearla junto a su marido "por su dedicación y entrega a la
ciencia" y los restos de ambos fueron trasladados al Panteón de París. Hoy
descansan junto al escritor Víctor Hugo y el político Jean Jaurés, entre otros.
Desde ese día, la inscripción del Panteón que dice "La patria, en
reconocimiento a los grandes hombres", incluye a una mujer.