Extracto de Comentario radial y escrito.
Agosto del 2016.
"La lucha de clases no termina si uno se arranca.
Comparar revoluciones, trasladarlas por similitudes de un
lado para otro, es peligroso, por decir lo menos... la historia, la cultura, la
memoria; el hacedor de cosas es unico, tienen sus propios caminos, sus propios
andenes, sus propios desafíos y objetivos...
Por nuestra casa, esta lección doliente no aprendida a
veces ni aplicada correctamente, nos obliga a caminar a costalazos, a pegarse
peñascasos en el pecho; a cientos de nosotros nos mandata a tener manojos de “vigilancia
revolucionaria”.
Vigilancia revolucionaria no significa ser un iluminado,
un patrón de fundo, un andar de “bandido
mexicano y cachuo”... Significa solamente ponerle carne y hueso a lo
recomendado por el Maestro: “Dos pasos para atrás y uno pa delante."
Esto se ha dicho millones de veces... lo he dicho desde
todos mis rincones , para mí, es como agradecer el nuevo día, el pan, el agua y
el vino... Sin embargo, vedados instintos, gritan democracia, historia y
cultura, mientras destruyen con el codo, en un crimen colectivo, en suicidios
sucios, lo tanto con esfuerzo conseguido.
Hablo desde un sentir que me ahoga, soy cuesco y
pertenezco y vivo por mi creencia; orgulloso estoy de los que luchan por la
justicia social, amo a los revolucionarios que caminan honestos por la
izquierda... No tengo palabras para definir estos sentimientos... sentimientos
que anudan vísceras y pescuezo, cuando se asoma
Victor, Marta, Manuel, Rolando en
un canto, en un verso, en una palabra, una lealtad, una consecuencia,
una idea"
Alejandro Fischer Alquinta.
Agosto 2019.