Iván Ljubetic Vargas,
historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio
Recabarren, CEILER
Otro crimen de las tropas
imperilaistas en Irak. El 22 de julio de 2003, en la ciudad de Mosul, ubicada a
400 kiilómertos al norte de Bagdad, soldados de Estados Unidos asesinaron a dos
hijos de Sadam Husein: Uday, de 39 años, y Qusay de 37, y a un nieto de Sadam,
de 14 años, Mustafá Husein.
Otro montaje. Según la versión
de las tropas de ocupación se desarrolló una “feroz batalla” que se libró
durante más de seis horas y se centró en un barrio del norte de Mosul, en la
casa de un líder tribal, Nauaf Mohamed al Zaidan, quien, según un pariente, fue
quien hizo la delación de la ubicación de los familiares de Sadam Husein.
Al parecer, cuando una unidad de la afamada 101 División
Aerotransportada rodeó la casa y conminó a sus ocupantes a rendirse, fue objeto
de disparos. Los soldados abrieron fuego entonces contra el edificio, mientras
desde el aire, helicópteros Kiowa dispararon una veintena de misiles.
Fue el más alto mando militar estadounidense en Irak,
general Ricardo Sánchez, quien anunció de forma oficial: "Cuatro personas
han muerto en una operación en Mosul y hemos confirmado que entre los muertos
están Uday y Qusay", de 39 y 37 años, respectivamente. "Hemos
utilizado múltiples medios para identificarlos” añadió, queriendo alejar la sombra
de toda duda.
Además. señaló que el Pentágono espera pagar la recompensa
de 13,2 millones de euros (2.196 millones de pesetas) prometida a quien diera
información que llevara a la captura o a la muerte de los hijos de Sadam. La
operación duró más de seis horas y en ella participaron varias unidades
militares, con un papel destacado para las fuerzas especiales.
Según Sánchez, los ocupantes
de la vivienda resistieron "con fiereza", hasta que se produjo el
asalto final de las tropas estadounidenses, que detuvieron al propietario y a
su hijo y retiraron cuatro cadáveres.
Según algunas fuentes, los
otros dos cuerpos pertenecen a un adolescente --Qusay tiene un hijo de 14 años
que le suele acompañar-- y el cuarto podría ser el de un guardaespaldas.
Sólo cuatro (4) soldados
estadounidenses de la 101 División Aerotransportada resultaron heridos en la
operación la que, según sostienen los invasores fue una “feroz batalla”, que
duró seis horas y donde los ocupantes de la vivienda “resistieron con fiereza”.
Hace 17 años la
Guerra de Irak comenzó el 20 de marzo de 2003 con los
bombardeos estadounidenses estuvo basada en una gran mentira: que Sadam Husein
poseía armas de destrucción masiva.
Esta mentira sirvió de base para la guerra, la ocupación,
la destrucción, el caos y, lo más doloroso, las víctimas iraquíes. La
mayoría de las estimaciones oscila entre los 150.000 y los 500.000. Investigaciones
fiables arrojan un número mucho mayor.
En 2006 –un lustro antes de
que la Casa Blanca
diera por terminada la Guerra
de Irak– la reconocida publicación médica Lancet hablaba de más de 650.000
"muertes adicionales”, causadas por la destrucción de la infraestructura
sanitaria iraquí.
Lo que sí se sabe, sin lugar a
duda, es que los argumentos usados para justificar la invasión eran totalmente
falsos.