Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
EL
XVI CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA
Entre el 13 y el 18 de marzo de 1962 se celebró en
Santiago el XVI Congreso del Partido
Comunista de Chile. Informó su secretario general Luis Corvalán Lépez. Transcribimos párrafos del Informe. Titulado “Hacia
un Gobierno Popular”:
“Ante el movimiento popular
chileno se abre la perspectiva real de la victoria, de la conquista del
político, de la formación, por fin, de un Gobierno progresista, creador,
avanzado. Alcanzar esta victoria es la gran tarea que tenemos por delante. La misión
de este Congreso, su verdadera significación histórica, consiste precisamente
en trazar los caminos que nos conduzcan a tal objetivo”.
“El pueblo no busca la violencia... La clase
obrera y el pueblo, que quieren llegar al Poder sin la violencia armada, tienen
que colocarse en el caso de que el enemigo la desate. Por eso deben prepararse
para cualquier eventualidad”.
“Aunque todos nuestros militantes aportan algo
a la causa, un grupo de los mismos se halla muy recargado de tareas. Por lo
general, los equipos dirigentes tienen que ponerles el hombro a todos los
trabajos... Hay que repartir más las labores, ampliar el activo, crear para
cada frente de trabajo los grupos de activistas”.
“Alcanzar el triunfo es una
perspectiva real que exige mucho de todos nosotros. Nada sería más falso y
peligroso que consideraría de fácil materialización. No.
La conquista de un gobierno
popular es inevitable. El país se dará este gobierno en 1964 o antes, o poco
después. No podemos asegurar fechas, sino tan sólo la inevitabilidad de la
victoria para un futuro que es próximo. Nosotros queremos
alcanzarla en 1964. Pero ello no sólo depende de tal propósito. Depende en alto
grado de la lucha, en primer término, para desbaratar las maniobras
antidemocráticas del imperialismo y de la reacción y defender fuerza y su
capacidad de maniobra no la podemos subestimar.
“Realizamos este Congreso,
pocos días después de cumplir nuestro Partido 40 años de vida. Estamos
orgullosos de su trayectoria. El enemigo nos ha atacado con todas las armas.
Pero son sus armas las que se han mellado. Las nuestras son del mejor acero,
del más firme y reluciente. Tenemos la satisfacción de proclamar que no
luchamos por nosotros, sino por los nuestros y por la felicidad de todo el
género humano. Y con Marx podemos de decir que encontramos la felicidad en esta
lucha”. (El Siglo”, miércoles 14 de marzo de 1962 (páginas 1, 9, 13 y 16. Los
subrayados con negrita son nuestros, el autor)
EL
XVII CONGRESO NACIONAL DEL PARTIDO COMUNISTA
Tuvo lugar en Santiago entre el 10 y el 17 de octubre
de 1965. El informe central, titulado “La clase obrera centro de la unidad y
motor de los cambios revolucionarios” lo entregó el secretario general del
Partido, Luis Corvalán.
Algunos párrafos marcados de ese informe fueron:
“Inauguramos hoy la reunión de la más alta autoridad
del Partido, su Congreso Nacional. Una
de las cuestiones centrales que debemos analizar es la lucha de los comunistas
en las condiciones del Gobierno del presidente Frei.
“El objetivo que persigue la Democracia Cristiana
–continúa- es salvar el capitalismo en Chile e impedir la revolución popular y
el socialismo. Lo singular es que trata
de lograrlo, no a la vieja usanza de la reacción, sino con método y lenguaje
modernos, dándole especial importancia al trabajo con las masas, remozando en
parte la arcaica estructura del país y mejorando en cierto grado la situación
de algunos sectores del pueblo”.
“Debido a sus
limitaciones de clase, el gobierno democratacristiano no se propone resolver
los problemas básicos de la reestructuración nacional, sin lo cual es imposible
dar satisfacción a las necesidades de las grandes masas. Pero ello no significa que el pueblo deba
permanecer en actitud pasiva, conformarse con lo que este gobierno pueda hacer
de por sí, dejar todo a su iniciativa.
Las masas deben redoblar su lucha por sus reivindicaciones y por los
cambios. Cada reivindicación que
conquisten será un punto de apoyo para seguir avanzando, para empujar los
acontecimientos en una dirección más y más conveniente a sus intereses y a los
intereses generales del país”.
“Para cumplir
con su misión histórica, la clase obrera tiene que convertirse en el centro
de unidad y en el motor de los cambios revolucionarios y, para esto, tiene
que apoyar e impulsar resueltamente la organización y las luchas del
campesinado, las reivindicaciones de las diversas capas populares y
desarrollar una política nacional, antiimperialista, antifeudal y
antimonopolista”.
“Como decía
Marx, invocando una hermosa frase de Goethe, toda teoría es gris frente al
árbol siempre verde de la vida. Con esto
queremos decir que no basta la formulación general, por cierto, concreta, de
que éste es un gobierno burgués reformista y de que frente a él la política de
nuestro Partido es de oposición activa, firme, no ciega...
“En consecuencia, combatimos la orientación general
proimperialista del Gobierno democratacristiano, pero vistos los aspectos
contradictorios que hay en ella, atendiendo al hecho de que en algunos casos su
política es de crítica o independencia frente al imperialismo, no caemos en el
ataque generalizado, nos guiamos por sus actuaciones concretas. En la aplicación práctica de esta línea
surgen dos peligros: uno de derecha y
otro de izquierda, el peligro de caer en el colaboracionismo de clases y el de
incurrir en posiciones sectarias”.
“La fuerza acumulada por el FRAP y todo su capital de
reserva son una base sólida y poderosa para proseguir luchando por la
revolución y el gobierno popular.
Nuestra primera y principal preocupación consiste en fortalecer y
ampliar esa fuerza”. (Luis Corvalán: “Camino de Victoria”, páginas 89, 90, 104,
118 y 122. Los subrayados en negrita son nuestros, el autor.)
(Continúa)