domingo, 2 de junio de 2019

HACIA LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA

                            

                                           
                      Iván Ljubetic Vargas, historiador del
                         Centro de Extensión e Investigación

                           Luis Emilio Recabarren, CEILER
                       


Hacia 1900, Chile tenía tres millones de habitantes, de los cuales 250 mil eran obreros.
El 21 de enero de ese año, surgió en el puerto de Iquique la primera Mancomunal de Obreros. La fundaron los lancheros encabezados por Abdón Díaz. El 1º de mayo de 1902, nació la Combinación Mancomunal de Obreros de Tocopilla, creada también por los lancheros, dirigidos por Gregorio Trincado.

MANCOMUNALES
Las Mancomunales fueron las primeras organizaciones sindicales obreras. Sus objetivos: organizar a los trabajadores, unirlos, dirigir sus luchas, fomentar la solidaridad de clase, entregar ayuda asistencial a sus afiliados; crear escuelas, filarmónicas, centros sociales y grupos artísticos, para educar y alejar de los vicios a los asociados.
Cumplían las funciones de un sindicato y, al mismo tiempo, realizaban las tareas de una mutual.

LUCHAS Y MASACRES
Con el surgimiento de las mancomunales, se incrementaron las luchas obreras. En 1901 tuvo lugar un paro de los trabajadores marítimos de Iquique. Fue derrotado: los empresarios trajeron rompehuelgas desde el sur.
El 12 de mayo de 1903, los marítimos de Valparaíso declararon una huelga demandando aumentos salariales. Realizaron un mitin, donde fueron masacrados. Treinta obreros cayeron asesinados; quedaron más de 200 heridos.

RECABARREN EN TOCOPILLA
En septiembre de ese año, llegó Luis Emilio Recabarren a Tocopilla, contratado por la Mancomunal para que publicara su periódico, “El Trabajo”. El 18 de octubre apareció el primer número. La  participación de Recabarren en la Mancomunal de Tocopilla tuvo gran significado para él. También  para la entidad obrera, de la cual llegó a ser dirigente.
En 1904 se produjo una huelga de los pampinos en la  Oficina Chile, la que fue aplastada sangrientamente.

MEMORIAL OBRERO
Con fecha 20 de marzo de 1904, los trabajadores de la provincia de Tarapacá enviaron al Presidente Germán Riesco un Memorial, que comenzaba diciendo:
“Las Sociedades de Obreros de Iquique legalmente constituidas representadas por sus directores, a invitación de la Gran Unión Marítima, acordaron dirigirse a Usted, no movidos por elementos extraños, como lo expresa el Memorial de los salitreros que publican los diarios locales, sino impulsados por el vehemente deseo de mejorar sus salarios, sus condiciones de vida y seguridad, juntamente con la de todos los obreros de esta rica y laboriosa provincia”.
En este Memorial se planteaban los problemas de diversos gremios: lancheros, panaderos, obreros del salitre, etc.

MASACRE EN SANTIAGO
En 1905, los sectores populares de Santiago, efectuaron manifestaciones callejeras de protesta contra el impuesto de internación a la carne Argentina, que significaba el alza del precio de  este alimento. El gobierno de Germán Riesco respondió con una nueva masacre.
En ese año, comenzó la penetración del imperialismo estadounidense en Chile. El consorcio Kennecott inició la explotación del mineral de cobre de El Teniente.

TAMBIÉN EN ANTOFAGASTA
En 1906 estalló una huelga de los cargadores del puerto de Antofagasta y de los obreros de la maestranza ferroviaria de esa ciudad. Estos movimientos fueron apoyados por la Mancomunal de ese puerto con un paro general en la región. El 7 de febrero, tuvo lugar un mitin en la Plaza Colón, al que concurrieron tres mil trabajadores. Hablaron varios oradores. Uno de ellos fue Recabarren. Apenas terminó éste de hablar soldados del Regimiento Esmeralda, el “famoso” Séptimo de Línea, marineros del Blanco Encalada y civiles de la Guardia del Orden, atacaron a los manifestantes con armas de fuego. Fueron asesinados más de cien trabajadores.

PRIMER DIPUTADO OBRERO EN AMÉRICA
El 4 de marzo de 1906, hubo elecciones parlamentarias en Antofagasta. Uno de los dos diputados electos fue Luis Emilio Recabarren, entonces militante  del Partido Demócrata, siendo el primer diputado obrero de América. La reacción lo despojó de su cargo. 
Hacia 1907, Chile tenía 3 millones de habitantes. De ellos, 1.250.000 constituían la población activa. Un 42,3% de éstas eran trabajadores, que se dividían así:

-         trabajadores agrícolas, 57,6%
-         sirvientes de casa y lavanderas, 28,9%
-         obreros, 13,5%

RECABARREN CITA A MARX
Recabarren escribe el 25 de mayo de 1907, en el periódico “El Pueblo Obrero”, de Iquique:
“El obrero para emanciparse tiene que atacar a la burguesía, quitándole el poder público, comercial y la propiedad de sus privilegios. ‘La emancipación de los trabajadores debe ser obra de los mismos trabajadores’, ha escrito Carlos Marx, hace 60 años, en Alemania y esta frase inmortal es el faro que nos guía y vivirá unida con esta otra del mismo autor: ‘¡Proletarios de todos los países, uníos!’”.

REFLUJO DEL MOVIMIENTO SINDICAL
La masacre de la Escuela Santa María de Iquique, perpetrada durante el gobierno de Pedro Montt el 21 de diciembre de 1907, marcó el reflujo del movimiento obrero. En estas condiciones, un grupo de revolucionarios, encabezados por Recabarren, intentó reagrupar a los trabajadores.
Pero fueron elementos conservadores y reformistas los que lo lograron. El 18 de septiembre de 1909, surgió  la Gran Federación de Obreros de Chile. Su fundador fue el abogado del Partido Conservador, Pablo Marín Pinuer. Su primer Presidente, Emilio Cambié.


RECABARREN ADOPTA LA JUSTA DECISIÓN
Esta institución tenía carácter mutualista, propiciaba la colaboración de clases entre el capital  y los asalariados. No nació para luchar contra el capitalismo y la explotación de los obreros, sino para mantenerlos.
Ante esta nueva situación, los trabajadores más avanzados –entre ellos Recabarren-  debieron optar entre seguir creando las condiciones para fundar una organización sindical nacional de carácter clasista o incorporarse a la Gran Federación. Se decidieron por esto último. Actuaron según lo plantearía Lenin años después, en 1920 en su obra “La enfermedad del ‘izquierdismo’ en el comunismo”.

LA IMPRESCINDIBLE LUCHA IDEOLÓGICA
Luis Emilio Recabarren no cesaba en la lucha ideológica con el fin de ganar a los obreros para las posiciones revolucionarias. A los numerosos artículos de prensa, agregó en 1910 tres folletos: “La huelga de Iquique de 1907”, “Ricos y pobres a través de un siglo de vida republicana” y “Mi juramente”. Son las primeras obras marxistas escritas en Chile.
Hacia fines de 1911, Recabarren –tras contraer numerosas deudas- compró una imprenta.
La instaló, gracias a la ayuda del comerciante ecuatoriano David Barnes, en una casa grande que éste poseía en la calle Barros Arana Nº 9, casi esquina de Sotomayor, en Iquique. Allí también, en una de las habitaciones vivía el fundador de la prensa obrera con su compañera, Teresa Flores.

¡A FORMAR UN NUEVO PARTIDO!
Fue en esa casona, donde se editó “El Despertar de los Trabajadores”, de Iquique, el más importante de los once periódicos creado por Recabarren. Su primer número apareció el 16 de enero de 1912.
Esta publicación jugó un significativo rol en el nacimiento del Partido de la clase obrera. Por ejemplo, en la edición del 21 de mayo de 1912, escribió Recabarren  un artículo titulado “Vamos al Socialismo”, en donde dice:

 “En la última sesión del Directorio de la Agrupación Central se ha propuesto el cambio de nombre de nuestro Partido en la provincia. Unos quieren que adoptemos por nombre simplemente: Partido Socialista; otros proponen que nos llamemos: demócratas socialistas; otros que tomemos por nombre Partido Obrero Socialista. Como estos asuntos tendrán que someterse a la consideración de todas las agrupaciones y secciones del Partido en la provincia creemos oportuno señalar, desde estas columnas algunas ideas al respecto:
Aceptamos el cambio de nombre y, junto con eso, que nos separemos definitivamente del seno del Partido Demócrata, por las siguientes razones:
1.- Porque el Partido Demócrata en su política y con sus actos públicos durante los últimos años ha declarado prácticamente que no sirve los intereses de la clase trabajadora porque en cada acto electoral ha hecho causa común con los partidos de la clase explotadora y opresora.
2.- Porque los dirigentes del Partido son en su mayoría elementos burgueses, que no conocen ni saben sentir las necesidades materiales y doctrinarias del pueblo. La Directiva General no se ha preocupado de las conferencias populares ni de la prensa definida, permanente y activa...
No, trabajadores del salitre, no apoyemos más esta funesta política. Alcemos bien nuestra frente y sin vacilaciones fundemos aquí el formidable pedestal del Partido Socialista de Chile”.

CREANDO LAS CONDICIONES
Durante mayo se dieron los pasos concretos para constituir el nuevo Partido. “El Despertar de los Trabajadores” publicó el siguiente texto:
“Podrán formar parte de este Partido todos los obreros o trabajadores que acepten la doctrina socialista, se incorporen o formen parte de las agrupaciones constituidas o que se organicen  nuevas.
Además de los  obreros, podrán formar parte todas las personas que sean socialistas y quieran el triunfo del socialismo, como ideal que producirá el verdadero amor a la justicia social.
El nombre del Partido no está todavía acordado definitivamente; pero si se adoptara el Partido Obrero Socialista no querrá decir que sea exclusivamente obrero. En este nuevo Partido entrarán todos los que amen la doctrina socialista. No serán admitidos los viciosos y gentes de conducta condenable”.