domingo, 30 de junio de 2019

ENTREVISTA A SAMUEL RIQUELME CRUZ



Entrevista a Samuel Riquelme Cruz, realizada en el mes de mayo del 2012, por la compañera Ana Maria Pino Yañez, bibliotecaria y pedagoga. Esta entrevista forma parte del caudal de materiales tanto en la elaboración y en la recuperación de la memoria histórica de los comunistas, de sus luchas, triunfos y derrotas, como parte integrante del movimiento popular chileno, del movimiento comunista internacional y la conquista del socialismo en nuestra patria.











Entrevista A SAMUEL RIQUELME CRUZ

"Testimonio de nuestros queridos viejos"
Realizada por
Ana María Pino Yáñez *
Mayo 2012



1.         ¿Cuándo nació y donde?

Mi nombre es Samuel Segundo Riquelme Cruz, nací en Carampangue, Provincia de Arauco el 10 de agosto de 1923.
Carampangue es un lugar muy conocido por las vegas de camarones y el Río Ramadilla.

2.         ¿Dónde nace Ud.? Háblenos de su niñez y de su entorno familiar (padres, abuelos, hermanos).

Mi padre Samuel Riquelme Garrido, ayuda a su padre en las tareas de arriero. Cuando muere mi abuelo, mi padre tenía 8 años, él era el mayor de los hijos y asumió la responsabilidad de la alimentación de sus hermanos.
Su tío Genaro Acevedo, abuelo de Sebastián Acevedo, trabajador de la construcción de Coronel, quién se inmola en Concepción y que, en su memoria se crea el Movimiento en Contra de la Tortura Sebastián Acevedo. El padre de éste, Vicente Acevedo, dirigente clandestino del PC en Lota, luego fue regidor en Coronel.
Genaro Acevedo lleva a Samuel Riquelme Garrido a Lota a trabajar al fondo de la mina, su labor era abrir las compuertas de la mina, estaba sentado y manejaba cuerdas para abrir y cerrar la compuerta, de los chiflones del fondo minero.
Mi madre fue campesina, se llamaba Teodosia Cruz Gómez, era el brazo derecho de mi abuela, “La Abuela María Gómez”, ella hacía los mejores quesos de vaca y los mejores chanchos, costillares, etc.
Mis padres se conocieron en Carampangue y luego se fueron a vivir juntos en Lota, al mineral carbonífero.
Tengo 3 hermanos, dos mujeres Nobelina y Clodomira, y mi hermano José, quién falleció hace años.

3.         ¿Cuándo y cómo conoce a su esposa? ¿Tuvo hijos?

La conozco en los festivales de las Juventudes Comunistas, el año 1946. En estos festivales se presentaban reinas de belleza, participaban Ramona Parra y Flor Parra, entre otras, quienes trabajaban en el Laboratorio Recalcine. Ellas le propusieron a la Jota que asistieran a la Asamblea Sindical del laboratorio y plantearan la necesidad de presentar candidatas a reinas para el festival.
Yo fui designado para ir a la Asamblea Sindical, Fresia, mi compañera trabajaba en el laboratorio con un químico húngaro de apellido Saveaux, quien fue su jefe, y él le permitía usar el teléfono, por lo tanto ella fue la intermediaria, Ramona le pide que me llame para avisarme la fecha de la asamblea sindical.
De esa asamblea salieron varias candidatas a reina, al finalizar la reunión, invité a Ramona, Flor y Fresia a dar cuenta al Comité Central de la JJCC, el resultado de la Asamblea y luego la fui a dejar a la micro…siguieron los intercambios de saludos y luego el pololeo.
Fueron 62 años de matrimonio, tuvimos tres hijos, Pablo, Fresia Luzmila (este último nombre por una combatiente soviética de la 2ª Guerra Mundial) y Bárbara.
Cuando nos casamos, compramos este terreno en el que construí mi casa, lo adquirí en un loteo que hicieron el año 1946; estos terrenos primitivamente fueron viñedos. El sitio lo pagué en cuotas de 1.000 pesos mensuales de la época (10.000 pesos en total) – Valor del pie –La suma total del terreno de 250 m2 fue $ 74.000 pesos.

4.         ¿Cursa estudios formales o es autodidacta?

Soy autodidacta, provengo de las minas del carbón, los dueños de ésta no tenían interés en que los hijos de los mineros tuvieran educación. La escuela de Lota Alto tenía hasta 4ª. Preparatoria y para seguir 5º y 6º preparatoria había que ir a la Escuela de Lota Bajo. Nosotros vivíamos en Lota Alto.
Lo que se decía de la escuela: “Leer chancado y hacer algunas operaciones matemáticas”. Yo terminé 4ª preparatoria y me voy a estudiar a la Escuela Nº 6 de Lota Bajo a terminar mi 6ª preparatoria. Recuerdo algunos nombres de profesores que también eran militantes del Partido Comunista, por ejemplo: Nicolás Ruiz y el Profesor Iturra.

5.         ¿Usted viene de familia de mineros, trabajó también en las minas de Lota?

Trabajé sólo un par de días en las minas, porque cuando mi padre supo que había ido a trabajar al fondo de la mina, me preguntó ¿Porqué fuiste a la mina? Y mi respuesta fue “Yo quería ayudar”. Mi padre me dijo: “Hijo, yo no quiero que te vayas a embrutecer con el trabajo de la mina” y me pidió que buscara otro trabajo.
Ahí comienzo a trabajar en la construcción. También trabajé en la Compañía Chilena de Electricidad, (mal llamada chilena porque era americana), en la sub estación Victoria, de la Décima Comuna de Santiago.

6.         ¿Quién influye para que Ud. ingrese a las Juventudes Comunistas?

Mi padre fue fochista y después militante comunista, él me lleva para ingresar en la Jota, en abril de 1938, en plena campaña de la candidatura de Pedro Aguirre Cerda, del Frente Popular.

7.         ¿Desempeñó algún cargo de dirigencia en las Juventudes Comunistas?

Fui funcionario de las Juventudes Comunistas, pertenecí a la columna Acuña, forma orgánica de la Jota en el año 1938. Una de mis primeras tareas fue el trabajo de vigilancia como “loro”, así se llamaba el trabajo de vigilancia que hacíamos los niños y los jóvenes para proteger las reuniones clandestinas del PC en el Mineral de Lota Alto. A los trece años conocí la brutalidad de la policía en carne propia, cuando los mineros del Pique Chiflón discutían si apoyaban el paro de los ferroviarios.
En Lota fui el encargado agrario, trabajé con los jóvenes mapuches, haciendo trabajo partidario en Tralca y Nine, lugares de reducciones mapuches. Allí se organizó la lucha para defender las tierras de los mapuches. Fui miembro del Comité Local de la Jota en Lota. El secretario general de la Jota en esa época era Daniel Palma y Víctor Guerrero era el orgánico. El Secretario del Comité Local de la zona minera del carbón, era Tulio Vallejo, quién más tarde fue miembro del Comité Central de las Juventudes Comunistas y encargado sindical de la Comisión Ejecutiva de la Jota.
Se organizó en ese tiempo la Escuela de Educación Política de la Jota y yo fui alumno de esta primera escuela en 1942, junto al minero Tomás Baeza y a Juan Valencia, miembro del Comité Central de la Jota de Lirquén. Algunos otros de los alumnos que recuerdo, es Manuel Martínez que venía de Valparaíso, la pintora Luz Donoso, José Venturelli, pintor quién hizo un retrato de Elías Lafferte, llevando en sus manos el estatuto del Partido, Leoncio Lizama, dirigente campesino muy combativo, quién vino a Santiago a denunciar los atropellos de los terratenientes de Curicó, Talca y Linares.
Terminada esta Escuela que duraba 3 meses, me propusieron organizar y trabajar en la Jota en Linares, pero finalmente decidieron que me quedara en Santiago, en el Comité Regional de la Jota, junto a Jorge Jamett, secretario político y yo como secretario orgánico.
La Jota tenía una consigna “La Juventud Comunista debe crecer y desarrollarse en la lucha y sobre todo en las tareas de solidaridad con los compañeros obreros y estudiantes” y también la ayuda y solidaridad con los combatientes del Ejército Rojo, que combatían en todos los frentes al Ejército Nazi Alemán.
En 1948 fui Secretario General de la Jota, momento en que se producía la traición de Gabriel González Videla. El Secretario General del Partido era Ricardo Fonseca y a raíz del ingreso del PC a la clandestinidad, Fonseca convoca a una reunión general del Partido en la cual se discute la ilegalidad del PC y se propone constituir dos direcciones, una con los compañeros parlamentarios y otra Dirección que fuera clandestina y semi-clandestina. El compañero Daniel Palma pasa a la clandestinidad y yo asumo la Dirección de la Jota.
Desde el año 1948 hasta 1952 estuve en este cargo en la Jota, y luego asumí tareas internas de la Dirección del Partido Comunista y en mi reemplazo, asume la Dirección de la Jota, el compañero Fernando Ortiz.
Entre las tareas internas que desarrollé, estuvieron las tareas militares. Se cuidaba mucho la moral comunista.

8.         ¿Qué quiere decir con “moral comunista”?

Para mí la moral comunista está en función de los principios y cuando yo enfrenté a los torturadores, les dije no olviden que soy comunista y tengo moral comunista.
La otra parte era el respeto que sentíamos por las muchachas de las Juventudes Comunistas en el carbón. Éramos bien celosos que nos pasábamos de la raya. Éramos muy puritanos, al final esto llevó a algunas jotosas a separarse de la JJCC. Conversábamos con los compañeros que querían pololear con alguna jotosa. Después del triunfo de Pedro Aguirre Cerda, se organizaban las fiestas primaverales y las organizaba la Compañía Minera y las reinas eran las hijas de los Jefes de la Compañía, por ejemplo de los Astorquiza Wilson. Cuando triunfa el Frente Popular, dijimos que nosotros elegiríamos a nuestra abanderada y la primera reina fue la Teresita, olvide el apellido, vendíamos los votos y en esa elección, se hizo una retención de los votos hasta el final y logramos terminar con la primacía que tenían los dueños de las minas.
Organizábamos las murgas y presentaciones artísticas, las murgas con contenido. Recuerdo que hicimos una representación de unos esclavos, en la que por supuesto había esclavistas que golpeaban a los esclavos. Ese cuadro fue muy bien entendido por los mineros de Lota.
La moral estaba destinada a cuidar los bienes, los pocos bienes que teníamos los jóvenes comunistas y que los dineros que teníamos fueran tan transparentes que nadie pudiera quedarse con recursos.
Fundamentalmente esto unido a principios de lealtad, solidaridad, hicimos muchas campañas de solidaridad, por ejemplo con los que luchaban en la guerra civil española: “Una ayuda para España, una ayuda para España, por sus niños….por sus madres” y también por los presos sindicales y políticos de nuestra América.

9.         El año 1952, Ud. pasa al Partido. ¿Ocupa algún cargo de dirigencia en el Partido?

Fui miembro del Comité Central, de la Comisión Política y del Secretariado del PC a partir de 1970. Durante el gobierno de Salvador Allende, me nombraron en el cargo de Subdirector General de Investigaciones.

10.      ¿Qué cuadros recuerda de sus años de militancia?

Recuerdo a Galo González, Oscar Astudillo, al compañero Donaire, a Víctor Díaz, Juan Vargas Puebla, al gran orador proletario Salvador Ocampo, a Jorge Montes, combativo diputado más tarde senador por la zona minera del carbón, a Santos Leoncio Medel, para mi él fue un gran maestro, querido y respetado por los mineros, por su manera de analizar los problemas más complejos de la vida partidaria, él siempre escuchaba con atención las opiniones de su pueblo y de los militantes comunistas. Recuerdo con mucho afecto al ex – Secretario General y senador de la república, Carlos Contreras Labarca, a Víctor Contreras Tapia, alcalde querido y respetado por los obreros marítimos y el pueblo de Tocopilla, fue diputado, senador y ministro, además del miembro del Comité central del Partido; a Daniel Vergara, Subsecretario del Ministerio del Interior, durante el gobierno de la Unidad Popular, brillante defensor del gobierno del compañero Salvador Allende, por lo cual se gano el odio de los “momios” (derecha chilena), a Mario Arquero, gobernador de Tocopilla, asesinado por la Caravana de la Muerte de Arellano Stark, al paso por Antofagasta; al rucio Silva, destacado dirigente de la Comisión Nacional de Organización, a Sergio Vuskovic Rojo, alcalde de Valparaíso durante el gobierno de la Unidad Popular y estudioso del marxismo; Norma Hidalgo, alcaldesa de Coronel durante la Unidad Popular; a Ana González, luchadora por los presos y detenidos desaparecidos; a Carmen Vivanco, destacada luchadora por una Partido Comunista de masas; a Andrés Escobar, obrero ferroviario y diputado; a Pascual Barraza, alcalde de la Comuna de la Granja y ministro de Obras Públicas durante el gobierno de Salvador Allende; a Oscar Ramos, intendente de Puerto Montt y dirigente regional del Partido en Santiago; a Lorenzo Gallardo, presidente del Sindicato Minero del Carbón en el año 1938 después del triunfo del Frente Popular; a Damián Uribe, primer diputado minero carbonífero; Carlos Silva, dirigente sindical juvenil, asesinado por los carabineros en una asamblea sindical en Lota Alto, cuando trataba de impedir una agresión contra los asambleístas; Juan Chacón Corona, dirigente campesino; Jacinto Nazal, Alfonso Carreño, Servando Araya, León Suarez, Manuel Peña “El Pernil”. Algunos nombres de compañeras valiosas: María Ramírez, Lucía Chacón, Praxedes Cáceres, Mafalda Gatica, Lily Castillo y nuestra inolvidable heroína Ramona Parra, asesinada en la masacre de la Plaza Bulnes, el 28 de enero de 1946. Allí estaba junto a miles de hombres y mujeres, solidarizando con los obreros del salitre de la Oficina Mapocho, provincia de Tarapacá. Ramona cayó de un balazo de carabina, muy cerca de Oscar Riquelme, Samuel Fredes (el Monito) y yo. En una entrevista que me hizo El Siglo, recordando esta masacre, dije que éramos sobrevivientes de esta matanza. Pero no podría terminar mis recuerdos sin mencionar a los jóvenes de esa época: Héctor Santibáñez, quién me prestó su solidaridad cuando llegué a Santiago en 1942, me acogió en la casa de su madre que vivía en un pasaje de la calle San Pablo, frente donde está hoy la Radio Nuevo Mundo; Pedro Vuskovic, quién en esos años era encargado de finanzas del Comité Central de la Jota; a Luis Figueroa Mazuela, lo conocí el año 1943/44 en La Calera, en un acto de aniversario del Sindicato Minero de Cemento Melón. Él era dirigente de la Comisión Juvenil del Sindicato, en esos tiempos, para ser dirigente había que tener 25 años cumplidos. Los dirigentes del Sindicato Cemento Melón, eran Galvarino Melo y Esteban Delgadillo. A mi regreso a Santiago, di cuenta del acto aniversario del Sindicato Cemento Melón, donde conocí un joven muy inquieto por las reivindicaciones de los trabajadores y me parecía que debíamos traerlo a Santiago para el Frente Sindical de la Jota, proposición que fue aprobada. Y Figueroa “El Flaco”, como se le decía en la Jota, jugó un papel importante en las luchas reivindicativas de la clase obrera. Luis Figueroa tendrá que ser recordado por los trabajadores, por su lucha consecuente en el logro de la unidad de la clase obrera y otros sectores de trabajadores, campesinos y empleados.

11.      ¿Podría darnos su opinión acerca de dirigentes del PC, tales como Orlando Millas, Julieta Campusano, Mario Zamorano, Fernando Ortiz, María Maluenda, Volodia Teitelboim, y otros?

Para mí todos estos compañeros que Ud. ha nombrado, son compañeros que han tenido un mérito muy grande en el Partido. Julieta Campusano para mí, ha sido la compañera que le ha dado mucho prestigio al movimiento femenino de nuestro partido. Ella tenía una gran belleza, la conocí mucho, cuando llegué a Santiago a trabajar en el Comité Regional, era la Encargada Femenina del PC. Nos tocó participar juntos en la comitiva presidencial del traidor González Videla. Julieta cumplió un rol muy importante en cuanto al apoyo de las mujeres a la candidatura, recorrimos Chile proclamando a González Videla. Julieta es la continuadora de Micaela Troncoso en el trabajo de las mujeres en el PC. Micaela era de Concepción, e hizo una contribución muy grande en el movimiento femenino.
Como se sabe Julieta fue detenida y perseguida por González Videla, su hija Dolores nace en la cárcel. Ella tenía una cualidad muy grande, de un trato muy fino, siempre decía “tenemos que respetar y ayudar a las compañeras que han venido al PC”. Fue diputada por el 2º distrito y senadora por el Norte, fue respetada por los propios enemigos en el terreno donde ella defendía las reivindicaciones del PC.
María Maluenda para mí es una compañera que fue un gran aporte con las mujeres que venían de la intelectualidad, mujeres profesionales fundamentalmente a través de su participación en el Teatro Experimental, fue una de las que mejor logró interpretar y entregar a la gente los versos de nuestro gran poeta Pablo Neruda, junto a su compañero Roberto Parada. Fue diputada por el 1er. Distrito, cuando yo era Secretario del Comité Regional Norte y después del Regional Capital.
Orlando Millas. Con Orlando nos conocimos en la juventud, como se sabe el militaba en el Partido Socialista de Trabajadores dirigido en aquellos tiempos por un gran orador que posteriormente fue del PC, César Godoy Urrutia, junto con Natalio Bergman, quien fuera diputado del PC por Concepción. También estaba Carlos Rosales. A partir del año 1945, se acentúa el trabajo del PC con el PS de Trabajadores y Orlando Millas era Secretario General de la Juventud Socialista de Trabajadores. Con él teníamos conversaciones sobre el fascismo, en contra del trotskismo, etc.
Cuando se produce la fusión de estos dos partidos llegan al PC Orlando Millas, Horacio Zepeda, un compañero de Iquique llamado Carrasco, que eran dirigentes del PST; por tanto a Orlando lo conocí por un tiempo muy prolongado, empezó a trabajar con nosotros en el Comité Central de la Jota. Yo lo admiraba por su capacidad de trabajo, mientras comía estaba escribiendo o haciendo una pauta para un meeting donde iba a participar. Estando en el exilio fuimos juntos a Corea y el paso de la frontera de Corea del Sur a Corea del Norte lo hicimos en un tren, fue un viaje largo de muchas horas, allí me pude dar cuenta que tenía un problema respiratorio serio. Hizo un gran aporte en la tarea de unidad del PC. Se entendía muy bien con Luis Corvalán, quién tenía mucho respeto a sus opiniones. Orlando Millas para mí fue no sólo un teórico, sino que aplicó sus conocimientos a lo cotidiano del trabajo partidario. No hay duda que en esto tenía gran participación su compañera Adriana, ella siempre estaba pendiente de facilitarle su trabajo en la política de masas del PC. Orlando Millas fue diputado del 3er. Distrito. Escribía artículos para el Diario El Siglo.
Fernando Ortiz. Con Fernando juntos pasamos mucha hambre, él estudiaba en el Pedagógico, venía de Puerto Montt, ahí su madre tenía una tienda con la cual ayudaba a los estudios de Fernando. Cuando su familia le enviaba el giro mensual para sus estudios y la encomienda donde venía café, queso, embutidos etc., lo único que nos faltaba era el pan, lo disfrutábamos, nos íbamos a su residencial que quedaba en la calle Huérfanos, preparábamos el café, chocolate y nos dábamos unas panzadas y podíamos matar el hambre que nos acosaba.
Yo como funcionario de la JJCC, no veía el dinero, sin embargo siempre seguimos en la lucha contra el fascismo, junto a compañeros del PS como Raúl Ampuero, Carmen Lazo, Aniceto Rodríguez, Adonis Sepúlveda , Tavolari de Valparaíso, Silvia Belman, junto a estudiantes radicales, uno de sus dirigentes fue Hugo Miranda, otro compañero Hidalgo.
Con Fernando nos tocó redactar un documento que estaba destinado a informar al 1er. Congreso Latinoamericano Jóvenes Anti-imperialistas, que se realizó en México. En ese documento denunciábamos la traición de González Videla, (año 1948).
Con Fernando Ortiz, trabajamos mucho tiempo para lograr que la Jota se desarrollara y creciera. Fernando Ortiz me reemplaza en la Secretaría General de las Juventudes Comunistas.
Mario Zamorano: Cuando yo era el secretario de organización del Comité Central de la JJCC, el compañero Mario Zamorano comenzó a llegar como representante de los marroquineros, que son los compañeros que trabajan el cuero. Siempre nos estaba llevando información sobre las vejaciones que sufrían esos trabajadores. Esto corresponde a los años 1945-1946. Mario fue un camarada, que siendo muy joven, fue miembro de la Comisión Política del PC y Encargado del Trabajo Orgánico. Muy inquieto respecto de la contingencia y de la opinión del Partido. Estudioso y respetuoso con los compañeros.
Volodia Teitelboim. Fue un extraordinario y brillante expositor de la política de nuestro Partido. Voy a contarle una anécdota con Volodia. Cuando él fue candidato a senador por la provincia de Santiago, yo en ese tiempo era Secretario del Comité Regional.
Cuando partimos con la candidatura de Volodia, no contábamos con los votos suficientes para que fuera elegido senador por Santiago. Entonces estuvimos viendo en el Partido, de qué manera atraer a sectores muy importantes que nosotros llamábamos clase media y también a la intelectualidad que podía apoyar esta candidatura y poder lograr que el Comité de estos sectores pudiera respaldar y apoyar el trabajo de ésta.
Se pidió que Pablo Neruda se pusiera al frente de ese Comité de apoyo. Yo digo que Pablo Neruda no fue sólo el representante intelectual del PC, sino que siempre estaba haciendo proposiciones de trabajo al Partido. Así se formó el Comité de los Independientes que apoyaban a Volodia.
En ese momento habían tres Comités Regionales en Santiago (año 1965 aprox.), uno lo dirigía el compañero Eugenio Vallejo, el otro el compañero José Valladares y el tercero lo dirigía yo.
Pablo Neruda nos hace una invitación a una reunión donde asiste Volodia Teitelboim. Esta reunión se hace en la casa de Santiago Aguirre, un intelectual del PC, arquitecto, fue decano de la Facultad de Arquitectura, él vivía en Providencia. Ahí se hizo esta conversación y el compañero Neruda a quién no le gustaba estar mucho sentado, siempre se paraba y comenzaba a caminar alrededor, en un momento Neruda mira a Volodia y le dice: “Volodia te sacaron una fotografía, y en esa fotografía te sacaron tu “pelá”, yo quería proponerte que le coloquemos en ese cartel lo siguiente: Volodia no tiene un sólo pelo de leso”
Todos acogimos la propuesta, sabíamos que Volodia en sus comentarios de radio que hacía, llamado “Volodia Comenta”, era escuchado por mucha gente.
Me tocó recorrer con él, los distritos de Santiago en apoyo a su candidatura. Él siempre nos preguntaba a nosotros “De este meeting al cual ha venido tanta gente ¿Qué queda en nuestras manos?
Respecto a mi relación con Pablo Neruda, a nosotros nos encargaron vender el documento de Neruda “Yo acuso” y esto nos sirvió para hacer la denuncia de González Videla y también para juntar algunos pesos. Américo Zorrilla nos daba un porcentaje. Este documento sirvió para hacer una gran agitación, cuando se estaba terminando el período de González Videla y el triunfo de Carlos Ibáñez del Campo.
En la Dirección del Partido se planteó que era mejor que Pablo Neruda entrara legalmente al país. A raíz de su regreso se hicieron muchos actos en homenaje a él y recuerdo muy bien el que se le hace en Temuco. Neruda cuando se refería a su provincia de Cautín decía su “Frontera”.
Yo quiero destacar su observación en relación al Comité que organizó su recepción. Neruda estaba inquieto respecto de la constitución de éste, siendo un comité muy amplio y conformado por gente prestigiosa, dijo que faltaba la presencia del Partido. “Yo pienso que alguien de la dirección del partido debiera ir a este acto”, dijo. El Comité me ha pedido varias cosas entre esas que le enviara todo lo publicado en el extranjero y me parece que el compañero de la Dirección debería llevar este material.
Se reunió la Dirección y se acordó que yo fuera, iba en calidad de secretario privado del poeta. Llegue a Temuco y Neruda me entregó una maleta completa con todos los libros que se habían traducido afuera y una carta de presentación en la que aparecía mi calidad de secretario privado del poeta.
Me dijo: “Quiero que cuides mucho mis libros”, y que me preocupara de ellos.
Otra cosa que me pidió el compañero Neruda, era que él pudiera invitar a María Maluenda, Roberto Parada y Diego Muñoz y ellos recitaran algunos de sus poemas.
Todo esto fue acogido por el comité de recepción del poeta y yo lo trasmití a Santiago, que las proposiciones de Neruda habían sido aceptadas. Propuso que fueran invitados a participar en el Comité de Recepción los compañeros obreros y mapuches.
Yo no tenía experiencia en presentación de libros, entonces le pedí al compañero Diego Muñoz que me ayudara, Diego fue a hablar con un señor Picasso que era el Presidente del Comité de Recepción y dueño de la librería donde se estaban exponiendo los libros de Neruda, y me informó que todo estaba bien, cuando nos íbamos de allí se sintió un grito de una persona que lo conocía como “El Diuca”. Nos acercamos a esta persona que le gritó, se hicieron las presentaciones y él preguntó: “ que estaba haciendo”. Diego Muñoz le respondió que estaba organizando el acto de Neruda.
Diego le preguntó que quién era él, contesto que era un hacendado y que iban a hacer un acto en un campo a medias con la Fuerza Aérea, iban a realizar la ceremonia de “la cruz del trigo”, esta consiste en poner una cruz de colihue y los campesinos bailan alrededor de ella. Este señor invitó a Diego a esta ceremonia. Diego le dice “que también tendría que invitar a Pablo Neruda”. A lo cual el hacendado respondió: “Ni por nada a ese comunista”
Diego Muñoz le responde que él también era comunista y que no lo podrían invitar a él tampoco. Finalmente este señor aceptó invitar a Neruda. Pablo Neruda lo consultó con la Hormiguita, su esposa (Delia del Carril) y fuimos a la ceremonia. Ahí me di cuenta de la claridad política de Neruda. Al llegar allí le dijo al Comandante del campo de Aviación:
“Yo no le quiero provocar ningún problema a Ud., si usted quiere me puedo retirar”
El comandante le dice: “que es un invitado y que se quede en la ceremonia”. En esta ceremonia estaban los Durán, Julio y Domingo, quienes empezaron a provocar a Pablo y los propios terratenientes los hicieron callar.
A mí me regalaron esa rica chicha de manzana de la zona. Al preguntarles, si había algún inconveniente en poner las botellas en la maleta, me dijeron: “que no”, así que las puse allí y al regreso, la chicha comienza a derramarse en los libros, los que se mancharon y la gente del tren me ayudó a ponerlos en un lugar seco.
Llego a Santiago, como digo los libros estaban todos manchados. Yo realmente preocupado, fui a devolvérselos a Neruda a su casa de Michoacán.
Cuando me recibió Neruda, me dijo: “Ud. sabe de dónde los sacamos, déjelos en el mismo lugar”…..Yo feliz por no tener que mostrarle los libros y tampoco le dije que los libros se habían manchado.
A los dos o tres días hubo un llamado al Comité Central, Neruda le dice al compañero Cortés que tiene urgencia de hablar conmigo. Yo sabía que significaba eso, llegué a la casa de Neruda y él me pregunta: “¿Qué pasó con mis libros Samuel, que están todos manchados?”... le cuento la historia que se abrieron las botellas y eso es el resultado de las manchas de los libros.
Yo pienso que altiro hizo un poema y dijo: “Yo creo que mis libros han adquirido un valor incalculable, porque han sido regados con la chicha de mi “Frontera”.
Pablo Neruda me dedicó las obras completas de la editorial Losada. Ese libro lo perdí cuando estuve preso, le pedí a mi familia que me hiciera llegar el libro a la Penitenciaría, lugar donde fuimos declarados prisioneros de guerra. La censura de la cárcel, le arrancó la hoja que tenía la dedicatoria de Pablo Neruda.

12.      ¿Qué hechos y personajes relevantes conoció durante su militancia en el PC? ¿A quienes destacaría?

Conocí a Fidel Castro y a Raúl Castro, en la Habana en 1948, en un Encuentro de Jóvenes Latinoamericanos Anti-imperialista. También a Flavio Bravo, quién era en ese entonces, el Secretario General de la Juventud del Partido Socialista Popular Cubano. El encuentro se hizo en la Universidad de la Habana. También conocí a Rodney Arismendi, talentoso teórico marxista uruguayo, a Luis Carlos Prestes, prestigioso dirigente del partido comunista brasileño y a Vitorio Codovilla, argentino, miembro de la Internacional Comunista.
Cuando conocí por primera vez y estando en Moscú, con un grupo de latinoamericanos, supimos que se encontraba allí la compañera Dolores Ibarruri, la Pasionaria y le planteamos a los compañeros soviéticos el poder tener un encuentro con ella, la respuesta fue positiva. Hicimos un encuentro en los alrededores de Moscú, para hablar de la guerra civil española.
Le preguntamos si podíamos tomar fotografías de ese encuentro, Dolores dijo que sí, pero les pidió que no se repitiera lo que había sucedido con las fotografías anteriores, en las que habían salido todos los compañeros sin cabeza, le dijimos que trataríamos de sacar esas fotos con cabeza. En esa ocasión, ella nos habló de las luchas anti-franquistas, recordó con alegría, las canciones de la revolución. En ese momento un compañero dijo: “Dime donde vas Morena”…ella empezó a cantar y la seguimos todos, y luego la canción del “Quinto Regimiento”.
Habló de la necesidad de lograr el movimiento popular latinoamericano y que salieran elegidos gobiernos de izquierda. Esto fue el año 1962.
Otro encuentro fue con el líder colombiano anti-imperialista Eliecer Gaitán. Era un líder muy importante en Colombia, que fue asesinado el año 1948 en lo que desató la ira popular conocida como “El Bogotazo”.
Yo le pedí una entrevista en su oficina, pues había estado en la reunión de jóvenes anti-imperialista en Cuba. En ese encuentro se resolvió que la sede del Congreso de Grupo de Jóvenes Latinoamericanos Anti-imperialistas fuera en Chile. Ese año gobernaba González Videla y teníamos tres ministros del Partido Comunista en el gobierno, Carlos Contreras Labarca, ministro de Obras Públicas, Miguel Concha, ministro de Economía y Víctor Contreras Tapia, ministro de Agricultura. Por ese motivo me entrevisté con Gaitán para solicitarle su participación y la de jóvenes colombianos en ese encuentro, ese año se produce el Bogotazo y es asesinado Gaitán. Las manifestaciones a las que él convocaba eran grandiosas, tenía un grito al inicio y al término de cada acto. Él gritaba “Gaitan…y la masa respondía…A la carga…”
Por la traición de González Videla se cambió la sede del Congreso a México y los chilenos no pudieron participar y sólo pudimos hacer llegar un documento que redacté junto con Fernando Ortiz.

13.      ¿Cuéntenos algunas anécdotas durante su vida partidaria?

Siendo la época de la traición de González Videla, a mí me tocó ir a trabajar al Norte en la cosa interna del Partido, tenía que recorrer desde Antofagasta hasta Tarapacá, para poder entrar a las Oficinas Salitreras donde había un control muy fuerte, tanto de la policía como de las mismas oficinas. Para ir a Humberstone, Cala Cala, Don Guillermo, la única manera de entrar, era ir a vender algún producto como comerciante.
Estábamos ahí con un compañero, que parecía un hombre insignificante, le decían “El Monito Vega”, y este compañero era el que organizaba todas las reuniones clandestinas, estas se realizaban en las Oficinas abandonadas.
Con él entrabamos con canastos vendiendo, los mejores quesos de cabra de Combarbalá. En el día estábamos con el canastito vendiendo el queso y les decíamos: “esta noche nos reunimos en tal calichera”. La calichera es lo que queda después de sacar el salitre, era la forma de hacer el trabajo militante.
Del Norte pase al Sur, me tocó ir a Osorno y de ahí a Pilmaiquén. En el Sur llueve mucho y había que llegar al lugar de la reunión caminando cuatro a cinco horas. La lluvia nos calaba, llegamos a la casa del contacto, descansamos para cambiarnos ropa, la que me tocó a mí era la más grande. En la reunión los compañeros decían: “Hace tanto tiempo que no venían del Comité Central, tenemos el problema del pago de la cotización…” y sale un compañero dice: “No, yo no estoy atrasado, porque cada vez que voy a Osorno, paso al Correo y compro las estampillas”.
Uno de los primeros sueldos como funcionario de la Jota lo recibí del compañero Encargado de Finanzas de la Jota, el año 1942, que era Pedro Vuskovic, quién luego llegó a ser Ministro de Economía de Salvador Allende. Y que no hacía, para darnos algún dinero.
Pedro recurría a los ahorros que le enviaba su padre, quién tenía un bus que hacía el recorrido de Santiago a la Costa. De ahí Pedro sacaba unos recortes para darnos a nosotros. Un día Juan Valencia, compañero de la Jota, me dice que ya no podía más, no tenía ropa y entonces, pedimos autorización para ir a la producción, porque estábamos fallos al pantalón y al zapato.
Juan Valencia era mi ayudante en la construcción, pero a veces no teníamos dinero para llegar al trabajo. Vivíamos en la casa de Héctor Santibáñez, encargado de organización de la Jota. A veces no teníamos como llegar al trabajo, ubicado a la entrada de La Florida y nos íbamos a pie, desde el Cité en San Pablo, tampoco teníamos para comer, la niña que cuidaba la construcción se dio cuenta que nosotros a la hora de almuerzo nos quedábamos sentados. Ella nos preguntó si queríamos un platito de tallarines. Nosotros aceptamos encantados y cuando nos retiro el plato, nos dijo: “que perdonáramos porque estaban un poco ácidos, ya que los tenía preparados para los perritos”

Otra anécdota con la Julieta Campusano, ella era encargada del trabajo femenino de la provincia de Santiago y yo era el encargado orgánico de Santiago. Me tocó representar a la Jota en Naltahua, cerca de Talagante. Leyó un informe del Compañero Neira, quién fuera el Secretario Local de Barrancas, y Alcalde de la Comuna Las Barrancas.
De repente unas compañeras del Partido, se quejaron que no había una palabra en el informe relacionado con las mujeres. El compañero Neira se enojó y dijo: “Quiero dejar bien establecido ante la Compañera Julieta y ante el Compañero Samuel que nosotros estamos arriba de las mujeres, pero ellas no se mueven”. Julieta muy seria dijo: “De que se ríen compañeros”

Cuando cumplí 50 años, yo era miembro de la Comisión Política del PC, y me hicieron una fiesta muy grande en el partido donde asistieron, compañeros tales como Luis Corvalán, Volodia Teitelboim, Américo Zorrilla, Pablo Neruda, Fernando Ortiz, Manuel Cantero, Julieta Campusano, José González, Oscar Astudillo, entre otros.

14.      ¿Era Ud. un militante disciplinado o pasó a Control y Cuadros alguna vez?

Fui llamado dos veces a la Comisión de Control. La primera vez, la Comisión de Control la presidía el compañero Elías Lafferte. Cuando me dijeron que él quería conversar conmigo, me preocupé, fui a esta Comisión donde participaba también los compañeros Cortés-Donaire. Me dice Lafferte: “Compañero Samuel, lo hemos llamado a control y cuadros porque queremos saber (2 de abril del año 1957), como Ud. se evadió de los Tribunales de Justicia cuando fue la sublevación en el centro de Santiago y echaron a la “patilla” a la calle (los delincuentes), y así echarle la culpa al PC (durante el gobierno de Ibáñez).
A mí me toman detenido después de una fiesta solidaria con el Diario El Siglo en la casa de Juan Vargas Puebla y su compañera Ida Osorio. Fue la “Sonada del General Vio”. Llegó la policía a ese acto.
Estábamos con Juan Vargas, Lucho Figueroa y el compañero Hormazábal, nos detuvieron y cuando llegamos a Investigaciones, allí estaba Julio Alegría, dirigente de Correos y Oscar Astudillo, dirigente de la construcción. A mi me torturaron bastante, el famoso “tira” (detective) Douglas Saavedra, tira criminal y torturador. Al día siguiente nos llevan a los Tribunales y en la Corte de Apelaciones estaba el juez Eyzaguirre, yo hago las denuncias de las torturas, y él me pregunta si puedo mostrar las consecuencias de la tortura. Le contesté que: “Investigaciones tenía sus métodos de paños fríos que no dejan huellas de la tortura”, me mandó 5 días incomunicado, al término de estos 5 días, yo ya tenía las huellas en el pecho y corazón, todo morado. Cuando me llaman nuevamente a declarar, le digo Eyzaguirre: “¿Ud. quería ver las huellas de la tortura?, le muestro e inmediatamente me dio la libertad.
Pero yo no quería volver a la cárcel porque habían declarado estado de sitio y al volver a la cárcel me podían hacer cualquier cosa. Le pido a mi compañera Fresia que hablara con el senador socialista Quinteros Tricot, catedrático de la U. de Chile y con él organizamos la huída de los Tribunales.
Fresia mi compañera tenía un taxi hablado y en ese momento tengo conocimiento que le habían dado también la libertad a Enrique Paris y al profesor Gallego. Le comunico a Paris y a Gallego esta posibilidad e hicimos la faramalla en que salimos con la policía de los Tribunales y Fresia ya tenía el auto listo, nos fuimos a otro lugar. Les digo a mis compañeros que piensen rápidamente a donde se van a ir, que no pueden elegir lugares que visitan habitualmente. Enrique Paris aceptó la proposición, y les dije que yo no quería conocer el lugar donde se iban, pero los podía dejar cerca del lugar. Enrique Paris se baja en la Alameda con Chacabuco. Gallego insistía en irse a su casa, por lo que le dije que se bajara del auto ahí. Se fue a su casa y lo tomaron detenido nuevamente.
Por radio empezaron los mensajes: “Se arrancaron tres delincuentes”, yo mandé el mensaje al Partido y me dicen que tengo que irme cuanto antes al Norte, a Copiapó.
Ya la Imprenta Horizonte había sido destruida, la resolución me la comunicó el compañero José González.
Doy esta explicación a la Comisión de Control y a Elías Lafferte, quién me dijo que: “me habían llamado para felicitarme, porque las veces que él había estado preso, nunca había podido evadir a la policía”.
La segunda vez que me llamaron a Control y Cuadros, estaba Rafael Cortés de Encargado de la Comisión.
Esta vez fue para decirme que no volviera hacer lo que hice… ¿Y que había hecho?
A mí me tocó apoyar el primer tiempo de instalación de la embajada cubana en Santiago. Los compañeros cubanos habían escuchado muchas veces hablar de “la Piojera”. El embajador García Enchaustegui, Juan Carretero era el segundo Secretario de la embajada y Ulises Estrada, que era el segundo Secretario Político de la embajada querían conocer esta “picada”.
Yo con Víctor Galleguillos siempre cuando terminábamos las actividades del Comité Central, pasábamos al Mercado Central a comer mariscos o pasábamos a la Piojera. Así fue que yo llevé a los compañeros cubanos a la Piojera. La señora que atendía a los clientes, cuando yo le cuento que estaban con nosotros los compañeros de la embajada cubana nos dice: “Ustedes no pueden estar aquí, tendrían que estar en la oficina del directorio de la Piojera, así que nos instaló allí y nos pusimos a preparar los mariscos.

15.      ¿Cuándo conoció a Luis Corvalán y en qué circunstancias?

A Luis Corvalán lo conocí cuando llegué a Santiago el año 1942. El era dirigente del Partido y trabajaba en la parte de publicidad del Partido, Corvalán fue uno de los compañeros de la Dirección que tuvo la responsabilidad de dirigir el Diario El Siglo. Ahí yo tuve oportunidad de hablar con él sobre las inquietudes de la Jota y del trabajo conjunto entre comunistas y socialistas. Puedo decir que el compañero Luis Corvalán es el que hizo un trabajo fundamental en esa unión entre comunistas y socialistas. Lucho decía:” Es muy importante el trabajo que podríamos hacer en conjunto con el PS, porque son los dos partidos que tenían gran influencia en la clase obrera, él dedicó mucho tiempo en cultivar el trabajo unitario con el PS. Este trabajo conjunto lo hizo en ese tiempo con Raúl Ampuero, Aniceto Rodríguez, Carlos Altamirano, Salomón Corbalán.
Yo creo que, lo que contribuyó mucho en la buena relación que existía con ellos, fue que el compañero Corvalán invitaba a su casa a almorzar o a cenar o a tomar una taza de té o café o mandarse “un pencazo” sencillamente, y no sólo invitaba al compañero, sino a los matrimonios, incorporaba a la pareja y ahí abordaba temas para tener una posición conjunta respecto de los problemas que se presentaban, en términos unitarios.
Siempre le escuchaba decir a Lucho: “A veces se logra más cosas, en el sentido de la unidad y logros por la clase obrera, a través de estas reuniones”.
Con quién pienso, que tuvo una relación más íntima, fue con Salomón Corbalán y su compañera María Elena Carrera.
Corvalán es el compañero para mí, que en relación con la constitución del gran movimiento de la Unidad Popular hace el mayor esfuerzo para lograr acuerdos. No siempre los había, sino también muchos desacuerdos. Decía: “No debemos dar las cosas por terminadas, sino tenemos que ir dando pasos para llegar a acuerdos”.
Salvador Allende y José González tenían gran interés en llegar a la unidad comunista-socialista y también trabajar con el Partido Radical (PR), partido con el cual a veces los socialistas tenían resistencia.
Sin embargo Corvalán a pesar de la traición del PR, decía que para aunar fuerzas debíamos incorporar a los radicales. Planteándole al Partido Socialista:”Nosotros no estamos para el saludo a la bandera, nosotros si tenemos éxito será también incorporando al Partido Radical, teniendo en cuenta que hay que sumar fuerzas y no cometer errores de ir solos”.
Por eso el PC plantea la candidatura de Pablo Neruda y el partido Acción Popular Independiente (API) a Rafael Tarud. Fue como las primarias de la Unidad Popular, para llegar al candidato de consenso Salvador Allende.
Corvalán siempre luchó y peleó porque las decisiones del Partido fueran decisiones colectivas. Él escuchaba mucho a los compañeros de la Dirección y les pedía opiniones referentes a temas del momento.
“No al individualismo, No al caudillismo”, en eso él jugó un papel importantísimo, y tuvo un secretariado unido frente a problemas del Partido muy concretos.
Yo creo que en toda esa actitud de Corvalán, de hacer un trabajo colectivo y que todos nos sintiéramos responsables del trabajo en la Dirección, influyeron en este aspecto, fundamentalmente Ricardo Fonseca, Galo González y Elías Lafferte. Podemos decir entonces que Luis Corvalán fue un fiel seguidor de los principios de estos tres compañeros.
Otra de las virtudes de Luis Corvalán, fue que siempre en la Comisión Política y en el Secretariado, hacía el llamado de atención : “Nosotros tenemos que escuchar más al partido, escuchar más a nuestros militantes y decía que teníamos un partido de valores muy grandes, la honradez de nuestros militantes, es aquella que cuando se va a la célula o a los Comités Locales o Regionales y les preguntamos a nuestros compañeros si habían leído los informes del Congreso o los documentos, los compañeros del Partido tenían la honradez de decir la verdad.
Corvalán preguntaba: “¿Quiénes habían leído los informes? “Y no había más de 15 compañeros en un espectro de 100 militantes. “Quiero decir que el Partido se orienta de oídas”, no leen, entonces cuando uno les cuenta las cosas de adentro, que ocurría en los Congresos o en los Plenos, uno puede darse cuenta que los compañeros escuchan con mucha atención la información.
Ahí estaba esa famosa frase de Corvalán, cuando en Uruguay, los compañeros uruguayos le preguntaron: ¿Y cómo es eso del trabajo hacia el campo? ¿Cómo se hace? Y Luis Corvalán dice: “Muy sencillo, hay que ir al campo”.
Él, era el compañero que hacía grandes alegatos para que el Comité Local y Regional fueran al campo, se contactaran con los campesinos y en este terreno hubo gran contribución de los campesinos en el triunfo del compañero Salvador Allende y de la comprensión de que la tierra la trabajaran los campesinos, y que se profundizarabbbbb la reforma agraria.
Podría decir, que he tenido una suerte grande de haber conocido y haber luchado junto al compañero Luis Corvalán, en todo el proceso revolucionario del Partido, desde 1942, cuando llego a Santiago y empiezo a caminar y a aprender de las enseñanzas de Corvalán, como profesor tenía esa paciencia infinita para que uno entendiera los propósitos que los comunistas tenían para ganar la batalla contra el fascismo.
Tuve conversaciones muy importantes con Corvalàn, en mi calidad de funcionario de las tareas internas del Partido, con la Dirección del MIR, donde estaba Miguel Enríquez, Van Showen y otros.
Esa conversación estaba destinada a que el MIR tuviera otra mirada en relación al gobierno de Salvador Allende. El MIR sostenía, que este gobierno era un gobierno burgués.
A mí me tocó también estar en conversaciones junto a Mireya Baltra y Hugo Robles, en Cuba, con el compañero Fidel, con Carlos Rafael Rodríguez, con Wilma Espín, con Raúl Castro, cuando Corvalán recibe la condecoración de la Playa Girón, reconocimiento que entregaban los cubanos a los grandes luchadores sociales.
El compañero Fidel hablando con nosotros, nos hace la pregunta ¿Desde cuándo están aquí?, Yo respondo que habíamos llegado unos días antes para hablar con los compañeros cubanos, respecto de la ceremonia de preparación para el acto de Corvalán.
Cuando Fidel Castro vino a Chile, yo lo acompañé hasta Punta Arenas y a Manuel Cantero le tocó recorrer el Norte.
Fidel recordó que habíamos hecho un asado en la parcela del Arrayan y nos dijo que él quería hacer algo parecido con el compañero Corvalán en una finca cubana, y así se hizo un asado y el compañero Fidel me pidió que yo lo hiciera.
Recuerdo que también estuvimos juntos con Luis Corvalán, en el 24º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en Moscú, cuya delegación la presidía él, estuvimos con la compañera Marta Ugarte quién fue bárbaramente torturada y asesinada por la dictadura de Pinochet, también estaba Lily Castillo, compañera de Corvalán.
Recuerdo que nosotros llegamos con unos días de anticipación a la realización del Congreso, y los compañeros del PCUS, el compañero Igor, era el que atendía el trabajo de los comunistas chilenos, nos dice: “La fecha del Congreso es tal, por lo tanto quedan algunos días para esa fecha y quería proponerles a Uds. si quieren conocer la Dacha”, casa de campo de Stalin. La proposición es que ustedes se vayan a vivir estos tres días allí. Esta casa quedaba en las afueras de Moscú.
Habíamos tres cocineros, nosotros nos preparábamos las comidas, ahí conocimos los lugares donde Stalin conversaba con grandes dirigentes, entre ellos Mao Tse Tung, Palmiro Togliatti, máximo dirigente de la resistencia antifascista del Partido Comunista italiano, Mauricio Thorez, miembro del Buró Político del Partido Comunista francés.

16.      ¿Podría hacernos una semblanza de Luis Corvalán? ¿Qué impresión tiene de él cómo político y cómo persona?

Lucho Corvalán asimiló mucho el trabajo de dirección política que implementó Ricardo Fonseca, esta calidad de trabajo desarrollada por Lucho, en el que siempre batalló y luchó porque las decisiones del partido fueran colegiadas, colectivas y él siempre estaba haciendo notar que lo importante era lograr que todos los compañeros de la Dirección realizarán un trabajo colectivo, él hacía muchas consultas, nunca decidía por sí solo, era paciente e insistente, decía: “todos nos tenemos que sentir responsables de la línea política del Partido, todos tenemos algo que aportar, conversaba mucho con Galo González, porque Galo también era de esos compañero que estaba diciendo : “es mejor tener una opinión de conjunto que una opinión sola de un compañero del Partido”.
Al compañero Corvalán, le gustaba hacer las conversaciones con determinados compañeros en forma personal. El valor de él, era que escuchaba bastante y en sus conversaciones él decía: “en tal ocasión, hablé con Cademartori, él me expresó tales opiniones y que a mí me parecen correctas”.
Nunca vi a Lucho Corvalán que se alterara ante opiniones que él no concordaba. Él tenía una frase “Oiga pues compañero, no esté meando fuera del tiesto”.
Otra cualidad que destacaría de Corvalán, es la preocupación del funcionamiento del partido, y muchas veces preguntaba en las reuniones de la Comisión Política del Partido: “¿Cómo está funcionando su célula? ¿Ud. asiste a las reuniones de célula? ¿Cómo estamos con la cotización? Saquemos los carnets”.

17.      De los muchos escritos y documentos de Luis Corvalán, ¿puede hacer mención de alguno en especial y porqué?

El pleno de agosto de 1977. Este documento reafirma las características del golpe de estado de Pinochet, en que se sostiene que es un golpe fascista. Acá hay una discrepancia con los compañeros socialistas y más divergentes en relación con esto, con los compañeros del MIR que dicen que nos es un golpe fascista, sino que es un golpe gorila. Era muy importante determinar las características porque de esa manera teníamos que elaborar la estrategia para hacer un trabajo de amplitud para defendernos de este golpe fascista. Luis Corvalán decía: “Hay que sumar y no restar”
Este documento analiza la situación del golpe. Se refiere a todas las vías de lucha, sobre este tema Luis Corvalán hizo la mayor contribución “La rebelión popular de masas”, lo que al final contribuye a derrotar a Pinochet, puso el acento en mantener la unidad socialista / comunista.

18.      ¿Qué representa para Ud. la “Internacional” y que siente cuando la canta? ¿Y qué connotación le da a la Fiesta de los Abrazos?

¡¡¡Arriba los pobres del mundo……..¡¡¡ que versos más hermosos, tuve una emoción muy grande con la Internacional, cuando asistí con Luis Corvalán y Marta Ugarte al 24º Congreso del PC de la Unión Soviética, y allí en uno de los actos finales de ese congreso, se cantó la Internacional, en ruso, francés, inglés, en búlgaro, en checo. Eso a uno lo emociona, llega profundamente. Los versos de la Internacional tienen un profundo contenido de humanidad.
La Fiesta de los Abrazos, para mí es una reunión familiar del PC con el pueblo, por tanto tiene un profundo significado, encontrarse con tantos compañeros/as que hacía tiempo no se veían. La Fiesta de los Abrazos, no sólo es de los comunistas, sino también asisten los partidos populares como los socialistas, los PPD, radicales, los sin partido que van a compartir esta fiesta de los abrazos. Yo he escuchado opiniones, en que valoran profundamente estas fiestas que el PC hace, y se preguntan porque ellos no son capaces de hacer algo igual.
Es la fiesta del encuentro de la vieja generación con la nueva generación. El compartir con los jóvenes la alegría, el canto, disfrutar con ellos las comidas, los diferentes Comités regionales, se instalan en diferentes stands, unos con pescado frito, otros con las cazuelas, asados al palo, choripanes, chancho en piedra. Es disfrutar como decía Luis Corvalán: “Los buenos mostos nuestros”

19.      ¿Cómo vivió el llamado “Tancazo” del 29 de junio de 1973, golpe fallido de las FFAA?

Mi opinión es que nos farreamos esa coyuntura. Debíamos haberle seguido proceso a los conspiradores y haberlos detenido y echado de las FFAA.
Fuimos en ese terreno demasiado cuidadosos, porque nosotros ya teníamos un trabajo en los niveles medios de Carabineros e incluso teníamos proposiciones en relación a lo que podíamos hacer con los conspiradores, ellos nos mantuvieron informados al dedillo del golpe y de cómo estaban actuando. Nos decían que teníamos que tomar medidas y sanciones contra los conspiradores, y sin embargo ellos fueron protegidos y apoyados por ciertos Mandos. Decían los leales: “Acá se da la paradoja que los que defendemos al Gobierno de la Unidad Popular, nos sacan, nos trasladan de una ciudad a otra”. No hubo apoyo a esa gente amiga que pertenecían a las FFAA y que estaban con el proceso de Salvador Allende. Y nosotros no pudimos defender a esa gente.

20.      ¿Hubo algún otro momento tan grave como el Tancazo, previo al Golpe?

La conspiración comenzó en el momento que sale Salvador Allende. Matan al General Schneider quien dijo: “Acá hay que respetar la voluntad del pueblo”, eso bastó para que los conspiradores lo asesinaran.
Hubo un intento por parte de los conspiradores de sondear a los dirigentes de la CUT para que entregaran nombres de compañeros a las FFAA.
Se intentó en las manifestaciones de la clase obrera, formar cuadros con formación de mando, para impedir que los conspiradores aceleraran el Golpe, pero eso no se logró hacer.

21.      ¿Y respecto a la muerte de Bonilla, que nos puede decir?
No dispusimos de información para tener una opinión definida sobre esta muerte. Bonilla estaba en esa lista de los Generales que concordaban con Schneider, Prat y Osvaldo Rodríguez.
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22.      ¿Cómo vivió el día 11 de septiembre de 1973?

La responsabilidad de las policías de Chile, el 11 de septiembre de 1973, estaban a cargo de los dos partidos más importantes de la Unidad Popular, el Partido Socialista y el Partido Comunista. El que asume la responsabilidad del Partido Socialista es el Coco Paredes y por el PC se designa a Carlos Toro. Por primera vez en la historia de la Policía en Chile, estos dos partidos de izquierda toman estas responsabilidades.
Se tuvo evidencia que el Golpe de Estado venía por lo menos unos tres meses antes del 11 de septiembre. Se acordó en la Directiva del PC hacer turnos en el trabajo y se tenían los contactos de los miembros del Comité Central.
Alrededor de las doce de la noche del día 10 de septiembre de 1973, recibí el llamado del Prefecto de Valparaíso, Juan Bustos, en el que me comunica que la marinería estaba en la calle y que tenían rodeado el Puerto. Esa información se la entregué directamente al Presidente Salvador Allende, en ese momento.
Yo permanezco en la Sub Dirección hasta las 13.00 hrs. Del día 11 de septiembre y ante la insistencia de los compañeros del Partido para que abandonara el lugar, así lo hice. Los compañeros pensaban que me matarían, sin embargo voy a decir como: “Trujillito, un compañero obrero del salitre que cuando estuvo preso en la Cárcel Pública junto al General Sergio Poblete, al General Bachelet y varios oficiales y sub oficiales decía: No estén tristes, lo importante es que estamos vivos, y eso es pura ganancia”. Yo no tuve la suerte de conocer personalmente a este obrero pampino.
Pasado los años, una vez que viajé a Bélgica, me encontré con el General de Aviación Sergio Poblete, me recibió en su casa y me dijo: “Yo tenía muchas ganas de hablar con Ud., porque cuando a Ud. lo llevaron a la Escuela de Aviación donde estábamos detenidos con Bachelet, los que estaban a nuestro cargo dijeron: “Ha llegado un personaje, Samuel Riquelme y la atención se desvió hacia Ud.”
Yo cuando era torturado siempre les decía: “No se olviden que yo soy comunista, tengo moral comunista” Ahí fui torturado con corriente, golpes brutales en el estomago y en corazón, el General Poblete recordó que una vez a raíz de la tortura me saltó un vómito de sangre, los que me torturaban lo recogieron y me lo metieron nuevamente a la boca.

23.      ¿Cómo recibió esa información de la sublevación de la Marinería, el Presidente Allende?

La recibió como una confirmación más de que la conspiración había partido. El que hacer estaba conversado de antes, y se refería al trabajo con la clase obrera, con los pobladores.

24.      ¿Estaba preparado el PC para enfrentar el golpe de estado y lo que ello implicaba ¿Clandestinidad, cárcel, exilio, etc?

Yo dije en este pleno de agosto de 1977, que nosotros nos estábamos de brazos cruzados, pero claro que lo que habíamos hecho era insuficiente para enfrentar a las FFAA y el que haber intentado hacer un enfrentamiento habría sido una masacre para el pueblo. Cuando yo le pregunté a Carlos Altamirano que tenían ellos para enfrentarse dijo: “Sí, tenemos unos fierritos”, con eso nosotros no podíamos enfrentar a los militares

25.      Un tema recurrente desde sectores reaccionarios a los ultra-izquierdistas, ha sido el de los comunistas   y las Fuerzas Armadas. ¿Qué nos puede decir al respecto?

El Partido Comunista en el terreno militar. En el Pleno de agosto de 1977 en Moscú, recuerdo una frase que dije: “No nos habíamos cruzado de brazos en el Partido ni en el trabajo con las Fuerzas Armadas”, esto que dije esta dentro de lo que se comentaba por ciertos compañeros de que nosotros no habíamos hecho absolutamente nada. Nosotros hicimos lo que pudimos, utilizando las fuerzas de las que disponíamos y en ese momento llegamos a la conclusión con el Comité Central que no teníamos la fuerza suficiente y en caso de hacerlo habría sido llevar al Partido Comunista a una masacre colectiva.
En relación con esto, haciendo recuerdos hay muchos compañeros que trabajaron en preparar la fuerza propia, lograr que las FFAA jugaran un papel garante del gobierno de Salvador Allende. En este trabajo se destacaron varios compañeros, era un trabajo silencioso, quién sabe si nosotros fuimos demasiado cuidadosos en dar a conocer el trabajo con las FFAA.
Hubo mucha discusión en la Comisión Política, y en ella había muchos matices, entre estos, se decía que teníamos que tener mucho cuidado en establecer contactos con las FFAA. El camarada Volodia Teitelboim jugó un papel preponderante en lograr el respaldo de varios Generales al gobierno de Salvador Allende y conseguir que el general Prats tuviese una actitud en relación a los elementos de la conspiración en contra de Allende, para lograr tener nosotros los comunistas, una visión más completa de cómo se manejaba el Generalato. Sabido es, que muchos de ellos no eran partidarios del Gobierno de la Unidad Popular. Volodia tenía conversaciones, intercambios de ideas, fundamentalmente con los Generales Prats, Pickering, Sepúlveda y Edgardo Rodríguez. Había otros compañeros que tenían contactos con el General de Carabineros, encargado de la Prefectura de Concepción de la época. Estos Generales nos dieron opiniones muy importantes de cómo abordar el Generalato de Carabineros.

26.      ¿Cómo fue su trabajo con Carabineros?

Esto viene de muy atrás, yo ingresé al trabajo de inteligencia el año 1942, entre los años 1943 y 1944, el compañero Galo González me llamó para que yo pasara al trabajo clandestino de inteligencia.
Quisiera destacar al “Compañero Guillermo”, hombre designado por el Partido para que organizara el trabajo con los uniformados. Este nombre era su chapa, no tengo su nombre, junto a él estaba Marcial Sierra, hermano de Sola Sierra, estaba además el compañero Carreño, a través de él disponíamos de la información de la sub-oficialidad de la aviación. Hacíamos reuniones dentro del recinto de la aviación en El Bosque. Otros compañeros eran Díaz y Salvo, éste último de la 5ª Comuna.
Trabajamos con los Intendentes que tenían contactos, más directos con los mandos de Carabineros y con los parlamentarios del Partido Comunista. De los dirigentes sindicales recogíamos información respecto de lo que sucedía en sus sindicatos y de las provincias donde estaban ubicados.
Todos estos no eran compañeros públicos, digo esto porque hay mucha gente que dice que el Partido no se preocupó de armar un aparato de inteligencia y de contra-inteligencia, con esto quiero decir y reitero que durante el período de Luis Corvalán no hubo un descuido en el trabajo con las FFAA.
El trabajo de inteligencia es para la gente que debe tener reserva y sea silenciosa.

27.      ¿Vivió en la clandestinidad? ¿Recuerda alguna anécdota de ese tiempo?

Le pedí a uno de mis ayudantes que me sacaran del Servicio de Investigaciones y salí en el auto que yo tenía asignado y me fui a la casa de un muchacho que trabajaba en el Servicio, era aseador, él vivía con su compañera en una población de Barrancas, la población “Puro Chile”, ahí estuve un par de días y me di cuenta de que la compañera de este muchacho funcionario, estaba muy nerviosa, él no era comunista, habían tiroteos día y noche en esa población, le pido a este muchacho que hablara con otro funcionario que era comunista, de apellido Díaz. Le digo que necesito cambiarme de allí, que con su padre, al que yo conocía bastante, un funcionario de la salud, busquen algún medio y me saquen de allí, le digo que ojala sea en camión y que sea seguro. El compañero buscó el lugar, se consiguió también el camión, me llevaron a un convento de monjas, con ellas compartí varios días, habían muchos miristas escondidos, les pedí que no me vincularan con los que estaban allí, me tuvieron sólo en un lugar de la parroquia, las monjas tenían un pequeño huerto, donde yo empecé, a trabajar. Pero llegó un momento determinado en que se puso complicado ese lugar (en Lo Franco), y volví a hablar con el Padre Jesús Díaz y le dije que habían llegado muchos miristas que no eran cuidadosos con el trabajo en la clandestinidad y le propongo que vayan a hablar con Oscar Riquelme para que fuera a hablar con una tía mía y le pidiera si me podía tener algunos días.
Mi tía me recibió con mucho gusto, ella no era militante, ahí estuve un buen tiempo hasta que empezaron los tiroteos en la población y tuve que buscar donde irme, me encontraron una casa en el barrio alto, casa de un antiguo militante del partido, ahí estuve hasta que el PC insiste en que me tengo que ir a una embajada, permanecí allí hasta que algunos compañeros me dicen que tengo que buscar refugio en la Embajada Argentina, salgo de esta casa para buscar refugio en la embajada.
Estaba esperando locomoción desde el barrio alto y pasó una patrullera de investigaciones, ellos redujeron la velocidad al llegar a la esquina, pero siguieron viaje, pienso que me reconocieron pero no me detuvieron.
Tengo una opinión en relación al operativo que montaron los compañeros. Mi opinión es que ese operativo fue mal organizado, porque a mí me pudieron haber detenido en la esquina. Después supe que el operativo lo había organizado un traidor llamado Bazoa.
A mi detuvieron en la Iglesia del Hospital. por el patio que daba al Hospital San Borja, allí estaban unos compañeros esperándome y me indicaron una muralla que teníamos que saltar hacia el patio de la embajada.
Cuando fui detenido en la Embajada Argentina, Le pedí al personal de la PDI que tuvieran consideración con mi familia que son los comunistas.
Luego me llevaron a la Comisaría de Carabineros que estaba en San Isidro, en ese lugar fue donde yo recibo las primeras brutalidades de la policía de Pinochet.
Ahí me aplicaron corriente eléctrica en casi todo el cuerpo, me metieron los electrodos de la corriente en los oídos, en los parpados, en las sienes, en el pene.
En ese lugar de tortura llegó Ramón Esquivel… ¿Quién es Ramón Esquivel?
Yo lo conocí en la primera comisión que designó el compañero Salvador Allende para investigar el asesinato del Comandante Araya.
Esquivel era oficial de Carabineros, era uno de los representantes del aparato del Servicio de Inteligencia de Carabineros. Al llegar a ese lugar, Esquivel me pide colaboración…Yo le digo: “¿Qué me pide Usted?”
Me dice: “Colaboración”.
Yo respondo: “Ud. sabe que colaboración de mi parte no va a tener”.
Esquivel dice: “No va a colaborar, llévenlo a la tortura” Ahí me aplicaron corriente y golpes, haciendo las interrogaciones del caso, preguntando por el trabajo de los comunistas en los cuerpos armados y ante mi respuesta: los torturadores me decían: “Soy choro” “No querís colaborar”, al final se cansaron de ponerme tanta corriente en el cuerpo y de pegarme.
Yo ante las preguntas y ante la brutalidad de los torturadores, yo siempre me dirigía a Esquivel y le decía: “Así que Ud. Sr. Esquivel en estas tareas”.
Me decían: “Acá no está Esquivel”…Yo respondía: “Así que no está Esquivel, Esquivel está aquí”.
Me quitaron la ropa y estoy sentado en el camarote de la celda y empiezo a sentir un dolor muy fuerte en el cerebro y me encuentro con un hematoma muy grande, por la corriente que me colocaron.
Ahí me tuvieron un par de días, después de ahí me sacaron y yo al tiempo supe a través de los oficiales, sobre todo por el General Sergio Poblete, de que me habían llevado al Academia de Guerra de la Aviación (AGA). Ahí los interrogatorios fueron más científicos y brutales. Recuerdo que me llevaban al lugar de torturas aproximadamente a las 10 de la noche, a esa hora llegaban los torturadores, no sólo a mí, sino a muchos compañeros.
No me dejaban dormir, me despertaban a culatazos y golpes. Yo le decía a los compañeros que dentro de los electrodos de la corriente, hay algo insoportable para el que está recibiendo el magnetaso, la vuelta de la manilla. Ahí yo recordaba los sufrimientos de nuestras compañeras, cuando ponían en las tetillas que producía un hormigueo en todo el cuerpo. Nunca manifesté que esa era la peor tortura para que el enemigo no tuviera más antecedentes de ésta.
En el AGA, estaba el General Bachelet y muchos otros oficiales de la Aviación. Había uno que conocí que cuando lo estaban torturando decía: “Por favor no me maten, tengo una hija pequeña”, con un sentimiento tan grande que le expresaba a los torturadores. Después conversando con Sergio Poblete, supe que él era sobrino de un compañero comunista de Valparaíso, Ernesto Aiximena.
Me tuvieron un tiempo largo ahí, tres veces me sacaron para fusilarme, cuando me sacan definitivamente de allí, el oficial dice: “este ya no va a hablar más, así que hay que fusilarlo”.
Aparezco una tarde en el estadio Nacional, todo esto encapuchado, porque las vendas yo siempre lograba sacármelas.
Se produce el alegato ante el que me llevaba y el Jefe que estaba a cargo del Estadio Nacional.


Al final decidieron que me quedaba detenido en el Estadio Nacional. Al llevarme a los camarines, me meten a un camarín solo, éste quedaba debajo de la marquesina. En esas condiciones estaba muy bien porque me pasaron una colchoneta y una silla.
Yo cuento esto para que nuestro pueblo sepa cómo estos tipos cumplieron con la consigna “junten rabia chilenos”, y estos elementos juntaron tanta rabia y esa rabia la descargaron contra los que teníamos principios, los que habíamos logrado designar presidente para este país.
Estando incomunicado, de alguna manera abrí la puerta y me di cuenta que al frente estaban los servicios higiénicos, donde iban los detenidos a hacer sus necesidades. Teniendo esa puerta entreabierta, al primero que veo pasar es a Javier Francisco Neira, periodista del Diario El Siglo, junto con él, fuimos militantes de la Jota en Lota. Él no ubicó de donde salía el grito y siguió su camino. Después yo veo a otro periodista, Cavieses, director de Punto Final, al final veo entrar a los baños a Rolando Carrasco y ahí decido abrir la puerta de mi encierro y me enfrento al guardia diciéndole: “tengo un dolor muy grande al estómago, permítame ir al baño”, lo sorprendí al conscripto y me autorizó para ir al baño….
Le digo a Carrasco: “que me tienen aquí y que lo comunique al Partido”.
Rolando dice: “Samuel está aquí y está vivo”. Inmediatamente se empezaron a movilizar los jóvenes, y llegó uno de ellos con un plato de comida y cómo yo no lo conocía, y siempre tuve la preocupación de no tener vínculo con gente que yo no conocía. Por lo tanto yo no comí, el compañero dio aviso de esto y los compañeros que tenían a cargo “la carreta”, los que les daban la comida a los presos. Ahí llegó Luis Alberto Corvalán hijo, quien me llevó comida. Ahí comí un poquito y le digo que trate de comunicar al Partido que estén tranquilos, que de mi boca no ha salido una palabra. Le hago también un petitorio, le pedí que me consiguiera ropa interior y una chomba, una peineta y un espejo.
Luis Alberto comunicó esto y llegó con un paquete al día siguiente del petitorio, además de unas frutas y unas vitaminas, las que me pidió que me las tomara.
Cuando llegué al estadio y encontrarme con tanta gente conocida y al darse cuenta que yo estaba vivo, se produjo mucha alegría y me gritaban “Fuerza Samuel”, yo iba muy mal con las heridas de los alambres. Vicente Sota, fue uno de los que me manifestó su alegría de verme, pero el más efusivo fue Ernesto Araneda, quién corriendo por las escalinatas del estadio, gritaba mi nombre y el Coronel Espinoza, Jefe del Estadio Nacional, le grita: “Con ése, nadie puede hablar”.
En el Estadio Nacional me metieron con los narcotraficantes, con el Cabro Carrera y Escarosce, argentino que tenía un campo con vacas lecheras, estaba también Oscar Buzeta Letelier, dueño del Restaurant Nuria y un muchacho de apellido Alliende. Para mí hay algo divertido, me llevan para instalarme en ese grupo y en el trayecto me encuentro con muchos compañeros del PC. Se preocuparon de porque me metían en ese grupo, entre ellos estaba Rodrigo Rojas, me advirtieron que tuviera mucho cuidado.
Cuando llego a este grupo se produce el siguiente diálogo con el Cabro Carrera:
En ese momento, el Cabro Carrera me presenta al resto del grupo. Estuve con ellos y al atardecer cuando llegué al camarín, el oficial que estaba allí, de apellido Allende me dice: “Yo lo conozco a Ud.” y le contesto “seguramente” dice: “Yo lo podría dejar aislado”. En eso intervienen los otros diciendo: “Todos los presos son iguales”.
Yo respondo: “Yo me quedo aquí”
Entonces el Oscar Buzeta Letelier estando adentro me dice: “Le gustaría comerse un pollito arvejado”, yo lo quedo mirando y le pregunto: “Sí y cómo?
A las 8 de la noche va a llegar aquí el pollo arvejado, viene un tinto, un blanco y dos botellas de pisco. Efectivamente llegó todo eso a las 8 de la noche. Comí un poquito y tomé un poquito de vino. Al día siguiente me dijeron: “¿Y qué le parecería unas escalopas”, como yo me había dado cuenta que era cierto, dije: “¡claro¡”. Iban a buscar al Nuria directamente.
Del estadio nos llega la información que el estadio se disuelve y que nos íbamos en libertad. No fue cierto que quedamos en libertad, a un grupo lo llevaron a Chacabuco, a otros al Estadio Chile, entre los que estaba yo.

28.      ¿Cuál era su chapa en la Clandestinidad?

Mi nombre era Lautaro. El primer nombre fue estudiado por la Comisión Ejecutiva de la Jota. Esta se reunió para ponerle el nombre al primer Informe que doy y donde se confirma mi designación como Secretario General de la Jota, el nombre fue Lautaro Ranquil.
Después por lo general actué con mi nombre.

29.      Ya ha relatado su detención en la Escuela de Aviación, ¿en que otros lugares estuvo detenido? ¿Con quienes compartió la cárcel?

En Ritoque estuve junto a Guillermo Teillier, Rolando Carrasco, Juan Alarcón, Mario Navarro, el Doctor Hugo Behn, el actor Peñafleta y Ernesto Araneda. Yo estaba a cargo de ese grupo de compañeros del PC que habían sido bárbaramente torturados, me pidieron que me hiciera cargo de los compañeros que estaban mal.
Yo salía a trotar en todos los lugares donde estuve preso. Ahí me pasaron a un compañero que me decía “yo estoy tranquilito y esta con el pitillo en la boca echando humo”.
Los carceleros siempre quisieron derrotar nuestra moral. En el campo de concentración de Ritoque había guardias de las instituciones armadas, se turnaban quince días a Carabineros, 15 días a la Aviación, 15 días a los militares. La Marina nunca quiso participar en este campo.
En un momento estábamos haciendo ejercicio y se acerca un guardia y me pregunta en que estábamos; Le dije: “Haciendo ejercicio”…y me dice…”que ejercicio, se están preparando para la fuga”.
En la Penitenciaría también salíamos a trotar a las 6 de la mañana, porque era una manera de soportar la brutalidad de los carceleros con nosotros.
Estábamos trotando y un oficial de gendarmería me pega un grito ¡¡Alto¡ era de nombre Manuel Olguín. Se me quedó grabado el nombre de él, yo tenía un gran amigo en el campo que tenía el mismo nombre, era muy odioso ese oficial. Jamás lograron doblegarnos.

30.      ¿Tuvo que salir al exilio? ¿Cuántos años estuvo en el exilio?

Desde Ritoque, salgo a Tres Alamos y luego la expulsión a Alemania, RDA, en Postdam, la ciudad donde se reunieron los cuatro grandes de la 2ª Guerra Mundial. Después de Postdam, la Dirección del Partido me pidieron que me fuera a vivir a Berlín, para incorporarme como el encargado orgánico del exilio comunista. Ahí llegué cuando estaba dirigiendo el Partido el compañero Orlando Millas, estaban además, Silvia Soto, Diputado Andrade, Cantero, Jorge Insunza, Julieta Campusano y Waldo Arévalo.
Me tocó recorrer todo el trabajo que estaban haciendo los compañeros que estaban en Europa, atender el trabajo en Inglaterra, Francia en el mundo capitalista, España, Italia, Austria, Dinamarca y Suecia.
Estuve casi 10 años en el exilio, las peticiones que yo hice para regresar a mi tierra siempre fueron rechazadas por la dictadura, incluso me prohibieron venir a la muerte de mi primer nieto, hijo de Pablo y tampoco a los funerales de mi padre.
Regresé a mi casa en Chile el 8 de marzo de 1990, cuando asumía el gobierno de Patricio Aylwin.

31.      ¿A su juicio, qué rol ha cumplido el PC a lo largo de la historia de nuestro país y especialmente durante el gobierno de Salvador Allende?

Cuando yo era Secretario de la Jota, hubo una protesta masiva que se hizo en Santiago por el alza de los boletos de las góndolas, a eso la prensa la llamó “la revolución de la chaucha”, fueron varios días que estuvimos protestando. En ese momento la JJCC tuvieron un papel muy importante entre los jóvenes obreros y estudiantes, en ese entonces era Secretario General de la FECH, el compañero Fernando Ortiz, encabezamos varias protestas, nos llevaron detenidos pero sin mayor trascendencia, se dieron vuelta varias micros. Recuerdo una anécdota al frente de los Tribunales de Justicia, estábamos tratando de dar vuelta una micro, en ese momento apareció un oficial que se da cuenta que la manifestación es masiva.
Preguntó a gritos quién era él que estaba a la cabeza de esa manifestación. La respuesta fue una sola “Todos los que estamos acá somos responsables”. Yo quiero decir que todos los muchachos que fuimos tomados detenidos quedaron en libertad.
Consigna “1949 sin Gabriel González Videla” a lo largo de todo Chile. Destaco esto porque se supo después de esta magnífica manifestación que GGV se fue de Santiago a Viña del Mar. En esta manifestación hubo una acción que fracasó cuando en la Plaza de Armas tratamos de dar vuelta un tranvía y no pudimos hacerlo, allí fallamos.
También quisiera responderle con una apreciación que me entregó en Holanda el Coronel de Ejército expulsado por la dictadura, Efraín Jaña.
Como Ud. sabe nuestro partido junto a otras Fuerzas, sobre todo en el terreno de los uniformados, de la Marina, de la Aviación y que fueron expulsados, organizamos el aporte de ellos en relación con las denuncias que la dictadura había hecho con ellos y con el movimiento obrero. A ellos los organizamos, porque pensábamos que la mejor manera de entregar una opinión a los militares de adentro, fueran los militares que habían sido ultrajados y formamos los Comités de Patriotas. A mí me tocó atender a muchos de ellos, y entre esos Jaña que estaba viviendo en Amsterdam, me recibió muy bien, pero no quiso que la conversación entre él y yo fuera en un lugar cerrado, teniendo en cuenta que él había sido de la Inteligencia del Ejército. Ahí el me dijo lo siguiente: “Yo admiro al PC, lo admiro porque para mí es el partido más patriota que existe”.
Eso me lleno de orgullo, me dice a continuación: “Es el defensor de las riquezas de nuestro país, el ha hecho grandes campañas por el cobre, que como Ud. sabe es la riqueza de Chile. El PC tiene una relación parecida a como somos nosotros los militares, están organizados en el CC y nosotros tenemos un mando centralizado del ejército, cuya figura es el Comandante General de las FFAA”. Dicha entrevista fue organizada por el compañero Fernando Quilodran, quién era en ese momento el representante del Partido Comunista del Coordinador en la ciudad de Amsterdam.
Después de esta entrevista, recibo una invitación del gobierno y del Partido Socialista Unificado Alemán (PSUA), para que invitara al Comandante Jaña a visitar la República Democrática Alemana (RDA). Él aceptó gustoso la invitación e hizo varias peticiones, entre ellas; poder asistir a la ópera y al ballet de la RDA, visitar diferentes lugares de recreación para el pueblo alemán, lo único que no se le pudo satisfacer, fue poder ver una maniobra militar.
También los comunistas hemos sido los que hemos dado las grandes batallas por la nacionalización del cobre, del hierro, del oro. Somos el partido que hemos librado las más grandes batallas porque la tierra sea entregada a los campesinos y la haga producir el campesinado.
El PC es la fuerza principal de la clase obrera chilena pero también no sólo somos el partido de la clase obrera, somos el partido de lo mejor de la intelectualidad: Pablo Neruda, Alejandro Lipschutz, Francisco Coloane, Enrique Kirberg, etc.
Lo hermoso que tiene una nación son sus intelectuales, sus profesionales, hombres y mujeres.
Cuando yo ingresé a la Jota, una de las principales tareas que me entregó, fue ayudar a organizar a los jóvenes campesinos, a los mapuches. En Tralca y Nine, yo escuchaba a un compañero Jerez, el compañero Toro, quienes me llevaron a esos lugares. Durante el gobierno de Salvador Allende, Allende le dijo a Luis Corvalán, que él tenía en el PC a los mejores defensores, los más abnegados luchadores por la transformación de la nación, por lo tanto el compañero Allende tenía un afecto grande al PC, por nuestra lealtad con los aliados. El compañero Salvador Allende tenía dificultades en su propio partido, y los enfoques para empujar las tareas de cambio en Chile, nos la confiaba a nosotros.

32.      ¿Cuál es su opinión respecto a la estrategia de la rebelión popular de masas? ¿Hubo un cambio en la línea política del Partido Comunista de Chile trazada en sus diferentes congresos?

Yo creo que la política de rebelión popular de masas, fue un acertado análisis que hizo el PC. Corvalán jugó el principal papel, se produjo una adecuación de la política del partido. Cuando ya se produce el golpe de estado, en que asistimos a las barbaries, a los crímenes, a las torturas masivas, no hubo otro camino que enfrentarlos con la movilización del pueblo y que en este terreno teníamos que tratar de incorporar en este combate todas las formas de lucha que nos permitiera enfrentar la dictadura de Pinochet, del gran capital, del imperialismo.

33.      ¿Por qué cree Usted que fracasan las dos grandes acciones que programa el FPMR para el año 1986: la internación de armas de Carrizal Bajo y el atentado a Pinochet? ¿Coincide con el planteamiento de que ese año era “el año decisivo”? ¿Estaban infiltrados? ¿Faltó capacidad logística?

Los hechos nos han dicho que tal apreciación de que era “el año decisivo (1986)” fue voluntarista. En relación con las dos otras interrogantes que nos plantean el tema de las armas y atentado, yo empezaría diciendo que la decisión adoptada fue justa, eso está dentro del cuadro de cuando las cosas no se organizan, teniendo en cuenta todos los riesgos, ocurre lo que nos pasó.
No estaba infiltrado el FPMR. Frente a los compañeros que participan en estas acciones, me saco el sombrero. Desgraciadamente no resultó como estaba previsto y por ese hecho yo no podría juzgar a los camaradas que tuvieron la tarea de ajusticiar al traidor.
Las armas….no es fácil entregar una opinión sobre todo en mi caso, cuando no estaba presente en la planificación de esa inmensa tarea.

34.      ¿Qué opinión tiene del Congreso de 1989? ¿Desde su óptica, hubo una crisis en el PC?

Yo no podría dar una opinión de lo que fue el congreso del Partido en 1989.

¿Por qué?

Porque yo no estuve presente, ¿y porque no estuve presente? No concordando con la opinión de que venir a Chile era muy peligroso. Esa fue la opinión que se me entregó a mí, porque yo era de la Dirección y me correspondía estar: “Me dijeron que si me había salvado, si me encontraban podían tomarme”. Yo no concuerdo con esa opinión, me quedo con ese dolor. No concordé, y no puedo concordar con que mi asistencia al Congreso, ponía mi vida en peligro si asistía.
Para mí hay un hecho, y ese hecho esta en relación con que no asisto al congreso, y el hecho de no asistir, se puede pensar que yo no quise venir desde el exilio a las deliberaciones del Congreso.
El Congreso eligió un nuevo Comité Central, hay varios que éramos miembros del CC y quedamos afuera de éste.
¿Cuáles eran las razones?
En el caso mío y a sabiendas de otros compañeros, nunca se nos dijo cuales eran los motivos y que pienso deben ser muy grandes para no haber continuado siendo miembro de la Dirección, a pesar de que cuando se conversaba por parte de los compañeros de la Dirección del PC, sobre que pensaba de la constitución del CC, yo siempre dije y en muchas conversaciones que sostuve con el compañero Corvalán , que al renovarlo debían quedar allí los cuadros jóvenes, que más se habían destacado en la batalla de la aplicación correcta de la línea del partido. Esto de conversar con los compañeros que en un momento tuvieron tareas y responsabilidades, en el conocimiento que yo tengo de mis años como militante comunista, más de 70 años, nunca había ocurrido.

35.      ¿Qué le diría a los jóvenes de la Jota hoy?

En su cumpleaños que celebraran el 5 de septiembre del 2012 les diría: “Que hermoso¡ qué lindo es ser militante jotoso, y al ingresar es para toda la vida”.

36.      ¿Se queda algo en el tintero, que quisiera destacar?
Quiero rendir un homenaje a Angela Jeria por el papel que jugó en el exilio, en la constitución del Comité Democrático de las Fuerzas Armadas.
Este homenaje vaya también para el Capitán de Carabineros José Muñoz, quién fue el que prestó y organizó la ayuda desde la Moneda al Compañero Salvador Allende.
Quisiera agregar que el Comandante de Aviación Alamiro Guzmán, siempre estuvo dispuesto a dar la cara para defender a los oficiales y sub-oficiales constitucionalistas y finalmente a dos hombres del Servicio de Investigaciones, el Prefecto Juan Seone Miranda y a Eduardo Ellis Belmar, de este último, su fotografía recorrió el mundo tratando de detener el tanque que ingresó a la Moneda el 11 de septiembre de 1973.

37.      ¿A su juicio cual fue el legado de Luis Corvalán?

El legado de Luis Corvalán para mí, es que su vida entera se la entregó al PC, contribuyendo a la elaboración en diferentes períodos de la correcta política que los comunistas adoptaron en un momento determinado.

38.      ¿Cuál sería su legado compañero Samuel al Partido Comunista?

El legado para mí es todo aquello que sirva para que nuestras ideas se materialicen en la práctica, en el desarrollo y crecimiento en el partido que es el Partido de los Trabajadores.
Es servir y no aprovecharse de lo que el Partido Comunista le entrega.
Mi legado es “haber participado activamente en la construcción de mi Partido, que está cumpliendo sus primeros 100 años de existencia”.