martes, 2 de agosto de 2022

CARLOS CONTRERAS LABARCA

 



A 40 AÑOS DE LA PARTIDA FÍSICA DE CARLOS CONTRERAS LABARCA

 


 

                                                      Iván Ljubetic Vargas, historiador del

                                                        Centro de Extensión e Investigación

                                                        Luis Emilio Recabarren, CEILER

 

                                


 

Fue  un verano de comienzos de los años cincuenta del siglo XX. Eran los tiempos de la infamia del traidor González Videla, con  ley maldita y la represión anticomunista. Yo iba en un micro del recorrido San Antonio- Llo-Lleo.  En un paradero de Barrancas subió el compañero Carlos Contreras Labarca. Lo reconocí por las fotografías aparecidas en la prensa. Yo militaba en las Juventudes Comunistas de Chile desde enero de 1948. 

Impulsado por el respeto al dirigente del Partido, me levanté de mi asiento (todos los demás estaban ocupados) y se lo ofrecí:  

- Tome asiento, compañero, le dije. Varios pasajeros me miraron asombrados: la palabra “compañero” no era usual por entonces.

El camarada  Carlos Contreras Labarca, algo sorprendido, me dio las gracias y se sentó.  Desde luego, no me conocía. Me sentí orgulloso de mi acción.  

Fue ese, el único momento de mi vida en que estuve cerca del comunista ejemplar sobre el cual escribo setenta y un años después.

 

SUS INICIOS

Carlos Contreras Labarca nació  en Bulnes el 25 de noviembre de 1889. Se tituló de abogado el 5 de septiembre de 1924, pero  ya antes, siendo  estudiante universitario, se incorporó a las filas  comunistas y asesoraba jurídicamente a la FOCH. Fue el primer profesional militante del Partido Comunista.

 

Al respecto, Volodia Teitelboim señaló: "El Partido Comunista fue en sus inicios casi exclusivamente un Partido obrero, con la experiencia de Recabarren, la línea de Lafertte, de Galo, de Chacón -obrero del campo- y en un momento determinado, posteriormente, a partir del año 27, en tiempos de Ibáñez, se destacan en su seno muchos maestros primarios.

Profesionales universitarios había pocos, y ese es el valor de Carlos Contreras Labarca, que llegó a ser Secretario General del Partido. Carlos Contreras fue posiblemente el primer abogado que militó en el Partido”.

En 1926 fue elegido diputado por la Circunscripción Departamental de Pisagua  y Tarapacá.

 

SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO COMUNISTA

Apenas caída la dictadura de  Carlos Ibáñez, el Partido Comunista realizó  una Conferencia Nacional el 28 de julio de 1931, en la cual se regularizó la constitución del Comité Central y  eligió Secretario General al abogado Carlos Contreras Labarca. 

Al frente del Partido Comunista le correspondió vivir impactantes acontecimientos.

Apenas llevaba 33 días en ese cargo, cuando se produjo uno de los hechos más impactantes en la historia de Chile, la sublevación de la marinería, que tuvo ligar entre el 1 y 6 de septiembre de 1931. Tres meses después, el 24 de diciembre de 1931, el país fue estremecido por el asesinato de más de treinta militantes comunistas por los carabineros en Vallenar.

 

LA “REPÚBLICA SOCIALISTA” 

Seis meses después, el   3 de junio de 1932, un avión sobrevoló Santiago a baja altura y lanzó volantes, que eran ávidamente leídos  por miles de personas. SE trataba de  una invitación a participar en “una gran revolución que tendrá lugar hoy 3 de junio a las 5 de la tarde”.

Este insólito acto, quizás único en el mundo, fue una invitación frustrada. Ese día no ocurrió revolución alguna. Pero, en la mañana siguiente, aviones militares aumentaron la tensión y la expectación de los santiaguinos con su ruidoso volar. 

Con un día de atraso tuvo lugar el golpe de Estado anunciado en el volante lanzado por el avión rebelde. Unidades militares, que se habían pasado al lado de Grove,  rodearon La Moneda. Los líderes del movimiento se presentaron ante Montero y le exigieron que se marchara del Palacio Presidencial; éste les obedeció sin la menor objeción.

A las 20 horas del 4 de junio de 1932, se extendió en La Moneda la partida de nacimiento de la República Socialista.

 

EL FRENTE POPULAR 

Del 25 de julio al 20 de agosto de 1935 se realizó en Moscú el VII Congreso de la Internacional Comunista. Concurrieron 513 delegados de 65 partidos comunistas y organizaciones afines. Estuvieron presentes personalidades como Dolores Ibarruri, Ho Chi Ming, Palmiro Togliatti, Jorge Dimitrov. También Carlos Contreras Labarca, Secretario General del Partido Comunista de Chile.

Ese importante evento mundial llamó a constituir amplios frentes antifascistas en todos los países, los frentes populares, y crear gobiernos de frente único antifascista.

En Chile, los comunistas invitaron  a los partidos del Block  de Izquierda a formar el Frente Popular. No hubo respuesta.

El 3 de febrero de 1936 estalló una huelga ferroviaria. Los trabajadores protestaban contra la arbitraria medida del go­bierno de Alessandri de negarse a pagar una gratificación que obreros y empleados de esos servicios habían conquistado dos años atrás.

Arturo Alessandri, entonces Presidente de la República, reprimió a los huelguistas.

En la solidaridad con la huelga y las luchas por las libertades se fue forjando la unidad por la base. Allí estaban juntos comunistas, socialistas, radicales-socialistas, radicales, demócratas, independientes. Los hechos, las acciones comunes, fueron mostrando la necesidad y la posibilidad del Frente Popular.

 

LOS COMUNISTAS Y EL FRENTE POPULAR 

En febrero de 1936, Carlos Contreras Labarca expuso el pensamiento comunista sobre el Frente Popular:

"...Es un bloque de partidos, es un frente de clases para la lucha por el Programa de Liberación Nacional. Cada Partido y organización que ingresa en él conserva su fisonomía y estructura propia. Ninguno renuncia a sus principios doctrinarios ni a su organización interna. Se comprometen a no atacarse recíprocamente, siempre que se cumplan las decisiones, el programa y las bases del Frente Popular, conservando plenamente la libertad de crítica; se someten a las decisiones democráticamente aprobadas y respetan la disciplina del Frente Popular. El Frente Popular es la unidad de acción, pero no la disolución de los partidos”.

 

                        


 

Carlos Contreras Labarca jugó un rol relevante en la formación del Frente Popular en Chile.

Se logró romper las posiciones anticomunistas de algunas colectividades de izquierda y se constituyó el Frente Popular el 26 de marzo de 1936.

 

EL X CONGRESO NACIONAL 

Un año más tarde, el domingo 7 de marzo de 1937, tuvieron lugar elecciones parlamentarias. El Partido Comunista eligió senador a Elías Lafertte y a siete diputados, entre ellos a Carlos Contreras. 

El 10 de abril de 1938  se inició el Décimo Congreso Nacional del PC. En su informe, Carlos Contreras planteó:

“Este Congreso, a mi juicio, debe ratificar plenamente la política de conquistar y asegurar a la clase obrera toda clase de aliados a condición de que cumplan  las exigencias siguientes: a) que sean aliados de masa; b) que acepten el Programa del Frente Popular y luchen por él; y c) que no mutilen la independencia del proletariado y de su Partido, el Partido Comunista”. Agregaba que: “Los temores de una tan vasta  alianza  revela sólo falta de confianza en la fuerza y capacidad revolucionaria de la clase obrera y conducen, no a la independencia, sino al aislamiento de ésta, es decir a su derrota.”

 

TRES SENADORES Y 17 DIPUTADOS 

En las elecciones presidenciales del 25 de octubre de 1938 triunfó el candidato del Frente Popular, el radical Pedro Aguirre Cerda. El 24 de diciembre se inició su Gobierno, que se caracterizó por ser democrático, progresista y que echó las bases del desarrollo  de una economía en manos del Estado.

El Frente Popular se disolvió en diciembre de 1940, al renunciar a él el Partido Socialista, siguiendo instrucciones del imperialismo estadounidense. 

Comunistas y radicales continuaron unidos y de esta forma enfrentaron las elecciones parlamentarias  del domingo 2 de marzo de 1941. En esa oportunidad los comunistas eligieron tres senadores, uno fue Carlos Contreras Labarca, y 17 diputados.


EL PC Y EL GOBIERNO DE AGUIRRE CERDA 

En un artículo aparecido en la revista ‘Principios’, de julio-agosto de 1967, Carlos Contreras escribió refiriéndose a las relaciones entre los comunistas y el Gobierno de Aguirre Cerda: 

“Nuestro Partido se singularizó por su apoyo decidido  a las medidas progresistas adoptadas por el Gobierno y defendió a este ante la tentativa de golpe de Estado del 25 de agosto de 1939. Pero no renunció a  su derecho a expresar disconformidad y criticar las medidas que se apartaban del programa que, en consecuencia, ponían en peligro la estabilidad del Gobierno y la integridad del Frente Popular”.

 

EN LA DELEGACIÓN A LA ONU 

En junio de 1945, Carlos Contreras Labarca formó parte de una amplia delegación chilena que concurrió a la Conferencia de San Francisco, donde se firmó la Carta de las Naciones Unidas. La encabezada el Ministro de Relaciones del Gobierno de Juan Antonio Ríos, Joaquín Fernández. Éste, en nombre de la delegación chilena, y sin consultar previamente al resto de sus miembros, apoyó la moción presentada por Estados Unidos en el sentido de admitir en esa sesión y en la ONU a la delegación de Argentina, gobernada en ese momento por una dictadura fascista.

Carlos Contreras protestó por la actitud del canciller Fernández en el seno de la delegación chilena. Pero no lo hizo públicamente.

A su regreso a Chile, fue duramente criticado por el Comité Central del PC. Reconoció su error y, debió explicar su actuación en un acto  público del Partido Comunista efectuado en el Teatro Carrera.

 

EL XIII CONGRESO DEL PC 

Se realizó en Santiago del  8 al 15 de diciembre de 1945. Entregó el Informe del Comité Central, Carlos Contreras Labarca.  En parte de su intervención dijo:

“Aquí venimos a trazar las líneas de la Revolución Democrático-Burguesa que, a través de un combativo movimiento de Unión Nacional, conduzca a Chile por el camino del progreso, para transformarlo en un país moderno, desarrollado y progresista, capaz de dar sustento, libertad y democracia a sus hijos”.

 

Más adelante planteó los cambios que es necesario llevar a cabo:

“1.- Profunda  Reforma Agraria que libere a Chile de la maldición del latifundio, entregando la tierra a los campesinos y obreros agrícolas;

 2.- Industrialización del país que le permita emanciparse de la dominación imperialista;

 3.-  Mejorar el nivel de vida y asegurar el bienestar y las conquistas de la clase obrera y del pueblo; y

  4.- Convocar a una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución Política del Estado”.

 

Estos cambios –afirmó el senador Contreras Labarca- transformarán a Chile en un país moderno, avanzado y democrático, por cuanto permiten resolver los problemas fundamentales y más apremiantes de la etapa actual y abren posibilidad de asegurar a la clase obrera y al pueblo, trabajo, tierra, bienestar y libertad”.

 

CRITICAS A CONTRERAS LABARCA 

En el XIII Congreso las discusiones se caracterizaron por ser amplias y democráticas, algunas polémicas, no pocas con acentuado espíritu crítico y autocrítico.

Un ejemplo de intervención crítica fue la de Galo González se refirió a un tema discutido en la XVI sesión plenaria del Comité Central de junio de 1945.  Dijo: Se  criticó  al “camarada Secretario General por su actuación en la Conferencia de San Francisco, al no hacer pública su disconformidad con la actitud del canciller Fernández, cuando admitió a la Argentina en la Conferencia y en la Organización de las Naciones Unidas, llegando al país convencido de que había actuado bien con sólo haber criticado a Fernández en el interior de la Comisión, dentro de cuatro paredes teniendo condiciones y facilidades para hacerlo públicamente”.

 

CLAUSURA DEL XIII CONGRESO 

El sábado 15, tuvo lugar la sesión plenaria de clausura.  En nombre de la Comisión de Resolución, el diputado Humberto Abarca sometió a consideración del Congreso el Proyecto de conclusiones.  Fue aprobado por unanimidad. 

Según informó ‘El Siglo’ en su edición del domingo 16 de diciembre de 1945, en un aplaudido discurso, Carlos Contreras Labarca se refirió a las conclusiones.  Destacó “la necesidad de constituir un partido de masas, capaz de desempeñar con éxito su papel de vanguardia del movimiento obrero, de llevar adelante victoriosamente la política de unión nacional, desterrando las vacilaciones y debilidades”.  Llamó “la atención hacia la necesidad de luchar por la reforma agraria y la industrialización del país y la Asamblea Constituyente, a fin de resolver los importantes problemas que plantea la revolución democrático – burguesa”.

 

 

 


En esa misma sesión se aprobaron los nuevos Estatutos del Partido Comunista y se eligió el nuevo Comité Central. Constituido éste, reeligió como Secretario General a Carlos Contreras Labarca.

 

MINISTRO DE ESTADO 

En las elecciones  presidenciales del  4 de septiembre de 1946 triunfó Gabriel González Videla. Al asumir el gobierno el 3 de noviembre, el PC por primera vez en su historia participa con tres ministros de Estado.

El  Comité Central estimó que era necesario participar en el gobierno con mucha fuerza política, por lo cual decidió que uno de los tres ministros debía ser Carlos Contreras Labarca, quien ocuparía la cartera de Vías y Obras; Víctor Contreras Tapia, la de Tierra y Colonización, y Miguel Concha, la de Agricultura.

 

DEJA DE SER SECRETARIO GENERAL 

Se consideró inconveniente que Contreras Labarca ocupara dos cargos simultáneamente y se resuelve relevarle de sus funciones de Secretario General.  En su reemplazo fue designado, el 31 de octubre de 1946, el profesor normalista Ricardo Fonseca Aguayo.

Pero la verdadera razón de la salida de Contreras Labarca del cargo de Secretario General era otra.  Ella viene de más atrás, del año anterior.

 

LA VERDADERA RAZÓN 

Como lo expresó Volodia Teitelboim, en una conversación con el autor,  realizada el 13 de enero de 1994,  “la remoción de Carlos Contreras Labarca fue una resolución en donde el factor internacional tuvo mucha importancia. Y se refirió concretamente al derecho a veto en las Naciones Unidas que favorecía a la URSS.  Estados Unidos y los otros países occidentales no querían veto.  En la Conferencia de San Francisco la delegación chilena votó contra el derecho a veto.  En esta delegación figuraban senadores de todos los partidos.  Por el PC iba su Secretario General, senador Carlos Contreras Labarca.  Este, dentro de la delegación chilena expuso de inmediato su posición a favor del veto, pero no lo hizo en la Asamblea General de la ONU, donde el único con derecho a voz – por parte – era el Canciller, que presidía la representación.

“Esto desató en Chile – agregó Volodia Teitelboim – una tormenta muy avivada por aquellos que creyeron que se había cometido un atentado contra la línea del Partido, que se ponía en duda una posición de la Unión Soviética, la del veto”

“A Contreras, claro, le dolió muchísimo.  Pero siempre adoptó una actitud muy digna, muy militante”.

Refiriéndose a la remoción misma del cargo de Secretario General, Volodia Teitelboim afirmó:

“Fue un cambio conveniente.  Lo que a mí no me pareció fue el método, pero yo creo que el reemplazo por Ricardo Fonseca significó también una especie de sangre nueva en la Dirección del Partido”.

 

CORVALÁN: ACTUÓ COMO UN COMUNISTA 

Luis Corvalán en su libro ‘Ricardo Fonseca, combatiente ejemplar’, escribió  sobre la actitud de Contreras Labarca luego de su remoción:

“Cuando fue reemplazado en la Secretaria General del Partido, rechazó invariablemente las insinuaciones y requerimientos de aquellos elementos oportunistas que soñaban arrastrarlo a posiciones anti-partido y con aprovecharse así de su prestigio. El camarada Carlos Contreras Labarca siempre se mantuvo y se ha mantenido en las posiciones del Partido como un disciplinado y activo luchador comunista. Esta actitud suya le ha valido el respeto y el aprecio de todo el Partido. Debido a ello y de su capacidad política, ha sido reelegido miembro del Comité Central en todos los Congresos celebrados en los últimos cuarenta años”.

 

EMBAJADOR EN LA RDA 

En octubre de 1947 inició González Videla la represión contra el PC. Contreras Labarca pasó a trabajar en la clandestinidad. Volvió al Senado en 1961 representando esta vez a la Novena Agrupación Provincial de Valdivia, Osorno, Llanquihue, Chiloé, Aysén  y Magallanes.

Durante el Gobierno de Salvador Allende fue designado Embajador en la República Democrática Alemana. Allí lo sorprendió el golpe fascista.  Encabezó el trabajo de la solidaridad con los que en  Chile luchaban contra la dictadura.

 

RETORNO A LA PATRIA

 

Luis Corvalán escribe en sus Memorias:  “Cuando el Comité Central tomó la decisión de promover el retorno de los compañeros que tuvieran su pasaporte sin la letra ‘L’ (letra indicativa de los que estaban en la lista de los que no podían volver), se habló en primer término con Carlos Contreras Labarca. Éste había sido embajador de Chile en Berlín, designado por el Presiente Allende con la aprobación del Senado de la República, como se estilaba en esos tiempos. Producido el golpe del 11 de septiembre, Carlos se quedó, obviamente, en la capital de la RDA, donde presidió durante años el Comité Antifascista de Solidaridad con el Pueblo Chileno. Se le dijo que se estimaba muy importante su regreso legal al país, pues ayudaría a marcar abiertamente la presencia del Partido en la actividad pública que rebrotaba con fuerzas esos días.

-Agradezco profundamente al Partido que haya encomendado esta misión- dijo Carlos Contreras cuando se le habló del asunto.

A todos y a mí, personalmente, que había sido su secretario y compartido con él y otros compañeros la representación del Partido en el Senado, sus palabras nos llegaron al alma”. (Corvalán, Luis: “De lo vivido y lo peleado. Memorias”, páginas 216 y 217)

No obstante, sus debilitadas capacidades físicas, asumió  la tarea de enfrentar al fascismo y regresó a Chile en 1979. Su sola presencia en las calles fue un enorme estímulo para quienes luchaban heroicamente en la clandestinidad por derrotar la dictadura cívico-militar que encabezaba Pinochet.

Falleció en Santiago el 2 de agosto de 1982. Una larga y penosa enfermedad le afectaba el corazón. La arterioesclerosis lo minó implacablemente.

Era el más antiguo miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile, en el cual militó por sesenta años, no finalizó su vida en el exilio. Murió en su patria, pero sin  alcanzar a ver el fin del fascismo.

Fue sepultado en el Cementerio General, en medio del dolor contenido de sus camaradas, del respeto de sus amigos, de la admiración de multitud de sus compatriotas.

 


                   Carlos Contreras Labarca y Elías Lafertte