El martes 20 de agosto de 2019 celebraremos el 240º aniversario del
natalicio del Padre de la Patria, Bernardo O'Higgins Riquelme. Revolucionario
liberal, combatiente por la emancipación de Chile del imperio colonial español.
Consecuente internacionalista, a igual que Simón Bolívar, José de San Martín
y otros padres de la Patria Grande.
Herederos de ellos son los que,
tomando sus banderas libertarias en los siglos XX y XXI, enfrentan hoy, con
idéntico sentido internacionalista, al imperialismo estadounidense.
Un primer paso, en este mes
o'higginiano programado por el CEILER, será el envío de nueve capítulos dedicados
a la vida y obra del revolucionario
liberal. Hoy adjuntamos el primero de ellos.
Culminará con un panel convocado por el CEILER, COMBOL-CHILE y el Comité
de Solidaridad con Cuba, Gladys Marín, para el martes 20 de agosto de 2019.
Un abrazo
Iván Ljubetic Vargas
Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e
Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“Eres, O’Higgins, reloj invariable
con una sola hora en
tu cándida esfera:
la hora de Chile, el único minuto
que permanece en el horario rojo
de la dignidad combatiente”
(Pablo Neruda: “Canto General”)
I.- LOS FASCISTAS Y O’HIGGINS
Una de las características del fascismo, y de toda la reacción mundial, es la falsificación de la
historia. El pinochetismo no podía ser la excepción. El dictador pretendió
aparecer como el O’Higgins del siglo XX.
El 11 de diciembre de 1973, en una
ceremonia en la Escuela Militar los cuatro miembros de la Junta Militar fueron
distinguidos con las insignias de la Orden
O’higginiana. En la ocasión, Pinochet dijo refiriéndose a esa
condecoración: “Para mí y para los otros tres integrantes de la Junta, ella
implica el simbolismo de encarnar los principios a los que el capitán
general don Bernardo O’Higgins
consagrara por entero su vida y sus actos”.
El 20 de agosto de 1975, Pinochet llegó al extremo de firmar en la
ciudad de San Bernardo un decreto-ley otorgando a O’Higgins el título de “Libertador de Chile”.
El 20 de agosto de 1982 en un discurso pronunciado en Chillán se comparó
con el prócer: “Aquel debió enfrentarse con la fronda aristocrática y yo con la
fronda política. Ambos, con un clero dividido y el extremismo, bandidaje antes,
terrorismo ahora”.
Lo preocupante no es que los
reaccionarios hayan creado este mito,
sino que exista gente, especialmente
jóvenes, que creen que éste es real.
Por eso resulta imprescindible
mostrar al verdadero Bernardo O’Higgins, su vida, sus ideales y
obras.
LA ANTÍTESIS DE UN FASCISTA
Fue un revolucionario liberal. Puso
su vida al servicio de la Independencia de su patria. Utilizó todas las formas
de lucha. Organizó la lucha clandestina, fue diputado consecuente, empuñó la
espada en los campos de batalla; como
gobernante adoptó medidas para
consolidar la emancipación de
Chile y terminar con el poder y privilegios la aristocracia; fundó la educación pública, intentó barrer con los
prejuicios y la ignorancia del pueblo.
Por todo ello fue derrocado por la oligarquía, la Iglesia
Católica y otros sectores que
intentaban detener la rueda de la historia.
Una vez más los reaccionarios utilizaron a los que tenían el monopolio
de las armas para aplastar un gobierno patriota y progresista. Fue el 28 de
enero de 1823.
DOS CONCEPTOS DE EJÉRCITO
O’Higgins pensó en la necesidad de
formar un ejército nacional sin relación alguna con el del rey español. Por ello fundó la Escuela Militar.
En cambio los fascistas chilenos conciben el Ejército como heredero de las
tropas realistas. El general Herman Brady, ministro de Defensa de la dictadura, en un acto en
homenaje a Pinochet, efectuado el 23 de agosto de 1976, sostuvo que “desde la
época de la Colonia el Ejército de Chile ha sido la piedra angular para formar
historia, formar tradición, formar hombría y mantener inalterable la
institucionalidad de este Chile que tanto queremos”.