Iván Ljubetic Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis Emilio Recabarren, CEILER
“Después
de la Guerra
del Pacífico –sostuvo Hernán Ramírez en
su obra ‘Historia del Movimiento Obrero en Chile’- la clase obrera chilena
alcanza un nivel de relativo desarrollo, que la capacita para actuar con cierta
independencia, con mayor cohesión y seguridad, conciencia y organización”.
EL PARTIDO DEMÓCRATA
El 20
de noviembre de 1887, se fundó el Partido Demócrata, primera expresión política
popular en la historia de Chile. En sus comienzos estuvo constituido por
artesanos, pequeños comerciantes, modestos empleados y obreros. Sin ser un
partido obrero, jugó –especialmente en los últimos años del siglo XIX- importante rol en las luchas de los
trabajadores. Por ejemplo, en abril de 1888, encabezó las acciones de las masas
populares en Santiago contra el alza de las tarifas de los tranvías, que
culminaron con un gran mitin efectuado el 29 de ese mes.
DESARROLLO DEL
PROLETARIADO
La
clase obrera aumentó en número y combatividad. Entre 1880 y 1899, tuvieron
lugar alrededor de noventa huelgas.
Surgieron
las primeras organizaciones obreras. En 1890, se fundó en la Provincia de Tarapacá la
asociación “La Unión
es Fuerza”, que agrupaba a los trabajadores del salitre, portuarios,
ferroviarios, etc., de esa región.
En
1892, se creó en Valparaíso la “Unión Marítima de Chile”, fundada por Carlos
Jorquera, que reunió a los trabajadores de los puertos del litoral.
Ese
mismo año, se celebró –por primera vez en Chile- el Día Internacional de los Trabajadores, a
poco tiempo que la
Internacional Socialista había resuelto convocar a los
asalariados de toda la tierra a rendir homenaje a los mártires de Chicago.
Efectivamente,
el 1º de Mayo de 1892, tuvo lugar en la Plaza de la Justicia de Valparaíso una concentración. Allí el
dirigente demócrata Agustín J. Leiva
pronunció un breve discurso en que
explicó el significado de la fecha e invitó a los trabajadores a unirse y a
luchar para lograr que “el rico ceda lo que por derecho y razón nos
pertenece”.
PERÍODO DEL CONOCIMIENTO DEL
MARXISMO
El
desarrollo experimentado por el proletariado chileno en la década del 80 y
especialmente desde inicios de los años 90 del siglo XIX, creó las condiciones
para que a partir de 1892 se inicie, lo que Orlando Millas, en una entrevista
en la revista ‘Araucaria de Chile’ Nº 15 – 1981, llamó período del conocimiento del marxismo
en nuestro país, que se prolonga hasta el primer decenio del siglo XX.
Era un
momento en que la influencia del movimiento obrero internacional unida a la
madurez del proletariado chileno, se traducía en un mayor desarrollo de la
conciencia de clase.
Surgieron
núcleos obreros que conocían el movimiento sindical europeo, sus luchas y las
ideas que sustentaban. Por entonces –sostiene Hernán Ramírez Necochea- era
“frecuente que se mencionara a Marx y se citaran párrafos del Manifiesto
Comunista”.
ALGUNOS EJEMPLOS
El 31
de agosto de 1892, el periódico “El Pueblo”, de Valparaíso, publicó un
Manifiesto de la
Sociedad Marítima de Socorros Mutuos, donde se sostenía: “No
olvidéis las palabras del gran socialista Karl Marx: la gente de trabajo de
todas partes del mundo debe ser hermana. Ellas deben hacer causa común con los
demás. Ellas tienen un mundo que ganar y sólo las cadenas que perder”.
Ese
mismo periódico trajo el 12 de agosto de 1893 un artículo titulado “La sociedad
Futura", en donde su autor –que firmaba con las iniciales A. B. L.- hacía
acertadas referencias a Marx.
En
febrero de 1896 se fundó en Santiago, el Centro Social Obrero. El 22 de
noviembre salió a circulación su órgano oficial, "El Grito del Pueblo”,
que difundía los principios del socialismo científico. Con fecha 6 de
diciembre, declaraba: “Somos socialistas. ¡Ya no somos ignorantes!”. El 29 de
ese mismo mes publicó el artículo “El Socialismo en Chile”, firmado con el
seudónimo de Karl Marx. Ahí se afirmaba:
“Las
ideas para esparcirse no respetan nada... Atraviesan soberbias cordilleras como
los Andes, para sentar sus reales en el indolente Chile y convertir a hijos del
pueblo, acostumbrados a besar la mano del verdugo que los azota, en hombres
libres que luchan sin miedo por emanciparse del yugo burgués”.
OTROS EJEMPLOS
DE POSICIONES MARXISTAS
Hacia
1896, nació en Santiago la Agrupación Fraternal Obrera, dirigida por Luis L.
Olea y Marcos de la Barra.
Olea era marxista. En carta dirigida a David Acosta y publicada
en “El Proletario”, de Santiago el 20 de septiembre de 1897, sostenía:
“Diviso
en esos temas al gladiador temerario que
desafiando las fieras humanas esgrime con la seguridad del éxito las
armas de la razón templadas en el yunque de las teorías de Marx...”.
En la
edición del 10 de octubre, este periódico traía dos interesantes artículos. Uno
lo firmaba Ursula Bello, quien señalaba: “Nosotras, las que hemos cifrado
nuestro porvenir y bienestar en la ruda labor de los hombres de trabajo, las
que soportamos las injusticias y desigualdades del actual régimen social, nos
adherimos entusiastas a la falange de los nuevos redentores de la humanidad:
los socialistas”.
El
otro artículo lo suscribe A. Araya M.,
quien expresaba:
“Adelante
compañeros de sufrimientos en la grande idea del socialismo; unámonos como un
solo hombre para rechazar esta sociedad explotadora. ¡Viva el socialismo! ¡Viva
la Revolución Social !"
Y con
fecha 17 de octubre de 1987, esta misma
publicación anota: “La lucha de clases, desconocida hasta ayer en Chile, se
empeñará desde hoy, frente a frente proletarios y burgueses, artistas y profanos reformadores y reaccionarios,
víctimas y verdugos”.
APARECEN ORGANIZACIONES OBRERAS
También
en octubre de 1897 se fusionaron el Centro Social Obrero y la Agrupación Fraternal ,
dando origen a la
Unión Socialista. Esta proclamaba “que tiene por objeto
implantar el socialismo en Chile”. Respondieron la represión del gobierno,
fundando el 8 de diciembre, el Partido Socialista, de breve existencia.
En 1897
se fundó en Punta Arenas la
Unión Obrera , organismo de carácter político y sindical. El
26 de diciembre, en la primera edición
de su periódico “El Obrero”, preconizaba “la posición del poder político por la
clase obrera y la transformación de los instrumentos de trabajo en propiedad
colectiva, social o común”. Y con fecha 2 de enero de 1898 afirmaba que “la
lucha de clases se desarrolla donde quiera que existan burgueses y
proletarios”.
En
1898 surgió en Santiago el Partido Obrero Socialista Francisco Bilbao. El 26 de
ese mes, su periódico “El Trabajo” proclamaba: “El obrero no debe esperar nada
de tantos falsos apóstoles, su emancipación social, política y económica debe
ser obra del obrero mismo y esto se conseguirá mediante la unión que hace la
fuerza, formando el partido de los explotados”.
El 22
de enero de 1899 se editó en Santiago el primer número del periódico “La Democracia ”. Uno de sus
fundadores y redactores era Recabarren. Ello marcó el inicio de su labor como
creador y activista de la prensa obrera.
Desde
el fin de la Guerra
del Salitre el centro más importante del movimiento obrero se trasladó desde el Norte Chico al Norte Grande.