En su 105º natalicio:
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
En junio de 1984 el Partido Comunista de Chile llevó a
cabo un importante evento. Fue
una Conferencia que tuvo la particularidad de realizarse en dos partes: con cientos de dirigentes en el país, bajo
las condiciones de estricta clandestinidad y, con decenas de dirigentes que
estábamos en el exilio.
Esta Conferencia en el exterior tuvo lugar en una “dacha”
en Moscú. Allí conocí al compañero Enrique Kirberg. Él representaba a los
comunistas chilenos desterrados en
Estados Unidos; yo, a los que vivíamos
el ostracismo en la
República Federal Alemana. Por varios días estuvimos
debatiendo, con la cabeza y el corazón puesto en nuestro lejano país.
Ahí tuve la oportunidad de conversar con el camarada
Enrique Kirberg, conocer la modestia, la fraternidad, la alegría de vivir, la
sabiduría que emanaba su persona. Desgraciadamente fue la única ocasión en que estuvimos juntos.
Junto a los dirigentes que vivíamos en el exilio,
concurrió a la conferencia una delegación del interior.
DESDE
JOVEN, UN REVOLUCIONARIO
Enrique Kirberg nació en
Santiago el 30 de julio de 1915. Era hijos de inmigrantes judíos. Pasó su
infancia en Valparaíso y Quilpué. Estudió, en calidad de alumno interno, en la Escuela de Artes y
Oficios.
Siendo adolescente sufrió la desgracia de quedar huérfano.
Sus lecturas, pues era un
incansable lector, y las largas
conversaciones con su tío Mauricio, el menchevique, influyeron en el joven
Enrique. Era un observador agudo de los acontecimientos de su tiempo. Observador, pero especialmente
actor. Participó activamente en las guardias estudiantiles a la caída del
dictador Carlos Ibáñez el 26 de julio de
1931. Tenía por entonces 16 años.
En los turbulentos doce días de la llamada República Socialista,
del 4 al 16 de junio de 1932, tomó parte en el Soviet, presidido por Elías
Lafertte, que funcionó en la
Casa Central de la Universidad de Chile.
CATEDRÁTICO
UNIVERSITARIO
Fue fundador y primer
presidente de la Federación
de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile, FEMICH. Le correspondió iniciar
y encabezar la intensa y exitosa campaña que, en los años 40 del siglo XX, hizo
posible el surgimiento de la Universidad Técnica del Estado, UTE, en base a
las siete escuelas técnicas superiores
que existían en diversas ciudades del país.
Sin abandonar las tareas del
Partido, en las que se destacó por su responsabilidad y
disciplina, Enrique Kirberg se tituló de ingeniero eléctrico y continuó
su carrera profesional y académica. Llegó a ser catedrático en la Universidad Técnica del
Estado y en la Escuela
de Arquitectura de la
Universidad de Chile en Santiago y Valparaíso.
CANDIDATO
COMUNISTA A LA UTE
En 2001, el doctor Hugo Díaz
me explicaba en una conversación
personal: “Eran los días de la Reforma Universitaria.
Recuerdo que estábamos en reunión de la Comisión Universitaria
a comienzos de 1968, estudiando una proposición
hecha al Partido por los radicales y masones para que le apoyáramos a su
candidato a Rector en la
UTE. Después que informó sobre esto Fernando Ortiz,
Enrique París dice: ¿y por qué no
llevamos candidato propio? Creímos que era un chiste. Nos reímos. Luego
Fernando dijo que era una idea digna de
estudiarse. Preguntamos ¿quién podría ser nuestro candidato? Enrique Kirberg, respondió el compañero
París. Luego de un intercambio de opiniones, llegamos a la conclusión que no
era un chiste, que era posible realizar esa proposición. Y se acordó hablar con
el compañero Kirberg. Éste aceptó postular y llegó a ser elegido y reelegido
Rector de la UTE ”.
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA
Fue así como el 20 de agosto de 1968, en las primeras
elecciones democráticas en la UTE ,
en las que, como fruto de la Reforma Universitaria , votaban por primera vez académicos,
estudiantes y funcionarios, cuando se produjo la gran sorpresa: el candidato
comunista Enrique Kirberg era elegido Rector.
Su excelente gestión, unida al trabajo de la izquierda,
permitió su reelección al año siguiente.
Y ya en pleno Gobierno Popular presidido por Salvador Allende, fue reelegido
por tercera vez. En las elecciones del 29 de julio de 1972, la Unidad Popular
obtuvo un importante triunfo en la Universidad Técnica
del Estado. Enrique Kirberg fue elegido rector y Ricardo Núñez, secretario
general. De los 80 miembros del nuevo Consejo Universitario, 54 eran de la Unidad Popular y de
estos, 26 del Partido Comunista, que se transformó en la primera fuerza
política de la UTE.
El Presidente Allende y el Rector Enrique Kirberg
UN RECTOR REVOLUCIONARIO
Gracias a los gigantescos logros de la gestión
administrativa del Rector Kirberg y a la Reforma Universitaria ,
la UTE se transformó en la segunda Universidad en
importancia y la única, junto con la Universidad de Chile, con existencia nacional. Entre 1969 y 1973
Kirberg fundó 24 institutos tecnológicos de Arica a Punta Arenas
En lo interno, todos sus estamentos participaban
activamente en la conducción del proceso de la Reforma. En los
claustros renovados se realizaban riquísimas discusiones sobre los problemas de
la Universidad ,
del país y del mundo. Nada era ajeno a esa comunidad empapada del pensamiento y
de la práctica revolucionaria.
EL ODIO DE LOS FASCISTAS
Lo anterior explica la furia fascista contra la UTE.
El 11 de septiembre de 1973 la
historia de Chile fue cortada en dos por la espada asesina de los usurpadores
del poder. La Moneda fue bombardeada y atacada con
tanques. Murió allí el heroico Compañero Presidente.
La dictadura arrasó con los cambios revolucionarios en la UTE como en todo Chile.
Sobre la UTE cayó la represión
fascista. Víctor Jara fue uno de los 62 miembros de su comunidad asesinados, otros cientos fueron
detenidos, cruelmente torturados, enviados a la cárcel, campos de concentración
o el destierro. El 50% de los profesores y funcionarios fueron exonerados. Las
23 sedes provinciales fueron borradas del mapa.
Enrique Kirberg fue durante dos años un prisionero de
guerra y luego lanzado al exilio.
El destierro lo vivió en Nueva York y Montevideo.
VIVIRÁ
EN SU OBRAS
Retornó a Chile en 1987. Lo
que quedaba de su Universidad, lo recibió en triunfo: dos mil estudiantes lo pasearon por el Campus de Avenida
Ecuador al grito: “¡Aquí está nuestro
rector!”
En agosto de 1991, ya muy enfermo, volvió al viejo teatro
de la Escuela
de Artes y Oficios. Esta vez para recibir el
Doctorado Honoris Causa.
El corazón de Enrique Kirberg
dejó de latir el 23 de abril de 1992, pero su ejemplo de comunista consecuente
sigue vivo en el recuerdo de todos los que le conocieron.