Iván Ljubetic
Vargas, historiador del
Centro de Extensión e Investigación
Luis
Emilio Recabarren, CEILER
Hacia 1900, Chile tenía tres millones de habitantes,
de los cuales 250 mil eran obreros.
El 21 de enero de ese año, surgió en el puerto de
Iquique la primera Mancomunal de Obreros. La fundaron los lancheros encabezados
por Abdón Díaz. El 1º de mayo de 1902, nació la Combinación Mancomunal
de Obreros de Tocopilla, creada también por los lancheros, dirigidos por
Gregorio Trincado.
MANCOMUNALES
Las Mancomunales fueron las primeras organizaciones
sindicales obreras. Sus objetivos: organizar a los trabajadores, unirlos,
dirigir sus luchas, fomentar la solidaridad de clase, entregar ayuda
asistencial a sus afiliados; crear escuelas, filarmónicas, centros sociales y
grupos artísticos, para educar y alejar de los vicios a los asociados.
Cumplían las funciones de un sindicato y, al mismo
tiempo, realizaban las tareas de una mutual.
LUCHAS
Y MASACRES
Con el surgimiento de las mancomunales, se
incrementaron las luchas obreras. En 1901 tuvo lugar un paro de los
trabajadores marítimos de Iquique. Fue derrotado: los empresarios trajeron
rompehuelgas desde el sur.
El 12 de mayo de 1903, los marítimos de Valparaíso
declararon una huelga demandando aumentos salariales. Realizaron un mitin,
donde fueron masacrados. Treinta obreros cayeron asesinados; quedaron más de
200 heridos.
RECABARREN EN TOCOPILLA
En septiembre de ese año, llegó Luis Emilio
Recabarren a Tocopilla, contratado por la Mancomunal para que publicara su periódico, “El
Trabajo”. El 18 de octubre apareció el primer número. La participación de Recabarren en la Mancomunal de Tocopilla
tuvo gran significado para él. También
para la entidad obrera, de la cual llegó a ser dirigente.
En 1904 se produjo una huelga de los pampinos en la
Oficina Chile , la que fue aplastada sangrientamente.
MEMORIAL
OBRERO
Con fecha 20 de marzo de 1904, los trabajadores de
la provincia de Tarapacá enviaron al Presidente Germán Riesco un Memorial, que
comenzaba diciendo:
“Las Sociedades de Obreros de Iquique legalmente
constituidas representadas por sus directores, a invitación de la Gran Unión Marítima,
acordaron dirigirse a Usted, no movidos por elementos extraños, como lo expresa
el Memorial de los salitreros que publican los diarios locales, sino impulsados
por el vehemente deseo de mejorar sus salarios, sus condiciones de vida y
seguridad, juntamente con la de todos los obreros de esta rica y laboriosa
provincia”.
En este Memorial se planteaban los problemas de
diversos gremios: lancheros, panaderos, obreros del salitre, etc.
MASACRE EN SANTIAGO
En 1905, los sectores populares de Santiago,
efectuaron manifestaciones callejeras de protesta contra el impuesto de
internación a la carne Argentina, que significaba el alza del precio de este alimento. El gobierno de Germán Riesco
respondió con una nueva masacre.
En ese año, comenzó la penetración del imperialismo
estadounidense en Chile. El consorcio Kennecott inició la explotación del
mineral de cobre de El Teniente.
TAMBIÉN EN ANTOFAGASTA
En 1906 estalló una huelga de los cargadores del
puerto de Antofagasta y de los obreros de la maestranza ferroviaria de esa
ciudad. Estos movimientos fueron apoyados por la Mancomunal de ese
puerto con un paro general en la región. El 7 de febrero, tuvo lugar un mitin
en la Plaza Colón ,
al que concurrieron tres mil trabajadores. Hablaron varios oradores. Uno de
ellos fue Recabarren. Apenas terminó éste de hablar soldados del Regimiento
Esmeralda, el “famoso” Séptimo de Línea, marineros del Blanco Encalada y
civiles de la Guardia
del Orden, atacaron a los manifestantes con armas de fuego. Fueron asesinados
más de cien trabajadores.
PRIMER DIPUTADO OBRERO EN AMÉRICA
El 4 de marzo de 1906, hubo elecciones
parlamentarias en Antofagasta. Uno de los dos diputados electos fue Luis Emilio
Recabarren, entonces militante del
Partido Demócrata, siendo el primer diputado obrero de América. La reacción lo
despojó de su cargo.
Hacia 1907, Chile tenía 3 millones de habitantes. De
ellos, 1.250.000 constituían la población activa. Un 42,3% de éstas eran
trabajadores, que se dividían así:
-
trabajadores
agrícolas, 57,6%
-
sirvientes
de casa y lavanderas, 28,9%
-
obreros,
13,5%
RECABARREN
CITA A MARX
Recabarren escribe el 25 de mayo de 1907, en el
periódico “El Pueblo Obrero”, de Iquique:
“El obrero para emanciparse tiene
que atacar a la burguesía, quitándole el poder público, comercial y la
propiedad de sus privilegios. ‘La emancipación de los trabajadores debe ser
obra de los mismos trabajadores’, ha escrito Carlos Marx, hace 60 años, en
Alemania y esta frase inmortal es el faro que nos guía y vivirá unida con esta
otra del mismo autor: ‘¡Proletarios de todos los países, uníos!’”.
REFLUJO DEL MOVIMIENTO SINDICAL
La masacre de la Escuela Santa María
de Iquique, perpetrada durante el gobierno de Pedro Montt el 21 de diciembre de
1907, marcó el reflujo del movimiento obrero. En estas condiciones, un grupo de
revolucionarios, encabezados por Recabarren, intentó reagrupar a los
trabajadores.
Pero fueron elementos conservadores y reformistas
los que lo lograron. El 18 de septiembre de 1909, surgió la Gran Federación de Obreros de Chile. Su fundador
fue el abogado del Partido Conservador, Pablo Marín Pinuer. Su primer
Presidente, Emilio Cambié.
RECABARREN
ADOPTA LA JUSTA
DECISIÓN
Esta institución tenía carácter mutualista,
propiciaba la colaboración de clases entre el capital y los asalariados. No nació para luchar contra
el capitalismo y la explotación de los obreros, sino para mantenerlos.
Ante esta nueva situación, los trabajadores más
avanzados –entre ellos Recabarren-
debieron optar entre seguir creando las condiciones para fundar una
organización sindical nacional de carácter clasista o incorporarse a la Gran Federación.
Se decidieron por esto último. Actuaron según lo plantearía Lenin años después,
en 1920 en su obra “La enfermedad del ‘izquierdismo’ en el comunismo”.
Luis Emilio Recabarren no cesaba en la lucha
ideológica con el fin de ganar a los obreros para las posiciones
revolucionarias. A los numerosos artículos de prensa, agregó en 1910 tres
folletos: “La huelga de Iquique de 1907” , “Ricos y pobres a través de un siglo de
vida republicana” y “Mi juramente”. Son las primeras obras marxistas escritas
en Chile.
Hacia fines de 1911, Recabarren –tras contraer
numerosas deudas- compró una imprenta.
La instaló, gracias a la ayuda del comerciante
ecuatoriano David Barnes, en una casa grande que éste poseía en la calle Barros
Arana Nº 9, casi esquina de Sotomayor, en Iquique. Allí también, en una de las
habitaciones vivía el fundador de la prensa obrera con su compañera, Teresa
Flores.
¡A
FORMAR UN NUEVO PARTIDO!
Fue en esa casona, donde se editó “El Despertar de los Trabajadores”, de
Iquique, el más importante de los once periódicos creado por Recabarren. Su
primer número apareció el 16 de enero de 1912.
Esta publicación jugó un significativo rol en el
nacimiento del Partido de la clase obrera. Por ejemplo, en la edición del 21 de
mayo de 1912, escribió Recabarren un
artículo titulado “Vamos al Socialismo”, en donde dice:
“En la última
sesión del Directorio de la Agrupación Central se ha propuesto el cambio de
nombre de nuestro Partido en la provincia. Unos quieren que adoptemos por
nombre simplemente: Partido Socialista; otros proponen que nos llamemos:
demócratas socialistas; otros que tomemos por nombre Partido Obrero Socialista. Como estos asuntos tendrán que someterse a la consideración de todas las
agrupaciones y secciones del Partido en la provincia creemos oportuno señalar,
desde estas columnas algunas ideas al respecto:
Aceptamos el cambio de nombre y, junto con eso, que
nos separemos definitivamente del seno del Partido Demócrata, por las
siguientes razones:
1.- Porque el Partido Demócrata en su política y con
sus actos públicos durante los últimos años ha declarado prácticamente que no
sirve los intereses de la clase trabajadora porque en cada acto electoral ha
hecho causa común con los partidos de la clase explotadora y opresora.
2.- Porque los dirigentes del Partido son en su
mayoría elementos burgueses, que no conocen ni saben sentir las necesidades
materiales y doctrinarias del pueblo. La Directiva General
no se ha preocupado de las conferencias populares ni de la prensa definida,
permanente y activa...
No, trabajadores del salitre, no apoyemos más esta
funesta política. Alcemos bien nuestra frente y sin vacilaciones fundemos aquí
el formidable pedestal del Partido Socialista de Chile”.
CREANDO
LAS CONDICIONES
Durante mayo se dieron los pasos concretos para
constituir el nuevo Partido. “El Despertar de los Trabajadores” publicó el
siguiente texto:
“Podrán formar parte de este Partido todos los
obreros o trabajadores que acepten la doctrina socialista, se incorporen o
formen parte de las agrupaciones constituidas o que se organicen nuevas.
Además de los
obreros, podrán formar parte todas las personas que sean socialistas y
quieran el triunfo del socialismo, como ideal que producirá el verdadero amor a
la justicia social.
El nombre del Partido no está todavía acordado
definitivamente; pero si se adoptara el Partido Obrero Socialista no querrá
decir que sea exclusivamente obrero. En este nuevo Partido entrarán todos los
que amen la doctrina socialista. No serán admitidos los viciosos y gentes de
conducta condenable”.